No hay dinero para el coraz¨®n de Ahmad

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NI patria, ni hogar, ni retrete

El poder curativo de las flores de tela

As¨ª es un campo informal de refugiados en 360 grados

En la esquina de un terreno bald¨ªo a las afueras de la localidad de Haouch Er-Rafqa, en pleno valle de la Bekaa liban¨¦s, han construido su casa los Al Mahmoud. Son tres familias con 13 miembros que llegaron desde Alepo (Siria) hace seis a?os escapando de las bombas. Viven sumidos en la precariedad y las dificultades propias de un buen porcentaje de sirios refugiados en el pa¨ªs vecino desde que comenzara la guerra en su Siria natal hace ocho a?os y medio. Ahmad Al Mahmoud tambi¨¦n reside aqu¨ª. Vive postrado porque siempre se siente d¨¦bil, ya que sufre una cardiopat¨ªa cong¨¦nita. "Ya fue operado una vez y necesita una segunda intervenci¨®n, pero cuesta unos 800 d¨®lares y no podemos permit¨ªrnoslo", sostiene su t¨ªa, Aisha Al Mahmoud y matriarca del clan. Hasta ahora, no han encontrado ninguna v¨ªa para financiar una cirug¨ªa para el ni?o.

Aisha Al Mahmoud, de 43 a?os, est¨¢ empleada en un invernadero y es el principal sost¨¦n familiar. "Mi marido no puede realizar trabajos pesados por una lesi¨®n de espalda, y eso complica a¨²n m¨¢s la b¨²squeda de empleo", explica la mujer. El acceso al mundo laboral, a una vivienda digna o a una educaci¨®n de calidad son algunos de los problemas que enfrenta la poblaci¨®n siria. Son alrededor de 1,2 millones, alrededor del 20% de la poblaci¨®n de un pa¨ªs sumido en una profunda crisis econ¨®mica, con una deuda externa del 150% de su PIB y donde la afluencia de desplazados por el conflicto ha empeorado la calidad de vida de nacionales y extranjeros. El 70% de los sirios vive por debajo del umbral de la pobreza, esto es, que tienen como mucho 1,20 d¨®lares al d¨ªa para subsistir, seg¨²n la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). A ellos hay que sumar otro mill¨®n largo de libaneses en la misma precaria situaci¨®n.

La cantidad y calidad de atenci¨®n sanitaria es otra de las dificultades. El ¨²ltimo plan de respuesta a la crisis del Gobierno liban¨¦s, creado para asistir a poblaci¨®n vulnerable sin importar su nacionalidad, dice que el 13% de hogares de sirios que necesitaba servicios de atenci¨®n primaria en 2018 no los tuvo, sobre todo por cuestiones econ¨®micas. Por otra parte, al menos el 60% de los refugiados sirios necesita alg¨²n tipo de asistencia sanitaria. El sistema se ha visto colapsado por un aumento de hasta el 50% de afluencia de pacientes, seg¨²n Cruz Roja. De los 268 millones de d¨®lares requeridos para asistir a un mill¨®n y medio de personas, se han recibido solo 63 millones, indican los datos m¨¢s recientes de Acnur, de junio de 2019.

En Haouch Er-Rafqa, un asentamiento informal de refugiados donde viven unas tres mil personas, saben que la Sanidad del pa¨ªs no pasa por su mejor momento. "El sistema liban¨¦s no es p¨²blico como el espa?ol, sino que est¨¢ orientado al negocio y extremadamente privatizado. El Ministerio de Salud, al no tener una red sustancial de centros de atenci¨®n primaria y hospitales, lo que hace es que externaliza el servicio y subvenciona distintas cl¨ªnicas privadas, as¨ª que la atenci¨®n no es gratuita, hay un dinero que tienes que pagar por atenci¨®n, por consulta...", explica Lucas Molfino, jefe de misi¨®n de M¨¦dicos sin Fronteras.

Las tarifas en los centros de salud y hospitales oscilan entre los 4,5 y ocho d¨®lares en atenci¨®n primaria, mientras que las consultas con especialistas oscilan entre los 20 y 80 d¨®lares. Acnur tiene acuerdos con una red de 60 cl¨ªnicas para asistir a este colectivo, pero el apoyo financiero, que cubre el 75% de los costes, est¨¢ limitado a obstetricia y urgencias. Las medicinas y las vacunas son supuestamente gratis, pero los costes de consulta, de diagn¨®sticos y la falta de disponibilidad de medicamentos hace que no todo el mundo tenga al final acceso a un servicio sanitario.

"No es solo por el precio; la gente no puede ir al m¨¦dico a veces por la distancia, por miedo, por el trato discriminatorio... Solo acuden a un doctor cuando no hay otra soluci¨®n, cuando realmente lo necesitan", asevera Marina Juan Mateu, delegada de la Cruz Roja espa?ola en el pa¨ªs. Son las tres barreras principales que dificultan el acceso a la salud: la econ¨®mica, la geogr¨¢fica y la jur¨ªdica, cuando hablamos de poblaci¨®n que reside irregularmente en el pa¨ªs y teme ser descubierta al ir al doctor.

