Una gu¨ªa para sobrevivir o morir con dignidad en las cat¨¢strofes
La nueva edici¨®n del manual de acci¨®n humanitaria 'Esfera' recoge d¨¦cadas de experiencia en terreno para guiar el trabajo de quienes salvan vidas durante una emergencia para lograr mayor eficiencia
M¨¢s de 11.300 personas murieron entre 2014 y 2016 en tres pa¨ªses africanos ¡ªSierra Leona, Liberia y Guinea¡ª? por una sola enfermedad: el ¨¦bola. Esta ha sido una de las crisis sanitarias de mayor envergadura en la ¨²ltima d¨¦cada, no solo por el n¨²mero de infectados sino tambi¨¦n por la elevada letalidad del virus. De c¨®mo respondi¨® y actu¨® la comunidad internacional para salvar el mayor n¨²mero de vidas posible, lo que funcion¨® y lo que fall¨®, se extrajeron varias lecciones. Una de ellas fue que los trabajadores humanitarios no solo ten¨ªan que mantener con vida a los pacientes, sino tambi¨¦n saber acompa?arles en los ¨²ltimos momentos.
Gracias a este ejercicio de revisi¨®n, la provisi¨®n de cuidados paliativos es una de las nuevas normas introducidas en la cuarta edici¨®n del manual de acci¨®n humanitaria Esfera, presentado este lunes en Madrid con el apoyo de la Fundaci¨®n LaCaixa. Esta gu¨ªa, promovida y elaborada por profesionales de organizaciones no gubernamentales junto con el Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, es hoy una referencia esencial para las ONG de todo el mundo, voluntarios, agencias de la ONU, gobiernos, donantes, e incluso el sector privado, que responden a crisis de todo tipo, desde cat¨¢strofes naturales hasta guerras. En ella no solo se subrayan los principios ¨¦ticos y jur¨ªdicos que deben regir su actividad, sino tambi¨¦n cu¨¢les son los est¨¢ndares m¨ªnimos de calidad que todos han de cumplir con su labor.
"Se trata de asegurar que las personas puedan sobrevivir a una situaci¨®n de crisis con dignidad", explica Aninia Nadig, responsable de pol¨ªticas y sensibilizaci¨®n de Esfera, el proyecto que est¨¢ detr¨¢s de esta iniciativa, impulsado por un centenar de ONG. Para ello, el manual establece normas espec¨ªficas sobre acceso a agua y saneamiento, alimentos, refugio y salud. Un ejemplo: las organizaciones humanitarias tienen que asegurar que la poblaci¨®n inmersa en una situaci¨®n de emergencia dispone de agua, como m¨ªnimo, 15 litros por persona al d¨ªa. En cuanto a la alimentaci¨®n, se estima que las necesidades m¨ªnimas son de 2.100 kilocalor¨ªas diarias "con un 10% de la energ¨ªa total en forma de prote¨ªnas y el 17% de grasas". No vale cualquier men¨². No basta con salvar vidas de cualquier modo: hay que hacerlo bien.
Los anteriores son solo dos ejemplos de los cientos de normas e indicadores que contiene este manual. La mayor¨ªa ya estaban contemplados en las tres versiones anteriores, pero otras han sido introducidas o reformuladas. El mundo ha cambiado desde la primera edici¨®n publicada en el 2000; y con ¨¦l, tambi¨¦n han mutado las crisis, que son cada vez m¨¢s urbanas y de mayor duraci¨®n. Por eso, algunas de las novedades se han incorporado en el cap¨ªtulo de alojamiento y refugio.
La puesta en com¨²n de las experiencias de los trabajadores humanitarios es esencial para adaptar y crear las normas de actuaci¨®n
"Hay que adaptarse. Ya no podemos pensar solo en levantar campos de refugiados y desplazados", apunta Francisco Rey, codirector del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH), quien ha participado en la presentaci¨®n. "Antes se constru¨ªan viviendas provisionales, pero lo provisional a veces dura d¨¦cadas. Es un problema", agrega. Pero en la actualidad hay desplazados en las ciudades que ni siquiera necesitan que una ONG les levante una casa con sus 3,5 metros cuadrados por persona, as¨ª como con espacios privados y comunes, analiza Nadig, "sino poder pagar un alquiler".
