La mujer que encontr¨® al asesino entre un mill¨®n de personas

El pasado 25 de abril la polic¨ªa llam¨® a la puerta del expolic¨ªa Joseph James DeAngelo y le detuvo por ser presuntamente uno de los peores asesinos en serie de la historia de EE UU. A este hombre de 72 a?os se le acusa de al menos 12 homicidios, 50 violaciones y 100 asaltos cometidos entre 1974 y 1986. En m¨¢s de 40 a?os de investigaci¨®n la polic¨ªa hab¨ªa agotado todas las pistas posibles para atrapar al responsable.

El giro afortunado de la investigaci¨®n se debe a Barbara Rae-Venter, una doctora en biolog¨ªa y abogada retirada que se especializ¨® en investigar ¨¢rboles geneal¨®gicos. Hoy la prestigiosa revista cient¨ªfica Nature destaca a esta mujer como una de las personas m¨¢s importantes de 2018.

Una muestra de semen preservada en un congelador permiti¨® secuenciar el ADN del autor de los cr¨ªmenes de los 70 y 80, aunque se desconoc¨ªa su identidad. Los investigadores subieron los datos gen¨¦ticos a GEDmatch, una especie de red social en la que en torno a un mill¨®n de personas han incluido sus perfiles gen¨¦ticos para buscar familiares. La polic¨ªa encontr¨® a unos 20 primos terceros del asesino y, a partir de esos datos, identific¨® a su ancestro com¨²n: un tatarabuelo suyo que vivi¨® en el siglo XIX.

Durante cuatro meses, Rae-Venter y el resto de los investigadores reconstruyeron el ¨¢rbol geneal¨®gico de ese ancestro hasta la actualidad usando datos del censo, obituarios, localizadores de sepulturas y otras referencias. Dentro del ¨¢rbol marcaron los posibles sospechosos: hombres nacidos entre 1940 y 1960 que viv¨ªan en California en los a?os en los que se cometieron los cr¨ªmenes. Finalmente dieron con DeAngelo, que hab¨ªa sido despedido en 1979 por robar un espray repelente de perros y un martillo, seg¨²n The Washington Post. La polic¨ªa de Sacramento empez¨® a seguirlo hasta que consigui¨® una muestra?actual de su ADN, probablemente rescatada de su basura. El ADN del asesino sin cara de los 70 y 80 y el de DeAngelo eran el mismo.

El pasado agosto Paul Holes, uno de los responsables de la investigaci¨®n, desvel¨® la identidad de Rae-Venter con su permiso. ¡°Si no fuera por Barbara probablemente seguir¨ªamos reconstruyendo ¨¢rboles geneal¨®gicos. Ella nos dio un orden y un conocimiento imprescindibles¡±, dijo en un tuit. Holes explic¨® en una reciente charla que la polic¨ªa tambi¨¦n ha subido a la base de datos el ADN del asesino del Zodiaco, presunto autor de al menos siete asesinatos en los 60, seg¨²n la forense Jennifer Bucholtz.

Rae-Venter explic¨® a The New York Times que ya est¨¢ colaborando en otros 50 casos. Su inter¨¦s por la genealog¨ªa se ha centrado en la b¨²squeda de sus antepasados escoceses, que fueron expulsados de las Highlands por terratenientes en el siglo XVIII. Rae-Venter apenas ha ejercido como cient¨ªfica, pero tras sus estudios se especializ¨® en patentes biotecnol¨®gicas y su nombre est¨¢ ligado a algunas de gran repercusi¨®n, como el tomate Flavr Savr, la primera fruta transg¨¦nica aprobada en EE UU. De 70 a?os y nacida en Nueva Zelanda, estuvo casada con Craig Venter, unos de los responsables de la secuenciaci¨®n del genoma humano en 2001.

En 2015 Rae-Venter investig¨® el caso de una mujer de 30 a?os que hab¨ªa sido raptada cuando era un beb¨¦. Su supuesto padre abus¨® de ella y la abandon¨®. Posteriormente fue condenado por asesinato. La polic¨ªa secuenci¨® el ADN del asesino y se dio cuenta de que no coincid¨ªa con el de la hija. Tras una investigaci¨®n que involucr¨® a m¨¢s de 100 colaboradores, Rae-Venter pudo encontrar el nombre real de la mujer e identificar a su abuelo, que quiso conocerla. La investigaci¨®n apunt¨® a que el padre era uno entre un grupo de hermanos, pero ninguno quiso hacerse las pruebas de ADN.

El caso de DeAngelo ¡ªconocido como el asesino de la zona este¡ª fue incluso m¨¢s complejo. ¡°Fue un trabajo extraordinario por la enorme cantidad de datos que hubo que manejar, probablemente informaci¨®n sobre m¨¢s de 1.000 personas que hubo que investigar con much¨ªsimo cuidado¡± para evitar errores, explica Yaniv Erlich, jefe cient¨ªfico de una de las principales empresas del mercado de los ¨¢rboles geneal¨®gicos. Desde que este caso sali¨® a la luz, en EE UU se ha detenido al menos a otros 13 sospechosos usando el mismo m¨¦todo. Un estudio publicado este a?o por el equipo de Erlich calcula que bastar¨ªa un registro de perfiles gen¨¦ticos del 2% de la poblaci¨®n adulta de EE UU para localizar a los parientes de casi cualquier ciudadano del pa¨ªs a partir de una muestra de ADN an¨®nima. ¡°Estamos sin duda ante el futuro de la gen¨¦tica forense¡±, asegura Erlich.

Por ahora todos estos casos se concentran en EE UU porque esa es la nacionalidad de la mayor¨ªa de personas que cuelgan su ADN en las bases de datos. En Espa?a, los especialistas forenses de la Polic¨ªa y Guardia Civil no creen que pueda haber casos similares. Antonio Alonso, genetista del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses, explica que ¡°probablemente la polic¨ªa ni se ha planteado usar esta t¨¦cnica porque ser¨ªa ilegal y ning¨²n juez la aceptar¨ªa¡±. Este experto recuerda que en Espa?a no hay una regulaci¨®n espec¨ªfica que delimite este uso de los datos gen¨¦ticos y garantice la protecci¨®n de la intimidad. En cualquier caso, este tipo de t¨¦cnicas solo funcionan si hay datos de cientos de miles o, mejor, millones de personas en la base de datos.

La detenci¨®n de DeAngelo supuso una crisis para GEDMatch porque no sab¨ªa que hab¨ªan usado su sistema para cazar a un presunto asesino. Algunos expertos alertaban de que se compromet¨ªa la privacidad de los usuarios. Pero Erlich opina que esto tampoco deber¨ªa ser un problema. ¡°Estamos hablando del nivel de primo tercero en ¨¢rboles geneal¨®gicos que engloban a unas 800 personas. A ese nivel es muy probable que cualquiera tenga un asesino en la familia¡±.