Diez episodios medi¨¢ticos de la Espa?a de los 90 que dejamos pasar y hoy ser¨ªan un esc¨¢ndalo
Fue una d¨¦cada feliz para nuestro pa¨ªs: las Olimpiadas, la Expo, Antonio Banderas en Hollywood... Sin embargo, por algunos acontecimientos no ha pasado nada bien el tiempo
Espa?a nunca ha sido tan feliz como en los 90. La Expo de Sevilla; los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona; Macarena, de Los del R¨ªo; el ¨ªmpetu de los canales de televisi¨®n privados; Fernando Trueba agradeciendo el Oscar a Billy Wilder y Pedro Almod¨®var enumerando los santos a los que su madre hab¨ªa rezado; superproducciones como Qu¨¦ apostamos y El juego de la oca; la diversidad en las telecomunicaciones; Antonio Banderas en Hollywood... Todos fueron estandartes culturales que demostraron que, efectivamente, Espa?a iba bien.
Pero esa alegr¨ªa llevaba a una relajaci¨®n que no se inmutaba ante situaciones que hoy, no tantos a?os despu¨¦s, resultan esperp¨¦nticas. Claro que hab¨ªa gente que protestaba ante ellas pero, sin plataformas p¨²blicas donde expresarse, eran consideradas chifladas sin repercusi¨®n. Porque nadie iba a aguar la fiesta de la Espa?a de los 90, un pa¨ªs ni mejor ni peor que el actual, solo un poco m¨¢s dalt¨®nico.
Estos son diez episodios que se produjeron en los 90 en Espa?a y que hoy constituir¨ªan un revuleto de dimensiones ¨¦picas...
- La corrida de toros para mujeres de Jesul¨ªn de Ubrique
?Qu¨¦ ocurri¨®? Jes¨²s Janeiro era un sex symbol a mediados de los 90. Su desparpajo, espontaneidad y zalamer¨ªa al bajarse los pantalones para ense?arle a Mercedes Mil¨¢ sus cicatrices en la entrepierna, al contar que solo ten¨ªa un test¨ªculo o al asegurar que mord¨ªa los pitones del toro porque sab¨ªan ¡°a pez¨®n de mujer¡± causaron sensaci¨®n. Incluso lleg¨® a grabar un disco con 21 a?os. El 20 de octubre de 1995 Antena 3 retransmiti¨® en directo Va por ellas, una corrida con p¨²blico exclusivamente femenino (16.000 mujeres) que, para pedir la oreja, agitaron bragas y sujetadores. Fue en el Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz).?C¨®mo fue recibido? Cinco millones de espectadores (un 43 % de la audiencia) presenciaron la tarde en la que el toreo, justo antes de pasar a ser percibido como una aberraci¨®n, tuvo un destello de arte pop. Nada resume mejor aquel evento que los comentaristas elegidos por Antena 3: el veterano Mat¨ªas Prats senior como especialista en toros y Rosa Villacast¨ªn, como estrella de la prensa rosa).?El torero consigui¨® cabrear, y unir en una causa com¨²n por primera y ¨²ltima vez en la historia, a los puristas de la fiesta nacional y a las feministas: Jesul¨ªn era lo m¨¢s punk que hab¨ªa en la Espa?a de los 90.?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Va por ellas no podr¨ªa existir hoy. Ni el atractivo neolandista de Janeiro, ni la presencia de corresponsales del Times y la BBC o ni las fans durmiendo durante varias noches a la intemperie para conseguir entradas y, desde el coso, gritar ¡°queremos un hijo tuyo¡±. La que cumpli¨® ese sue?o fue Bel¨¦n Esteban, as¨ª que esta f¨¢bula tiene hasta su propia moraleja: cuidado con lo que deseas.
