¡°Cuando el agua es demasiado barata, los ¨²nicos beneficiados son los ricos¡±
Pensar solo en infraestructuras no basta para responder a los retos de agua y saneamiento, seg¨²n Catarina de Albuquerque, de Sanitation and Water for All. La voluntad pol¨ªtica es clave para mejorar inversiones
La expresi¨®n ¡°no dejar a nadie atr¨¢s¡± no le gusta nada a Catarina de Albuquerque, directora ejecutiva de la plataforma Sanitation and Water for All. Estas palabras, seg¨²n ella, llevan impl¨ªcita la idea de que primero hay que encontrar una soluci¨®n a los problemas de agua y saneamiento y solo despu¨¦s hay que plantearse c¨®mo incluir a las personas m¨¢s vulnerables. ¡°Lo que tenemos que hacer no es no dejarlos atr¨¢s, sino llevarlos al frente¡±, asegura durante la Semana Mundial del Agua, celebrada en Estocolmo a finales de agosto, donde aboga por su participaci¨®n en los procesos de toma de decisi¨®n desde el minuto cero.
De Albuquerque (1970), quien fue la primera relatora especial de Naciones Unidas sobre el derecho humano a agua y saneamiento, lleva desde 2014 al frente de Sanitation and Water for All, una alianza global con m¨¢s de 200 miembros ¡ªen la que Espa?a no participa. La experta portuguesa alaba los esfuerzos a escala mundial para garantizar el acceso a agua y saneamiento a mujeres, pobres, refugiados y otras categor¨ªas tradicionalmente dejadas de lado, pero opina que los avances no se producen con suficiente rapidez. Para construir un mundo mejor para 2030, de acuerdo con la meta fijada por Naciones Unidas, ser¨¢ necesario pisar el acelerador y adoptar una visi¨®n m¨¢s amplia, que vaya m¨¢s all¨¢ de la construcci¨®n de grifos e inodoros.
¡°Pensar solo en infraestructuras no soluciona el problema. Hay que tomar en cuenta tambi¨¦n las componentes pol¨ªticas para que la cosa funcione. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 ¡ªagua para todos, asequible y limpia y poner fin a la defecaci¨®n al aire libre¡ª deber¨ªa ser la base desde la cual trabajar para alcanzar tambi¨¦n las otras metas de la Agenda 2030¡±, explica. ¡°En el plan te¨®rico, las conexiones entres distintos actores est¨¢n hechas, pero no siempre esto se traslada a la pr¨¢ctica. Se necesita m¨¢s voluntad pol¨ªtica y a¨²n nos falta much¨ªsimo trabajo en esta direcci¨®n¡±.
Pregunta. ?El problema est¨¢ en movilizar m¨¢s recursos o gastar de manera m¨¢s eficaz los que ya est¨¢n al alcance?
Respuesta. El problema no es solo conseguir m¨¢s dinero, sino mejores inversiones. Hay pa¨ªses que dispone de fondos, pero se emplean para mejorar el servicio a la clase media en lugar de destinarlos a los que todav¨ªa no tienen acceso a agua y saneamiento.
Se podr¨ªa pensar que mantener las tarifas excesivamente bajas beneficie a todos, pero es mentira. M¨¢s bien significa que la empresa que ofrece el servicio no va a poder recolectar ingresos suficientes para garantizar la calidad y la universalidad
No existe una f¨®rmula m¨¢gica v¨¢lida para todos los contextos. En Portugal, en los a?os noventa, llegaron muchas inversiones y pr¨¦stamos para construir estaciones de tratamiento de aguas residuales. A veces me pregunto si para las ciudades m¨¢s peque?as fue una buena idea. ?Tiene sentido invertir en este tipo de soluciones? ?Son sostenibles?
P. Incluso cuando llegan los fondos, el riesgo de corrupci¨®n est¨¢ al acecho en numerosos pa¨ªses. ?C¨®mo se puede minimizar este peligro?
R. La corrupci¨®n en el sector es una realidad abrumadora. Existen distintos mecanismos para combatirla que van desde fomentar la transparencia, facilitar el acceso a la informaci¨®n y la rendici¨®n de cuentas.
