?Y si se puede reducir el riesgo de obesidad con solo comer a una hora concreta?

Saber qu¨¦ poner en el plato es importante, pero tambi¨¦n lo es la hora a la que comemos. As¨ª lo concluye un estudio, publicado en marzo en The FASEB Journal, que apunta que no comemos solo para nosotros, sino que cada bocado alimenta tambi¨¦n a la enorme colecci¨®n de microorganismos que vive en nuestro sistema digestivo, conocido como microbiota intestinal. Al parecer estos comensales son muy sensibles al horario y no mimarlos lo suficiente puede tener consecuencias inesperadas. Por lo que hay que comer a las 14.00 horas, unas seis horas despu¨¦s de despertarse.

El equipo de investigadores analiz¨® durante dos semanas la saliva de 10 mujeres sanas de 25 a?os y detect¨® un curioso patr¨®n en la variedad de bacterias que bull¨ªan en el fluido. Seg¨²n mostraron los resultados de los an¨¢lisis, que se realizaban cuatro veces al d¨ªa, la diversidad microbiana aumentaba y disminu¨ªa siguiendo un patr¨®n claro, como si los 1,5 litros de saliva que tragamos cada d¨ªa fueran un metro hacia nuestro interior en el que hubiera unas horas punta, en las que se concentraran todo tipo de microbios, y otras horas valle, en las que solo hay unos pocos.

La hora de la comida de las participantes rompi¨® el ritmo de estos viajes

Todas ellas se despertaban a las 8.00 de la ma?ana (hora a la que solemos levantarnos en Espa?a, seg¨²n public¨® Verne), pero algunas com¨ªan a las 14.00 y otras a las 17.30 y ah¨ª es donde estaba la diferencia. En las del primer grupo, la diversidad de bacterias disminu¨ªa entre las 8.00 a las 16.00 y aumentaba entre las 16.00 y las 24.00; las que com¨ªan m¨¢s tarde presentaban el patr¨®n opuesto: de 8.00 a 16.00 hab¨ªa m¨¢s microorganismos y de 16.00 a 24.00, menos. En una segunda fase del estudio se cambiaron los horarios de los grupos y los resultados de las pruebas mostraron un cambio en la cantidad de bacterias.

Por esto, la autora de la investigaci¨®n, catedr¨¢tica de Fisiolog¨ªa de la Universidad de Murcia e investigadora en el Hospital Brigham and Women's, de la Universidad de Harvard, Marta Garaulet aconseja "no comer m¨¢s tarde de las 15.00". Esta diferencia horaria "puede producir cambios en la microbiota que favorezcan a la inflamaci¨®n [una de las causas m¨¢s comunes de enfermedades como el c¨¢ncer] y la obesidad", asegura.

Otros estudios realizados en animales tambi¨¦n han asociado el horario de la comida a problemas como "la enfermedad de Crohn (una inflamaci¨®n del sistema digestivo de la que no se conoce la causa y que no tiene cura), el s¨ªndrome metab¨®lico (un cuadro en el que se engloban enfermedades como la diabetes, la hipertensi¨®n, la arteriosclerosis, y la elevaci¨®n del colesterol, los triglic¨¦ridos y el ¨¢cido ¨²rico) y a las intolerancias alimentarias", contin¨²a la experta.

Una buena dieta no compensa la repercusi¨®n de comer a deshora

Hasta ahora, sab¨ªamos que "con una dieta inadecuada, con poca fibra, fruta y verdura, y sin incluir cereales integrales, la diversidad bacteriana disminu¨ªa", recuerda la investigadora. "Lo interesante de este estudio es que todas las participantes com¨ªan una dieta mediterr¨¢nea equilibrada, que en s¨ª misma es favorable a la diversidad bacteriana", contin¨²a. A¨²n as¨ª, se pudieron observar los cambios.

El hecho de que las mujeres analizadas pasaran solo una semana comiendo a las 14.00 de la tarde y otra haci¨¦ndolo a las 17.30 y en solo siete d¨ªas se registraran las diferencias en la diversidad de la microbiota tambi¨¦n indica que los beneficios de adelantar la hora de la comida principal del d¨ªa no se deber¨ªan hacer esperar. Lo que queda claro es que, aunque se trate de un estudio peque?o, se abre una ventana a un nuevo terreno en el que indagar.