La ¡®dolce vita¡¯ de un gur¨² del calzado
Mario Moretti Polegato es un aventurero amante de la velocidad y los placeres mundanos. Y el creador del imperio Geox. Nos recibe en la villa hist¨®rica de su familia, rodeada de las colinas donde nace el famoso 'prosecco' de Italia
T? SER?S un gran bodeguero!¡±, exclam¨® con j¨²bilo el padre de Mario Moretti Polegato (Crocetta del Montello, 1952) cuando abraz¨® a su primog¨¦nito al nacer. ¡°El tiempo ha demostrado que se equivoc¨®¡±, dice hoy su hijo con cari?o mientras pasea por Villa Sandi, el palazzo de 1662 de estilo palladiano situado a las afueras de Montebelluna (Treviso, V¨¦neto). Esta es tambi¨¦n la cuna de la industria del calzado italiano. Y por extensi¨®n, del gigante Geox. Esta residencia es propiedad de su familia desde hace m¨¢s de un siglo. Aqu¨ª establecieron la bodega Villa Sandi, uno de los l¨ªderes de la exportaci¨®n de vino blanco en Italia. Pero Mister Polegato ¡ªcomo se le conoce en Italia¡ª se desvi¨® de este negocio para emprender un rumbo muy distinto. Fue en 1995, cuando invent¨® el c¨¦lebre ¡°zapato que respira¡±. El calzado de la firma se vende hoy en 110 pa¨ªses y factura 827 millones de euros anuales. Geox naci¨® de la uni¨®n del lat¨ªn geo (tierra) y la letra ¡°X¡±, que simboliza la tecnolog¨ªa. Su creador es este italiano de exquisitas maneras que creci¨® jugando entre las frondosas colinas de vi?edos que circundan esta residencia de estilo neocl¨¢sico.
Adem¨¢s de ser una de las mayores fortunas de Italia, Polegato es profesor universitario y una autoridad en asuntos de propiedad intelectual. Y aunque en sus planes no figure entrar en pol¨ªtica ¡ª¡°prefiero emitir mi juicio de una manera libre¡±, asegura¡ª, sus declaraciones suelen tener eco en la fragmentada clase pol¨ªtica italiana. ¡°Europa est¨¢ en una encrucijada hist¨®rica. Si no logramos construir un continente fuerte y competitivo, estamos perdidos¡±, dice.
El paseo del se?or Polegato a trav¨¦s de la geometr¨ªa armoniosa de los jardines de Villa Sandi bajo un calor h¨²medo y plomizo pone a prueba la suela de goma transpirable de sus mocasines negros. ¡°Est¨¢n hechos con una tecnolog¨ªa revolucionaria para que el pie se mantenga seco y no sude¡±, explica el creador del invento, que hace un par de decenios raj¨® con una navaja suiza sus zapatos durante una jornada en pleno desierto estadounidense de Nevada. As¨ª naci¨® la idea que fund¨® un imperio zapatero.
El esplendor de la Rep¨²blica de Venecia es un espejo en el que hoy le gusta verse reflejado. A?ora la pujanza art¨ªstica y comercial que convirti¨® la ciudad-Estado en la joya del Mediterr¨¢neo durante el Renacimiento. ¡°El proteccionismo estadounidense y el expansionismo chino nos est¨¢n arrinconando¡±, lamenta Polegato antes de subir la escalinata de piedra blanca que conduce al p¨®rtico de entrada de la mansi¨®n familiar. Bajo su fachada, sostenida por cuatro columnas j¨®nicas, se divisa el paisaje de tablero de ajedrez que dibujan los vi?edos de las colinas del prosecco, recientemente declarados patrimonio mundial por la Unesco. En este pr¨®spero rinc¨®n del norte de Italia se cultiva la uva glera, que guarda los secretos del espumoso italiano.
Nuestro hombre es un entusiasta de su tierra, a la que retorna cada vez que los negocios le conceden una pausa. ¡°Italia es el lugar del mundo donde se puede ser m¨¢s feliz, pero el exceso de burocracia lastra nuestra creatividad¡°. La digitalizaci¨®n de la res publica supone seg¨²n ¨¦l la ¨²nica v¨ªa para modernizar Italia, pero sabe que eso no basta para dar la batalla en un mundo globalizado. ¡°Necesitamos una ¨²nica Constituci¨®n y un presidente por elecci¨®n directa de todos los europeos¡±, dice en un intento de espantar los populismos que acechan al viejo continente.
