¡°Algunos bancos creen que nunca les llegar¨¢ la revolucion tecnol¨®gica y van a morir¡±
James Scriven dirige BID Invest, una entidad que gestiona 400 proyectos en 22 pa¨ªses por valor de 11.600 millones de d¨®lares. Opina que el desarrollo de Am¨¦rica Latina y El Caribe pasa por la inclusi¨®n
Es una verdad innegable: para la mayor¨ªa de las cosas en esta vida hacen falta dinero. Y otra dura realidad: no suele ser f¨¢cil obtenerlo. Y mientras, la desigualdad y la exclusi¨®n contin¨²an. A principios de noviembre se dieron cita en Foromic decenas de empresarios, banqueros, entidades de cr¨¦dito, emprendedores, pol¨ªticos y expertos en tecnolog¨ªa para hablar precisamente de esto: de la inclusi¨®n social a la hora de acceder a pr¨¦stamos en Am¨¦rica Latina y el Caribe. Y all¨ª estaba James Scriven, que dirige BID Invest, una entidad que gestiona 400 proyectos en 22 pa¨ªses por valor de 11.600 millones de d¨®lares.
No tener herramientas financieras tambi¨¦n agrava la brecha social que existe en la regi¨®n, que ya de por s¨ª es el escenario de la mayor desigualdad del planeta. "Hay mucha gente excluida por diferentes motivos: porque no tienen informaci¨®n sobre c¨®mo acceder a los cr¨¦ditos, por la falta de conexi¨®n a internet, porque viven en zonas remotas... Pero ya existen numerosas v¨ªas para contrarrestar esto", explica Scriven. "Uno de los grandes retos es la informalidad laboral, si no est¨¢s registrado legalmente, esa persona se queda fuera, y en la regi¨®n hay mucha gente en esa situaci¨®n", detalla.
El 49% de la poblaci¨®n de la regi¨®n (m¨¢s de 200 millones de personas) no tiene una cuenta bancaria, seg¨²n c¨¢lculos del BID. Eso hace muy dif¨ªcil, no solo el ahorro, sino que las entidades tradicionales dispongan de datos suficientes de muchos ciudadanos para decidir si les conceden un cr¨¦dito. "Eso hace que mucho de ellos o bien por regulaci¨®n estatal o por decisi¨®n propia decidan no prestar dinero", apunta el director de BID Invest.
Uno de los grandes retos es la informalidad laboral, si no est¨¢s registrado legalmente, esa persona se queda fuera, y en la regi¨®n hay mucha gente en esa situaci¨®n
Unos nuevos actores emergen en este nuevo mercado, las fintech (acr¨®nimo de tecnolog¨ªa financiera en ingl¨¦s). Son compa?¨ªas tecnol¨®gicas emergentes que se sirven de algoritmos para conceder pr¨¦stamos de forma m¨¢s r¨¢pida y flexible que los bancos tradicionales. "La tecnolog¨ªa puede ser una herramienta muy ¨²til para esto, como tambi¨¦n lo es para un mayor acceso a sanidad, a educaci¨®n...", indica Scriven. Muchas grandes firmas se est¨¢n aliando ya con fintech para llegar a m¨¢s gente.
Gracias a este sistema, por ejemplo, no hay que acudir a una sucursal, algo imposible para muchas poblaciones apartadas de los centros urbanos. "Algunos bancos creen que nunca les va a llegar la revoluci¨®n tecnol¨®gica y van a morir", sentencia el director de BID Invest. Aunque no todo es transparente en estas empresas de cr¨¦dito. Los algoritmos que usan han sido puestos en tela de juicio por sus sesgos, como los de g¨¦nero. "La inteligencia artificial aprender¨¢ de los prejuicios y los corregir¨¢", asegura Sriven.
Las estrictas regulaciones, en muchos casos de principios de siglo, frenan en algunos casos el desarrollo en la regi¨®n. En Chile, por ejemplo, el crowdfunding, las aportaciones econ¨®micas de diferentes mecenas a trav¨¦s de internet, es ilegal. Este es uno de los factores que frena tambi¨¦n la llegada de capital extranjero. "Se podr¨ªa decir en cualquier pa¨ªs del mundo los avances sociales y tecnol¨®gicos van m¨¢s deprisa que los cambios legales. Por otro lado, los cimbronazos pol¨ªticos que se est¨¢n produciendo en la regi¨®n no propician la llegada de inversores, es cierto".?
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