La vuelta de un pionero gay a la tierra de la que tuvo que exiliarse
Manuel Velandia encabez¨® la primera marcha del orgullo en Colombia. Esta es la historia de su regreso al hogar para seguir exigiendo los derechos de la poblaci¨®n LGTBI
El 28 de junio de 1982 se realiz¨® la primera marcha del orgullo gay en Colombia. El trayecto fue corto y pocos los asistentes. Custodiados por un centenar de polic¨ªas, 32 personas marcharon? en las calles de Bogot¨¢, mientras clamaban consignas como: "?Ni guerrilleros, ni antisociales, simplemente homosexuales!". La manifestaci¨®n fue encabezada por Manuel Velandia Mora y Le¨®n Zuleta Ruiz, pioneros del movimiento. ¡°Fue la primera que vez hicimos un discurso en una plaza p¨²blica diciendo que ten¨ªamos derechos¡±, afirma Velandia.
Este hist¨®rico d¨ªa sent¨® un precedente, pues a partir de ah¨ª el movimiento LGTBI creci¨® y se organiz¨® en una Colombia inmersa en un conflicto armado. Defender la diversidad sexual y de g¨¦nero puso y sigue poniendo a personas y organizaciones en una situaci¨®n de riesgo.
¡°Los paramilitares hicieron y por desgracia seguir¨¢n haciendo limpieza social, de aquello que parezca que da?a a la sociedad. Algunas lesbianas fueron v¨ªctimas de violaciones colectivas; a personas trans, trabajadoras sexuales, las descuartizaron; otros fueron obligados a desplazarse y otros hemos sido amenazados de muerte y tuvimos que refugiarnos en otros pa¨ªses¡±, sostiene Velandia.
La guerra perme¨® en la sexualidad, los cuerpos y las formas diversas de amar. Gais, lesbianas, bisexuales y trans fueron blanco de se?alamientos, abusos y violencia por parte de todos los actores armados. Miles fueron asesinados, torturados, desaparecidos y desplazados. El Registro ?nico de V¨ªctimas (RUV), un instrumento p¨²blico para registrar a todos los afwectados por el conflicto armado interno, ha reconocido a 2.130 personas LGTBI como v¨ªctimas. 1.961 despojadas de sus territorios y 125 asesinadas o desaparecidas.
Los l¨ªderes LGTB han enfrentado un doble riesgo: por su defensa de los derechos humanos y por la discriminaci¨®n hacia su orientaci¨®n sexual o de g¨¦nero. Le¨®n Zuleta, pionero junto a Manuel, fue asesinado. De su muerte se sabe muy poco y est¨¢ impune.
En 2002, durante el mandato presidencial de ?lvaro Uribe, Manuel sufri¨® un intento de asesinato. Entonces, Velandia era candidato al Congreso y adem¨¢s de su activismo pol¨ªtico, fue pionero en programas de prevenci¨®n del VIH y trabajaba como docente universitario. ¡°Soy el primer homosexual que es candidato avalado por un partido pol¨ªtico. Y estando en esa campa?a, lanzan una granada en mi casa. Todos los vidrios se rompieron y un pedazo de la casa se cay¨® 15 d¨ªas despu¨¦s¡±, recuerda.?
Obtuvo el asilo tres a?os despu¨¦s de su llegada a Espa?a y fue reconocido como la primera v¨ªctima homosexual del conflicto armado colombiano en el exterior
Las constantes amenazas de muerte lo llevaron a abandonar el pa¨ªs para refugiarse en Espa?a. A su llegada, en 2007, se estableci¨® en Alicante, donde pas¨® 12 a?os. Obtuvo el asilo tres a?os despu¨¦s de su llegada y fue reconocido como la primera v¨ªctima homosexual del conflicto armado colombiano en el exterior.
Manuel soci¨®logo, fil¨®sofo, docente e investigador, no logr¨® empleo estable en el pa¨ªs. ¡°La gente se teje fantas¨ªas para ir y la experiencia es muy dura porque llegas y t¨¦cnicamente solo sabes leer y escribir hasta que homologas tu t¨ªtulo universitario. Mi ¨²nico trabajo en Espa?a fue de nueve meses, trabajando con travestis trabajadoras sexuales en la calle. Un trabajo que nadie quer¨ªa porque era de nueve de la noche a tres de la ma?ana¡±, resalta.
En Alicante, se dedic¨® al arte y al activismo, creando piezas que resisten, molestan, disienten y son testimonio de lo diverso. Durante estos 12 a?os, no dej¨® de trabajar en las identidades sexuales, los tr¨¢nsitos identitarios de g¨¦nero y la prevenci¨®n de enfermedades de transmisi¨®n sexual. Hizo cuatro m¨¢ster y dos doctorados. Acompa?¨® la inclusi¨®n de las v¨ªctimas LGTB exiliadas en el proceso de paz de La Habana. ¡°Como parte del Foro Internacional de V¨ªctimas, organizamos un congreso al que llevamos v¨ªctimas de 18 pa¨ªses¡± cuenta Manuel. ?
A inicios de este a?o, Manuel tom¨® la decisi¨®n de solicitar el retorno a Colombia. Regres¨® a un pa¨ªs donde, seg¨²n el informe Todos los nombres, todos los rostros, 702 l¨ªderes sociales habr¨ªan sido asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta la fecha dentro del territorio colombiano.