- La violaci¨®n de Kika en la pel¨ªcula de Almod¨®var
?Qu¨¦ ocurri¨®? Paul Bazzo (Santiajo Lajusticia) amordaza a su hermana (Rossy de Palma) y viola a la protagonista (Ver¨®nica Forqu¨¦) de Kika, pel¨ªcula que Pedro Almod¨®var estren¨® en 1993. Durante los 11 minutos que dura la violaci¨®n, la v¨ªctima trata de hacerle entrar en raz¨®n (¡°hola soy Kika, oye esto que est¨¢s haciendo est¨¢ muy mal¡±, ¡°oye que me est¨¢s poniendo perdida de babas¡±, ¡°una cosa es una violaci¨®n a una persona y otra cosa es esto, que llevamos aqu¨ª toda la ma?ana¡±) y al final llegan a un acuerdo de que se corra por tercera vez y se vaya. Kika finge placer para motivarle y el sainete culmina con un polic¨ªa (Jes¨²s Bonilla) d¨¢ndole cachetes al agresor en el culo para que pare.?C¨®mo fue recibido? Antonio Mu?oz Molina, en una columna para EL PA?S, cont¨® su sensaci¨®n en el estreno de Kika: ¡°El asaltante parece provocar simpat¨ªas entre el p¨²blico, muerto de la risa, y las r¨¦plicas finales se pierden entre aplausos y carcajadas. Incapaz de re¨ªrme, nervioso en la butaca, miro a mi alrededor y distingo caras de hombres y mujeres, muchos de los cuales detentan cargos pol¨ªticos y prestigios intelectuales. Y me da un poco de miedo tanta risa y algo de asco, como cuando en una reuni¨®n se cuenta un chiste de negros y nadie, ni yo mismo, es capaz de callarle la boca al chistoso de turno¡±. Pedro Almod¨®var, tambi¨¦n en EL PA?S, explic¨® que se plante¨® titular la pel¨ªcula Una violaci¨®n inoportuna, ¡°pero existe en el mundo gente muy susceptible (...) y detestaba la idea de que se me confundiera y alguien pensara que para m¨ª existe alg¨²n tipo de violaci¨®n oportuna¡±.?Qu¨¦ ocurrir¨ªa hoy? La escena en cuesti¨®n devorar¨ªa por completo toda conversaci¨®n en torno a la pel¨ªcula, pero quiz¨¢ tambi¨¦n generar¨ªa un debate en redes sociales (y van cientos) sobre los l¨ªmites del humor y el derecho a la libertad de expresi¨®n de Almod¨®var. Porque tal y como concluye la madre del director en su demencial escena de Kika, ¡°es que como Espa?a no hay nada¡±.
- Las p¨¢ginas er¨®ticas de las revistas adolescentes
?Qu¨¦ ocurri¨®? Las revistas Bravo y Nuevo Vale, por ejemplo, inclu¨ªan p¨¢ginas er¨®ticas sin pudor en las que recomendaban t¨¦cnicas de masturbaci¨®n, ilustraban zonas er¨®genas (¡°?mordisqu¨¦ale suavemente los pezones y se pondr¨¢ a mil!¡±) y hasta una secci¨®n fija, La postura se la semana, que funcionaba como Kamasutra para poner a prueba la flexibilidad adquirida en las clases de educaci¨®n f¨ªsica.?C¨®mo fue recibido? Toda una generaci¨®n recibi¨® su educaci¨®n sexual de esas p¨¢ginas. T¨¦rminos como petting, informaci¨®n sobre anticonceptivos y fotograf¨ªas pornogr¨¢ficas se alternaban con consultorios amorosos (¡°c¨®mo hacerte la dura para lig¨¢rtelo¡±), relatos de morbo (¡°territorio caliente: ?d¨®nde te lo montas?¡±) y entrevistas inventadas en las que Leonardo DiCaprio, Nick Carter o Quimi, de la serie Compa?eros, contaban lo que les volv¨ªa locos en la cama. Todo ello giraba en torno a un debate siempre abierto: ?est¨¢s lista para perder la virginidad? Si no, ya te preparaban los redactores de la revista.?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Es probable que los adolescentes actuales sigan recurriendo a fuentes, ahora digitales, para explorar su sexualidad. Porque da igual cu¨¢ntos a?os pasen, los adolescentes siempre van a tomar todas sus decisiones en torno al eterno conflicto del ser humano: tener sexo o no tenerlo.
