El gateo del oso, el ejercicio que sirve para tonificar todo el cuerpo
Este movimiento forma parte de los entrenamientos de alta intensidad y los expertos aseguran que puede ayudarnos a todos a ser m¨¢s ¨¢giles y flexibles
Imaginar a un adulto desplazarse a cuatro patas puede parecer algo rid¨ªculo. Desde muy temprano en nuestras vidas dejamos el gateo ¡ªalgunos ni siquiera lo empiezan¡ª para ponernos de pie y ¡ªm¨¢s o menos torpemente¡ª empezar a caminar erguidos. Sin embargo, el gateo no es una forma de moverse exclusiva de los beb¨¦s, se ha utilizado siempre en deportes de ¨¦lite y recientemente se ha incorporado a entrenamientos de moda. Y, por si fuera poco, algunos especialistas en fisioterapia consideran que hacerlo ayuda a recuperar la flexibilidad y agilidad que perdemos desde que nos ponemos de pie y con el sedentario ritmo de vida que llevamos hoy en d¨ªa.
Ligado a numerosos deportes como el yudo y la lucha ol¨ªmpica, donde saber desplazarse con agilidad por el suelo es fundamental para los combates, el gateo se ha abierto hueco en los entrenamientos intervalicos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en ingl¨¦s). Ejemplo de ello, como contamos en BUENAVIDA, es la rutina de sentadillas imposibles que permiten que el actor Chris Hemsworth consiga la fortaleza y la agilidad que exige su personaje, Thor.
Denominado como "el gateo del oso", este ejercicio consiste en apoyase sobre las manos y las puntas de los pies, y desplazarse lo m¨¢s r¨¢pido posible de un punto a otro, aunque existen infinidad de variaciones: se puede hacer con la cadera m¨¢s o menos alta, intentando tocar los codos con las rodillas contrarias, movi¨¦ndose de forma lateral (como un cangrejo), manteniendo cabeza y espalda a la misma altura e intentar caminar como un cocodrilo) o introduciendo sentadillas en el ejercicio, como hace el superh¨¦roe de Marvel.
Con tal variedad de opciones, el gateo no tiene nada que envidiar a una m¨¢quina de gimnasio. Al practicarlo la magia del HIIT hace su efecto: el coraz¨®n se pone a mil y el cuerpo trabaja cada uno de sus m¨²sculos tanto de forma isot¨®nica (din¨¢mica) o isom¨¦trica (est¨¢tica), explica Victoria Qui?ones, fisioterapeuta de la Cl¨ªnica Avanfi. "Se activa el core, los abdominales profundos, los oblicuos y serratos. Tambi¨¦n, los hombros, los pectorales, los gl¨²teos y la espalda. Con solo cinco minutos al nivel de intensidad que requiere el HIIT, podemos sentir como 'arde' cada fibra muscular". Y es que el peso con el que hay que trabajar ¡ªque es el de nuestro¡ª recae sobre las distintas partes del cuerpo, (incluidos tendones y articulaciones, que tambi¨¦n se fortalecen) consiguiendo que trabajemos la coordinaci¨®n y que el m¨²sculo se mueva desde diferentes perspectivas.
Empezar como los beb¨¦s
Pero antes de volvernos locos y correr a imitar a Hemsworth, pensemos en la m¨¢xima del trail running que dice "empieza como un viejo y termina como un ni?o", un principio hay que aplicar si decidimos incorporar el gateo por primera vez a nuestros entrenamientos. Es decir, ir poco a poco para no lesionarnos o hacernos da?o.
"Gatear es muy intuitivo, pero puede ser muy demandante f¨ªsicamente porque implica casi la totalidad de la musculatura. Si no se est¨¢ muy en forma, para evitar posibles lesiones, es mejor empezar a gatear como lo hace los beb¨¦s, apoyando manos y rodillas y sobre una superficie mullida", recomienda?Qui?ones. "As¨ª, el peso se reparte entre la clav¨ªcula y la cadera, y los hombros, los pectorales y los abdominales trabajan menos", contin¨²a. La experta aconseja compaginar este ejercicio con otros como las flexiones con las rodillas apoyadas o la tabla para conseguir, adem¨¢s de agilidad, aumentar la fuerza. Con el tiempo, podremos pasar al gateo apoy¨¢ndonos ¨²nicamente en manos y pies.
Gatear para mejorar la flexibilidad
En la actualidad, se podr¨ªa hacer la cr¨®nica de nuestro sedentario ritmo de vida con tres figuras hier¨¢ticas de los antiguos jerogl¨ªficos egipcios. Solo hace falta que representen tres posiciones b¨¢sicas (estar tumbados, sentados o erguidos). Algo que, por supuesto, tiene sus consecuencias no sin consecuencias: se pierde fuerza, movilidad, flexibilidad y coordinaci¨®n corporal. Hasta el punto de que una simple acci¨®n como agacharse a recoger un objeto ca¨ªdo bajo una mesa se convierte en un concierto de suspiros y quejidos sordos. Y la soluci¨®n podr¨ªa estar en recuperar el simple ejercicio de gatear.
Seg¨²n Danielle Johnson, fisioterapeuta de la cl¨ªnica Mayo, nuestras dificultades de movilidad ocurren al dejar de realizar los movimientos que se dominaban cuando ¨¦ramos ni?os: saltar, correr, agacharse, balancearse y, por supuesto, el m¨¢s b¨¢sico de todos, gatear. Por ello, la expera recomienda que, cualquier adulto (sea de la edad que sea) recuperare esta forma de desplazarse como ejercicio para evitar molestias y lesiones por movimientos diarios.
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