Jason Stanley: ¡°A los blancos de clase baja en EE UU les est¨¢ matando su blancura¡±
Profesor en la Universidad de Yale, en su libro 'Facha' disecciona los rasgos del fascismo que afloran en las sociedades actuales
El antiintelectualismo, el victimismo y la imposici¨®n de valores patriarcales son los elementos comunes de la ideolog¨ªa ultra que brota hoy en distintas latitudes. Esto es lo que sostiene Jason Stanley (Estados Unidos, 1969) en su ¨²ltima obra, How Fascism Works, traducido por Laura Ib¨¢?ez y publicado por Blackie Books como Facha. C¨®mo funciona el fascismo y c¨®mo ha entrado en tu vida. Colaborador habitual en medios, Stanley traza un amplio mapa del fascismo que abarca varias d¨¦cadas y m¨¢s de media docena de pa¨ªses.
Este doctor en Filosof¨ªa por el Massachusetts Institute of Technology y profesor en la Universidad de Yale, antes de desgranar la ideolog¨ªa fascista y sus reencarnaciones en el panorama pol¨ªtico actual, analiz¨® los mecanismos propagand¨ªsticos en su anterior libro How Propaganda Works (c¨®mo funciona la propaganda), que le vali¨® el premio de la Asociaci¨®n Estadounidense de Editores en 2016. De ah¨ª ha dado el salto a estudiar el efecto pernicioso que tiene la mitificaci¨®n de un pasado nacional glorioso. Afirma Stanley que la falsificaci¨®n e idealizaci¨®n de la historia hoy sustenta desde el lema trumpiano de ¡°hacer Am¨¦rica grande otra vez¡± hasta la Hungr¨ªa de Orb¨¢n, pasando por el partido Bharatiya Janata en India. En la biblioteca p¨²blica de Nueva York, a principios de mayo, defend¨ªa con energ¨ªa la urgencia de actuar ante el imparable ascenso de una ret¨®rica ultra que no es inocua.
PREGUNTA. Se especializ¨® en filosof¨ªa del lenguaje. ?C¨®mo decidi¨® estudiar el fascismo?
RESPUESTA. En 2009 estuve dando clases en la Universidad Central Europea en Budapest. Regres¨¦ un a?o m¨¢s tarde, tras la victoria de Viktor Orb¨¢n, y el ambiente estaba enrarecido. Percib¨ª el antisemitismo detr¨¢s del discurso pol¨ªtico como si fuera una onda de ultrasonido, y record¨¦ lo que hab¨ªa escrito mi abuela sobre cu¨¢n gradual hab¨ªa sido el cambio en el Berl¨ªn de los a?os treinta. Lo vi claro: el antisemitismo no era algo remoto, hab¨ªa vuelto.
P. Su abuela, haci¨¦ndose pasar por una trabajadora social, ayud¨® a escapar a cientos de prisioneros del campo de concentraci¨®n alem¨¢n Sachsenhausen. ?Qu¨¦ recuerda de ella?
R. Muri¨® cuando yo ten¨ªa un a?o, no llegu¨¦ a conocerla. Pero en sus escritos ella habl¨® de un tiempo en el que se usaba una determinada ret¨®rica y parec¨ªa que nada estaba pasando, que las palabras no ten¨ªan consecuencias. Sin embargo, los discursos no son inanes, la ret¨®rica acaba por calar y hoy ya est¨¢n afectando al mundo.
P.?En Facha escribe sobre el ataque a las universidades como uno de los rasgos definitorios del fascismo.
R. Lo es, basta mirar la situaci¨®n hoy en Brasil o leer lo que escribi¨® Masha Gessen sobre el furibundo ataque a la correcci¨®n pol¨ªtica en EE UU, su caricaturizaci¨®n. Este ataque ocurre en el ¨¢mbito internacional; las universidades se convierten en zona de guerra.
P.??C¨®mo ve los campus estadounidenses?
