Ibiza: la isla del placer sigue en erupci¨®n
Ibiza fue para¨ªso hippy, santuario del tecno m¨¢s hortera y hoy, aun conservando ciertos vestigios de aquel tiempo, es una meca del lujo vacacional. Estrellas de la m¨²sica, modelos, artistas, deportistas de ¨¦lite y millonarios de todo el planeta visitan la isla para vivir el hedonismo y la juerga 24 horas al d¨ªa.
BUENAS NOTICIAS para sus haters: la Ibiza abarrotada y nada apetitosa que muchos se imaginan es real. Esa de vallas publicitarias con vacas sagradas de la electr¨®nica que cre¨ªamos retiradas, j¨®venes ingleses o italianos puestos hasta arriba que pierden su dignidad y extremidades al volante, un ser llamado Mojitoman posando en el yate del expresidente Mariano Rajoy, personas que aplauden cada puesta de sol en Caf¨¦ del Mar y ultraderechistas austriacos conspirando en reservados.
Malas noticias para sus haters: existe tambi¨¦n otra Ibiza, menos abarrotada y mucho m¨¢s apetitosa. Otras ibizas, para ser precisos, y en tan solo unos pocos d¨ªas con sus respectivas noches es posible empacharse de ellas improvisando y sin gu¨ªa, dej¨¢ndose mecer. Toca regresar a la isla del hedonismo.
Son las dos de la madrugada en el exclusivo backstage de Pacha y la megaestrella a la que se espera desde hace una hora no es un DJ hortera sino J Balvin, el capo internacional de la m¨²sica urbana latina, portada de Rockdelux, cabeza de cartel del Primavera Sound y pareja de Rosal¨ªa en el hit Con altura. La espera en el pasillo se ilumina por un ne¨®n con la palabra ¡°reggaeton¡± mientras el autor del lema ¡°Siempre papi, nunca inpapi¡±, que deber¨ªa estar ya subido al escenario, no aparece a¨²n. El rastro en su cuenta de Instagram @jbalvin (30,6 millones de seguidores) revela que esa ma?ana se encontraba en Par¨ªs con Michael Jordan y que en tres horas deber¨¢ despegar de nuevo en su jet privado rumbo a Cerde?a. Por suerte, vemos una camiseta del Sunday Service de Kanye West y detr¨¢s de ella parte del s¨¦quito que viaja con ¨¦l, encabezado por el llamado a ser el futbolista m¨¢s caro de la historia, el franc¨¦s Kylian Mbapp¨¦, y el jugador de la NBA Blake Griffin. La organizaci¨®n respira tranquila.
El sonido latino, tendencia mundial imparable, est¨¢ repoblando una tierra ibicenca abrasada y arrasada por la electr¨®nica m¨¢s comercial como eucaliptos en llamas. Los shows en directo de Daddy Yankee, Ozuna, Becky G o Nicky Jam (serie propia en Netflix, ojo) roban terreno a los sets de David Guetta, Erick Morillo, Richie Hawtin o Steve Aoki. ¡°Aqu¨ª se pelea cada tique cada noche¡±, asegura Pedro Mart¨ªnez, director de marketing de Pacha. Hoy la sala suda lleno total, igual que hizo antes con C. Tangana y otros artistas tasados en decenas de miles de euros por actuaci¨®n.
¡°El p¨²blico estaba pidiendo este momento. Locos eran los empresarios que no hab¨ªan dado a¨²n el paso. Es un movimiento muy fuerte que apenas comienza¡±, afirma Balvin con respecto a la perreizaci¨®n de Ibiza. El videoclip de la veraniega canci¨®n Instagram refleja bien esta nueva era, con Dimitri Vegas & Like Mike, David Guetta, Daddy Yankee y Afro Bros & Natti Natasha meneando el bullarengue en veleros y estampas t¨ªpicas de la isla del amor. Zen, muy zen, casi evanescente. Balvin no pierde la calma ni atrapado en este hist¨¦rico camerino de los hermanos Marx con fans, amigos y supuestos amigos. Levita sobre la euforia que le rodea desprendiendo una obscena paz interior con un t¨¦ en la mano y cara de reci¨¦n levantado. Nada de groupies, drogas ni dem¨¢s caprichos turbios que se le presuponen a una rockstar millonaria. ¡°Estoy como extasiado de vivir¡ No tomo ning¨²n tipo de droga ni alcohol. No necesito nada que me altere la realidad, que es suficientemente bella como la vivo¡±.