En este sentido, una de las pr¨¢cticas que ha demostrado su eficacia es la transferencia de efectivo a personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. Primero se empez¨® a usar para garantizar la seguridad alimentaria de la poblaci¨®n que perd¨ªa sus medios de vida. En vez de repartir comida, si los mercados locales funcionan o se restablecen ¡ªlo que sucede en las crisis prolongadas¡ª la comunidad humanitaria ha comprobado que es m¨¢s ¨²til dar dinero a las familias para que ellas adquieran los alimentos de su elecci¨®n. "Les hace menos dependientes. Les da m¨¢s libertad y es m¨¢s digno", opina Rey.
Este mecanismo supone un paso de una ayuda basada en suministros a otra garante de derechos, en este caso, a la alimentaci¨®n. Ahora, tal como apuntaba Nadig, las transferencias de efectivo tambi¨¦n pueden resultar ¨²tiles para otro tipo de intervenciones como la provisi¨®n de vivienda. La Uni¨®n Europea opt¨® por esta forma de ayuda con los refugiados sirios en Turqu¨ªa, donde el 90% habitan en pisos de alquiler. Lo prefieren porque les da m¨¢s libertad y seguridad que permanecer en un campo, pero necesitan de apoyo econ¨®mico para costear la renta.
La puesta en com¨²n de las experiencias de los trabajadores humanitarios es esencial para adaptar y crear las normas del manual de Esfera. Ellos son quienes mejor saben qu¨¦ se necesita, qu¨¦ funciona y qu¨¦ ha fallado en el pasado. El sector aprende de sus ¨¦xitos y sus errores para mejorar. "El terremoto Hait¨ª de 2010 fue un punto de inflexi¨®n porque nos dimos cuenta de que hubo cosas que se pod¨ªan haber hecho mejor", reflexiona M¨®nica Acosta, jefa de emergencias de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid). "Este es un sector en el que hay autocr¨ªtica y mucha autoevaluaci¨®n para mejorar", a?ade Marta Vald¨¦s, directora adjunta de Acci¨®n Humanitaria de Oxfam Interm¨®n.?
"En las emergencias se pone m¨¢s de manifiesto la descoordinaci¨®n", anota Rey. Por eso, tener una gu¨ªa com¨²n con objetos e indicadores compartidos y preestablecidos, mejora la respuesta, ahorra tiempo, conversaciones log¨ªsticas y de planificaci¨®n. Cuando sucede una emergencia, todos tienen claro qu¨¦ m¨ªnimos persiguen. "Nos aporta un lenguaje com¨²n", detalla Vald¨¦s. "Lo importante es improvisar lo menos posible. Tener unos est¨¢ndares, que un equipo de expertos ya haya analizado qu¨¦ funciona y qu¨¦ no, nos ayuda a no tener que pensar en ello para responder a una emergencia", agrega Cristina Guti¨¦rrez, jefa de la Oficina de Acci¨®n Humanitaria de la Aecid.
Los expertos destacan que el manual Esfera es ¨²til para proveer la atenci¨®n adecuada, y tambi¨¦n para evaluar despu¨¦s si se ha conseguido tal objetivo. Una rendici¨®n de cuentas que no solo se debe realizar ante los donantes y entre pares del sector, sino tambi¨¦n ante los propios beneficiarios. 130 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, seg¨²n la ONU. Y se merecen sobrevivir o morir con dignidad, repite Nadig. Para lograr la mejor de las atenciones, advierte Jaime Var¨¢n, de la coordinadora estatal de ONG, hace falta algo m¨¢s que normas y lenguajes comunes. "Hace falta financiaci¨®n y Espa?a solo dedica 32 millones de euros a ayuda humanitaria. Un c¨¦ntimo de cada 100 euros que se recaudan por impuestos". No habr¨¢ transferencias de efectivo que realizar, si no hay efectivo que transferir.
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