Talismanes contra metralletas en la selva de Madagascar
Un documental aporta luz el episodio de la frustrada revoluci¨®n independentista malgache contra los franceses con un trabajo basado en los testimonios de sus protagonistas
Fue en una conversaci¨®n familiar trivial cuando Marie Cl¨¦m¨¦nce Andriamonta Paes (Antananarivo, Madagascar, 1959) se enter¨® de que su madre no hab¨ªa ido a la escuela durante el a?o 1947. Al indagar los motivos, sus preguntas resultaron inc¨®modas no solo para su progenitora, sino tambi¨¦n para otros familiares y conocidos de su entorno. Pero, lejos de conformarse, sigui¨® con las pesquisas.
As¨ª es como Marie Cl¨¦m¨¦nce, autora de largo recorrido en la producci¨®n audiovisual, empieza su primer largometraje como realizadora y mano a mano con su marido, el reconocido documentalista Cesar Paes y dos de sus hijos, como parte del equipo. Se trata de un trabajo de memoria familiar y comunitaria que se traduce en un cuidado y comprometido documental desde el punto de vista de la fotograf¨ªa, m¨²sica, testimonios e im¨¢genes de archivo sobre los fahavalo: los enemigos de Francia. En Espa?a ha sido proyectado en el reci¨¦n celebrado Festival de Cine Invisible de Bilbao, donde su directoa concedi¨® esta entrevista.
En agosto de 1946, miles de soldados malgaches enrolados en el ej¨¦rcito franc¨¦s vuelven de la Segunda Guerra Mundial convencidos de que De Gaulle les dar¨¢ la independencia. En su lugar, son dirigidos a los campos de plantaci¨®n coloniales por lo que algunos, frustrados, encabezan una rebeli¨®n que resulta fuertemente reprimida por las autoridades francesas. Los rebeldes resisten durante 18 meses en la selva tropical con la ¨²nica protecci¨®n de los chamanes y la experiencia de los exsoldados.
¡°Aunque hay todav¨ªa mucha gente viva que ha presenciado ese episodio de nuestra historia, apenas se conoce, ni se estudia en las escuelas, ni se habla en las familias; ni en Madagascar ni en Francia¡±, explica Paes. Para la documentalista, una de las razones del tab¨² en torno a este tema se debe a un sentimiento de verg¨¹enza en ambas partes: ¡°Por la parte malgache porque la revoluci¨®n no deriv¨® en la independencia, sino que esta fue regalada por De Gaulle 13 a?os despu¨¦s; al contrario de lo que ocurri¨® en Argelia, por ejemplo¡±. Del lado franc¨¦s, la incomodidad proviene de la desproporcionada respuesta del ej¨¦rcito galo a los insurgentes que reclamaban su emancipaci¨®n. ¡°Los malgaches ven¨ªan de luchar en Europa defendiendo a Francia de los nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Atascados en Indochina, los franceses no quer¨ªan m¨¢s frentes abiertos as¨ª que abatieron la revuelta de manera extremadamente violenta¡±, comenta la realizadora.
De un lado lanzas, talismanes y rituales ¡ª¡°Ranu, ranu¡± que significa agua, agua, en malgache¡ª, gritaban los combatientes como conjuro antibalas seg¨²n recuerda uno de los entrevistados en el documental ; del otro, fusilamientos desde aviones, lo que provoc¨® un n¨²mero importante de muertos que var¨ªa entre los 40 y los 90.000 seg¨²n las diferentes fuentes.
Reconstruir el relato de lo desconocido
Seg¨²n la realizadora, el objetivo de Fahavalo 1947 es rescatar lo ocurrido como una herramienta de memoria ¡°para que las familias hablen, para reconstruir el relato de lo desconocido¡±. ¡°Mi objetivo era realizar un ejercicio de memoria hist¨®rica para recuperar ese episodio de resistencia y no presentar al pueblo malgache como v¨ªctimas de una masacre¡±, apunta, Desgraciadamente, esta no ha sido la ¨²nica en la historia del imperio colonial franc¨¦s en ?frica: ¡°Thiaroye sur Mer (Senegal) en 1944, Setif (Argelia) en 1945 o en Camer¨²n en 1960¡±, enumera.
Para ello, el hilo conductor propuesto por Paes es su viaje de investigaci¨®n por el que gu¨ªa al espectador por la ¡°cartograf¨ªa de la insurrecci¨®n¡± a trav¨¦s de la selva malgache y de las v¨ªas del tren que atraviesan la monta?a hasta la costa este del pa¨ªs, que es donde se desencaden¨® la revuelta, en busca de los testimonios de los ¨²ltimos testigos que quedan en vida.
Ellos son el centro del relato, las ¨²nicas voces: los protagonistas de la rebeli¨®n, hoy octogenarios, hablan. ¡°Me han criticado por no entrevistar a acad¨¦micos o historiadores, pero para mi era importante que fuesen los propios ciudadanos los que explicasen qu¨¦ pas¨® y c¨®mo lo vivieron, y considero que sus discursos son igual de valiosos hist¨®ricamente¡±, explica.
