Mucho m¨¢s que un congreso de cocina

Madrid Fusi¨®n se instala en Bogot¨¢. Entre el 7 y el 11 del pr¨®ximo mes de noviembre habr¨¢ edici¨®n colombiana del certamen gastron¨®mico de referencia. Se anunci¨® a finales de enero, durante la segunda jornada del certamen matriz, y la noticia va m¨¢s all¨¢ de la convocatoria de un encuentro gastron¨®mico que nace asociado a la marca de mayor alcance del sector, para plantear algunos cambios en la correlaci¨®n de fuerzas en el paisaje culinario de Am¨¦rica Latina. No importan tanto el formato o el contenido del congreso culinario que se anuncia como lo que significa. Colombia se reivindica como el centro de atenci¨®n del panorama gastron¨®mico de la regi¨®n, abri¨¦ndose un hueco entre pa¨ªses como M¨¦xico o Per¨², que hasta ahora centraban la atenci¨®n.

Las fechas est¨¢n marcadas en el calendario, certificando el ¨¦xito de la pol¨ªtica de estado concebida hace tres a?os con la vista puesta en el posicionamiento de la cocina colombiana. Mientras el convenio con Madrid Fusi¨®n se firma con el respaldo econ¨®mico de la C¨¢mara de Comercio y la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, otros organismos oficiales (Ministerio de Comercio Industria y Turismo, Pro Colombia, Marca Colombia, Fondo Nacional de Turismo y el Instituto Distrital de Turismo) respaldaron el entramado promocional concretado en Bogot¨¢ entre 2017 y 2018, alrededor de las ceremonias en que se anunciaron las listas de Latinamerican¡¯s 50 Best Restaurants correspondientes a esos a?os.

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No ha sido una inversi¨®n peque?a. Los propietarios de la marca que gestiona la lista cobran dos millones de d¨®lares anuales por la cesi¨®n de derechos, a los que se unen todos los gastos de organizaci¨®n del evento. Invitaciones a periodistas, blogueros e influencers de medio mundo para asistir al acto y las campa?as promocionales a?adidas durante el resto del a?o: desplazamientos, recorridos por el pa¨ªs, hoteles, visitas a restaurantes... El total a?adido ronda el mill¨®n de d¨®lares cada uno de los dos a?os. No es poco, pero desde el punto de vista promocional han dado buenos rendimientos. La gastronom¨ªa colombiana ha ganado una consideraci¨®n internacional que nunca hab¨ªa tenido, aunque todav¨ªa no se corresponda con la realidad de sus restaurantes. La Colombia culinaria es referencia casi semanal en los medios internacionales. La inversi¨®n en periodistas agradecidos sigue siendo rentable; asegura espacio en los medios y una docena de adjetivos en cada p¨¢rrafo. Da igual lo que se haya visto y como se hizo, el nuevo periodismo gastron¨®mico asegura el retorno de la inversi¨®n.

En el debe est¨¢ la ausencia de programas que ayuden al crecimiento de las cocinas y los cocineros del pa¨ªs. Olvidaron lo fundamental, que viene a ser sentar las bases para apuntalar el prestigio que van conquistando y asegurar el futuro. Ojal¨¢ Madrid Fusi¨®n Bogot¨¢ se concrete pensando m¨¢s en eso que en celebrar la ceremonia de la endogamia y las relaciones p¨²blicas, como acostumbran los cert¨¢menes al uso. La incertidumbre que vive la alta cocina bogotana lo hace a¨²n m¨¢s importante; una parte de las viejas glorias se esfumaron en medio del combate y alguno de los restaurantes emergentes viven serias crisis internas. Nicol¨¢s L¨®pez y Sergio Meza acaban de disolver la sociedad que los un¨ªa en Villanos en Bermudas -para Nicol¨¢s ya es una tradici¨®n; cuatro de cuatro-, propiciando la salida de Meza del negocio, mientras El Chato de ?lvaro Clavijo ha perdido a los l¨ªderes del equipo que sustentaba su cocina.

Desde Per¨² se contempla la historia pensando en otra oportunidad perdida. La inacci¨®n del gobierno peruano en la promoci¨®n de su cocina est¨¢ bajo m¨ªnimos desde 2015, cuando renunciaron a participar en la Expo de Mil¨¢n, dedicada precisamente a la gastronom¨ªa. La antes activa Promper¨² parece haber desterrado la cocina de sus intereses y sus compromisos. Si a?adimos la pr¨¢ctica desaparici¨®n de Mistura -hace dos a?os fue menos que una sombra, no se celebr¨® en 2018 y la anuncian para 2019 como certamen menor en provincias- y el estado cr¨ªtico de la Asociaci¨®n Peruana de Gastronom¨ªa, propietaria de la marca, acuciada por las deudas y la inacci¨®n, se diluye un poco m¨¢s el papel protagonista que siempre hab¨ªa correspondido a Per¨². Sus cocineros y sus cocinas disfrutan de alta consideraci¨®n, pero la llama pierde fuerza cada d¨ªa. El fuego necesita ser alimentado.