ODS: La revoluci¨®n de las emociones
Ante este fracaso de la raz¨®n para hacer frente a los desaf¨ªos en que nos encontramos (desigualdad, cambio clim¨¢tico, hambre¡), necesitamos movilizarnos para la acci¨®n
Cuando uno observa El hombre que camina, de Alberto Giacometti, siente el movimiento de la escultura a tama?o real que el artista suizo realiz¨® en 1960. Unas veces te transmite sentimiento de huida, de dejar atr¨¢s una realidad de la que es dif¨ªcil sobreponerse; en otras ocasiones, determinaci¨®n, seguridad de tener trazado un camino en el que se superar¨¢n todas las adversidades.
Recientemente, el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel aseguraba en la apertura del curso de la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa que la m¨²sica "tiene un poder de transformaci¨®n social¡± tanto para los m¨²sicos como para el p¨²blico al que llega a emocionar. La compa?¨ªa de teatro LaJoven adapt¨® en 2017 la obra Gazoline de Jordi Casolivas, que se presenta como un alegato contra el racismo en el Par¨ªs de 2005 y la desigualdad tras los disturbios que se produjeron en la capital francesa tras el fallecimiento de dos musulmanes j¨®venes de origen africano que hu¨ªan de la polic¨ªa en el barrio Clichy-sous-Bois.
M¨¢s recientemente, la sala Matadero de Madrid ha albergado una exposici¨®n, Eco Visionarios: arte para un planeta en emergencia, con la que m¨¢s de 40 artistas y arquitectos responden ante la urgencia de la crisis ambiental que vive nuestro planeta para sensibilizar a la sociedad.
El mundo de la sostenibilidad se ha aferrado a los 17 ODS como el faro de la esperanza global y poco a poco su impacto est¨¢ creciendo, pero es necesario acelerarlo
?Tienen algo que ver el arte y la sostenibilidad? Todo. Los cuatro ejemplos art¨ªsticos del inicio conviven con nuestra realidad. Eco Visionarios nos acerca la problem¨¢tica del cambio clim¨¢tico, Gazoline a la desigualdad, Dudamel al poder transformador que el arte y la cultura es capaz de generar en el ser humano y Giacometti a la observaci¨®n y a cuestionarnos si nuestro d¨ªa a d¨ªa y el de los m¨¢s de 7.600 millones de habitantes de la Tierra va por el buen camino.
El arte y la cultura tienen esa capacidad de adelantarse, de imaginar futuros, de movilizar para cambiar presentes¡ De conmover. Vivimos un momento de sobreinformaci¨®n, de datos que parten de la raz¨®n pero que generan, por una parte, inacci¨®n. Y por otra, violencia y, parad¨®jicamente, irracionalidad. Ante este fracaso de la raz¨®n para hacer frente a los desaf¨ªos que nos encontramos (desigualdad, cambio clim¨¢tico, hambre¡), necesitamos movilizarnos para la acci¨®n. Y muchas veces ese impulso viene desde el alma de cada uno, de la emoci¨®n. La cultura puede ser, es, ese camino que vincula la emoci¨®n con la acci¨®n y la transformaci¨®n.
En los cuatro a?os de vigencia de la Agenda 2030, el mundo de la sostenibilidad se ha aferrado a los 17 ODS como el faro de la esperanza global y poco a poco su impacto est¨¢ creciendo, pero es necesario acelerarlo. Aunque la cultura no est¨¦ directamente representada en los ODS, aparece impl¨ªcita a trav¨¦s de la educaci¨®n, la dignidad de las personas, el fortalecimiento de las comunidades y el impulso de las alianzas.
Aunque la cultura no est¨¢ directamente representada en los ODS, aparece impl¨ªcita a trav¨¦s de la educaci¨®n, el fortalecimiento de las comunidades o el impulso de las alianzas
Y as¨ª es. El primer acercamiento que tuve con los ODS me dio sensaci¨®n de que hab¨ªa cierta ausencia de alma, no en lo que significan, sino en c¨®mo se hab¨ªan plasmado. Es verdad que cada uno de los 17 ODS cuentan con una descripci¨®n de los objetivos que invitan a la transversalidad, pero no invitaban a la acci¨®n en los tiempos de urgencia que vivimos. A la vez que uno cojea sin los otros, ninguno es m¨¢s relevante que otro, a pesar de que el ODS 17 invite a las alianzas para alcanzar el resto de los objetivos.
Lo bueno de los ODS es que se presentan como un ejercicio de humildad y es la primera declaraci¨®n de interdependencia: un gesto de empat¨ªa absoluta que nos reconoce como fr¨¢giles e imperfectos frente al otro lo que nos aboca a la necesidad de unir fuerzas entre todos para actuar. Quiz¨¢ esta revoluci¨®n de las emociones sea una posibilidad de hacer posibles esas metas que buscamos entre todos. Esa manera de movilizar a muchos y transformar esa realidad que vemos y que sabemos que tiene que cambiar ya.
Jos¨¦ Illana es fundador de QUIERO e impulsor de Sustainable Brands Madrid 2019.
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