As¨ª ser¨¢n los pr¨®ximos ni?os modificados gen¨¦ticamente
El congreso mundial de edici¨®n gen¨¦tica concluye con una luz verde a futuros ensayos cl¨ªnicos y con sugerencias sobre los genes en los que actuar

Ya hay dos tipos de personas: las modificadas gen¨¦ticamente y las naturales. El abominable experimento del cient¨ªfico chino He Jiankui ha cambiado la humanidad para siempre. Desde el lunes, cuando anunci¨® el nacimiento de dos ni?as gemelas con su ADN remendado, la pregunta ya no es qui¨¦n se atrever¨¢ a dar el primer paso, sino cu¨¢les ser¨¢n los l¨ªmites para transformar a la siguiente generaci¨®n de seres humanos. ¡°Va a ser imposible evitar la existencia de un mercado negro de edici¨®n gen¨¦tica. La gente querr¨¢ un ni?o perfecto y estar¨¢ dispuesta a pagar mucho para tener uno. Podemos estar solo ante el comienzo de un mercado negro de la perfecci¨®n¡±, alerta el fil¨®sofo Julian Savulescu, director del Centro Uehiro para la ?tica Pr¨¢ctica de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
En cada min¨²scula c¨¦lula humana hay unos dos metros de mol¨¦culas de ADN plegadas de manera casi inconcebible. En esos dos metros hay unos 22.000 genes, con la informaci¨®n necesaria para construir y hacer funcionar a una persona. Uno de estos genes, el bautizado CCR5, contiene las instrucciones, escritas en unas 6.000 letras, para fabricar una prote¨ªna que el virus del sida utiliza como puerta de entrada a los gl¨®bulos blancos de la sangre. Sin embargo, a algunas personas les faltan 32 letras en este gen, y esto los hace inmunes al virus del sida. Es una mutaci¨®n natural que solo tiene un peque?o porcentaje de personas (el 1% en el caso de los europeos).
¡°Va a ser imposible evitar la existencia de un mercado negro de edici¨®n gen¨¦tica¡±, alerta el fil¨®sofo Julian Savulescu
El experimento de He Jiankui consisti¨® en intentar imitar esta mutaci¨®n natural. El investigador chino inyect¨® en embriones de unas pocas c¨¦lulas el CRISPR, una especie de tijeras moleculares capaces de cortar el ADN donde se desea. El problema es que la t¨¦cnica experimental, creada en 2013 y todav¨ªa en perfeccionamiento, comete errores. Los resultados, si no son un gigantesco enga?o, muestran que solo una de las ni?as presenta el cambio buscado y que ambas hermanas exhiben mutaciones indeseadas y de efectos desconocidos, que ser¨ªan heredadas por sus hijos. Es una chapuza sin ninguna ventaja m¨¦dica: los embriones estaban sanos antes de que He Jiankui decidiera actuar en ellos.
¡°Que el primer ejemplo de edici¨®n de la l¨ªnea germinal humana [un cambio heredable para la siguiente generaci¨®n] haya sido un paso en falso no deber¨ªa llevarnos, de ninguna manera, a meter la cabeza en la arena y a no considerar los aspectos muy muy positivos de un camino m¨¢s responsable hacia un uso cl¨ªnico¡±, expuso el mi¨¦rcoles George Daley, decano de la Escuela M¨¦dica de Harvard.
Daley intervino esta semana en el mismo congreso mundial de Hong Kong en el que He Jiankui detall¨® su experimento minutos despu¨¦s. El directivo de Harvard mostr¨® una especie de hoja de ruta al p¨²blico, con ¡°un rango de potenciales aplicaciones [de la edici¨®n gen¨¦tica en embriones], algunas de las cuales provocar¨¢n m¨¢s entusiasmo que otras¡±. En el extremo menos necesario coloc¨® ¡°las mejoras¡± gen¨¦ticas, un eufemismo para referirse a la eugenesia pura y dura, como la actuaci¨®n sobre el gen MSTN para aumentar la masa muscular. Ya se ha hecho en animales de granja para producir m¨¢s carne.