Al entrar en la estancia principal del palacio, un sal¨®n de estucos y techos artesonados de los que cuelgan ara?as de cristal de los mejores artistas del vidrio veneciano, su mirada se clava en un peque?o grabado de Napole¨®n Bonaparte vestido de militar. ¡°Cuando ocup¨® Italia, vivi¨® en esta propiedad. Aqu¨ª traz¨® sus planes para la conquista del continente¡±. A su lado hay un lienzo del Concilio de Trento (1545-1563), otro hito en el devenir de Europa que marc¨® la escisi¨®n definitiva entre protestantes y cat¨®licos. ¡°Es nuestro cuadro de mayor valor art¨ªstico. Lo guardamos en la familia como un tesoro¡±. Joyas pict¨®ricas que conviven junto a una colecci¨®n de recuerdos familiares en color sepia del linaje de los Mo?retti Polegato: sendos retratos de Mario y su hermano Giancarlo de ni?os; una imagen descolorida de su padre, muerto en un accidente de tr¨¢fico hace 45 a?os, y otra m¨¢s reciente de su madre, fallecida en 2018.
En Villa Sandi, Mario Moretti Polegato pas¨® una pl¨¢cida infancia y juventud ¡ª¡°una vida feliz y sencilla en la que no me separaba de mi poni¡±¡ª, pero desde hace 20 a?os este lujoso inmueble est¨¢ deshabitado y solo recibe las visitas de aquellos interesados en su rico patrimonio enol¨®gico. Una vez al a?o, la famiglia Polegato vuelve a ocupar estas habitaciones para participar en batidas de zorro simuladas en las que no se da muerte al animal. Un toque de aristocracia para una villa que tambi¨¦n alberga encuentros de jefes de Estado y empresarios auspiciados por el Instituto Aspen, un think tank del que Polegato es miembro. ¡°Muchas personalidades calzan mis zapatos en esas citas¡±, presume. Y vuelve a dejarse inspirar por el refinado aroma cl¨¢sico que desprende esta villa renacentista. ¡°El motor de la econom¨ªa europea debe ser la cultura; es lo que aporta la innovaci¨®n para que un producto perdure¡±.
Para innovar, sostiene, hace falta crear, pero tambi¨¦n patentar e investigar. ¡°Si tienes una idea brillante, hay que registrarla para que nadie la copie¡±. ?l lo hizo, hace ya 25 a?os, con la membrana transpirable de su calzado, evitando que corriera la misma suerte que ¡°otras grandes creaciones italianas como la pizza o el caf¨¦ expreso, convertidas en business americano¡±. Su ¨²ltimo invento es una app con la que los padres podr¨¢n proyectar el nombre de sus hijos sobre la suela luminosa de sus zapatos. ¡°?Eso es innovaci¨®n!¡±, exclama a la entrada de los casi dos kil¨®metros de galer¨ªas subterr¨¢neas descubiertas bajo las cocinas de Villa Sandi hace 40 a?os. Un laber¨ªntico escondite usado profusamente por los soldados aliados durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora ofrece unas condiciones ¨®ptimas de humedad para un mill¨®n y medio de botellas de vino almacenadas. Las m¨¢s selectas se reservan para la presidencia y el Gobierno italianos. ¡°Previo pago¡±, puntualiza Polegato. En el mismo s¨®tano, una impoluta colecci¨®n de motos antiguas da fe de la pasi¨®n por la velocidad. Su compa?¨ªa tambi¨¦n patrocina el equipo Dragon de f¨®rmula E, ¡°la alternativa ecol¨®gica al circo de la f¨®rmula 1¡±.
Polegato transmite fatiga y entusiasmo a partes iguales. Respira hondo para conectar mejor con sus recuerdos: ¡°Volver aqu¨ª es emocionante, pero ahora tengo una gran responsabilidad ¨¦tica con las 30.000 familias que dependen de mi empresa¡±. Con todo, el patr¨®n sigue paladeando, a peque?os sorbos, los placeres mundanos de la dolce vita. ¡°Un buen prosecco rodeado de mis amigos, los de mi ni?ez en Villa Sandi¡±.
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