Eva Santamar¨ªa interpretando 'Hombres' en la edici¨®n de Eurovisi¨®n de 1993.
- El supuesto himno feminista 'Hombres', por Eva Santamar¨ªa, canci¨®n que envi¨® Espa?a a Eurovisi¨®n?
?Qu¨¦ ocurri¨®? En 1993, Espa?a envi¨® una canci¨®n a Eurovisi¨®n que arrancaba con: ¡°Todos los hombres son tan ego¨ªstas que han confundido macho con machista¡±. En vez de empoderar a la mujer, este supuesto himno feminista (compuesto por Carlos Toros despu¨¦s de que Eva Santamar¨ªa, que quer¨ªa irse de compras sin su permiso, le espetase ¡°todos los hombres sois iguales¡±) se ensa?aba con el g¨¦nero masculino, al que consideraba ¡°vanidoso¡±, ¡°caprichoso¡± y ¡°desagradecido¡± ¡°por naturaleza¡± y ¡°desde la prehistoria¡±. Fue la primera vez que se escuch¨® la palabra ¡°sexo¡± en Eurovisi¨®n (¡°al sexo llaman amor¡±).
?C¨®mo fue recibido? Con simpat¨ªa (y un puesto 11 en el festival) y un olvido casi inmediato. Eva Santamar¨ªa (C¨¢diz, 1971) tuvo un par de apariciones televisivas, algunas tan noventeras como siendo hipnotizada por Tony Camo en ?Hola Raffaella!, y a?os despu¨¦s contar¨ªa que la llamaron de todo por la calle (¡°lo m¨¢s suave, feminista, entre otras muchas cosas¡±) y mira que ella no lo es. ¡°Yo soy una mujer criada dentro de una familia tradicional y no me considero feminista. Creo en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero nunca podr¨¢n ser iguales empezando por la gen¨¦tica¡±, explic¨®.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Si hordas de hombres est¨¢n boicoteando a Gillette por un anuncio en el que expone dos tipos de hombres (los crueles y los emp¨¢ticos), anim¨¢ndonos a todos a formar parte del bando bueno resulta escalofriante imaginar la que se montar¨ªa si hoy la cadena p¨²blica eligiese a dedo como representante una canci¨®n en la que se tacha literalmente a todos los hombres de ser unos capullos. Claro que a lo mejor lo que pretend¨ªa el compositor de la canci¨®n era presumir.
- La trama l¨¦sbica de 'Al salir de clase'
?Qu¨¦ ocurri¨®? En 1997 Clara (interpretada por Laura Manzanedo) entr¨® en la serie como participante de Alumnos en Acci¨®n, la asociaci¨®n solidaria del instituto Siete Robles, y se enamor¨® de Miriam (interpretada por Mari¨¢n Aguilera). Tanto que le prendi¨® fuego a la cocina. Despu¨¦s se lig¨® a Marcos (interpretado por Rub¨¦n Ochandiano) y cuando ¨¦l le pregunt¨® si no era lesbiana ella dijo ¡°na, eso fue solo una fase¡±. Clara tendr¨ªa despu¨¦s relaciones con ?lex, Ra¨²l, Germ¨¢n y Turbo. La heterosexualidad no solo la volvi¨® cuerda sino tambi¨¦n perspicaz, ya que fue la ¨²nica en calar a Mar¨ªa (Carmen Morales) cuando la supervillana de la serie a¨²n iba de mosquita muerta.
