Viena sent¨® precedente al introducir el transporte p¨²blico a un euro al d¨ªa
La capital austr¨ªaca ha conseguido que s¨®lo el 25% de los vieneses use el coche privado.
En 2012, la capital austr¨ªaca se plante¨® una medida revolucionaria que transformar¨ªa la ciudad: reducir el abono anual del transporte p¨²blico a 365 euros, es decir, a tan solo un euro al d¨ªa. Desde que esta medida se puso en vigor en 2013, las tarifas del transporte p¨²blico en Viena se han mantenido est¨¢ticas y por el momento, no hay planes de incrementarlas.
Pero, ?c¨®mo se pudo implementar esta medida? Para poder reducir los costes del transporte p¨²blico, las multas por aparcamiento en la capital aumentaron un 60 % y se estableci¨® un impuesto adicional a todos los empresarios (que supone dos euros al mes por cada empleado contratado). Adem¨¢s, se debe tener en cuenta que la compa?¨ªa austr¨ªaca de transporte, Wiener Linien, recibe 700 millones de euros anuales en ayudas tanto del gobierno municipal como nacional.
Desde su implementaci¨®n, las cifras han sido muy positivas pues el n¨²mero de abonos anuales vendidos en la capital creci¨® de 303.000 en 2005 a 373.000 en 2012; pero el a?o pasado, el n¨²mero de personas que adquirieron un billete anual super¨® la cifra de 822.000. Adem¨¢s, el n¨²mero de pasajeros que viaja en transporte p¨²blico en Viena tambi¨¦n ha aumentado: de 875 millones en 2012 a 961 millones en 2017.
Este sistema de transporte p¨²blico consiste en una densa constelaci¨®n de tranv¨ªas, autobuses, trenes y vagones de metro, y es considerado como uno de los mejores sistemas de transporte p¨²blico del mundo. Desplazarse por la ciudad en transporte p¨²blico es f¨¢cil, con conexiones e intercambios cortos entre estaciones, bien conectado y con una frecuencia regular de buses y trenes. Y, adem¨¢s, el billete anual es relativamente barato si lo comparamos con ciudades como Londres, por ejemplo, donde el abono anual (zonas 1 a 4) es de 2020 libras, unos 2245 euros.
En la actualidad, muchas ciudades europeas ya est¨¢n implementando pol¨ªticas p¨²blicas y estrategias para cumplir con los objetivos fundamentales del marco de clima y energ¨ªa para 2030. Entre estos objetivos est¨¢ la reducci¨®n de al menos 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relaci¨®n con los niveles de 1990), impulsar al menos un 27 % de cuota de energ¨ªas renovables, y mejorar al menos un 27 % de la eficiencia energ¨¦tica.
Muchas ciudades alemanas han querido seguir el ejemplo vien¨¦s de transporte p¨²blico y se est¨¢n planeando nuevas maneras de reducir la poluci¨®n del aire para alcanzar los objetivos europeos marcados. De hecho, ya el activista berlin¨¦s Heinrich Str??enreuther, fundador de The Clever Cities Initiative y Smart-City-Agency lanz¨® una campa?a similar al modelo implementado en Viena para reducir el precio del transporte p¨²blico de Berl¨ªn a un euro al d¨ªa para tener un aire limpio, unas pol¨ªticas p¨²blicas para el clima efectivas, y a la vez, reducir el tr¨¢fico en la ciudad. Esta petici¨®n ya la han firmado m¨¢s de 33.000 personas y reclama que el gobierno podr¨ªa financiar parte de la iniciativa reasignando los recursos de los subsidios al di¨¦sel. Hace pocos d¨ªas, Michael M¨¹ller ¨Calcalde de Berl¨ªn¨C mencion¨® que estaba considerando bajar el precio anual del transporte p¨²blico a 365 euros para reducir la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica de la capital, tal y como lo hizo Viena hace casi siete a?os.
Actualmente, el coste anual para el S-Bahn, U-Bahn, autob¨²s y el tranv¨ªa en Berl¨ªn var¨ªa entre 730 y 760 euros (dependiendo del m¨¦todo de pago), y esta medida supondr¨ªa reducir el precio del billete casi a la mitad. Estos precios podr¨ªan ser comparables a ciudades como Barcelona, donde el precio trimestral del billete de transporte p¨²blico integrado roza casi los 200 euros para los residentes en zona 2 (es decir, 800 euros anuales).
Y es que, es necesario comprender que, para mejorar la movilidad y la accesibilidad urbana en ciudades como Barcelona o Berl¨ªn, es vital tener una visi¨®n metropolitana del conjunto. Son precisamente los habitantes de la periferia los que utilizan a diario el veh¨ªculo privado para acceder a la ciudad ya que las conexiones y la frecuencia de autobuses, metros y trenes siguen siendo deficientes y poco econ¨®micos. Quiz¨¢ la mirada debe posicionarse en lo que sucede en los l¨ªmites metropolitanos y no tan solo en lo que ocurre en los centros urbanos...
La bajada de precios del abono anual a un euro al d¨ªa ha funcionado en Viena, donde esta medida ha tenido un amplio respaldo tanto pol¨ªtico como comunitario de manera prolongada. Cabe destacar que esta medida ser¨¢ efectiva y solo tendr¨¢ sentido si hay una doble voluntad, tanto ciudadana como pol¨ªtica. Es totalmente necesario desprenderse de la dependencia del veh¨ªculo privado y acostumbrarse a viajar en transporte p¨²blico. Pero, a la vez, esta medida tiene que venir acompa?ada de una voluntad pol¨ªtica de mejorar y expandir v¨ªas y recorridos, crear nuevas conexiones, instalaciones y servicios de transporte ¨Cm¨¢s all¨¢ de las demarcaciones administrativas del territorio¨C, as¨ª como adquirir nuevos trenes para que haya mayor frecuencia.
Las ciudades alemanas de Bonn, Essen, Herrenberg, Mannheim y Reutlingen ya han empezado a introducir medidas municipales para promover el uso del transporte p¨²blico y reducir su tarifa anual;? medidas en las que el gobierno nacional ha subsidiado con m¨¢s de 120 millones de euros para ayudar a cubrir el d¨¦ficit. Y, Berl¨ªn parece que seguir¨¢ el mismo camino.
Si se implementara el sistema vien¨¦s en nuestras ciudades, ?estar¨ªamos dispuestos a desprendernos del coche privado para utilizar el transporte p¨²blico?
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