Sin az¨²car pero con riesgo: los refrescos 'light', en el punto de mira
Un estudio relaciona dos consumiciones diarias con el aumento de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas, y no es la primera advertencia de los cient¨ªficos
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La primavera se hace notar y las terrazas recuperan su aut¨¦ntica raz¨®n de ser: permitirnos tomar el aperitivo al sol. As¨ª que uno sale a la calle, se sienta en una de las pocas mesas libres y afronta una decisi¨®n importante. ?Pide algo sano o lo da todo, que la vida son dos d¨ªas? Mejor lo primero. Te decantas por un refresco, pero light, y unas almendras tostadas. Pero lo que para uno es una elecci¨®n buena para la salud podr¨ªa no serlo tanto a los ojos de los cient¨ªficos... y no es por las almendras.
Seg¨²n una investigaci¨®n reciente, que ha puesto bajo la lupa los efectos de los edulcorantes, un consumo excesivo de refrescos endulzados podr¨ªa tener consecuencias negativas para la salud. Los investigadores examinaron la asociaci¨®n entre las bebidas sin az¨²car, el derrame cerebral y la enfermedad coronaria en un grupo de 82.000 mujeres americanas posmenop¨¢usicas, de entre 50 a 79 a?os. Tras un seguimiento de 12 a?os, los resultados mostraron que, aunque solo el 5,1% de las participantes beb¨ªa dos o m¨¢s bebidas edulcoradas al d¨ªa, ese grupo ten¨ªa un riesgo 23% mayor de accidente cerebrovascular y un 29% m¨¢s alto de enfermedad card¨ªaca que el de las mujeres que rara vez o nunca tomaban bebidas diet¨¦ticas.
Todos los expertos consultados en este art¨ªculo coinciden en la importancia y el inter¨¦s del estudio, pero tambi¨¦n en la necesidad de tomar los resultados con cautela."Se trata de un estudio muy importante por el tama?o de la muestra y por el largo seguimiento, aunque tiene varias limitaciones", afirma el presidente de la secci¨®n de Cardiopat¨ªa Isqu¨¦mica y Cuidados Agudos Cardiovasculares de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa, Esteban L¨®pez de S¨¢ y Areses.
Una sospecha m¨¢s, pero a¨²n faltan las pruebas
La primera limitaci¨®n es que los cient¨ªficos solo incluyeron mujeres posmenop¨¢usicas, dice el experto, aunque asegura que "no existe ninguna base que haga pensar que los resultados pudieran ser diferentes en hombres o mujeres en edad f¨¦rtil". La segunda es que "el consumo de estas bebidas no se ha medido directamente sino que se ha tenido en cuenta lo que las mujeres refer¨ªan en cuestionarios, que rellenaron en diferentes momentos del estudio, y es seguro que los patrones de consumo variaron a lo largo del tiempo, lo que no se analiz¨®", subraya el especialista.
Adem¨¢s, la investigaci¨®n muestra una correlaci¨®n y no una relaci¨®n causa efecto, lo que deja la puerta abierta a numerosas explicaciones. "La gente que consume m¨¢s bebidas, ?tiene mayor peso? ?Peor dieta? Puede haber m¨¢s factores" que expliquen los resultados, refiere el bioqu¨ªmico y bi¨®logo molecular de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia Josep Maria Mulet.
Con todo, la endocrin¨®loga Paloma Gil coincide con los autores del nuevo estudio en que "hay una clara relaci¨®n entre el consumo elevado de refrescos light o sin calor¨ªas y el aumento de eventos vasculares indeseables, como el infarto cardiaco o cerebral". Con estos mimbres, lo normal es que las conclusiones de los cient¨ªficos desconcierten al pl¨¢cido cliente de las terrazas, y se pregunte: ?Entonces los refrescos edulcorados son malos para la salud? ?Son aceptables siempre y cuando uno consuma menos de dos al d¨ªa? ?Alguien sabe qu¨¦ tengo que pedir?
La respuesta podr¨ªa estar en los microbios
La correlaci¨®n del consumo de refrescos edulcorados con los problemas en la salud no es nueva, la comunidad cient¨ªfica la conoce hace a?os. Seg¨²n L¨®pez de S¨¢ y Areses, ya se hab¨ªan hecho varios estudios "con resultados parecidos", a lo que la endocrin¨®loga Paloma Gil a?ade que "cada vez hay m¨¢s trabajos que relacionan el consumo regular de alimentos o bebidas con edulcorantes con alteraciones metab¨®licas como aumento de la adiposidad (incremento de la grasa corporal), intolerancia a la glucosa y prediabetes".