J Balvin, megaestrella de la m¨²sica urbana latina, se levanta a las cinco de la madrugada: ¡°No tomo ni droga ni alcohol, ni nada que altere la realidad¡±, asegura
Jose (as¨ª le llaman sus allegados) paladea la conversaci¨®n, escucha con atenci¨®n y sonr¨ªe con los ojos al explicar que cada d¨ªa se levanta a las cinco de la madrugada, hace cardio en ayunas, medita y escribe una lista de sue?os. ¡°?Y a las ocho ya estoy listo p¡¯al planeta! Yo creo mi propio mundo. Se puede llegar al ¨¦xito de una manera no convencional y saludable, siendo equilibrado. Llegado el momento, J Balvin asciende a la superficie bajo el foco de una ovaci¨®n cerrad¨ªsima con el p¨²blico patas arriba a solo unos cent¨ªmetros. ¡°Es como regresar a los comienzos de mi carrera, 10 a?os atr¨¢s, en las discotecas en Colombia, en el barrio, en los guetos de Medell¨ªn¡±. Y a?ade: ¡°Siempre hay buena qu¨ªmica con Espa?a¡±.
Al d¨ªa siguiente, cuando el proclamado semidi¨®s del reguet¨®n ya se pasea al otro lado del Mediterr¨¢neo, otras divinidades paganas presiden las habitaciones del hotel Santos (la 215 es Santa Nina Hagen, la 106 San Brian Wilson, la 313 Santa Sade¡). Un oasis blanco y turquesa de relajo playero en medio del horror vacui guiri de la kilom¨¦trica playa d¡¯en Bossa. En su piscina, como sacados de un videoclip de Rick Ross en Miami, esperan los raperos Vinnie Dollar, Don Mora y Donny King, que se mantienen frescos sin necesidad de ba?ador, con la elegancia de quienes no se quitan el traje ni en una boda sevillana en agosto. Son los aut¨¦nticos nativos, testigos de la primera ¨¦poca de vacas gordas y trapicheo. ¡°Antes manej¨¢bamos el cotarro los de aqu¨ª, pero los de fuera quer¨ªan su parte del pastel. [Abel] Matutes, que es el capo, vio que lo que nos llev¨® a la gloria nos llevaba a la mierda y convirti¨® todo en un sitio para ricos¡±. Junto a otros m¨²sicos como Kinky Bwoy o el productor Coke C¨¦spedes, Vinnie traza la senda del rap flamenco, y en su registro m¨¢s puro revoluciona por buler¨ªas la terraza del chiringuito Cala Escondida, en cala Conta. Para repostar y almorzar, la tertulia se traslada a la realidad paralela del Beach House, exclusivo club de playa con camas balinesas, yoga y comensales con gorra blanca reluciente del club de yates.
Las embarcaciones de lujo est¨¢n tan arraigadas en el paisaje que uno se ve tentado a conocerlas por dentro. El broncead¨ªsimo alem¨¢n Manfred Michl se las vende a compradores de todo el mundo, y nos sube a bordo de un imponente Mangusta de segunda mano, tres dormitorios y 2 ¡Á 2.735 caballos que est¨¢ esperando a que alguien suelte cuatro millones de euros para llenarlo de compinches, fondear en Formentera, hacer travesuras a bordo y comer en Juan y Andrea. Es complicado mantener la serenidad recorriendo su interior, pero Lawrence Colbert, responsable de The Billionaire Magazine, ni se despeina. ¡°?Para qu¨¦ sirve el p¨¢jaro ese de pl¨¢stico?¡±, pregunta en cubierta. ¡°Para espantar las gaviotas y que no caguen encima. Y funciona¡±, responde Michl.
