¡°Desde ni?as, a las mujeres solo les han ense?ado a aguantar y guardar silencio¡±

El silencio fue la ¨²nica ense?anza que tuvo. Aguantar, guardar sus emociones y no alzar demasiado la voz. Sonia Mankongo (Ngamb¨¨-Tikar, Camer¨²n, 1992), coordinadora del Plan de Educaci¨®n de la ONG Zerca y Lejos, recuerda c¨®mo su madre se escond¨ªa, lejos del resto de su familia, para poder romper a llorar. ¡°Ella es ejemplo de c¨®mo el sufrimiento y la frustraci¨®n muy pocas veces se expresan de forma abierta¡±, asegura Sonia. Su madre, como tantas otras, no pudo formarse cu¨¢nto quiso y vivi¨® el estigma de no haber dado a luz a un hijo var¨®n. Sin embargo, entend¨ªa la importancia de la educaci¨®n e hizo todo lo posible para que sus cinco hijas pudieran estudiar como cualquier ni?o. ¡°A mi madre le quitaron el orgullo de ser mujer, pero luch¨® para que tuvi¨¦ramos un destino diferente al suyo¡±, asevera. ¡°Ver su realidad hizo que yo y mis hermanas quisi¨¦ramos rebelarnos contra todo esto¡±.

Su empe?o y el apoyo de su padre ¡ªque s¨ª pudo estudiar en la universidad¡ª fueron claves para Sonia, actualmente licenciada en pedagog¨ªa. Ella es consciente de su condici¨®n privilegiada, en un pa¨ªs en el que solo un 53% de la poblaci¨®n logra acceder a la educaci¨®n secundaria. Un dato que, en el caso de ellas, no llega ni a un tercio del de los chicos, seg¨²n Unicef. ¡°Lo normal es que un padre desee para sus hijas que estas se casen muy pronto y entren a formar parte de una familia, abandonando sus estudios, pero ¨¦l ha ido nutriendo nuestros sue?os y nos ayud¨® mucho¡±.

Lograr la implicaci¨®n de la familia, en especial de los padres, cuya figura sigue teniendo un peso decisivo en la comunidad camerunesa, es uno de los grandes retos de la campa?a Ellas Cuentan. Una iniciativa, basada en la perspectiva de g¨¦nero, con la que la ONG Zerca y Lejos quiere eliminar los obst¨¢culos que muchas ni?as y mujeres se encuentran en su camino educativo y cuyo trabajo Sonia ha dado a conocer en Espa?a, durante la que ha sido su primera salida del pa¨ªs. ¡°En Camer¨²n la brecha hombre-mujer es muy grande. Por eso, necesitamos enfocarnos en la perspectiva de g¨¦nero con esta campa?a.

Los padres son la clave, sin su implicaci¨®n no se puede asegurar la durabilidad de este proyecto. A trav¨¦s de una sensibilizaci¨®n cercana en colegios espa?oles, la campa?a trata de poner en valor la educaci¨®n de las mujeres del futuro en todo el mundo y cuya formaci¨®n podr¨ªa traducirse en econom¨ªas m¨¢s fuertes. Teniendo en cuenta tan solo los pr¨®ximos 15 a?os y atendiendo a los datos que la UNFAP public¨® en 2016, el conjunto de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo podr¨ªa llegar a obtener o perder 18.000 millones de euros, como m¨ªnimo, dependiendo de la inversi¨®n en la educaci¨®n y la independencia de las ni?as de hoy en d¨ªa. ¡°Queremos orientar las ambiciones de los ni?os y ni?as y evitar que los padres alimenten ¡ªconsciente o inconscientemente¡ª en los m¨¢s peque?os que los chicos son m¨¢s valiosos que las chicas¡± defiende Sonia.

Hay ni?as que est¨¢n prometidas incluso antes de nacer. Su destino ya est¨¢ decidido y como su familia sabe que van a casarse, la preocupaci¨®n educativa desaparece

A pesar de su deseo de alcanzar la educaci¨®n primaria y secundaria universal, ¡ªrecogido en el documento Strat¨¦gie du Secteur de l¡¯?ducation et de la Formation 2013-2020 (DSSEF)¡ª el 70% de las ni?as de Camer¨²n son analfabetas. Este fen¨®meno es especialmente visible en la regi¨®n septentrional, al norte de Camer¨²n, donde afecta a m¨¢s de un mill¨®n de chicas de entre 10 y 19 a?os, representando el 31,9% de las ni?as de la regi¨®n, seg¨²n datos de 2016 del Instituto de Estad¨ªstica de la Unesco. La pobreza y los continuos ataques de las facciones de Boko Haram, que saquean y asolan las aldeas o atacan directamente las escuelas, aparta a muchas ni?as de la escuela, otras directamente son expulsadas a causa de los embarazos no deseados o nunca llegan a acceder a las aulas debido a los matrimonios forzosos. ¡°Algunas est¨¢n prometidas incluso antes de nacer. Su destino ya est¨¢ decidido y como su familia sabe que van a casarse, la preocupaci¨®n educativa desaparece¡±, lamenta Mankongo.

Sonia, de 26 a?os, empez¨® a ser consciente de muchas de esas realidades durante un voluntariado en el sur de su pa¨ªs, otro de los territorios afectados por la falta de escolarizaci¨®n. All¨ª acudi¨® para trabajar con las poblaciones de los pigmeos baka. ¡°Me marc¨® mucho ver las condiciones en las que viv¨ªan, sin agua, sin alimento y bajo la indiferencia y el silencio del Gobierno¡±.

Su f¨¦rrea implicaci¨®n hizo que pasar¨¢ de ser una simple voluntaria, a coordinar los proyectos educativos tan solo dos a?os despu¨¦s. Centrada en las mujeres y las ni?as, destaca especialmente el caso de Julien, una mujer pigmea baka. ¡°Para m¨ª, ella es un cambio a nivel de conciencia feminista incre¨ªble. Hace 10 a?os, viv¨ªa acorde a todos los estereotipos de una mujer baka casada y sometida a un hombre bant¨² y ahora, ella es due?a de su destino, capaz de expresarse ante su marido, trabajando y colaborando con nosotros¡±, cuenta Sonia orgullosa. Sabe que el caso de Julien les permite ser optimistas y conf¨ªa en le seguir¨¢n otras muchas ni?as. El objetivo, que dejen de guardar silencio y tomen las riendas de su propio cambio.

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