?C¨®mo fue recibido? La actriz Laura Manzanedo cont¨® que la gente le llamaba "bollera" por la calle, un rechazo que Alejo Sauras (que interpretaba a Santi, gay sin posibilidad de cura) asegur¨® no haber sufrido.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? La reciente serie espa?ola ?lite demuestra que la homosexualidad, la bisexualidad y la fluidez est¨¢n naturalizadas entre los adolescentes. En 1997 no hab¨ªa tantas lesbianas en televisi¨®n como para que una de ellas apelase al en¨¦simo estereotipo de ¡°lesbiana psic¨®pata¡± que en realidad lo que estaba era confundida. Hoy, las asociaciones LGTB reaccionar¨ªan se?alando este estigma y los guionistas mostrar¨ªan m¨¢s sensibilidad hacia el tratamiento del personaje.
- La masculinidad t¨®xica de 'Historias del Kronen'
?Qu¨¦ ocurri¨®? ¡°En mis tiempos sal¨ªamos a la calle y habl¨¢bamos entre nosotros en vez de estar mirando el m¨®vil¡±, dicen algunos cincuentones. Pues basta con leer Historias del Kronen, novela de Jose ?ngel Ma?as, para averiguar qu¨¦ hac¨ªan en la calle y de qu¨¦ hablaban tanto entre ellos. El nihilismo desencantado de la Generaci¨®n X, su sentimiento de superioridad y las conversaciones vacuas marcadas por el consumismo (¡°Cualquier pel¨ªcula, por mediocre que sea, es m¨¢s interesante que la realidad cotidiana. Somos hijos de la televisi¨®n, como dice Mat Dilon en Dragstorcauboi¡±, explica el protagonista, Carlos) devoraban las juergas de grunge, la conciencia de clase (pijos contra pringados que vest¨ªan de Don Algod¨®n porque quer¨ªan parecerlo) y el moldeamiento de los roles de g¨¦nero: los personajes masculinos se refer¨ªan sistem¨¢ticamente a las chicas como ¡°cerdas¡± de forma no ir¨®nica.
?C¨®mo fue recibido? Con 23 a?os,?Jose ?ngel Ma?as fue finalista al premio Nadal y vendi¨® 100.000 ejemplares de Historias del Konen. La Generaci¨®n X pas¨® a llamarse en Espa?a Generaci¨®n Kronen y Pepsi comercializ¨® el movimiento con un disco, Generation Next, que populariz¨® la m¨²sica, la est¨¦tica y el esp¨ªritu indies.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Mientras que en 1994 la novela fue entendida como una caricatura reflexiva, hoy ser¨ªa analizada (como todo) de forma literal. Se cuestionar¨ªa su glorificaci¨®n de la masculinidad t¨®xica, su homofobia, su machismo y su clasismo (tanto por desprecio como por omisi¨®n: apenas hay representaci¨®n de personajes LGTB, mujeres y clase obrera) y su supuesto valor representativo de una generaci¨®n centrado solo en la juventud madrile?a. Y hasta los hombres se sentir¨ªan mal representados (?es que alguien quer¨ªa ser un cr¨¢pula como el protagonista?). Vamos, que ofender¨ªa a todos los demogr¨¢ficos de la poblaci¨®n a la vez. Eso ser¨ªa alg¨²n tipo de r¨¦cord.
- Cualquier cosa que emiti¨® Telecinco en 1991
?Qu¨¦ ocurri¨®? Las primeras licencias a cadenas privadas se tradujeron en tres bastiones: sensacionalismo (Antena 3), sofisticaci¨®n cultural (Canal +) y pechos de mujeres (Telecinco). En Las noches de tal y tal, Jes¨²s Gil presentaba desde un jacuzzi rodeado de jovencitas en bikini; en Goles son amores, Manolo Escobar y Loreto Valverde comentaban la liga de f¨²tbol rodeados de chicas en bikini; en Ay qu¨¦ calor, los concursantes jugaban a las tragaperras con mujeres: seleccionaban tres chicas y estas desvelaban la fruta que llevaban pegada al pez¨®n izquierdo (el derecho quedaba al descubierto) hasta conseguir tres frutas repetidas. Se llamaban las ¡°chicas Chin-ch¨ªn¡±, primas de otros cuerpos de baile como las Mama Chicho (que denunciaban entusiasmadas el acoso sexual del tal Chicho que ¡°me toca cada vez m¨¢s, defi¨¦ndeme t¨²¡±) o las Cacao Maravillao, bautizadas as¨ª porque hab¨ªa una negra.
