¡°El cambio clim¨¢tico es un problema mucho m¨¢s inmediato que la ca¨ªda de un asteroide¡±
La matem¨¢tica experta en medir los efectos de un tsunami provocado por un terremoto investiga la explosi¨®n de asteriodes
Marsha Berger es una autoridad mundial en el an¨¢lisis de los tsunamis provocados por un terremoto gracias a sus modelos matem¨¢ticos. En concreto, del poder de destrucci¨®n de un maremoto frente a la costa estadounidense y la de Nueva York, en cuya universidad imparte clases de Ciencias de la Inform¨¢tica y Matem¨¢ticas. Ahora est¨¢ investigando la probabilidad de que un asteroide explote en el aire y cause un tsunami. Este proyecto dirigido por la NASA surgi¨® a ra¨ªz de la eclosi¨®n en 2013 a 30 kil¨®metros de altura de un meteorito de 20 metros de di¨¢metro sobre la ciudad rusa de Cheli¨¢binsk.
¡°Es muy poco probable que caiga una asteroide tan grande que pueda causar muchos da?os como, por ejemplo, el que provoc¨® la desaparici¨®n de los dinosaurios. Cada d¨ªa caen asteroides a la Tierra, la mayor parte son muy peque?os. Pero hay casos excepcionales, como el de Cheli¨¢binsk. Hubo much¨ªsimos da?os materiales, pero ninguna v¨ªctima mortal¡±, explica esta neoyorquina de 66 a?os, poco despu¨¦s de intervenir en el gran congreso cuatrienal sobre matem¨¢ticas aplicadas que se celebr¨® en Valencia la pasada semana con la asistencia de 4.000 cient¨ªficos de todo el mundo.
Una parte importante de la investigaci¨®n de la NASA, que invit¨® a Berger a participar en ella, est¨¢ basada en el an¨¢lisis de los datos recogidos por los m¨®viles de los ciudadanos rusos que observaron el fen¨®meno. ¡°S¨ª, s¨ª, hoy contamos con un mont¨®n de mediciones y de tecnolog¨ªas que permiten medir, por ejemplo, la presi¨®n necesaria para romper una ventana. Nunca hasta ahora en la historia hemos tenido tantos datos para una investigaci¨®n de este tipo, incluidos tambi¨¦n los proporcionados por los m¨®viles con c¨¢mara de los vecinos¡± apunta.
?Y qu¨¦ es m¨¢s probable que la costa americana, por ejemplo, sufra un gran da?o por el cambio clim¨¢tico o por la ca¨ªda de un asteroide? Berger hace un gesto de preocupaci¨®n: ¡°Estamos muy preocupados. Todo el mundo lo est¨¢, o lo deber¨ªa estar, porque hay motivos de sobra. El cambio clim¨¢tico es un problema mucho m¨¢s inmediato que el del asteroide y, adem¨¢s, tenemos a seguridad de que causar¨¢ mucho da?o¡±. ¡°La ciencia est¨¢ teniendo muchos problemas para financiarse en los ¨²ltimos tiempos. EE UU tiene un gobierno que no es muy receptivo¡±, agrega con una mueca de lamento cr¨ªtico.
"Los modelos matem¨¢ticos computacionales pueden describir y predecir los cambios que habr¨¢, y su magnitud, por ejemplo, los huracanes y el aumento de las lluvias. De ese modo se pueden elaborar modelos de futuro. El mismo c¨®digo de ordenador que se utiliza para estudiar los tsunamis se puede usar para investigar c¨®mo influye un hurac¨¢n en las inundaciones, en situaciones como la que se vivi¨® en Nueva Orleans", explica. "Usaron mi c¨®digo inform¨¢tico para estudiar la posibilidad de que hubiera alg¨²n tsunami generado por un terremoto en el Mediterr¨¢neo", a?ade, sin ninguna afectaci¨®n.
Marsha Berger se aficion¨® a las matem¨¢ticas de ni?a: "Siempre tuve muy buenos profesores de matem¨¢ticas en el colegio. Y mi madre es ingeniera, algo bastante inusual entonces. Crec¨ª creyendo que eran divertidas y algo muy normal. Hay mucha gente que se desanima en los primeros a?os o bien por la familia o bien por el colegio. Yo no tuve este problema porque mi madre era un modelo a seguir".
Tampoco ha tenido problemas de discriminaci¨®n por ser mujer, pero reconoce que "casi cualquier compa?era matem¨¢tica los ha tenido". "Pero las cosas han mejorado, simplemente porque hay m¨¢s mujeres ahora. Es importante llegar a una cierta masa cr¨ªtica, a¨²n no se ha llegado, aunque estamos relativamente cerca", sostiene sin perder la sonrisa, que parece su forma de vencer una cierta incomodidad por ser protagonista de una entrevista fuera del ¨¢mbito acad¨¦mico. Su sonrisa solo explota en una carcajada cuando responde a la pregunta de si hay alguna de las muchas pel¨ªculas de cat¨¢strofes que destaca por su rigor cient¨ªfico. "No, por suerte no", responde.
Berger no comparte la opini¨®n de otros colegas relativa a que de hoy se vive una Edad de Oro de las Matem¨¢ticas, aunque las posibilidades de aplicaci¨®n son casi infinitas: "Todas las ¨¦pocas creen que su ¨¦poca es la dorada. Tal vez la clave es el poder computacional, que se ha vuelto tan grande que ahora no solo se puede simular algo, sino dise?ar y optimizar, y eso tiene un impacto enorme. Tambi¨¦n plantea muchos problemas para todo el mundo, sobre todo de intimidad. Como sociedad, a¨²n no hemos decidido ni pensado c¨®mo vamos a manejar esto. Como cient¨ªfica, creo que estamos en la frontera de ver c¨®mo se va a dar un salto muy importante. Por ejemplo, me parece estupendo la medicina personalizada, que tambi¨¦n plantea problemas de privacidad con los datos biol¨®gicos de cada uno, pero la personalizaci¨®n de los medicamentos y del tratamiento en funci¨®n del c¨®digo gen¨¦tico de cada uno ofrece tambi¨¦n tantas ventajas...".
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