¡°Me sorprender¨ªa que las primeras indicaciones que consideremos m¨¢s factibles no sean aquellas contra enfermedades muy devastadoras¡±, arranc¨® Daley. La primera de su lista era la enfermedad de Huntington, una patolog¨ªa provocada por un defecto hereditario en un solo gen que desencadena el desgaste progresivo de las neuronas del cerebro. No tiene cura. Los afectados mueren, de media, unos 13 a?os antes que el resto de la poblaci¨®n.
La segunda en la clasificaci¨®n era la enfermedad de Tay-Sachs, otro trastorno hereditario espantoso y poco com¨²n. Una mutaci¨®n en un solo gen, frecuente entre los jud¨ªos askenaz¨ªes europeos, genera la acumulaci¨®n de una sustancia grasienta en el cerebro. Los ni?os mueren antes de los cuatro a?os. Y Daley a?adi¨® a su lista otras dos enfermedades causadas por un solo gen defectuoso: la fibrosis qu¨ªstica, caracterizada por la formaci¨®n de un moco espeso potencialmente letal en los pulmones, y la anemia de c¨¦lulas falciformes, que deforma los gl¨®bulos rojos en personas de ascendencia africana.
"No vamos a poder parar esto. El CRISPR es una t¨¦cnica barata que no necesita mucho personal", advierte el experto en bio¨¦tica ??igo de Miguel
¡°La cumbre de Hong Kong es la primera en la que ya se habla abiertamente de modificar la l¨ªnea germinal humana. No vamos a poder parar esto. El CRISPR es una t¨¦cnica barata que no necesita mucho personal¡±, advierte ??igo de Miguel, experto en bio¨¦tica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. ¡°Tenemos que encarar el debate ya, porque va a marcar nuestro futuro. Dentro de 20 a?os nos pueden dar a elegir entre tener un hijo con la loter¨ªa gen¨¦tica de la reproducci¨®n sexual o tenerlo mediante fecundaci¨®n in vitro con opciones de editarlo gen¨¦ticamente¡±, plantea De Miguel. A su juicio, no hay que frenar la investigaci¨®n, sino acelerarla, para dominar la tecnolog¨ªa y poder revertir cualquier actuaci¨®n inaceptable.
El decano de Harvard puso otra opci¨®n m¨¢s pol¨¦mica sobre la mesa: modificar genes no vinculados a un trastorno catastr¨®fico seguro, sino simplemente a un mayor o menor riesgo de padecer una enfermedad, como el CCR5 trastocado por el chino He Jiankui. Son hipot¨¦ticas vacunas gen¨¦ticas. Para Daley, los principales candidatos son el gen PCSK9, asociado a enfermedades cardiovasculares; el A673T, protector frente al alzh¨¦imer; y los genes BRCA1 y BRCA2, cuyas alteraciones puede resultar en un c¨¢ncer de mama o de ovario.
En su libro Una grieta en la creaci¨®n. El nuevo poder para controlar la evoluci¨®n, publicado en 2017, la genetista estadounidense Jennifer Doudna confes¨® sus pesadillas. Doudna, una de las madres de la t¨¦cnica CRISPR, narr¨® que una noche hab¨ªa so?ado que Adolf Hitler, disfrazado con una careta de cerdo, le preguntaba por su revolucionaria tecnolog¨ªa. Este jueves, Doudna firm¨® la declaraci¨®n final del congreso mundial de Hong Kong: ¡°Los riesgos son demasiado grandes como para permitir ensayos cl¨ªnicos de edici¨®n de la l¨ªnea germinal humana en este momento. Sin embargo, el progreso en los ¨²ltimos tres a?os y las discusiones en la cumbre actual sugieren que ha llegado el momento de trazar un camino riguroso hacia esos ensayos¡±. Traspasada la l¨ªnea roja, ya no hay marcha atr¨¢s.
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