?C¨®mo fue recibido? La audiencia de los nuevos canales creci¨® tan salvajemente que TVE trat¨® de emular la cr¨®nica de sucesos de Antena 3 (?Qui¨¦n sabe d¨®nde?) o los desnudos gratuitos de Telecinco (Tal cual, el programa de entrevistas de ?ngel Casas que terminaba con un striptease sin venir a cuento), pero la llegada de M¨¦dico de familia lider¨® una reconversi¨®n de Telecinco en la cadena familiar oficial del pa¨ªs.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Ser¨ªa como si el rosco de Pasapalabra estuviese compuesto por chicas desnudas con el abecedario escrito en los pechos. Con el nuevo siglo, internet democratiz¨® el acceso al porno y el sexo dej¨® de ser un reclamo en los productos de consumo masivo. Mejor disfrutarlo a solas que rodeado de toda la familia.
- La actuaci¨®n de Marta S¨¢nchez para las tropas espa?olas
?Qu¨¦ ocurri¨®? La del Golfo P¨¦rsico pasar¨ªa a la historia como la primera guerra televisada a tiempo real. Desde Espa?a tambi¨¦n llevamos c¨¢maras, pero para grabar al grupo de Marta S¨¢nchez, Ol¨¦ Ol¨¦, dar un concierto en la Nochebuena de 1990. Faltaban un par de meses para que estallase la primera guerra de Irak y, acompa?ados por el ministro de Defensa Narc¨ªs Serra y el humorista Ra¨²l S¨¦nder, Ol¨¦ Ol¨¦ interpretaron, entre otros, su ¨¦xito Soldados del amor. Ellos inventaron eso que se llama ahora branding.?C¨®mo fue recibido? La ¨²nica controversia fue la incendiaria portada de la revista Pronto, que titul¨® ¡°Marta S¨¢nchez hunde a Isabel Pantoja¡±, ya que la folcl¨®rica era la otra opci¨®n que manejaba el ministerio de Defensa (que invirti¨® 10 millones de pesetas, 60.000 euros, en el evento) para el concierto. Pero aquella Espa?a quer¨ªa ser joven, quer¨ªa ser pop y quer¨ªa mirar al futuro. Y en 1990, un grupo con un disco titulado 1990 era lo m¨¢s moderno que hab¨ªa. Porque tal y como explic¨® Marta S¨¢nchez, a los soldados ¡°les gustan las mujeres guapas, m¨¢s que nada van a ver a una mujer porque all¨ª creo que no se ve ni una. Les alegrar¨¦ la vista¡±.?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Las comparaciones de Marta S¨¢nchez con Marilyn Monroe (que visit¨® a las tropas americanas en Corea en 1954) ser¨ªan un meme perfecto de ¡°Cuando lo pides en Ali Express/ Cuando te llega¡±. Adem¨¢s, la actuaci¨®n ser¨ªa percibida como un apoyo expl¨ªcito a la guerra y las declaraciones de la cantante, 24 a?os en 1990, sobre la contienda (¡°No tengo ni idea, no he tenido tiempo de enterarme. Yo lo atribuyo a la tonter¨ªa de los que llevan el turbante, que de tanto llevarlo se les acaba calentando el cerebro¡±) la habr¨ªan perseguido durante a?os. Y encima habr¨ªa cerrado el concierto con el himno nacional y las cenas de Nochebuena de todas las familias espa?olas habr¨ªan terminado con parientes sin dirigirse la palabra.
