Por qu¨¦ los osos polares son el ¡®canario¡¯ del ?rtico
El primer estudio sobre las cien especies de mam¨ªferos ¨¢rticos alerta sobre su fr¨¢gil situaci¨®n en un entorno polar en el que las temperaturas pueden subir hasta ocho grados
Todos los telediarios daban una noticia digna del arranque de una pel¨ªcula de cat¨¢strofes. Hace un par de meses, unos cincuenta osos polares invadieron la localidad rusa de Belushya Guba y arrasaron con su hambre los vertederos humanos, un buf¨¦ libre irresistible para estos gigantes blancos y sus ansias de calor¨ªas. M¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota, este hecho puso el foco en la realidad que est¨¢n viviendo los osos polares, porque son un animal clave en todo el ecosistema ¨¢rtico. Son los canarios en la mina del ?rtico para el ec¨®logo David Nogu¨¦s Bravo, que responde por videoconferencia reci¨¦n llegado de las fr¨ªas tierras de Svalbard, el gigantesco archipi¨¦lago a medio camino entre Noruega y el polo norte. "El ?rtico es un laboratorio natural del cambio global, porque all¨ª est¨¢ sucediendo m¨¢s r¨¢pido que en otras partes del mundo, estamos viendo sus consecuencias a?os antes que en el resto", advierte. En Svalbard, las temperaturas han crecido hasta cinco grados, frente al grado de media global, y se teme que pueda llegar a los ocho o diez grados.
Est¨¢ en lo alto de dos de esas pir¨¢mides alimenticias de los libros escolares, la terrestre y la marina, y por eso siente en sus carnes las amenazas de todo el ecosistema
Nogu¨¦s est¨¢ estudiando all¨ª las amenazas para la biodiversidad y el oso polar es una pieza clave. "Es un mam¨ªfero marino y por eso simboliza la interacci¨®n del mundo terrestre y el acu¨¢tico, porque sufre impactos desde los dos ¨¢mbitos. El futuro del oso polar est¨¢ muy ligado al futuro de todo el ecosistema", resume el cient¨ªfico de la Universidad de Dinamarca. Seg¨²n explica, el oso polar est¨¢ en lo alto de dos de esas pir¨¢mides alimenticias de los libros escolares y, por tanto, "recibe los impactos de las especies que est¨¢n debajo de ¨¦l". Los osos tienen dos patas en el mundo marino y otras dos en tierra, por lo que sufren las amenazas de ambos lados. El trabajo de Nogu¨¦s muestra que "el ?rtico es una de las regiones en las que las especies dependen m¨¢s unas de otras". Las redes que conectan a esta biodiversidad polar son sumamente y, por tanto, la fragilidad de un elemento es un peligro para todo el ecosistema.
"Dado que son especies altamente especializadas con vidas largas y lenta reproducci¨®n, la habilidad de los mam¨ªferos ¨¢rticos para adaptarse y responder con rapidez al veloz cambio clim¨¢tico y las amenazas es limitada", describe Louise Flensborg, que est¨¢ realizando la tesina de su m¨¢ster sobre la evoluci¨®n de los cien mam¨ªferos ¨¢rticos con la supervisi¨®n de Nogu¨¦s y la colaboraci¨®n de la Universidad de Svalbard. Un documento que ayudar¨¢ a tomar futuras decisiones al Consejo ?rtico que rige los destinos de la regi¨®n, sometida a importantes presiones por los intereses econ¨®micos y geoestrat¨¦gicos de pa¨ªses como Rusia y EE UU. Esta misma semana, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que le parece inquietante c¨®mo va a afectar el cambio clim¨¢tico a la regi¨®n ¨¢rtica, mientras anunciaba que habr¨¢ rebajas fiscales para la extracci¨®n de recursos naturales en la regi¨®n, en la que su pa¨ªs centra el 10% de todas sus inversiones. Las perspectivas, por tanto, no son muy buenas.?
Al oso no lo est¨¢n cazando, explica Nogu¨¦s, pero si los oc¨¦anos est¨¢n contaminados y las temperaturas cambian, habr¨¢ menos zooplancton para que lo coman especies m¨¢s grandes, que a su vez alimentan unos crust¨¢ceos mayores y al final de esa cadena est¨¢n las focas, el principal alimento de los osos marinos. "Si la foca no encuentra las condiciones para alimentarse y reproducirse bien, las poblaciones tambi¨¦n decrecen y por tanto los osos tienen menos posibilidades para alimentarse. Van ligados", sentencia Nogu¨¦s. "Si en tierra tenemos actividades humanas, miner¨ªas, extracci¨®n de hidrocarburos, sus nuevos asentamientos, etc. y en el mundo marino sufren estos impactos por la contaminaci¨®n, el oso polar se convierte en un s¨ªmbolo de amenazas variadas que son representativas de lo que le est¨¢ pasando a todas las especies del ecosistema. El oso polar es el ejemplo m¨¢ximo", resume.