"Lo que hay gratis son las unidades m¨¦dicas m¨®viles (UMM) y los servicios ofrecidos por ONG", detalla Juan Mateu. El Programa de UMM de la Cruz Roja Libanesa es un servicio de asistencia m¨¦dica primaria universal que empez¨® en el 2013 a ra¨ªz de la crisis siria. Con el objetivo de proveer atenci¨®n m¨¦dica gratuita a la poblaci¨®n refugiada y poblaci¨®n libanesa vulnerable, y hay nueve en funcionamiento por todo el pa¨ªs.

Estas unidades son como centros de salud que caben dentro de una furgoneta en la que viaja un equipo multidisciplinar que brinda consultas de medicina general, pedi¨¢trica y ginecol¨®gica, pruebas complementarias b¨¢sicas y tratamientos m¨¦dicos tanto para enfermedades agudas como cr¨®nicas. Adem¨¢s, brindan apoyo psicosocial y actividades de promoci¨®n de la salud.? Entre el 1 de enero de 2018 y el 14 de noviembre de 2019 la unidad m¨®vil de Haouch Er-Rafqa realiz¨® 71 visitas a domicilio y se atendieron 7.494 consultas, la mitad pedi¨¢tricas y la mayor¨ªa por enfermedades respiratorias y digestivas. Se diagnosticaron 6.799 enfermedades agudas 714 pacientes con enfermedades cr¨®nicas. Tambi¨¦n se realizaron 43 sesiones de sensibilizaci¨®n con 2.339 beneficiarios, entre ellas Aisha Al Mahmoud, que curs¨® un taller de higiene menstrual. "Los m¨¢s enfermos son derivados al hospital, pero eso ya comporta un coste", indica la t¨¦cnica de Cruz Roja.

El marido de Aisha acude al m¨¦dico que los visita cada jueves con una unidad m¨®vil para obtener analg¨¦sicos que calmen su dolorida espalda. Toda la familia hace uso de los servicios sanitarios disponibles cuando lo necesitan. Pero lo que le quita el sue?o a esta mujer no es su salud, sino la de su sobrino Ahmad. Igual que ocurre en el caso de este ni?o, existen otras necesidades no cubiertas, como los gastos relacionados con enfermedades como el c¨¢ncer, tratamientos para enfermedades cr¨®nicas como la di¨¢lisis para los fallos renales y el diagn¨®stico avanzado.

Hoda Awad, de 35 a?os, es vecina de los Al Mahmoud y para ella tampoco hay fondos. En su caso, no puede trabajar debido a una lesi¨®n de espalda, una dolencia similar al del marido de Aisha. Tambi¨¦n podr¨ªa someterse a una cirug¨ªa, asegura, pero el coste asciende a 600 d¨®lares. No hay nada en su vivienda de chapas y cartones con lo que pagar semejante cantidad. "Tampoco tengo dinero para los medicamentos, pero me los env¨ªan desde Siria", afirma.

"Las principales necesidades de los desplazados sirios vienen relacionadas con las enfermedades no transmisibles (cardiovasculares, diabetes, respiratorias...) Pero sobre todo el gran porcentaje viene de la gente que ya ven¨ªa diagnosticada con una enfermedad cr¨®nica desde Siria y tenemos que asegurar la continuidad de su tratamiento", explica Molfino. El otro eje con necesidades "extremadamente grandes" es el de la salud sexual y reproductiva. "Tratamos de asegurar la planificaci¨®n familiar, pues la cobertura es extremadamente baja, y un tema bien complejo es el de los partos. La tasa de fecundidad libanesa es de unos dos hijos por familia y la de los sirios es mucho m¨¢s alta", explica el experto. La escasa atenci¨®n antenatal, las altas tasas de embarazo adolescente y la costumbre de dar a luz en el domicilio hacen que la agencia de los refugiados pronostique un aumento de la mortalidad materna e infantil a finales de 2019 con respecto al a?o anterior.

L¨ªbano, adem¨¢s, ha experimentado brotes de enfermedades prevenibles con vacunas y de diarreas por enfermedades h¨ªdricas. De sarampi¨®n, por ejemplo, en los primeros seis meses de 2019 se identificaron 1.195 casos; no se hab¨ªa producido un brote igual desde 2013, y Acnur resalta que no se pudo preparar una campa?a sanitaria en condiciones debido a la escasez de fondos.

Una sangre muy especial

En un barrio de la periferia de Beirut, Mohammad Hawi se dispone a montar el dispositivo de todos los d¨ªas: las mesas y sillas para dar la informaci¨®n, los sillones reclinables, los goteros, los botiquines, los tubos de ensayo y toda la parafernalia propia de un centro m¨®vil de extracci¨®n de sangre. Hawi es el coordinador de una de las unidades m¨®viles para donantes de Cruz Roja que operan en L¨ªbano y hoy le toca realizar extracciones a los trabajadores de una empresa de boller¨ªa industrial que se presenten voluntarios. A las nueve de la ma?ana ya est¨¢ listo el dispositivo. Espera que haya una gran afluencia.

