Hacer ¡®footing¡¯ y tomar el t¨¦ entre bombardeos
Las acciones del d¨ªa a d¨ªa terminan por colarse, con toda naturalidad, entre disparos, cad¨¢veres y escombros. Esa extra?a e inevitable convivencia con la muerte existe desde hace siete a?os en Siria y se recoge en el documental 'Still Recording'
En un estado de guerra permanente, la cotidianidad puede convertirse en una escena extravagante. Nadie que no haya vivido dentro de las l¨ªneas de fuego puede imaginarse de qu¨¦ manera las acciones del d¨ªa a d¨ªa terminan por colarse, con toda naturalidad, entre disparos, cad¨¢veres y escombros. De repente, comienza un bombardeo y nada impide que un hombre salga de su casa a hacer deporte o alguien se disponga a preparar una taza de t¨¦. Esa extra?a e inevitable convivencia con la muerte existe desde hace siete a?os en Siria y se recoge en el documental Still Recording. Un ambicioso relato cinematogr¨¢fico que convierte sus fotogramas en la ¨²ltima l¨ªnea de defensa contra el tiempo.
Galardonada con el Premio Numax y el joven en la Muestra de Cine de Lanzarote, donde se estren¨® el pasado 28 de noviembre, Still Recording muestra la realidad de la Guerra Civil siria desde cerca. ¡°Necesit¨¢bamos que la historia se contase desde dentro. Mostrar qu¨¦ les sucede a los sirios a nivel humano y psicol¨®gico¡±, relata Al Batal. Filmada entre 2011 y 2015, sus c¨¢maras llegaron a recoger m¨¢s de 450 horas de im¨¢genes que en la proyecci¨®n final quedan reducidas a cerca de dos horas. Un extenso metraje que reflexiona sobre la importancia del relato hist¨®rico y la memoria que aqu¨ª llega a trav¨¦s de una filmaci¨®n sin descanso. ¡°Sostener una c¨¢mara nos ayud¨® a responder la gran pregunta: ?Qu¨¦ puedo hacer frente a la muerte? Al menos podemos recordarlo y mostrar su historia. Una historia que puede pasar a la pr¨®xima generaci¨®n de ni?os para que no cometan los mismos errores¡±, afirma Ghiath Ayoub.
Testimonio crudo, urgente y necesario. El poder devastador de la realidad que muestran las grabaciones del documental avanza a trav¨¦s de carreras fren¨¦ticas para escapar de las balas, cuerpos acribillados y charcos de sangre que nunca desaparecen. Y en mitad de toda esa vor¨¢gine de emociones para el espectador, lo que sorprende es ver c¨®mo quienes aparecen en pantalla e incluso quienes graban, se adaptan a ese horror. ¡°Es lo m¨¢s doloroso. Entender que la vida contin¨²a mientras est¨¢s en guerra y el mundo sigue despu¨¦s de una masacre. Lamentablemente s¨ª, la humanidad puede acostumbrarse a cualquier cosa, incluso a la guerra, y eso se ve en la pel¨ªcula¡±.
Sostener una c¨¢mara nos ayud¨® a responder la gran pregunta: ?Qu¨¦ puedo hacer frente a la muerte?
Contar esa vida que continua despu¨¦s del dolor fue el reto que se marcaron ambos directores. La encontraron en actos cotidianos y tambi¨¦n en el ¡°arte frente al nihilismo¡±. El de los grafiteros de Douma que empu?an como ¨²nica arma su espray a pesar de los francotiradores, el de los estudios de grabaci¨®n nacidos durante la batalla, las clases de cine, las exposiciones de arte entre las paredes resquebrajadas por el bombardeo. ¡°Todos esos ejemplos son un grito de por vida y un acto de resistencia ante la muerte y creo que esa es la esencia de cualquier acto art¨ªstico¡±, defiende Al Batal.
Cuando despu¨¦s de cuatro a?os de grabaci¨®n tuvieron que enfrentarse a la edici¨®n y la revisi¨®n de las im¨¢genes, los sentimientos de los que se hab¨ªan protegido detr¨¢s de la c¨¢mara despertaron de golpe. Fueron conscientes de todo lo que arriesgaron por seguir grabando. De hecho, en los cr¨¦ditos finales se mencionan 14 documentalistas fallecidos durante el rodaje de Still Recording. "Nada me mantuvo con vida, excepto mi c¨¢mara", confiesa Al Batal. Sin embargo, recuerda que se vio obligado a dejar grabar en una ocasi¨®n, cuando en 2013 el gas sar¨ªn cay¨® sobre la ciudad de Ghouta matando a cientos de civiles, muchos de ellos ni?os. No film¨® nada durante las 24 horas posteriores al ataque, y por primera vez se cuestionaron lo que estaban haciendo. ¡°Incluso ahora seguimos entumecidos¡±, declara Ayoub.
Finalmente, decidieron seguir grabando, contar las entra?as de una guerra que muy pocos han visto tan de cerca y jug¨¢rsela. ¡°Mucha gente en Siria muri¨® en busca de la verdad, no somos los primeros en arriesgar nuestras vidas y no seremos los ¨²ltimos. La verdad nos har¨¢ libres y debemos buscarla constantemente¡±, concluye Al Batal.
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Palmar¨¦s Muestra de Cine de Lanzarote
La octava edici¨®n de la Muestra clausur¨® la cita de este a?o con casi 1.700 asistentes. La deliberaci¨®n de los ganadores se realiz¨®, por primera vez, de forma abierta al p¨²blico y otorgo los siguientes premios:
Mejor Pel¨ªcula: La imagen que te faltaba, de Donal Foreman
La pel¨ªcula recopila las im¨¢genes grabadas por Arthur MacCaig, un joven norteamericano de ascendencia irlandesa que acab¨® siendo el documentalista del IRA en los a?os 70. Donal Foreman recopila este material, que retrata alguno de los conflictos m¨¢s violentos de la ¨²ltima mitad del siglo XX.
Menci¨®n Especial a La casa lobo de Joaqu¨ªn Coci?a y Crist¨®bal Le¨®n.
A trav¨¦s del Stop Motion la pel¨ªcula narra la historia de Mar¨ªa, una joven que encuentra refugio en una casa despu¨¦s de escapar de una secta de fan¨¢ticos religiosos alemanes en Chile.
Menci¨®n Especial a M, de Yolande Zauberman
Una mirada a la realidad del pueblo de Beni Brak, capital mundial de los hebreos ultraortodoxos, los haredi.
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