OTAN: enemigos para siempre
El nacimiento de la Alianza Atl¨¢ntica contravino el impulso aislacionista estadounidense, que hoy resurge y coloca a Europa ante un parad¨®jico dilema
Antes que contar los a?os de la OTAN, 70 ya, hay que contar de d¨®nde sali¨® la OTAN. La madre de la OTAN es m¨¢s importante que la OTAN misma. Y si esta ahora est¨¢ en peligro, como parece ser el caso cuando su principal enemigo es nada menos que el presidente de Estados Unidos, es porque quien est¨¢ en peligro es la madre de la OTAN. Y la madre de la OTAN es el lazo trans?atl¨¢ntico, la especial relaci¨®n entre EE?UU y los europeos iniciada aproximadamente hace un siglo ¡ªaunque luego interrumpida¡ª cuando el presidente estadounidense Woodrow Wilson consigui¨® arrastrar a su pa¨ªs, de firmes convicciones aislacionistas, para que participara y desempatara la Gran Guerra europea de 1914 y, a¨²n m¨¢s, para que apadrinara los tratados de paz y el nacimiento de nuevas naciones a partir de la desaparici¨®n de los imperios austroh¨²ngaro, alem¨¢n y turco.
Qued¨® muy suelto aquel lazo que se at¨® en el Tratado de Versalles, con Wilson dedicado a la gran diplomacia en el que supuso el primer viaje presidencial al Viejo Continente. El Congreso de EE?UU tumb¨® el wilsonismo y dej¨® apartada a la superpotencia americana ¡ªque acababa de nacer, gracias a su victoria militar en Europa¡ª de la primera instituci¨®n con vocaci¨®n de gobierno internacional, la Sociedad de Naciones, creada precisamente a iniciativa de Wilson. Hubo que esperar a otra guerra, esta de dimensiones todav¨ªa mayores, para que Washington se implicara de nuevo tras una victoria, esta vez mucho m¨¢s resonante y costosa.
Roosevelt, el presidente de aquella victoria, no ten¨ªa intenci¨®n alguna de que sus soldados permanecieran en Europa tras el fin de la guerra ni de que su pa¨ªs siguiera comprometido en los asuntos internos del continente. Su visi¨®n inicial un tanto ingenua apenas hab¨ªa considerado que la Uni¨®n Sovi¨¦tica pudiera convertirse muy r¨¢pidamente en una voraz superpotencia preparada para zamparse media Europa y amenazar a la otra media. Esta tarea qued¨® entera para su vicepresidente, Harry Truman, sucesor forzoso de Roosevelt tras su muerte en abril de 1945, apenas un mes antes del final de la contienda.
La Guerra Fr¨ªa ¡ªeufemismo para referirse a una especie de tercera guerra mundial no declarada entre los dos antiguos aliados¡ª hab¨ªa empezado ya antes de que terminara la Segunda. En la Administraci¨®n de Roosevelt hab¨ªa planes para dividir Alemania y convertirla en una gran regi¨®n agraria, desprovista de industria, sobre todo pesada, y de medios para un rearme. En la URSS, Stalin compart¨ªa esta idea y solo pensaba en repetir la jugada de Versalles de 1919: quer¨ªa jugosas compensaciones de guerra para los aliados que dejaran a los alemanes empobrecidos y sin medios para regresar al campo de batalla.
Las conferencias de Yalta, en febrero de 1945, todav¨ªa con Roosevelt, y sobre todo la de Potsdam, en julio del mismo a?o, ya con Truman, sellaron el destino de Europa. En vez de disputarse la hegemon¨ªa sobre el conjunto, se dividieron el continente. EE?UU se quedaba all¨ª con sus soldados, sus aviones y sus bombas at¨®micas. Tambi¨¦n con sus jefes militares. El secretario de Estado que ide¨® el plan de ayuda a los aliados europeos y a la Alemania derrotada era el exjefe del Estado Mayor de EE?UU, el general George Marshall. El primer comandante supremo de la Alianza reci¨¦n creada en 1949, la OTAN, quien comand¨® el desembarco de Normand¨ªa y luego presidi¨® el pa¨ªs, el general Dwight Eisenhower.