Los gobiernos tienen que impulsar la creaci¨®n de plataformas multiactores a escala nacional y sentarse a la misma mesa con donantes bilaterales, bancos, el sector privado, la sociedad civil, etc¨¦tera para hacer una planificaci¨®n conjunta y compartir informaci¨®n. Pero la responsabilidad de la lucha en contra de la corrupci¨®n no tiene que recaer exclusivamente en el ¨¢mbito nacional.
P. ?C¨®mo afecta la corrupci¨®n a las mujeres?
R. Quien m¨¢s sufre por la falta de fondos (o su mala inversi¨®n) es la clase pobre. Si parte del presupuesto a nuestra disposici¨®n se ve reducido por la corrupci¨®n, los m¨¢s perjudicados ser¨¢n los m¨¢s vulnerables, como pueblos ind¨ªgenas, personas con discapacidad y tambi¨¦n mujeres.
P. ?Cu¨¢les son las perspectivas de alcanzar las metas fijadas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible en este ¨¢mbito en 2030?
R. Es posible alcanzar las metas, pero se necesita voluntad pol¨ªtica, dirigentes con el valor y la visi¨®n para invertir mejor y dar visibilidad y prioridad a estos temas. Hay pa¨ªses como Per¨² donde el compromiso de la clase pol¨ªtica para garantizar el acceso universal a agua y saneamiento es incluso anterior a la aprobaci¨®n de los ODS en 2015. Si ya se adoptan las pol¨ªticas correctas, los pa¨ªses ser¨¢n m¨¢s resilientes ante futuras crisis humanitarias, econ¨®micas o de otro tipo.
P. Si el agua es un derecho humano, ?por qu¨¦ es justo que tenga un precio y que se deje en manos de empresas privadas?
R. En principio, se debe pagar un precio aunque se trate de un derecho humano, pero esto no quiere decir que debemos excluir del acceso a los que no pueden pagar la cuenta. Se necesita una estructura tarifaria que permita asegurar la sostenibilidad del servicio y su ampliaci¨®n y el precio tiene que ser asequible para la clase media. Hay que contar tambi¨¦n con ayudas para los pobres, con tarifas sociales y subsidios para garantizarles una cierta cantidad de agua al d¨ªa. Se podr¨ªa pensar que mantener las tarifas excesivamente bajas beneficie a todos, pero es mentira. M¨¢s bien significa que la empresa que ofrece el servicio no va a poder recolectar ingresos suficientes para garantizar la calidad y para alcanzar zonas rurales o barrios informales.
Tener que pagar un precio, adem¨¢s, ayuda a que se aprecie el valor real del agua y no se derroche. Cuando las tarifas son muy bajas, normalmente los servicios no son de buena calidad. Entonces se entra en un c¨ªrculo vicioso, porque no todos estar¨¢n dispuestos a pagar por ellos. En estos pa¨ªses son las clases medias y altas las que realmente se est¨¢n beneficiando de agua muy barata, mientras que los pobres tienen que comprar agua a vendedores informales.
P. A pesar de los avances en las soluciones, a¨²n existe reticencia hacia ciertas pr¨¢cticas como usar agua depurada del inodoro para beber. ?C¨®mo se supera?
R. No se puede pulsar un bot¨®n y esperar que todo cambie, hay que trabajar mucho m¨¢s en la educaci¨®n. La gente tiene que entender que es seguro, de hecho, es algo que ya ocurre de manera muy frecuente. Muchos de los problemas relacionados con agua, saneamiento e higiene tienen que ver con los tab¨²es asociados. Hablar de heces o de menstruaci¨®n no es sexi. Pero si ocultas ciertos temas, ?c¨®mo vas a darles prioridad pol¨ªtica? Es necesario que cada vez m¨¢s personajes p¨²blicos y pol¨ªticos hablen de eso. Por ejemplo, ser¨ªa bonito que el rey de Espa?a bebiera en p¨²blico agua reciclada, como ha hecho de reciente Bill Gates.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.