?Ha llegado el momento en el que los j¨®venes cambian el mundo?
En el planeta hay 1.800 millones de personas de entre 10 y 24 a?os. Muchos ven en ellas la fuerza para construir un futuro mejor, pero ?tienen el apoyo necesario?
Se dice que de ellos es el futuro y se les acusa a menudo de apat¨ªa, pero los j¨®venes han despertado y reclaman su papel en el presente. Prueba de ello es la irrupci¨®n de l¨ªderes activistas de muy corta edad como la adolescente sueca Greta Thunberg, quien en agosto de 2018 decidi¨® parar todos los viernes como protesta por la falta de ambici¨®n de su pa¨ªs y la Uni¨®n Europea ante el cambio clim¨¢tico. Se ha convertido en el s¨ªmbolo de esta lucha y miles de estudiantes por todo el mundo han seguido su ejemplo. Muy j¨®venes son tambi¨¦n los alumnos supervivientes de la matanza de Parkland (Florida, EE UU) que desde hace un a?o encabezan las movilizaciones por la regulaci¨®n de la venta de armamento en su pa¨ªs. Con solo 17 a?os, la paquistan¨ª Malala Yousafzai se convirti¨® en la persona de menor edad en ganar un Premio Nobel, el de la Paz en 2014. Le fue otorgado por su ac¨¦rrima defensa del derecho a la educaci¨®n, antes y despu¨¦s de que los talibanes le pegasen un tiro en la cabeza cuando ten¨ªa 15. No solo no la mataron, sino que hicieron su mensaje mucho m¨¢s fuerte. Tanto que muchas otras ni?as de Siria, Colombia, Nepal... se sumaron a la causa.
Estos son solo un pu?ado de ejemplos famosos de una juventud involucrada ¡ªahora y en todas partes¡ª con la construcci¨®n de un mundo mejor, para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y defender los derechos humanos all¨ª donde se violentan. Si cada vez m¨¢s persiguen estos retos, su fuerza puede ser imparable pues en el planeta hay 1.800 millones de personas entre 10 y 24 a?os. El 24% de la poblaci¨®n global. "La generaci¨®n de j¨®venes m¨¢s grande de la historia", destaca la ONU. "Con la capacidad y las oportunidades necesarias para alcanzar su potencial, pueden ser una energ¨ªa impulsora para el desarrollo y contribuir a la paz y la seguridad. Las organizaciones dirigidas por ellos deben ser alentadas y habilitadas para participar en la traducci¨®n de la Agenda 2030 en pol¨ªticas locales, nacionales y regionales", agrega el organismo.
Una idea compartida por la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates, que ha decido pasar del manido dicho al hecho con su programa Goalkeepers Youth Action Accelerator para apoyar financiera y t¨¦cnicamente iniciativas encaminadas a lograr los ODS y lideradas por j¨®venes. Dirigido por Civicus, este acelerador de ideas proporcionar¨¢ durante un a?o orientaci¨®n y fondos ¡ªhasta 30.000 d¨®lares por persona¡ª a un grupo de 26 activistas menores de 30 a?os de 22 pa¨ªses en desarrollo de ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina. A finales de 2019, se examinar¨¢ qu¨¦ han conseguido en sus pa¨ªses y campos de actuaci¨®n y, sobre todo, qu¨¦ han aprendido para continuar su labor en el largo plazo.
"No esperamos que logren un cambio completo o de pol¨ªticas este a?o, pero queremos ver si este m¨¦todo de fortalecer grupos liderados por j¨®venes funciona. As¨ª podremos decirles a los donantes que si realmente est¨¢n interesados en tener una sociedad mejor, en la que todo mundo est¨¢ involucrado, especialmente los grupos juveniles, esta es una manera de apoyarles. No les pidan que llenen formularios o les den recibos, ni un plan de sostenibilidad o impacto despu¨¦s de un mes. Sean flexibles, denles m¨¢s tiempo, confianza y libertad para experimentar ", explica Elisa Novoa, coordinadora del programa de juventud de Civicus.
El 70% de la juventud mundial siente que a los l¨ªderes pol¨ªticos no les preocupan "personas como ellos"
El discurso y algunas iniciativas est¨¢n ah¨ª, pero ?se escucha y toma en cuenta a la poblaci¨®n joven? ?Son los actuales l¨ªderes de este grupo de edad algo m¨¢s que s¨ªmbolos? ?Ha llegado el momento en el que los j¨®venes toman las riendas para cambiar el mundo?
Un estudio reciente de Ipsos para la Fundaci¨®n Gates revela que el 70% de la juventud mundial siente que a los l¨ªderes pol¨ªticos no les preocupan "personas como ellos". Un sentimiento que se puede traducir en desapego de las instituciones y frustraci¨®n, pero tambi¨¦n en acci¨®n. As¨ª lo cree Novoa. "Normalmente pensamos que los j¨®venes se centran en tres tremas: educaci¨®n, salud y acceso a empleo. Pero hay m¨¢s: quieren que se les entienda".