Se invierte mucho dinero en atacar a las universidades porque ah¨ª es donde hay libertad
R. Yo lo que veo en las universidades de EE UU es la llegada de muchas corporaciones. Mire, Yale no es ning¨²n reducto de peligrosos izquierdistas, ah¨ª se guarda el archivo de Kissinger y no se ha sacado a Shakespeare de los programas lectivos. Es incre¨ªble la de cosas que son exageradas e inventadas y que se difunden. Se invierte mucho dinero en atacar a estos centros porque es ah¨ª donde hay mayor libertad de expresi¨®n y donde hay m¨¢s protestas.
P. Esa difusi¨®n de exageraciones y falsedades va en la l¨ªnea con Breitbart News y su exdirector Steve Bannon.??Por qu¨¦ no escribe sobre ¨¦l en Facha?
R.?No es ning¨²n mago y no creo que tenga tanto poder como se le presupone. El republicano Newt Gingrich ha sido mucho m¨¢s visionario en cuanto a comunicaci¨®n pol¨ªtica. Y quienes s¨ª que tienen poder son los oligarcas de la derecha conectados con el vicepresidente Mike Pence, que promueven todas las pol¨ªticas antigay. En Hungr¨ªa, Orb¨¢n sabe bien lo que hace, no necesita a Bannon, como tampoco le necesitan en Viena.
- P. ?C¨®mo detener las teor¨ªas conspirativas que alimentan el miedo?
- R. Esto es algo que los fil¨®sofos pol¨ªticos est¨¢n debatiendo mucho hoy. Esas teor¨ªas pueden pasar por verdades cuando las democracias acometen pol¨ªticas antidemocr¨¢ticas.
- P. ?Por ejemplo?
- R. Mire, el fen¨®meno de las noticias falsas no es nuevo. En 2003 nos llevaron a la guerra de Irak.
- P. ?La novedad son las cajas de resonancia que crean las redes sociales?
- R. Bueno, esto de las cajas de resonancia creo que b¨¢sicamente se refiere a un tribalismo que tampoco es nuevo. Alguna gente queda aislada de la realidad y acaba atrapada en falsos mitos.
- P. ?Ninguna sociedad es inmune a las t¨¦cnicas del fascismo?
- R. Creo que algunas zonas de Alemania nunca ser¨¢n fascistas, y esto permite tener cierta esperanza en el poder de una buena educaci¨®n. Pero bueno, aunque en Alemania el asunto de la supremac¨ªa aria no resurge, si es cierto que tienen algunos mitos nacionalistas, como esa imagen de que los griegos son unos vagos.
Steve Bannon no es ning¨²n mago y no tiene tanto poder como se le presupone
- P. En su libro no menciona en ning¨²n momento el populismo como uno de los rasgos del fascismo. ?Por qu¨¦?
- R. Es un t¨¦rmino que trat¨¦ de evitar, s¨ª. Quer¨ªa dejar claro que a lo que nos enfrentamos es a un etnonacionalismo de extrema derecha. Hay un viejo debate sobre los rasgos que quedan fuera si tratas de englobarlo todo y de analizar todos los extremismos, tanto de la izquierda como de la derecha.
- P. La pensadora Hannah ?Arendt a quien cita ampliamente fue la primera en teorizar sobre lo que ella bautiz¨® como totalitarismos.
- R. S¨ª, pero no estoy de acuerdo con Arendt. Algunas cosas se aplican a cualquier r¨¦gimen totalitario, pero no todas.
- P. ?Cu¨¢les?
- R. Arendt coloca la raza, un asunto que define el fascismo, y la lucha de clases al mismo nivel.
- P. ?El enfrentamiento de clases no ha desempe?ado un papel, por ejemplo, en la elecci¨®n del presidente Trump en EE UU?
- R. A los blancos de clase baja en EE UU los est¨¢ matando su blancura. El partido republicano lleva a?os apoyando pol¨ªticas que no s¨®lo les est¨¢n perjudicando sino diezmando, con leyes sobre armas, rebajas de impuestos a las grandes fortunas, recortes en la educaci¨®n p¨²blica, o el rechazo al Obamacare. Ellos son quienes est¨¢n siendo sacrificados.
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