El retorno esperado
En el momento de esta entrevista, tres meses despu¨¦s de su retorno, expresa sin miedo: ¡°Yo tengo claro que uno nunca se muere antes. Que uno se est¨¢ muriendo todos los d¨ªas y que no puede dejar de vivir por temor a morirse porque entonces ya est¨¢ muerto. No puedo dejar de hacer lo que me hace feliz porque ya me mataron¡±.
El hist¨®rico Acuerdo de Paz firmado en noviembre de 2016 por las FARC y el Gobierno colombiano puso fin a m¨¢s de 50 a?os de violencia sostenida. El tratado incluye a la poblaci¨®n LGTBI.?
Fruto del ACUERDO, se cre¨® la Jurisprudencia Especial para la Paz (JEP), un tribunal que ha de juzgar los cr¨ªmenes cometidos durante el conflicto y que, por primera vez en la historia, incluir¨¢ el crimen de persecuci¨®n contra la poblaci¨®n LGTBI.
Velandia considera que la inclusi¨®n de los testimonios en estos mecanismos es fundamental porque ¡°hay que visibilizar que fueron condiciones particulares que incrementaron el riesgo de las v¨ªctimas. Es importante que se entienda que somos v¨ªctimas de la guerra en general, pero? por unas condiciones en particular que nos hace doble v¨ªctimas¡±.
Sin embargo, el acuerdo no ha puesto fin a la discriminaci¨®n. M¨¢s de la mitad de los puntos que incluyen el enfoque de g¨¦nero no se han iniciado y solo el 4% de dichos compromisos se han implementado completamente, seg¨²n un informe de ONU Mujeres, la Embajada de Suecia, el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame y la Federaci¨®n Democr¨¢tica Internacional de Mujeres (FDIM). Pertenecer a la comunidad LGBTI hoy d¨ªa en Colombia es peligroso debido a las pocas garant¨ªas de seguridad que existen.
Pol¨ªticas p¨²blicas para la igualdad
30 a?os despu¨¦s de la primera marcha del orgullo en Colombia encabezada por Velandia y Zuleta, el pasado 28 de junio, tuvo lugar la vigesimotercera bajo el lema Elijo ser, deseo vivir. Pretendi¨® ser un espacio para exigir al gobierno acciones y garant¨ªas que consoliden el respeto a los derechos humanos para toda la ciudadan¨ªa diversa y plural. Para Velandia, m¨¢s que una protesta ten¨ªa que ser una celebraci¨®n: ¡°La primera fue una marcha. Las de ahora tienen que ser un carnaval. Hay que celebrar que hemos conseguido muchos derechos y que si nos descuidamos podemos perderlos. Hay mucho inter¨¦s en que los perdamos¡±.
Me encantar¨ªa que aqu¨ª me pensaran artista colombiano porque aqu¨ª soy un marica desconocido para muchos
El pasado 9 de abril, Manuel habl¨® en el Congreso colombiano como la primera v¨ªctima homosexual en el exilio, durante un evento en el que habitantes de todo el territorio colombiano relataron sus testimonios. Una de las principales peticiones de la jornada fue la ampliaci¨®n de la ley de reparaci¨®n, que vence en dos a?os, para que se puedan incorporar todos los testimonios desde el exilio. Entre los presentes se encontraba ?lvaro Uribe, presidente de Colombia cuando Manuel sufri¨® el atentado.
Velandia record¨® en su discurso la importancia de darle espacios a las v¨ªctimas de violencia sexual para que expresen su dolor. ¡°Parece que son cosas de las que se debe hablar en voz baja¡±, expres¨® Manuel aquel d¨ªa.
Artivismo ¡®queer¡¯
Uno de los grandes cambios para Manuel en Colombia, ha sido la ruptura con su rutina art¨ªstica. ¡°Esa es una faceta que yo constru¨ª all¨¢. Aqu¨ª hab¨ªa hecho algunas cosas, pero toda esa vida se construy¨® all¨¢¡± asegura Manuel, que contin¨²a con su artivismo queer, performances y fotograf¨ªa. Ahora en Bogot¨¢ busca un espacio para seguir desarrollando su obra. ¡°A m¨ª me encantar¨ªa que aqu¨ª me pensaran artista colombiano porque aqu¨ª no soy un artista, aqu¨ª soy un marica desconocido para muchos¡±.
Para ¨¦l, ¡°el artivismo queer es la posibilidad de transgredir el deber ser como una experiencia desde el cuerpo. Mi personaje es alguien que se levanta un d¨ªa por la ma?ana y se pregunta y yo qu¨¦ soy, ?hombre o mujer?, ?qu¨¦ quiero ser? Y decide que no tiene que ser ni lo uno ni lo otro, sino que puede ser las dos, o no ser nada¡±. En este sentido, Velandia considera que "la sexualidad no es una cosa fija".
Manuel ha regresado a Bogot¨¢, pero en cierta manera sigue siendo un exiliado, pues el tiempo ha pasado tambi¨¦n en el lugar que dej¨®, como ¨¦l mismo explica: ¡°La diferencia del regreso es que eso de alguna manera ya hab¨ªa sido tuyo. Pero la vida de los amigos, la vida de la sociedad, la vida de la norma contin¨²a y llegas a un territorio que ya no lo es¡±.
El 28 de junio se le entreg¨® el Galard¨®n Le¨®n Zuleta y fue homenajeado en Medell¨ªn. Fue el invitado de honor en la marcha del Orgullo, en la que desfil¨® acompa?ado por m¨¢s de 32 personas.
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