Eso es precisamente lo que reclama y en lo que trabaja Dumiso Gatsha, uno de los seleccionados entre los 1.500 j¨®venes activistas miembros de Civicus para el programa Goalkeepers. Este defensor de los derechos de las personas LGBTI en Botsuana quiere "desmantelar narrativas" y dar voz a quienes normalmente no la tienen. "Mucho del trabajo que se hace respecto al colectivo est¨¢ relacionado con el VIH y la legislaci¨®n, pero constantemente ocurre que no se tiene en cuenta a la propia comunidad. La gente tiene aspiraciones, sue?os, necesidades", afirma. Su proyecto, llamado Despertar Queer, consiste en recopilar y compartir esas historias cotidiandas y experiencias invisibles. "Y plantarnos frente a los decisores pol¨ªticos y decirles que existimos, que estamos aqu¨ª", agrega con energ¨ªa tras una jornada de formaci¨®n en Belgrado (Serbia), donde Civicus celebra la Semana Internacional de Sociedad Civil 2019 (ICSW, por sus siglas en ingl¨¦s)
Con 28 a?os, Gatsha habla de los j¨®venes tanto en primera como en tercera persona. Como tal, se siente discriminado. "No estamos sentados en la mesa donde se toman las decisiones y queremos estarlo. Y cuando lleguemos, no nos hag¨¢is pensar que no tenemos voz". Eso es lo que, en su opini¨®n, significa el "no dejar a nadie atr¨¢s" que proclama la ONU. "Si no les escuchamos, si no reconocemos su poder, desafortunadamente, ?frica ser¨¢ siempre el continente en desarrollo", analiza.
Doblemente discrimanda se considera tambi¨¦n la chilena Karin Watson, de 22 a?os. Por ser mujer y joven. Ambas circunstancias, dice, propician que sus ideas sean sistem¨¢ticamente minusvaloradas. "Pero yo nunca me he quedado callada, que es lo que se espera de nosotras", apunta. A los 11 empez¨® a colaborar con Greenpeace, despu¨¦s se uni¨® a los movimientos estudiantiles de su pa¨ªs. Hasta que, con 17, cuando todav¨ªa cursaba su ¨²ltimo a?o de colegio, entr¨® en Amnist¨ªa Internacional para defender los derechos sexuales y reproductivos. "Encontr¨¦ mi lugar. A los j¨®venes se nos permit¨ªa dar nuestra opini¨®n". Aun as¨ª, encontr¨® barreras por su edad. "A los menores no se les permite votar aunque lleven a?os en la organizaci¨®n y hagan el mismo trabajo que un adulto". Por eso, los afectados se organizaron para trasladar su queja a los responsables y lograron cambiar la norma de la ONG. "Ese mismo a?o me postul¨¦ como candidata para asistir a la reuni¨®n del consejo internacional de Amnist¨ªa en representaci¨®n de Chile y obtuve el puesto", relata orgullosa.
Muchos j¨®venes reclaman ser parte activa del desarrollo. No quieren ser solo beneficiarios del progreso ni tampoco una cuota a cumplir en los paneles y organigramas
?Siguiente objetivo? "Aborto legal, seguro y gratuito ya", responde rotunda Watson. "En Chile hemos conseguido que haya tres causales, desde 2017, pero los sectores m¨¢s conservadores, aun con una ley tan pobre, quieren echarla atr¨¢s y hablan de objeci¨®n de conciencia institucional", expone.
Watson encontr¨® y se hizo su lugar en una ONG internacional ya consolidada, pero las chicas que deciden unirse a entidades m¨¢s peque?as o crear una propia para emprender un proyecto social se topan con un problema a?adido: la financiaci¨®n. Seg¨²n un estudio de Frida, el Fondo de J¨®venes Feministas, los donantes adultos no las toman en serio. "Vemos que hay paternalismo por la edad. Y para las mujeres siempre es mucho m¨¢s complicado, sobre todo viniendo del sur, de contextos machistas y conservadores, donde no est¨¢ bien visto que hablen o vayan al colegio. Pero vemos casos positivos y tratamos de aferrarnos a ellos. Ellas tienen que trabajar el doble que los varones, pero se puede", afirma Novoa.
Como Gatsha y Watson, los cientos de j¨®venes activistas reunidos en la Asamblea de la Juventud durante la ICSW en Belgrado reclaman ser parte activa del desarrollo. No quieren ser solo beneficiarios del progreso ni tampoco una cuota a cumplir en los paneles y organigramas. Ellos lo llaman tokenismo (del ingl¨¦s token, que significa s¨ªmbolo). "Conozco un mont¨®n de plataformas y organizaciones que se centran en la gente joven, pero ?es suficiente? No. Todav¨ªa se les incluye en los eventos y las conversaciones para cubrir un cupo. Pero no se les tiene que llamar solo para llenar un hueco, eso tiene que cambiar", pide Natasha Chaudhary, de 26 a?os, que trabaja en la fundaci¨®n Haiyya que asesora, organiza e impulsa movimientos de la sociedad civil en India.