La sangre es una de las tantas necesidades de un enfermo, y un bien escaso en este pa¨ªs. "L¨ªbano necesita 400 unidades diarias y nosotros recogemos el 30%, el resto es cubierto por hospitales para sus propios pacientes", describe Hawi. Existen dos maneras de donar: el reemplazo familiar, que es cuando un enfermo recibe sangre de un pariente, y la aportaci¨®n de voluntarios. Cruz Roja realiza campa?as de sensibilizaci¨®n y acude a empresas, universidades y eventos p¨²blicos para reclutar donantes. "El a?o pasado distribuimos 28.000 unidades y no fue suficiente, por eso estamos incrementando las campa?as".

La poblaci¨®n refugiada tiene problemas espec¨ªficos. Uno de ellos, curiosamente, viene de serie: su grupo sangu¨ªneo. "Son distintos de los libaneses. Nosotros somos m¨¢s 0+ y A+, y ellos son B y AB+. Es un problema, porque tenemos menos poblaci¨®n con esos grupos y, por tanto, menos donantes. De toda la sangre que recolectamos, un 30% es de estos tipos minoritarios, y es muy necesaria Tenemos pacientes con c¨¢ncer, con talasemia, cirug¨ªas..." enumera el t¨¦cnico. Son las diez de la ma?ana y los cuatro sillones para realizar las extracciones est¨¢n ocupados.

Escasez de ambulancias

Otro de los problemas que siguen sin soluci¨®n es narrado por Sadek Jaber, t¨¦cnico de Cruz Roja en un centro de atenci¨®n de emergencias de la capital. Su trabajo consiste en coger las llamadas, tomar nota del problema y enviar la ambulancia m¨¢s cercana, siempre sin coste, para ir al hospital. Pero no siempre se puede cuando se trata de un sirio. "No todos los hospitales aceptan refugiados porque no todos tienen acuerdo con Acnur y a veces el m¨¢s cercano no los acepta y hay que ir a otro sitio", aclara. "Tenemos muchas llamadas de ellos: accidentes de coche y moto, ca¨ªdas en obras en edificios y otros accidentes laborales... Hemos tenido alg¨²n caso en los que un paciente ha muerto a las puertas de un hospital".

As¨ª se atiende a ni?os refugiados con talasemia

Los equipos de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en L¨ªbano tratan a ni?os refugiados sirios por talasemia en un hospital pedi¨¢trico de la ciudad de Zahle, en el valle de Bekaa. Este es un trastorno sangu¨ªneo gen¨¦tico causado por una alteraci¨®n en los genes necesarios para sintetizar la hemoglobina, que transporta ox¨ªgeno a todo el cuerpo.? En sus formas agudas, requiere transfusiones de sangre regulares para compensar la falta de hemoglobina. Cuanto mayor es el n¨²mero de genes alterados, m¨¢s grave es la enfermedad y la esperanza de vida de los pacientes no tratados puede acortarse considerablemente.

"Hay una complicaci¨®n con las transfusiones frecuentes", dice el doctor Amber Alayyan. "Pueden causar sobrecarga de hierro y provocar enfermedades card¨ªacas o hep¨¢ticas. Por eso estos pacientes necesitan medicamentos que reduzcan sus niveles de hierro".

En el hospital se comienza diagnosticando la enfermedad mediante un an¨¢lisis de sangre. Los padres a menudo son conscientes de que sus hijos la padecen porque es un trastorno hereditario. En otros casos, cuando un ni?o est¨¢ p¨¢lido, d¨¦bil y muestra signos de anemia se le realiza la prueba. Los ni?os sirios reciben transfusiones de sangre y los medicamentos apropiados, y se hace seguimiento de su salud.

La escasez de recursos afecta a la disponibilidad de ambulancias. "Beirut necesita muchas m¨¢s ambulancias, equipo... La demanda aumenta y los recursos son los mismos", lamenta Jaber. Adem¨¢s, no solo se ocupan de las ciudades y pueblos, tambi¨¦n de los 1.600 asentamientos temporales informales, donde viven refugiados. "Atendemos sobre todo embarazos, p¨¦rdidas de consciencia por la sobrepoblaci¨®n, gastroenteritis, v¨®mitos, diarrea, enfermedades debidas a la falta de higiene... Tambi¨¦n accidentes que sufren los ni?os por falta de atenci¨®n. Se queman o incendian algo, esnifan un objeto...", enumera.

Faltan ambulancias, faltan hospitales y personal m¨¦dico, falta sangre y faltan fondos pese a los esfuerzos internacionales por recaudar para una crisis humanitaria que se ha cronificado, que se ha vuelto algo habitual para los medios de comunicaci¨®n y que cada vez llama menos la atenci¨®n. Al final del d¨ªa, se habr¨¢n vendido unos cuantos iPhone 11 y otras tantas zapatillas Balenciaga. Ahmad, de momento, sigue sin que le reparen el coraz¨®n.

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