Se espera un calentamiento de ocho grados para Svalbard, una temperatura que no se hab¨ªa visto en esa zona en los ¨²ltimos dos o tres millones de a?os
A esto, l¨®gicamente, hay que sumar el efecto directo del calentamiento en la vida de los osos marinos: el hielo del que viven se derrite. "Se est¨¢n encontrando con m¨¢s y m¨¢s dificultades para llevar su ciclo vital de forma natural: usan el hielo en el mar para cazar y ahora tienen mucho menos que hace cien a?os y eso trae consecuencias. Primero, su h¨¢bitat natural es menor, con lo cual tambi¨¦n son menores sus probabilidades de caza. No se puede nadar y cazar a la vez: necesitan la plataforma del hielo para atrapar a las focas", lamenta el ec¨®logo. Por eso, acuden en masa a comer una ballena varada, empiezan alimentarse con delfines y huevos o asaltan asentamientos humanos en Rusia o Canad¨¢.
Eso tiene tambi¨¦n consecuencias sobre la propia especie, porque se ha visto en el pasado: que osos polares y osos pardos se han cruzado. "En los ¨²ltimos cientos de a?os se han separado, pero con el calentamiento global tenemos a osos polares intentando vivir en ¨¢reas donde no estaban antes y posiblemente se van a encontrar con osos pardos en Norteam¨¦rica. Entraran en din¨¢micas de reproducci¨®n, hay evidencias en el pasado, de intercambio gen¨¦tico entre ellos, generando subespecies", explica Nogu¨¦s. Y avisa: "Es posible que si esto sigue as¨ª durante cientos de a?os, el oso polar podr¨ªa desaparecer de esta forma".
"El h¨¢bitat est¨¢ cambiando r¨¢pidamente y ¨¢reas importantes como el hielo marino est¨¢n desapareciendo. En el futuro, este cambio del h¨¢bitat y en el incremento de las amenazas no har¨¢ m¨¢s que crecer", advierte Flensborg. En su trabajo, el primero que analiza las tendencias vitales del centenar de mam¨ªferos ¨¢rticos, se muestra que del 29% de especies marinas amenazadas de 1996 han pasado al 31%, como los osos, las morsas, la foca capuchina y la nutria marina. "Eso hace pensar si estamos fallando en medidas de conservaci¨®n; si la inversi¨®n y el inter¨¦s pol¨ªtico hubiera sido mayor, las especies estar¨ªan mejor que hace 20 a?os", denuncia Nogu¨¦s. El estudio en el que est¨¢n trabajando muestra que hay muchas especies que no est¨¢n amenazadas hoy, pero comparten patrones, amenazas y caracter¨ªsticas con otras que s¨ª lo est¨¢n, como el carib¨², lo que las hacen proclives a moverse en esa direcci¨®n en el futuro.
"El ?rtico es un laboratorio natural del cambio global, porque est¨¢ sucediendo m¨¢s r¨¢pido que en otras partes del mundo, viendo sus consecuencias a?os antes que en el resto", advierte Nogu¨¦s
"El ¨²ltimo informe da un posible calentamiento de ocho grados para Svalbard, una temperatura que no se hab¨ªa visto en esa zona del planeta en los ¨²ltimos dos o tres millones de a?os", advierte este experto en macroecolog¨ªa del Museo de Historia Natural de Dinamarca. El ?rtico se est¨¢ calentando el doble de r¨¢pido que el resto del planeta. "Vamos hacia escenarios que desconocemos y no podemos saber cu¨¢l va a ser la reacci¨®n de la biodiversidad y los ecosistemas: vamos hacia un ¨¢rtico m¨¢s verde y menos blanco. Va a haber m¨¢s calor, m¨¢s producci¨®n vegetal, m¨¢s especies de plantas llegando all¨ª y qui¨¦n sabe si dentro de 50 a?os empezaremos a ver ¨¢rboles recolonizando el polo norte", aventura.
Este experto espa?ol no tiene dudas, la soluci¨®n pasa por medidas legales directas en la regi¨®n y tambi¨¦n por un cambio global: "Hay que reducir el impacto de los humanos en el ?rtico. Eso pasa por reducir las grandes inversiones en la extracci¨®n de recursos, pero tambi¨¦n en reducir la llegada masiva de turistas: en Svalbard hab¨ªa un crucero de 3.500 personas que fondea all¨ª un par de d¨ªas". Y a?ade: "Pero las emisiones de CO2 o la contaminaci¨®n de los oc¨¦anos no se producen all¨ª, su origen va m¨¢s all¨¢".
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