C¨®mo tratar la diabetes sin quebrar en el intento
Una adecuada atenci¨®n primaria que enfatice las medidas preventivas se traduce en mejoras sustanciales para la salud de los ciudadanos y para las arcas p¨²blicas
La eficiencia es la asignatura pendiente en los sistemas p¨²blicos de salud. Ser eficiente en la producci¨®n de estos servicios se consigue de dos formas: haciendo las cosas correctas, es decir, asignando los recursos a aquellos servicios sanitarios que producen los mejores resultados por cantidad invertida; o haciendo las cosas bien, es decir, consiguiendo los mejores resultados al menor coste. No son tareas sencillas, pero Am¨¦rica Latina y el Caribe ha venido experimentando tal crecimiento de sus gastos en salud que, ante el panorama actual de restricciones presupuestarias, es urgente que sus gobiernos centren la atenci¨®n en ser eficientes, haciendo m¨¢s con los mismos o con menores recursos.
El aumento de las enfermedades cr¨®nicas en esta parte del mundo demanda, adem¨¢s, nuevas respuestas sanitarias y contribuye al incremento del gasto p¨²blico, ya que esas patolog¨ªas son las que consumen m¨¢s recursos econ¨®micos y profesionales de los sistemas de salud. Una de estas enfermedades es la diabetes, que hoy en d¨ªa afecta a un 20% de los mayores de 60 a?os y es un problema especialmente grave para los pa¨ªses del Caribe, donde la padece, como m¨ªnimo, el 30% de sus habitantes. Y afirmar como m¨ªnimo no es gratuito porque, al igual que la hipertensi¨®n y otras enfermedades cr¨®nicas, la diabetes, a menudo, no es diagnosticada. Se considera que el 80% de los diab¨¦ticos del mundo vive en pa¨ªses de ingresos medios y bajos y la mitad de ellos no sabe que padece la enfermedad.
El coste de la atenci¨®n en salud de un enfermo de diabetes, por ejemplo, puede ser entre dos y tres veces mayor que el de una persona que no padezca la enfermedad. Por ello, la atenci¨®n de la diabetes supone una gran carga econ¨®mica para las arcas p¨²blicas. Pero hay opciones para que los recursos destinados a la atenci¨®n de la diabetes se usen en forma eficiente. Las principales complicaciones de la diabetes se pueden evitar o reducir mediante una atenci¨®n primaria de alta calidad.
Colombia, uno de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina que est¨¢ cerca de lograr la cobertura universal de salud, ha buscado promover un cuidado efectivo de la diabetes. Consciente de la importancia de la prevenci¨®n, desarroll¨® un conjunto de gu¨ªas de pr¨¢ctica cl¨ªnica basadas en evidencia internacional, las cuales recomiendan la realizaci¨®n sistem¨¢tica de servicios diagn¨®sticos, tales como pruebas de la glucosa en la sangre, el colesterol y la funci¨®n renal, lo que facilita tratamientos oportunos, que no solo previenen o mitigan el deterioro agudo y las complicaciones en las personas enfermas sino que tambi¨¦n contribuyen a contener el gasto en salud ya que reducen, o incluso evitan, visitas a urgencias, hospitalizaciones o procedimientos complejos m¨¢s costosos.
Un estudio en Colombia mostr¨® que solo al 15% de la poblaci¨®n diab¨¦tica en el a?o 2014 se le realiz¨® todas las pruebas recomendadas
Sin embargo, un estudio llevado a cabo recientemente entre 324.000 pacientes diab¨¦ticos afiliados a las empresas promotoras de salud del r¨¦gimen contributivo de Colombia, que son las encargadas de organizar las prestaciones a nivel de la atenci¨®n primaria, ha puesto de manifiesto que hay deficiencias en la provisi¨®n de servicios preventivos adecuados, que no solo conducen a malos resultados en salud, sino que desperdician oportunidades de ahorro.
Este estudio constat¨® que solamente al 15% de la poblaci¨®n diab¨¦tica afiliada en el a?o 2014 (que corresponde aproximadamente a la mitad de la poblaci¨®n total de Colombia), se le realiz¨® todas las pruebas recomendadas por las gu¨ªas de pr¨¢ctica cl¨ªnica para el seguimiento y control ambulatorio de la enfermedad y que el cumplimiento de los protocolos establecidos fue sumamente dispar seg¨²n el ¨¢rea geogr¨¢fica y el proveedor de las empresas promotoras de salud.
El incumplimiento de las recomendaciones cl¨ªnicas se asoci¨® con peores desenlaces en salud y mayores costes de atenci¨®n. Finalmente, el an¨¢lisis de los datos recopilados puso de manifiesto que si se cumplieran las recomendaciones de las gu¨ªas de pr¨¢ctica cl¨ªnica podr¨ªa haber aumentos considerables de eficiencia, al disminuir la probabilidad de complicaciones y sus respectivos costes de tratamiento. Los hallazgos deben conducir a explorar con mayor profundidad qu¨¦ explica el bajo cumplimiento de las gu¨ªas, con el fin de identificar ¨¢reas de mejora. El estudio tambi¨¦n ilustra el potencial de analizar informaci¨®n administrativa disponible para orientar las pol¨ªticas p¨²blicas.
Los atajos en la calidad de la atenci¨®n m¨¦dica afectan en buena medida el uso de los recursos p¨²blicos. Poner ¨¦nfasis en dotar de m¨¢s medios y de mayores coberturas sanitarias a los ciudadanos sin un control de su calidad y del cumplimiento efectivo de los protocolos establecidos va en contra de lograr la mayor salud y, por lo tanto, de la mayor rentabilidad de los recursos disponibles.
El convencimiento de que mejorar la eficiencia en el gasto p¨²blico es una tarea urgente est¨¢ detr¨¢s de la obra Mejor gasto para mejores vidas: c¨®mo Am¨¦rica Latina y el Caribe puede hacer m¨¢s con menos cuyo cap¨ªtulo dedicado a la salud acaba de publicar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que utiliza ejemplos concretos como el del estudio colombiano para demostrarlo.
Diana Pinto es especialista l¨ªder en salud en el Banco Interamericano de Desarrollo.
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