El caf¨¦ entra en crisis
Las alertas est¨¢n dadas y deben funcionar como poderosas llamadas de atenci¨®n para una acci¨®n eficaz y a largo plazo que involucre a gobiernos y a la cadena agroindustrial
El derrumbe de los precios del caf¨¦, el segundo producto agr¨ªcola a escala mundial medido por su volumen de comercio (unos 15.000 millones de d¨®lares anuales), genera una crisis con gran impacto social, econ¨®mico y productivo, principalmente entre los peque?os productores de Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Durante el 2018, el precio medio de una libra de caf¨¦ ar¨¢biga, el de mayor calidad, fue de 1,01 d¨®lares. Ese valor estaba por debajo de los 0,95 d¨®lares el pasado mes de abril: fue el menor en los ¨²ltimos 13 a?os.
M¨¦xico, Costa Rica, Panam¨¢, El Salvador, Guatemala, Honduras, Belice, Colombia, Per¨², Ecuador, Bolivia, Rep¨²blica Dominicana, Jamaica y Brasil son pa¨ªses que pueden sufrir serios impactos. Para Colombia y Honduras el caf¨¦ supone cerca de un tercio de las exportaciones. Los precios a la baja tienen su correlato en p¨¦rdida de empleos, ingresos y migraciones.
Los productores de caf¨¦ no logran cubrir los costes de producci¨®n, hacer frente a las deudas, sostener niveles de empleo ni atender el cultivo con las inversiones m¨ªnimas de manejo agr¨ªcola, algo que provocar¨¢ que se incrementen las plagas y bajen los niveles de productividad. Muchos est¨¢n al borde de la pobreza y la inseguridad alimentaria.
La crisis de rentabilidad y los cada vez m¨¢s frecuentes eventos clim¨¢ticos extremos, como los que azotan al Corredor Seco centroamericano, son un caldo cultivo que atizan el abandono de territorios rurales y las migraciones masivas. Cerca de 14 millones de personas dependen o est¨¢n relacionadas con la actividad cafetalera en Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Cerca de 14 millones de personas est¨¢n relacionadas con la actividad cafetalera en Am¨¦rica Latina y el Caribe
La crisis de precios es apremiante y est¨¢ fuera del control de los productores, por lo que es urgente desarrollar pol¨ªticas que promuevan el di¨¢logo entre actores de la cadena, mejoren el acceso a informaci¨®n y a insumos a precios competitivos, y fomenten la renovaci¨®n de las plantaciones con variedades m¨¢s productivas, precoces y resistentes a enfermedades y plagas.
Tambi¨¦n es imperativo agregar valor sobre la base de calidad y diferenciaci¨®n, certificando caf¨¦s especiales y apostar a indicaciones geogr¨¢ficas, caf¨¦s de especialidad o gourmet, sistemas de producci¨®n sostenibles o carbono-neutrales, caf¨¦ org¨¢nico o de comercio justo.
Pero, fundamentalmente, son necesarias acciones a nivel macroecon¨®mico: pol¨ªticas que mejoren la inversi¨®n p¨²blica e impacten la competitividad de la cadena en los mercados y en las relaciones con las grandes comercializadoras.
Se trata de una discusi¨®n hemisf¨¦rica de alto nivel conectada a los problemas m¨¢s acuciantes del mundo contempor¨¢neo que es parte inseparable de las actividades del Instituto Interamericano de Cooperaci¨®n para la Agricultura (IICA) y ocupan un lugar fundamental en la agenda de la cooperaci¨®n t¨¦cnica.
Manuel Otero es director general del Instituto Interamericano de Cooperaci¨®n para la Agricultura.
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