Para Chaudhary, el surgimiento de figuras como Greta Thunberg o Malala puede ser una inspiraci¨®n para otros. ¡°Absolutamente. Los j¨®venes son el futuro. Tenemos que asegurarnos de que est¨¢n bien equipados y preparados para liderar los cambios. Tenemos que empezar a confiar en ellos. Pueden hacerlo, tienen ideas incre¨ªbles y solo tenemos que apoyarles", lanza. Pero advierte del uso de estas y otras figuras como "chicos de p¨®ster" cuyas historias sean utilizadas para "vender una marca".
Gatsha, activista LGTBI de Botsuana, analiza la notoriedad de personas que han compartido sus dram¨¢ticas experiencias de modo parecido: "Muchos supervivientes han encontrado en la victimizaci¨®n la gloria. Hay gente que cree que para acabar con la pobreza y destacar, necesita de una historia resonante que pueda cambiar la vida de otros. Y eso es cierto, pero debemos ser conscientes que cuando celebramos que esas personas han sobrevivido, hay otras muchas que no necesariamente tienen el mismo privilegio ni acceso a los canales de difusi¨®n". Los hay que, de hecho, no pueden literalmente hablar libremente de qui¨¦nes son ni lo que hacen. De hacerlo, su integridad f¨ªsica e incluso su vida est¨¢n en serio peligro. Es el caso de una joven feminista de China que, tras dos horas de entrevista para este reportaje, pidi¨® que no se publicase ni un solo detalle sobre su labor, su trayectoria ni c¨®mo se mantuvo la conversaci¨®n. "Quiero seguir realizando mi trabajo, es c¨®mo m¨¢s ¨²til voy a ser para lograr la igualdad de g¨¦nero", zanj¨®.
"A veces, no nos gusta que haya l¨ªderes. Tienen el talento de hablar con los medios, pero no queremos construir una cultura de seguidores", razona Novoa. Sin embargo, ve en el momento actual de respaldo al liderazgo y fama de j¨®venes figuras una oportunidad de reba?ar m¨¢s fondos para el colectivo. "En Civicus, hemos asegurado tres millones de d¨®lares para j¨®venes. Uno y medio de la Fundaci¨®n Gates y otro tanto de la cooperaci¨®n noruega para invertir en chicos y chicas que no est¨¢n Europa o Estados Unidos, ni tampoco forman parte de organizaciones".
De ello se van a beneficiar Dariele Santos, brasile?a de 27 a?os, y Ximena Arrieta, mexicana de 30. Y sobre todo van a ganar las personas y organizaciones para las que trabajan. Ambas haciendo un uso innovador de la tecnolog¨ªa. Santos, para acabar con la esclavitud en el sector textil en Brasil mediante un sistema de verificaci¨®n de las condiciones laborales en toda la cadena de producci¨®n basado en el blockchain. Arrieta, para proteger a periodistas y ONG que trabajan con v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, en un pa¨ªs, M¨¦xico, en el que los ataques y asesinatos de informadores y mujeres son el pan nuestro de cada d¨ªa. Hay que cerrar todas las puertas a los criminales y los esp¨ªas, y una de ellas se deja muy abierta, alerta. "Solo el 10% de los periodistas y defensores de los derechos humanos tienen h¨¢bitos de seguridad digital".
Las dos iniciativas estaban ya en marcha y contaban con cierta financiaci¨®n, pero el programa Goalkeepers les ayudar¨¢ a impulsar, completar y escalar sus proyectos. Es el tan reclamado apoyo que empieza a llegar. Pero, al igual que sus coet¨¢neos, Arrieta considera que hace falta m¨¢s. "Hay muchos j¨®venes que se est¨¢n involucrando, pero de ah¨ª a que sean escuchados¡ va una diferencia". En M¨¦xico, se?ala, se est¨¢ constri?endo el espacio para los movimientos y organizaciones sociales. Un fen¨®meno que es, en realidad, global. Solo el 4% de la poblaci¨®n mundial vive en pa¨ªses donde los Gobiernos respetan debidamente las libertades de asociaci¨®n, reuni¨®n pac¨ªfica y expresi¨®n, se?ala el informe de Civicus de 2018 al respecto.
Adem¨¢s, Arrieta echa de menos j¨®venes activistas referentes en la regi¨®n. "Si acaso la chica mexicana que fue nominada al Oscar por la pel¨ªcula Roma, Yalitza Aparicio, de 25 a?os. Es defensora de los derechos de las mujeres e ind¨ªgenas, que es un doble estigma en M¨¦xico porque es un pa¨ªs racista. Quiz¨¢ pueda ser ella ese posible referente, incluso la invitaron a hablar en Naciones Unidas. Tengo fe", reflexiona.
Por su parte, Santos pone la nota discordante: "No importa si no se escucha los j¨®venes porque los cambios van a suceder de todos modos. Se quiera o no". Es lo que ella les dice a las marcas para que compren su idea y aseguren a sus clientes que sus prendas son justas, libres de trabajo esclavo. Los consumidores acabar¨¢n solicitando que as¨ª sea. "Ahora tienen que decir si quieren ser parte del cambio o quedarse a atr¨¢s y despu¨¦s tener que arreglarlo". Sirve su mensaje para todos.
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