En 2013, por ejemplo, un grupo de investigadores de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, afirm¨® en un art¨ªculo que las personas que sustituyen el az¨²car con edulcorantes como el aspartamo, la sucralosa y la sacarina, todos ellos legales en Espa?a, tambi¨¦n tienen un mayor riesgo de aumento de peso, s¨ªndrome metab¨®lico, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. El motivo, seg¨²n una interesante hip¨®tesis, podr¨ªa estar en el intestino.
Un estudio publicado en la revista Nature vincula el consumo de edulcorantes artificiales con el desarrollo de la intolerancia a la glucosa a trav¨¦s de la inducci¨®n de alteraciones de la microbiota intestinal. "Se sabe que los edulcorantes pueden producir algunos efectos a nivel metab¨®lico porque alteran la microbiota del intestino y estimulan algo de secreci¨®n de insulina", confirma el dietista-nutricionista Pablo Zumaquero.
Pero en el metan¨¢lisis m¨¢s reciente sobre de los efectos de los edulcorantes en el peso de ni?os y adultos, los resultados fueron menos alarmantes. No se encontraron diferencias claras sobre la salud de las personas que consumieron en comparaci¨®n con quienes no lo hicieron, aunque sus autores admiten que la calidad de las investigaciones hechas hasta la fecha no es excesivamente buena.
Los edulcorantes enga?an al cerebro con su dulzor
Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, no debemos preocuparnos por los efectos de estos compuestos. "No hacen un da?o directo evidente sobre la salud, no son venenosos como se ha llegado afirmar", comenta Zumaquero. Pero tampoco son inocuos. Por una parte, su dulzor extremo altera nuestra percepci¨®n sobre los sabores, "y al final la gente deja de comer fruta porque no la considera lo suficientemente dulce", afirma... otro desplante a un alimento que muchos eligen bas¨¢ndose en su aspecto exterior.
"Producen en el cerebro una activaci¨®n incompleta de satisfacci¨®n que, a la larga, impulsa a comer m¨¢s. De hecho, justo por ser dulces incitar¨ªan a quienes los consumen a comer m¨¢s dulce y a ser m¨¢s dependientes de los alimentos con estas caracter¨ªsticas", a?ade Gil. Por otra parte, no hay que olvidar el factor cultural del consumo de refrescos: del mismo modo que maridamos un pescado al horno con un buen vino blanco, una controvertida hamburguesa con patatas se lleva a las mil maravillas con un refresco.
Huelga mencionar los efectos del neurom¨¢rketing en nuestra percepci¨®n de lo saludable. Por m¨¢s "sin az¨²car" que se comercialice un alimento, al final puede contener "otros ingredientes que siguen siendo no ideales", asevera Zumaquero. Y puede darnos la falsa confianza "de que los refrescos light pudieran ser seguros por aportar menos calor¨ªas", a?ade L¨®pez de S¨¢ y Areses.
No hay una dosis diaria recomendada y eso no es tan bueno
Tanto los resultados de este estudio como las investigaciones previas sobre edulcorantes artificiales han puesto en la picota estos aditivos extensamente utilizados por la industria alimentaria. ?Es alarmismo excesivo, una moda pasajera o son advertencias justificadas? La esencia da las explicaciones ofrecidas por los expertos consultados, as¨ª como las conclusiones que se destilan de los principales estudios cient¨ªficos, son las mismas: no hay que demonizar, falta mucho por investigar, pero la moderaci¨®n es la mejor opci¨®n.
No hay una dosis recomendada de refrescos con edulcorantes que sea saludable. "Mejor tomar una bebida edulcorada que una con 30 gramos de az¨²car, pero en ning¨²n caso como sustitutivo del agua, que es el mejor refresco que existe", recomienda el bioqu¨ªmico Mulet. Desde la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa confirman que "un consumo moderado de hasta 4 refrescos por semana podr¨ªa ser seguro", lo que est¨¢ muy por debajo de los dos diarios que el nuevo estudio ha tenido en cuenta. Y hay que tener en cuenta que los edulcorantes no sirven para adelgazar.
La endocrin¨®loga Paloma Gil insiste en que no son inocuos y lanza un mensaje sobre las futuras limitaciones diet¨¦ticas de estos productos. "Debemos empezar a transmitir a la gente que los productos light o edulcorados no son adecuados ni para bajar de peso ni para evitar enfermedades. En este estudio, los efectos indeseables se observan a partir del consumo de dos refrescos light diarios, pero si tenemos en cuenta que en nuestra sociedad hasta los ni?os toman productos edulcorados desde la infancia, habr¨¢ que estudiar cu¨¢l es el consumo m¨ªnimo aconsejable".
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