- El cap¨ªtulo sobre malos tratos de 'M¨¦dico de familia'
?Qu¨¦ ocurri¨®? En el cuarto episodio de la serie M¨¦dico de familia (en 1995) una mujer maltratada acude al centro de salud. All¨ª, le explica a Nacho (interpretado por Emilio Arag¨®n) que a su marido ¡°se le fue la mano¡± porque est¨¢ en el paro y bebe. Los m¨¦dicos se re¨²nen y, mientras la enfermera Gertru se muestra inflexible (¡°yo le dar¨ªa una patada en los huevos¡±, grita; Nacho responde: ¡°Yo prefiero una tortilla de patatas¡±), el resto expresa sus dudas ante c¨®mo actuar.
?C¨®mo fue recibido? Los entonces llamados ¡°cr¨ªmenes pasionales¡± eran un tab¨² en la sociedad espa?ola (que ven¨ªa de troncharse con el ¡°Mi marido me pega¡±, de Martes y 13) y aquella trama fue considerada inc¨®moda y valiente.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Es imposible que en 2019 Nacho Mart¨ªn (Emilio Arag¨®n), la br¨²jula moral del pa¨ªs a mediados de los 90, justificase al agresor (¡°una mala noche la tiene cualquiera¡±, ¡°es un buen hombre¡±, dec¨ªa Nacho/Emilio Arag¨®n en ese cap¨ªtulo) o que la polic¨ªa recomendase ¡°indulgencia¡± al juez del caso. Y el director del centro de salud ya no podr¨ªa fumar en la sala de m¨¦dicos mientras organizan una cita para que el matrimonio lime asperezas.
Marta S¨¢nchez interpretando 'Soldados del amor' en el buque de la armada espa?ola durante la guerra del Golfo P¨¦rsico.
- El encendido del pebetero de Barcelona 92
?Qu¨¦ ocurri¨®? El 25 de julio de 1992, a las 22:40, el arquero paral¨ªmpico Antonio Rebollo recibe la antorcha, la coloca en su flecha y la dispara 86 metros hacia el colosal pebetero de Montjuic. Los 3.500 millones de espectadores alrededor del mundo contienen la respiraci¨®n durante los 86 metros de vuelo hasta que la llamarada marca el comienzo oficial de las primeras y ¨²nicas olimpiadas celebradas en Espa?a. La flecha, en realidad, nunca cay¨® en el pebetero sino que pas¨® de largo creando una ilusi¨®n ¨®ptica, tal y como estaba previsto, y el fuego fue activado manualmente. ¡°Ten¨ªa 12 segundos, no pod¨ªa pasarme ni quedarme corto porque la llama se apagar¨ªa y adem¨¢s ten¨ªa que coincidir con la m¨²sica¡±, explicar¨ªa Rebollo a?os despu¨¦s. Y a?adi¨®: ¡°Durante los m¨¢s de mil ensayos prob¨¦ a meterla dentro del pebetero, pero choc¨® contra la estructura y cay¨® a la grada. En otra ocasi¨®n la met¨ª dentro, pero el impacto fue tan fuerte que me cargu¨¦ las tuber¨ªas¡±.
?C¨®mo fue recibido? Aquel verano fue el m¨¢s emocionante (el pr¨ªncipe Felipe como abanderado ante las l¨¢grimas de su hermana Elena), ¨¦pico (el d¨²o de Montserrat Caball¨¦ con Freddie Mercury) y triunfal (el oro de Ferm¨ªn Cacho en 1.500) de la naci¨®n, pero la apote¨®sica llamarada simboliz¨® adem¨¢s una Espa?a que entraba por fin en el primer mundo.
?Qu¨¦ pasar¨ªa hoy? Habr¨ªa gente con m¨®viles grabando desde todos los ¨¢ngulos la flecha pasar de largo, caer en las afueras del estadio y ser recogida por operarios. El pebetero es, adem¨¢s de un s¨ªmbolo de prosperidad euf¨®rica, un s¨ªmbolo de la ingenuidad de aquellos tiempos.
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