Una omisi¨®n preocupante
El acuerdo entre el Gobierno y Podemos evita cualquier menci¨®n a la recuperaci¨®n presupuestaria de la ayuda al desarrollo
En ocasiones, lo que se calla es mucho m¨¢s sonoro que lo que se dice. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con la ayuda al desarrollo en el acuerdo presupuestario firmado la semana pasada entre el Gobierno y el grupo parlamentario de Ahora Podemos. De las cincuenta p¨¢ginas dedicadas a asuntos tan diversos (y necesarios) como la subida del salario m¨ªnimo, la inversi¨®n en investigaci¨®n, la introducci¨®n de nuevos impuestos, el apoyo a la cultura, la modificaci¨®n de la Ley Mordaza o el impulso a las energ¨ªas renovables, no ha habido ni una sola palabra para redefinir el papel de Espa?a en el mundo. Incluso los juegos de azar y las apuestas en l¨ªnea merecen cap¨ªtulo propio, pero no as¨ª la cooperaci¨®n, una pol¨ªtica agresivamente castigada que ha visto disminuir su presupuesto un 73% en la ¨²ltima d¨¦cada.
La sociedad civil y la oposici¨®n (incluyendo Podemos y el PSOE, cuando la ejerc¨ªa hace solo unas semanas) han puesto cifras a este desaf¨ªo: 0,4% del PIB al final de la legislatura, de acuerdo con una proposici¨®n no de ley aprobada a finales de 2017 con el apoyo de todos los partidos. Si consideramos las implicaciones de este escenario para el pr¨®ximo a?o, cualquier incremento razonable deber¨ªa estar por encima de los 400 millones de euros para la cooperaci¨®n que realiza el Ministerio de Exteriores. El partido en el Gobierno debe saberlo, porque fue la cifra que propusieron en su presupuesto alternativo para 2018.
Estas negociaciones son complejas y sus portavoces han aclarado que quedan cosas por cerrar. Pero los hechos de esta semana sugieren que las expectativas creadas acerca de la reforma de nuestra acci¨®n exterior podr¨ªan quedarse en puro artificio ret¨®rico. Todav¨ªa no se ha secado la tinta del discurso de Pedro S¨¢nchez ante la Asamblea General de la ONU ¨C¡°nuestro compromiso tiene nombre, tiene fecha, tiene metas, es la Agenda 2030 para los Objetivos del Desarrollo Sostenible¡±¨C y la primera ocasi¨®n de demostrarlo con hechos no parece confirmar una de las herramientas fundamentales de los ODS. En otros ¨¢mbitos sensibles, como el de la ayuda humanitaria, la incapacidad para corregir un recorte acumulado del 80% contrastar¨ªa con la celeridad que demostr¨® el Gobierno a la hora de blindar las exportaciones de armas a Arabia Saud¨ª.
El camino que separa las proclamas parlamentarias de las pol¨ªticas de carne y hueso est¨¢ hecho de compromisos presupuestarios
La omisi¨®n de Podemos resulta igualmente inexplicable. Ning¨²n grupo parlamentario ha sido m¨¢s beligerante en la denuncia de la pobreza internacional, las violaciones de derechos humanos o las causas del desplazamiento forzoso. Pero el camino que separa las proclamas parlamentarias de las pol¨ªticas de carne y hueso est¨¢ hecho de compromisos presupuestarios. Y, en este punto, la realidad es que Podemos se alinea ahora con los dem¨¢s partidos de la oposici¨®n. A pesar de que muchos de sus cuadros y bases tienen una trayectoria personal ligada a la cooperaci¨®n internacional, los morados no han dado se?al en ning¨²n momento de que este cap¨ªtulo forme parte de sus l¨ªneas rojas.
No queda mucho margen. Pese al esfuerzo de algunas comunidades aut¨®nomas, el olvido ha ido carcomiendo a las instituciones e individuos que sostienen una pol¨ªtica que no hace tanto tiempo distingu¨ªa a Espa?a en el mundo. La ausencia de recursos detrae ox¨ªgeno de un sistema al que se le acumulan reformas pendientes para modernizar sus instituciones ¨Cempezando por la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo¨C y garantizar la calidad de cada euro invertido. Esto es particularmente necesario en un momento en el que Espa?a est¨¢ llamada a definir, junto con sus socios, el rol de la Uni¨®n Europea en el mundo a trav¨¦s de un nuevo marco financiero plurianual, un acuerdo post-Coton¨², o una nueva herramienta de pol¨ªtica exterior (a propuesta de la Comisi¨®n Europea). Y todo ello bajo la presi¨®n de posiciones enconadas y visiones reduccionistas en lo que se refiere a la gesti¨®n de la migraci¨®n o del refugio. La relevancia econ¨®mica del sistema de cooperaci¨®n se traducir¨ªa inmediatamente en relevancia pol¨ªtica, en un momento en el que la voz de la comunidad del desarrollo es imprescindible para definir una posici¨®n digna y relevante de Espa?a en asuntos y regiones altamente sensibles.
Las pr¨®ximas semanas nos mostrar¨¢n la voluntad pol¨ªtica real de cada grupo. PSOE y Podemos tienen la oportunidad de corregir esta omisi¨®n inicial. ERC, PDCat y PNV, de empujarles a que lo hagan. Cuando se hayan aprobado los pr¨®ximos presupuestos, todo el mundo debe entender que la cooperaci¨®n ha vuelto para quedarse.
Por Gonzalo Fanjul, Carlos Mataix, Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn, Iliana Olivi¨¦, Jos¨¦ Mar¨ªa Vera y Rafael Vilasanju¨¢n.
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