Sin salir del puerto, la moda de la ostentaci¨®n y logo, com¨²n a jet set y traperos, hace brotar tiendas que calman el ansia consumista de los m¨¢s pudientes. Chanclas Dolce & Gabbana de 285 euros, antojos de Dior o relojazo Tag Heuer en la zona de shopping reci¨¦n inaugurada. Piezas exclusivas de dise?o en SPRMRKT Ams?terdam. O ri?oneras y prendas de Vetements y Balenciaga en la tienda Antonioli, camuflada en un bloque negro del pol¨ªgono industrial junto a un cartel en el que se lee ¡°Ibiza Art District¡±. ¡°Vienen muchos DJ, como Sven V?th, Ellen Allien, The Martinez Brothers¡¡±, apunta su encargada, Selene Busatta. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢ se deje caer Virgil Abloh, director creativo de Louis Vuitton, a echar un ojo a los productos de su marca Off-White aprovechando que pincha en Transmoderna by Dixon.
Un lujo trendy que alcanza el cuello de la DJ y modelo Sita Abell¨¢n en forma de gargantilla de Moschino. Tras hacer temblar a pleno sol las paredes de Ushua?a, coge aire en una habitaci¨®n vip con langosta y amigos. Laura Vandall, del madrile?o Cha Ch¨¢ the Club, le propone salir a por un pitillo, arena y tumbona. ¡°Un d¨ªa me puse pedo yendo por todos estos clubes de playa de uno en uno bebiendo daiquiris¡±, revela la colega de Rihanna mientras crea un grupo de WhatsApp convocando amigos para regresar en agosto a la isla. ¡°Pero el que se apunte que ponga primero las perras, que me los conozco¡±, advierte.
Las grandes fortunas extranjeras, futbolistas que alquilan casopl¨®n por 14.000 euros la semana, pr¨ªncipes ¨¢rabes, celebridades que compran dildos de 1.300 euros (Paris Hilton, seg¨²n la dependienta de Burdelier) son un pulm¨®n financiero de Ibiza y a su vez la soga que asfixia a las clases medias con subid¨®n de alquileres y trastornos cotidianos. Daniel Mar¨ª, responsable de la Marina Ibiza lo ve as¨ª: ¡°Empresarialmente el crecimiento es positivo, pero la infraestructura no ha seguido el ritmo del turismo, que quiz¨¢ es un 50% m¨¢s que hace 20 a?os, y temas como la depuraci¨®n de aguas est¨¢n estancados¡±. Una pasta que genera tambi¨¦n diversi¨®n absurda a paladas, como el rally ese con deportivos Ferrari, Porsche y Bugatti. Lo dif¨ªcil es acceder a ella, claro.
Las fiestas privadas en villas de multimillonarios, con asistencia de gente como Irina Shayk o Riccardo Tisci, son un desparrame de presupuesto
Las elitistas y misteriosas fiestas privadas en villas, como las de los fot¨®grafos de moda Mert & Marcus haciendo que Irina Shayk o Riccardo Tisci luzcan atuendos metalizados, o la que monta en su inabarcable mansi¨®n Guy Lalibert¨¦, el multimillonario fundador del Circo del Sol, son un desparrame de producci¨®n, presupuesto y avituallamiento. En ellas se ofrece gratis lo necesario para la fiesta con barra libre de todo. En ocasiones no se anuncian v¨ªa boca-oreja hasta la misma noche y solo es posible acceder conociendo personalmente al anfitri¨®n o anfitriona. Como Eyes Wide Shut y Resac¨®n en Las Vegas juntas y multiplicadas por diez.
