7 claves para no tomar decisiones impulsivas (y tener que lamentar sus consecuencias)
Hay personalidades m¨¢s propensas a esta actitud
Hay personas que para tomar una decisi¨®n tan simple como la de qu¨¦ acompa?amiento quieren para su hamburguesa, necesitan realizar toda una disertaci¨®n para decantarse por lo que m¨¢s les apetece (las patatas fritas) o lo m¨¢s sano (la ensalada). Sin embargo, otras son capaces de decidir mudarse a la otra punta del mundo sin siquiera plantearse las consecuencias. Esta diferencia se debe a la impulsividad, una cualidad muy ligada a algunos tipos concretos de personas, que puede llevarlas a tomar decisiones sin pensar. Sin embargo, existen ciertos ejercicios que podemos poner en pr¨¢ctica para evitar que nos ocurra.
La impulsividad "es una manifestaci¨®n de descontrol emocional. Puede formar parte de un trastorno de la conducta, o puede ser, en casos menos severos, resultado de un momento de arrebato por alguna circunstancia emocional en la que la persona se deja llevar sin haber dado paso a una reflexi¨®n previa", se?ala la psic¨®loga Paloma Cabanas. Cualquiera puede tener una reacci¨®n impulsiva, aunque hay perfiles m¨¢s proclives a ese momento de descontrol.
"Por lo general, la impulsividad se da en personas inestables emocionalmente, que son un poco o muy irracionales y se dejan arrastrar por instintos o pasiones il¨®gicas, incomprensibles o injustificadas. Es m¨¢s frecuente en personas autoritarias, con egos muy ampliados, que no admiten o no conocen los l¨ªmites de las cosas, personas invasivas y a veces con temores ocultos que se liberan en acciones impulsivas o descontroladas como una forma de librarse de esa tensi¨®n interna", explica la experta.
Para los psic¨®logos esa falta absoluta de pudor, miedo o sensatez al actuar no brota de forma espont¨¢nea. M¨¢s bien, se ven¨ªa gestando desde mucho antes. "Actuar de forma desorbitada en situaciones muy extremas nos habla de un desorden previo, ya existente, que se liberaba tal vez a cuentagotas y ahora se desata completamente", contin¨²a Cabanas. Lo m¨¢s importante para solucionar el problema, dice el psic¨®logo y responsable del ¨¢rea de Psicolog¨ªa de Mindfulness de Slow Life House, Carlos Antonio Rodr¨ªguez M¨¦ndez, es detectarlo y contar con las herramientas para combatirlas. El experto las repasa:
1. Buscar satisfacci¨®n real, no pasajera. "Un ejemplo claro son las compras impulsivas. La falta de control frente a nuestros deseos viene de la necesidad aprendida del refuerzo inmediato y la incapacidad de saber esperar a un refuerzo que, aunque tard¨ªo, es m¨¢s conveniente para nuestro bienestar", aclara Rodr¨ªguez. Cuidado con las compras por Internet. La inmediatez del deseo se tornar¨¢ en desastre cuando llegue el extracto de gastos de la tarjeta. ?Realmente necesitas volver a cambiar de m¨®vil? ?El en¨¦simo jersey, es vital para tu fondo de armario?
2. Analizar y sopesar antes de actuar. Por lo general, ninguna situaci¨®n requiere una toma de decisiones instant¨¢nea. "Una forma habitual de impulsividad es decidir ante el primer impulso sin analizar con pausa los pros y los contras de la decisi¨®n que estamos tomando", aclara el psic¨®logo. Pi¨¦nsalo dos veces. Apunta en un papel los beneficios, perjuicios y consecuencias, y val¨®ralos bien antes de lanzarte a actuar.
3. No dejarse llevar. Hay d¨ªas negros en los que uno entiende la reacci¨®n. El problema es que "normalmente se trata de una falta de control de las emociones. Y lo habitual es que la domine la ira", aclara el experto.
4. Ponerse normas. "En la personalidad hay existe una parte gen¨¦tica (nuestro temperamento) y una parte aprendida (nuestro car¨¢cter forjado a trav¨¦s de nuestros h¨¢bitos). Un ni?o educado sin normas, no aprende a demorar el refuerzo. Esto puede dar paso al desarrollo de la impulsividad en personas que parten de inicio con un temperamento impulsivo", contin¨²a el experto.?
5. Evitar el alcohol. "El alcohol act¨²a como inhibidor del sistema nervioso central. Cuando comienzan sus efectos, se inhibe el l¨®bulo prefrontal (la parte de nuestro cerebro que ejerce el control de impulsos y regula el comportamiento social) y hacemos cosas que nunca har¨ªamos sobrios", dice el especialista.
6. Contar hasta 10. Es el m¨¦todo m¨¢s antiguo para no estallar ante una provocaci¨®n. Y sigue funcionando. "Cuando la impulsividad surge frente a la respuesta emocional, como es el caso de la expresi¨®n de la ira, el contar hasta 10 puede funcionar. Los psic¨®logos lo llamamos 'supresi¨®n de la reacci¨®n emocional autom¨¢tica' y consiste en postergar la respuesta emocional o minimizarla (contar hasta diez antes de contestar), aceptando que se vive una emoci¨®n. Es eficaz a corto plazo, pero imposible de aplicar en momentos de c¨®lera extrema", explica el experto.
7. Luchar contra el lado oscuro. La ira conduce al lado oscuro, ya lo dec¨ªa Yoda en Star Wars. "Hay que cambiar la 'reacci¨®n' (la acci¨®n de nuestra parte animal ligada a la respuesta emocional) por la ¡®respuesta¡¯ (la conducta racional de nuestra parte humana). Cuando la ira o la decisi¨®n impulsiva se ponen bajo la luz de la conciencia, ya no hay automatismo sino respuesta controlada", aclara Rodr¨ªguez M¨¦ndez y establece un proceso de cinco pasos para evitar actuar movido por la impulsividad: "Lo primero es reconocer la ira o el deseo cuando aparece. A continuaci¨®n, asumir esa emoci¨®n como algo nuestro, dejarlo fluir y aplacarlo. Finalmente, analizar lo que va mal y escoger la respuesta m¨¢s adecuada. Cuando la ira est¨¢ bajo la luz de la conciencia pierde inmediatamente todo su car¨¢cter destructivo", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.