El enfoque del trabajo propuesto por Paes sobrepasa lo local, planteando una cuesti¨®n humana, universal, a trav¨¦s del testimonio no solo de rebeldes, sino tambi¨¦n de colaboradores con el r¨¦gimen colonial. ¡°Ha causado mucho revuelo ver a malgaches defendiendo los intereses franceses, pero los hab¨ªa, ?claro que los hab¨ªa! Hay quien eligi¨® rebelarse; otros, colaborar y otros, como comenta una de las entrevistadas, eligieron sobrevivir, no acercarse a ning¨²n bando. Todo el mundo tiene elecci¨®n, incluso hoy en d¨ªa. ?El fascismo no es obligatorio!¡±
Entre entrevista y entrevista ¡ªrealizadas en los lugares mismos de la insurgencia, en pleno bosque¡ª se suceden valios¨ªsimas e in¨¦ditas im¨¢genes de archivo de los a?os cuarenta. Van acompa?adas por m¨²sica de acorde¨®n y guitarra de una banda sonora inconclusa realizada por el reconocido m¨²sico Re?gis Gizavo, que falleci¨® durante su producci¨®n, y que ayuda a crear una atmosfera particular e hipn¨®tica que envuelve la historia.
La versi¨®n del le¨®n sobre la caza
De madre malgache y padre franc¨¦s, Marie Cl¨¦m¨¦nce Paes elige contar la historia desde otro ¨¢ngulo diferente del acostumbrado. ¡°En tanto que no escuchemos la versi¨®n del le¨®n, la historia de la caza continuar¨¢ glorificando al cazador¡±, analiza, argumentando su elecci¨®n de centrarse en una visi¨®n ¨²nicamente africana.
Esto dificult¨® la producci¨®n del documental. Las televisiones francesas no estaban interesadas hasta que el expresidente del Gobierno franc¨¦s Fran?ois Hollande reconoci¨® en la Cumbre de la Francofon¨ªa en 2016 de Madagascar los cr¨ªmenes coloniales del 47 y su deber de memoria. Pero a¨²n as¨ª, el enfoque que se quer¨ªa era otro m¨¢s occidental; eso oblig¨® a Paes y su productora Laterit a reinventarse a la hora de conseguir financiaci¨®n.
El resultado del trabajo no se hizo esperar. Con una comunicaci¨®n cuidada y militante en medios de muchos pa¨ªses, Fahavalo Madagascar 1947 recorri¨® entre el a?o pasado y este las pantallas de festivales de cine de todo el mundo con un gran reconocimiento en Montreal, Cartago, Lisboa, Stuttgart, Dakar, Bilbao, etc. "Fue muy emocionante presentarlo en el Recidoc de Dakar, pero estaba preocupada por ver la reacci¨®n del p¨²blico porque en el documental se habla de que Francia llev¨® soldados senegaleses a reprimir a los insurgentes malgaches. A¨²n hoy en la isla se asusta a los ni?os dici¨¦ndoles '?que vienen los senegaleses!", r¨ªe. "Pero, al contrario, la acogida fue buen¨ªsima, y me explicaron que ellos consideran a los malgaches sus hermanos de armas, porque compartieron habitaciones durante la Segunda Guerra Mundial en Europa. Era una estrategia de Francia el mandar tropas africanas a calmar sus conflictos en el continente, y as¨ª enfrentarlos. Los malgaches fueron enviados a Marruecos a lo mismo".
El documental se estren¨® en enero de 2019 en salas en Francia. Al terminar cada pase, la realizadora propon¨ªa foros de debate. ¡°Me doy cuenta de que la mayor¨ªa de los franceses sigue teniendo una mentalidad muy anclada en los beneficios de la misi¨®n civilizadora de la colonizaci¨®n, ?se creen que se les hacia bien! Aunque tambi¨¦n hay personas que se sorprenden de las barbaridades perpetradas por la Francia colonial. Ellas empatizan, se averg¨¹enzan¡¡±, comenta sobre las impresiones de los visionados.
Aunque hay a¨²n mucha gente viva que ha presenciado ese episodio de la historia, apenas se conoce, ni se estudia en las escuelas, ni se habla en las familias
Una de las cosas que despierta inter¨¦s entre el p¨²blico occidental son los talismanes y rituales que usaban los malgaches como protecci¨®n y que se registra en la pel¨ªcula. ¡°Cuando se proyecta en ?frica nadie hace alusi¨®n a ello, yo creo que porque sigue habiendo una jerarqu¨ªa de los saberes, y se piensa que el uso de conjuros y amuletos resta credibilidad, que no es racional. ?Pero es similar al uso de rosarios o escapularios por parte de los soldados franceses!¡± comenta Paes, quien junto con su marido trabajan en el sector audiovisual para promover una visi¨®n no supremacista de las diferentes culturas del mundo, sobre todo aquellas de tradici¨®n oral.
En Madagascar, la acogida fue impresionante (como se puede ver en el v¨ªdeo de la presentaci¨®n): pabellones llenos de estudiantes y profesores haciendo cola para entrar, proyecciones en teatros, al aire libre, con poblaci¨®n de todas las edades... ¡°Incluso en el interior de un cuartel del ej¨¦rcito, porque los soldados quer¨ªan ver el documental pero no ten¨ªan derecho a salir, ?as¨ª que lo programamos dentro!¡±, recuerda emocionada.
En todo este recorrido del documental sobrevuela la cuesti¨®n de la tierra, las plantaciones de caf¨¦ en las que los ¡°vazaha¡± (blancos, extranjeros, franceses) obligaban a trabajar a la poblaci¨®n local para exportar, y que fue uno de los desencadenantes del malestar de los malgaches. ¡°Actualmente vivimos una situaci¨®n similar, con hect¨¢reas de plantaciones orientadas a la producci¨®n de vainilla, demandada en todo el mundo. Es exactamente lo que se evita con la memoria hist¨®rica: caer en los mismos errores¡±. Y cierra parafraseando a Churchill: "El pueblo que no conozca su historia est¨¢ condenado a repetirla. Ojal¨¢ Favahalo contribuya a revertirlo".
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