Hay dos tipos de experiencia ibicenca, la que haces sin ayuda de un anfitri¨®n y la buena de verdad. Cumhur Jay habita aqu¨ª varios meses al a?o desde sus primeras sesiones con The Zombie Kids. Siempre lleva cangrejeras y gafas de bucear de sobra en el coche. Ruta por el paradisiaco norte de aguas de colores imposibles, con ba?o en embarcaderos, calas desiertas sin nombre y chapuz¨®n final en d¡¯en Serra y su chiringuito con zumos naturales. Aparcando a un palmo de la r¨²stica se?al de ¡°veh¨ªculos no permitidos¡± se descubre un hotel abandonado intervenido por los artistas belgas Martine Feipel y Jean Bechameil como parte de la residencia art¨ªstica de Ses Dotze Naus. La impulsora de este encuentro multidisciplinar que re¨²ne a creadores de todo el mundo en una finca en el interior cercana a Santa Gertrudis es ?ngeles Ferragut, quien confirma que el arte ibicenco va, por supuesto, m¨¢s all¨¢ de la artesan¨ªa, abalorios y cer¨¢mica floreada. Otra iniciativa de este tipo, la Olas Residency, reuni¨® en una casa payesa modernas personalidades creativas como ?rsula Corber¨® o Miranda Makaroff, concibiendo all¨ª la vagina gigante de su exposici¨®n Pamplemousse (Mirat Gallery).
El concepto cena-espect¨¢culo nos ofrece dos caballos ganadores, uno supervisado por Ferran Adri¨¤ en Heart Ibiza y otro en L¨ªo Ibiza con el excomponente de Tricicle Joan Gr¨¤cia como director art¨ªstico. Hoy elegimos el segundo porque la sobremesa lleva el sello del club londinense Toy Room y apetece hip-hop con vistas al barrio hist¨®rico de Dalt Vila. Camareros esquivando a ricachones que a su vez esquivan a bailarines, n¨²meros picantes, botellas a precio de oro y baladas en directo. Entre n¨²mero y n¨²mero suena Sopa de caracol. Pelotazo del c¨®ctel Kombucha Tale de un solo trago y a bailar rap con Frank, la mascota peluche, al ritmo de DMX (¡°Y¡¯all gonna make me lose my mind. Up in here! Up in here!¡±). Ma?ana toca buceo.
Cuando el rechazo al pl¨¢stico es la norma y nominan al Nobel a una ni?a sueca por su lucha contra el cambio clim¨¢tico, no sorprende que la marina ibicenca apueste fuerte por el medio ambiente, ya sea rescatando tortugas, criando caballitos de mar o preservando a la posidonia, que suena a reino m¨¢gico y en cierto modo lo es. Observar de cerca el ser vivo probablemente m¨¢s antiguo de la Tierra, una planta marina responsable del azul casi cian (#sinfiltro) de las despampanantes aguas de Formentera no tiene precio. M¨¢s a¨²n si lo haces sumergido con Manu San F¨¦lix, veterano bi¨®logo y explorador de National Geographic. ¡°Cuidar este tesoro es tan sencillo como fondear con cuidado, comprobando antes la aplicaci¨®n gratuita Posidonia Maps, en lugar de tirar el ancla sin pensar y arrancarlo, que por desgracia es muy habitual¡±, sentencia.
Pero adem¨¢s de la posidonia, en Formentera habita uno de los personajes m¨¢s desconcertantes y geniales de las islas Pitiusas. Romano Aspas es un nanoinfluencer que con sus canciones luminosas, looks delirantes y v¨ªdeos simulando que esnifa agua de mar hace las delicias de los avezados rastreadores de Internet. ¡°Me declaro amante de la vida sana, del sol que siempre me abraza, del mar en pelotas ?y lo sabes! Todo lo mejor de esta vida es gratis¡±. La versi¨®n que hizo Zahara de su tema Lluvia de amor o su presencia en el Latin Fest junto a Bad Bunny llevan a nuevas galaxias su discurso alucinado de aliens glamurosos. La cita con ¨¦l, debido a la evidente influencia de Julio Iglesias en sus composiciones, se sit¨²a en el legendario hotel Pikes.
