Obsolescencia programada

Mi ordenador port¨¢til me sorprendi¨® con un cambio radical el d¨ªa de las elecciones andaluzas. Su bater¨ªa, que aguantaba operativa seis horas seguidas, ese d¨ªa me dej¨® tirada despu¨¦s de apenas tres. Pronto tendr¨¦ que reemplazarla o comprar un ordenador nuevo. La obsolescencia programada es la estratagema tecnol¨®gica por la cual las empresas obligan a los consumidores a deshacerse de sus cacharros despu¨¦s del tiempo que a esas empresas les da la gana, con lo que el consumidor pierde la libertad de elegir cu¨¢ndo cambiar de modelo. Tras conocerse los resultados fat¨ªdicos de las elecciones andaluzas, me dio por pensar que la ultraderecha es el chip corruptor que se insert¨® en ese nuevo producto que era la democracia espa?ola hace 40 a?os.

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?No es ir¨®nico que ahora que se celebran los 40 a?os de la Constituci¨®n se active a todo trapo el partido de ultraderecha que pretende dinamitar esa misma Constituci¨®n y esa misma democracia? Hace cuatro d¨¦cadas se creaban las condiciones para que en Espa?a no se investigaran los cr¨ªmenes del franquismo, para que no hubiera ni verdad ni justicia ni reparaci¨®n; se permiti¨® la continuidad en las Fuerzas de Seguridad del Estado de represores bien conocidos; se hicieron o¨ªdos sordos a los testimonios de hombres y mujeres que hab¨ªan sufrido injustamente en las c¨¢rceles franquistas; se despreci¨® a las familias que quisieron recuperar los cuerpos de sus seres queridos represaliados por el franquismo. Y tal vez fue entonces, con tanta impunidad y tanta desmemoria, cuando el chip de la ultraderecha se instal¨® c¨®modamente en ese naciente producto que era la democracia espa?ola. Dir¨¢n, con raz¨®n, que el auge de la extrema derecha no es exclusivo de Espa?a: ah¨ª est¨¢n Francia, Italia, Estados Unidos, Brasil. Es posible que en el momento de formaci¨®n de una democracia se instale en ella el germen nocivo, su chip destructor. ?No hay acaso en la fundaci¨®n de cada democracia la herencia de una violencia anterior? ?No hay acaso en todos estos pa¨ªses una relaci¨®n entre la ultraderecha de hoy y un fascismo, una dictadura, una persecuci¨®n pol¨ªtica del pasado?

La ultraderecha ha estado presente pero aletargada durante 40 a?os para ahora irrumpir con violencia, pareciendo que, de un d¨ªa para otro, Espa?a se nos ha repoblado de fachas. Algunos dicen que siempre han estado ah¨ª pero que no se atrev¨ªan a salir. ?En cu¨¢ntos programas de televisi¨®n se ha hablado estos d¨ªas de la sorpresa de que Vox haya conseguido casi 400.000 votos s¨®lo en Andaluc¨ªa? ?Cu¨¢ntas nos hemos revuelto inquietas al pensar que esos votantes est¨¢n entre nosotras? La ultraderecha se ha activado para dinamitar la democracia, para hacernos creer que los principios de justicia y solidaridad, de igualdad de g¨¦nero, de responsabilidad colectiva ante los menos favorecidos, de di¨¢logo y convivencia est¨¢n obsoletos. Y que ellos est¨¢n aqu¨ª para ense?arnos el camino hacia una nueva Espa?a que suena mucho a la de hace 60 a?os, pero que ellos proponen como el futuro a desear. Un futuro xen¨®fobo, antifeminista, hom¨®fobo, en que la libertad de expresi¨®n y de prensa, las libertades pol¨ªticas y los m¨¢s b¨¢sicos derechos civiles no s¨®lo no estar¨¢n garantizados, sino que ser¨¢n destruidos. Esa es la nueva Espa?a que promete la obsolescencia programada de la ultraderecha espa?ola.