Historia de la desglobalizaci¨®n
Los perdedores est¨¢n en las clases medias de los pa¨ªses ricos, seg¨²n el ¡®gr¨¢fico del elefante¡¯
![Agricultores en Mozambique, este pasado mes de agosto.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6OMDVPH53NCXYNBMFUXYETXCC4.jpg?auth=9c8d8cd26d3663d07485ae11cb8492f5a7d28597cf45949585f95f9149399efd&width=414)
Se est¨¢ instalando en el mundo un ambiente desglobalizador. La globalizaci¨®n ya no est¨¢ de moda. Las guerras comerciales no son tan solo entre EE UU y China sino que superan a las dos grandes superpotencias, y llegan a Europa. Reci¨¦n estrenada, la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la b¨²lgara Kristalina Georgieva, advirti¨® que la escalada proteccionista amenaza con efectos a largo plazo que podr¨ªan lastrar la econom¨ªa durante toda una generaci¨®n, y que se puede levantar un ¡°nuevo muro de Berl¨ªn¡± digital que fuerce a los pa¨ªses a elegir entre sistemas tecnol¨®gicos alternativos. Mientras tanto, los perdedores de la globalizaci¨®n, que tienen mucha capacidad de presi¨®n, se manifiestan por las calles preguntando qu¨¦ fue de aquello de que la liberalizaci¨®n comercial, la mundializaci¨®n de las finanzas o el mercado ¨²nico europeo har¨ªan avanzar la econom¨ªa y mejorar el nivel de vida de todos. No ha sido as¨ª. Se sienten enga?ados.
Las protestas en muchos pa¨ªses alejados entre s¨ª son heterog¨¦neas pero en todas ellas hay dosis de rebeld¨ªa contra la desigualdad. En su nuevo libro, Capital e ideolog¨ªa (de pr¨®xima aparici¨®n en castellano, editorial Deusto), Thomas Piketty recuerda que la desigualdad no es solo econ¨®mica o tecnol¨®gica; es ideol¨®gica y pol¨ªtica. No existen fundamentos ¡°naturales¡± que la expliquen. De forma sorprendente, escribe el economista franc¨¦s, las ¨¦lites de las distintas sociedades, en cualquier ¨¦poca y en cualquier lugar, tienden a ¡°naturalizar¡± la desigualdad; es decir, a tratar de asociarla con fundamentos naturales y objetivos, a explicar que las diferencias sociales son beneficiosas para los m¨¢s pobres y para la sociedad en su conjunto, que en cualquier caso su estructura presente es la ¨²nica posible y que no puede ser modificada sin causar inmensas desgracias (la teor¨ªa de la perversidad de Albert Hirschman). Sin embargo, las desigualdades actuales y las instituciones presentes tambi¨¦n se ver¨¢n expuestas al cambio y a la reinvenci¨®n permanente. Mientras tanto, esa desigualdad conduce al control pol¨ªtico por parte de los m¨¢s ricos, un control imprescindible para la transmisi¨®n de todas sus ventajas (a trav¨¦s del dinero o de la educaci¨®n).
En este contexto de protesta vuelve a cobrar actualidad el gr¨¢fico del elefante, del economista serbio americano Branko Milanovic, antiguo economista jefe del Banco Mundial. Este gr¨¢fico ha llegado a ser m¨¢s famoso ¡ªy por supuesto mucho m¨¢s complejo¡ª que la curva de Laffer dibujada en una servilleta de papel. Milanovic trabaja con ingresos de los hogares y con percentiles de poblaci¨®n: si se unen los percentiles seleccionados aparece la figura de un elefante. En ella se puede ver que los dos grupos que pueden considerarse los ganadores netos de la globalizaci¨®n (periodo 1988-2008) son los muy ricos de cualquier parte del mundo y las clases medias de las econom¨ªas emergentes, particularmente China, India, Indonesia y Brasil. Al rev¨¦s, los grandes perdedores son los ciudadanos m¨¢s pobres (por ejemplo, los agricultores africanos), la clase trabajadora de los antiguos pa¨ªses comunistas de Europa del Este, y los trabajadores de las econom¨ªas occidentales que se consideraban a s¨ª mismos clase media. Es muy posible que estas tendencias sigan siendo las mismas si se amplia el periodo estudiado y se incorpora la d¨¦cada de la Gran Recesi¨®n, ya que las clases medias de los pa¨ªses ricos han sido muy castigadas por el desempleo y por la devaluaci¨®n salarial.
En 2013, Milanovic ampli¨® su an¨¢lisis y lleg¨® a la conclusi¨®n de que en el ¨²ltimo periodo se hab¨ªa producido la primera ca¨ªda media de la desigualdad de ingresos en los ciudadanos del mundo desde la revoluci¨®n industrial. Aunque dentro de los pa¨ªses desarrollados se hab¨ªa dado un incremento de la desigualdad de ingresos, si el an¨¢lisis se hace m¨¢s panor¨¢mico, a escala mundial, la globalizaci¨®n habr¨ªa reducido la desigualdad al sacar de la pobreza estructural a miles de millones de personas de los lugares citados. En realidad, el gr¨¢fico del elefante de Milanovic ¡ªdiscutido a derecha e izquierda¡ª refleja un enorme ¨¦xito econ¨®mico en un trozo muy amplio del mundo. Muchas veces se toma la parte por el todo.
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