Julio Iglesias fue el primer hu¨¦sped al que Tony Pikes dedic¨® una suite en su c¨¦lebre hotel Pikes, en San Antonio, que sigue en pie y celebrando fiestas memorables
Julito fue el primer hu¨¦sped al que Tony Pikes dedic¨® una de las suites de este hotel que fund¨® en una zona retirada de San Antonio. Haciendo honor al videoclip que rod¨® aqu¨ª en los ochenta George Michael con Wham! (Club Tropicana), el enclave se convirti¨® en dispensador de desenfreno patrocinado por el propio Pikes, seductor adicto al sexo fallecido hace unos meses a los 85 a?os. De todas las celebridades que se entregaron al hedonismo en esta antigua granja del siglo XV, Freddie es el que dej¨® m¨¢s huella. La celebraci¨®n de su 41? cumplea?os fue tal animalada que se rememora cada 5 de septiembre con homenaje y cameos de la talla del actor brit¨¢nico Idris Elba a los platos. Hoy suenan aqu¨ª The Smiths y The Jam, cortes¨ªa de las Rock Nights.
¡°No hay otra fiesta donde te encuentres a Alex Kapranos (Franz Ferdinand) cantando Love Will Tear Us Apart, de Joy Division, en un karaoke en el cuarto de ba?o junto a un jacuzzi lleno de pelotas de colores y gente coreando¡±. Lo dice Diego Calvo, programador de la velada y conocido como ¡°el embajador de la otra Ibiza¡±. Suyos son los Dorado Live Shows, en los que han tocado Carolina Durante, Los Planetas o We Are Scientists. Y Dorado es tambi¨¦n uno de sus hoteles conceptuales, en el que cada habitaci¨®n est¨¢ bautizada por un disco de oro. L¨¢stima que un microclima tan fino no se extienda hasta el centro de San Antonio, donde poco despu¨¦s, manos en alto, varios m¨®viles graban en directo una felaci¨®n en el balc¨®n de un tercer piso.
A 24 horas del regreso a la Pen¨ªnsula, la traca deluxe, Circoloco, el monstruo final del videojuego. Nacido como continuaci¨®n ma?anera de Space a finales de los noventa, este terreno pr¨®ximo al aeropuerto mantiene la reputaci¨®n y autenticidad de anta?o, con aviones pasando a un palmo, iluminaci¨®n roja y el omnipresente Virgil Abloh soltando en la apertura temas producidos para la ocasi¨®n. El malague?o ?lex Fortes regula el tr¨¢fico de salida del parking ¡°para que no se nos mate nadie¡±. Al contrario que otros temporeros, ?lex no ha venido a ahorrar, sino a compaginar esta tarea con pas¨¢rselo bien. La charla con ¨¦l, que va de la tr¨¢gica muerte de un fiestero muy querido a un bisabuelo suyo al que debemos la entrada del aguacate en Espa?a, es interrumpida por tres valencianos que acaban de pasar de la farlopa a las Donkey Kong, las pastillas de ¨¦xtasis de turno. Venga, vuelta para dentro hasta que la luz del d¨ªa y la hora de embarque obliguen a abandonar.
Por fin, el reposo. Finaliza oficialmente la yincana y, tras haber catado lo bueno, a¨²n en plena digesti¨®n de lo vivido, el vuelo de regreso a la rutina da cancha al optimismo ciego. Permite fantasear con el fin de esa vieja Ibiza de ocio de bajo coste y glamur de dudoso gusto. Sintonizamos la frecuencia m¨ªstica de J Balvin y so?amos con que esta experiencia ha sido la llave a una isla nueva, pura¡, ?el destino vacacional perfecto?
Se empieza a ver Madrid. El avi¨®n aterriza, pero, antes de bajar, la Guardia Civil retiene a tres pasajeras asi¨¢ticas y un joven franc¨¦s sospechosos de transportar alguna sustancia ilegal. Ibiza: nunca deje que un buen titular le estropee la realidad.?
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