¡°Las violaciones que ocurrieron en Bosnia no se han tratado con seriedad¡±
La doctora Branka Anti? ?tauber lucha para que las supervivientes de la guerra de los Balcanes puedan rehacer su vida despu¨¦s de m¨¢s de veinte a?os
Branka Anti? ?tauber pas¨® de curar gripes a mentes casi por casualidad. A principios de los noventa, trataba enfermedades infecciosas en los asentamientos de refugiados que se hab¨ªan levantado durante la guerra de los Balcanes, cuando tuvo lugar una de las peores atrocidades de la historia moderna: la de los serbios que violaron de forma masiva a mujeres musulmanas bosnias.
En aquellos a?os, mantuvo contacto directo con la comunidad y escuch¨® las historias de muchas refugiadas, convirti¨¦ndose en su confidente. En 1999, fund¨® Snaga Zene junto a un grupo de mujeres alemanas, una organizaci¨®n que ayuda a las mujeres y ni?os refugiados en Tuzla. En este cant¨®n, situado a cien kil¨®metros de Srebrenica, 400 familiares y supervivientes viven en un campamento porque casi dos d¨¦cadas despu¨¦s del conflicto, todav¨ªa no han podido regresar a casa. El miedo a cruzarse con sus violadores, el estigma y la culpa pesan demasiado.
Hasta el Tribunal de La Haya llegaron casos de mujeres que denuncian que fueron encerradas en varios centros de detenci¨®n y que los polic¨ªas y militares serbios las maltrataron f¨ªsicamente y las violaron de forma sistem¨¢tica. Algunos informes hablan de que m¨¢s de 20.000 bosnias musulmanas fueron sistem¨¢ticamente violadas por las fuerzas serbias en la campa?a de limpieza ¨¦tnica orquestada por Milosevic.
Cada semana, los psic¨®logos, trabajadores sociales y m¨¦dicos de la organizaci¨®n visitan a estas desplazadas. Su situaci¨®n es extremadamente compleja, porque adem¨¢s de perder sus hogares, familiares y vivir en campos de refugiados con unas condiciones deplorables, sufrieron todo tipo de abusos que desestabilizaron su salud ps¨ªquica y psicol¨®gica. El miedo de muchas de ellas a ser rechazadas o maltratadas, ha provocado que mantengan sus historias en silencio.
La organizaci¨®n apoya a las supervivientes con asesoramiento legal y psicol¨®gico, pero la mayor¨ªa cree que contar sus historias no sirve de nada. ?tauber asegura que en muchos casos, a pesar de que los violadores son conocidos en las aldeas y los vecinos pueden testificar, los perpetradores rara vez entran en prisi¨®n por ¡°falta de evidencias¡± o lo hacen por un periodo muy corto de tiempo.
?tauber asegura que en muchos casos, a pesar de que los violadores son conocidos en las aldeas y los vecinos pueden testificar, los perpetradores rara vez entran en prisi¨®n
En una ocasi¨®n, seg¨²n cuenta ?tauber, cuatro hombres violaron a ocho ni?as y el caso lleg¨® a un tribunal, pero los jueces dijeron que faltaban pruebas y fueron puestos en libertad. Los supuestos violadores, que viv¨ªan en un pueblo cercano a las v¨ªctimas, pudieron regresar a casa. Tras conocer el veredicto, una de estas mujeres muri¨® de un infarto y el hijo de otras de ellas se ahorc¨®. De las decenas de miles de abusos, solo un pu?ado de hombres han sido declarados culpables en m¨¢s de veinte a?os.
La doctora critica que los asuntos de g¨¦nero se encuentran en la agenda pol¨ªtica en un segundo plano y sus historias ¡°no se hayan tratado con la misma seriedad que otras desgracias que ocurrieron¡±. Hoy en d¨ªa resulta especialmente complejo porque en Bosnia hay tres partidos pol¨ªticos divididos. La presidencia cuenta con tres miembros que rotan cada ocho meses: un serbio, un croata y un musulm¨¢n bosnio.
En algunos casos, los violadores son vistos "como h¨¦roes por uno de los bandos, o criminales por otro y est¨¢n pol¨ªticamente protegidos¡±, afirma. Esto dificulta todav¨ªa m¨¢s las cosas, ya que la falta de reconocimiento de los cr¨ªmenes entorpece la sanaci¨®n mental de las supervivientes. La transferencia del trauma todav¨ªa hoy es muy notable, adem¨¢s de los trastornos de estr¨¦s, miedo, depresi¨®n, insomnio, ansiedad por tomar decisiones o enfadarse con mucha facilidad.
?tauber defiende que para la gran mayor¨ªa de las supervivientes, ¡°el abuso sexual que sufrieron se ve agravado tambi¨¦n por un segundo trauma que todav¨ªa les acompa?a¡±. Seg¨²n explica, ¡°el 95% de ellas presentan problemas de sexualidad que se reflejan en su vida familiar y en las relaciones que mantienen con sus esposos¡±. Muchas de las supervivientes se enfrentan a problemas de violencia de g¨¦nero. En muchos casos las mujeres fueron abusadas cuando eran muy j¨®venes y sufr¨ªan algunas enfermedades como diabetes o presi¨®n arterial. Otras muchas, ni siquiera han sido tratadas todav¨ªa porque no han tenido fuerza para compartir sus historias.
Lo que mueve a ?tauber a hacer su trabajo es el deseo de ayudarlas tras haber conocido su situaci¨®n de cerca como m¨¦dico, adem¨¢s de tratar de darles una vida mejor a los m¨¢s j¨®venes. Para la m¨¦dica, ¡°interrumpir la cadena de trauma es esencial para vivir en paz¡± y la ¨²nica forma posible para que las supervivientes puedan rehacer su vida es recibiendo ayuda psicol¨®gica, y tambi¨¦n, justicia.
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