As¨ª lo cuenta la propia Alianza en uno de sus folletos hist¨®ricos: ¡°La OTAN se cre¨® para disuadir al expansionismo sovi¨¦tico, evitar el renacimiento del militarismo europeo a trav¨¦s de una fuerte presencia de EE?UU y estimular la integraci¨®n pol¨ªtica europea¡±. Los enemigos de la OTAN quedaron agazapados detr¨¢s de estos tres objetivos. Ante todo, el aislacionismo tradicional americano, una actitud fundacional con el antecedente sagrado del discurso de despedida de George Washington, en el que aboga por desentenderse del destino de los europeos. Luego el expansionismo ruso, descendiente directo del expansionismo sovi¨¦tico. Y tambi¨¦n los soberanismos nacionales europeos, matriz de los militarismos de los a?os treinta, como lo son de los actuales populismos, y enemigos jurados de una Europa federada.
Los enemigos de la OTAN exist¨ªan antes que la OTAN, siempre han existido y trabajado en su contra y seguir¨¢n haci¨¦ndolo en el futuro. Ahora, con un agravante: la OTAN est¨¢ perdiendo pie porque el territorio donde ha nacido y actuado ya no es el principal campo de batalla de una contienda mundial como la Guerra Fr¨ªa, tal como lo fue durante 40 a?os, ni tampoco una regi¨®n que pugna por permanecer todav¨ªa en el primer plano de la escena internacional, como ha sucedido en los ¨²ltimos 25, sino que est¨¢ siendo abandonada como conjunto y como idea incluso por quienes la habitan, ensimismados en los peque?os asuntos locales de sus min¨²sculas naciones. Eso es el Brexit, eso son los nacionalismos populistas y los secesionismos, y eso es la eurorreticencia que habita entre tantos europeos, pero hace furor sobre todo en el Kremlin y en la Casa Blanca.
La OTAN es una paradoja en s¨ª misma. Fue creada por un pa¨ªs hostil a las alianzas internacionales estables como una alianza militar defensiva y permanente para evitar la guerra y la improvisaci¨®n de alianzas para ganarla una vez ya declarada, tal como hab¨ªa sucedido en dos ocasiones. Siendo quiz¨¢ la alianza m¨¢s denostada, es la m¨¢s victoriosa, pues consigui¨® vencer como aconsejan los sabios y antiguos fil¨®sofos de la guerra: sin disparar un tiro. Su ¨¦xito la dej¨® sin objetivos ni sentido a ojos de muchos. Sus viejos enemigos quisieron ajustarle las cuentas despu¨¦s de su victoria: que se disolviera como lo hab¨ªa hecho el Pacto de Varsovia, la alianza sim¨¦trica alrededor de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Su piedra filosofal, el art¨ªculo 5, que obliga a defender colectiva e individualmente a cualquiera de sus socios en caso de ataque, solo se ha invocado una vez: ante el 11-S, cuando EE?UU fue atacado por Al Qaeda.
De ah¨ª la participaci¨®n en Afganist¨¢n. La segunda gran salida de la OTAN fuera de su territorio, despu¨¦s de la primera ¡ªen el territorio mucho m¨¢s pr¨®ximo y comprometedor de los Balcanes¡ª, inaugurando una ¨¦poca de interregno en la que la dif¨ªcil relaci¨®n con Rusia ha definido su car¨¢cter. Los antiguos sat¨¦lites de Mosc¨² han querido y siguen queriendo acogerse bajo su paraguas, algo que para Mosc¨² constituye una ofensa creciente, disfrazada de amenaza.
Con Trump a la contra y Putin encelado, crece en la OTAN la inspiraci¨®n europea, pero tambi¨¦n la necesidad de mantener el lazo transatl¨¢ntico que el actual presidente desconsidera o desconoce. Tal como Merkel ha se?alado dram¨¢ticamente, los europeos debemos hacernos cargo de nuestra seguridad, pero la seguridad occidental en su conjunto en un mundo multipolar tambi¨¦n depende del mantenimiento del lazo transatl¨¢ntico, esa relaci¨®n especial que todav¨ªa simbolizan los mares de cruces de los cementerios de Normand¨ªa, la madre de la OTAN.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Bloques pol¨ªticos
- Estados Unidos
- Alemania
- Bloques internacionales
- Norteam¨¦rica
- Centroeuropa
- Rusia
- Europa este
- Historia contempor¨¢nea
- Am¨¦rica
- Winston Churchill
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Historia
- Harry S. Truman
- Josef Stalin
- Primera Guerra Mundial
- Opini¨®n
- George Washington
- Guerra fr¨ªa
- URSS
- OTAN
- Guerra
- Relaciones exteriores
- Conflictos armados
- Ideas