La receta de Maimunah Mohd Sharif contra el cambio clim¨¢tico
Planificaci¨®n urbana, alianzas y voluntad pol¨ªtica son imprescindibles ante el reto de mejorar el estado del planeta y las condiciones de vida de sus habitantes, seg¨²n la directora ejecutiva de ONU H¨¢bitat
Conoce bien de lo que habla. Destaca la importancia de comprometerse con la poblaci¨®n, y mira con optimismo los desaf¨ªos que tiene por delante. Maimunah Mohd Sharif, nacida en Malasia, es especialista en planificaci¨®n urbana. En ella se form¨® en el Institute of Science and Technology de la Universidad de Gales (UWIST) y la Universiti Sains Malaysia (USM) de Penang. Y desde enero de 2018 es la primera mujer musulmana de Asia en ocupar la direcci¨®n ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-H¨¢bitat).
Antes, en 2011, ya fue la primera mujer nombrada presidenta del Consejo Municipal de Seberang Perai (MPSP) y destac¨® en la defensa de la sostenibilidad de la ciudad y la aprobaci¨®n de presupuestos participativos con perspectiva de g¨¦nero. En 2017 fue elegida alcaldesa de la Isla de Penang.
Ahora, en su etapa al frente de ONU-H¨¢bitat tiene como objetivo la aplicaci¨®n de la Nueva Agenda Urbana (NAU), aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (H¨¢bitat III) de Quito (Ecuador) en 2016. No es la primera vez que visita Madrid, pero en esta ocasi¨®n su agenda estuvo dedicada por completo a la Cumbre del Clima (COP25). Tiene su prop¨®sito claro, y as¨ª lo expresa al despedirse, compartiendo las l¨ªneas generales del plan estrat¨¦gico de ONU-H¨¢bitat 2020-2023 cuyo objetivo es la "sostenibilidad urbana como estrategia de desarrollo y paz, para la mejora de las condiciones de vida y en l¨ªnea con los ODS". Para Maimunah Mohd Sharif, las ciudades juegan un papel fundamental en este cambio de rumbo.
- P. ?Su mayor deseo como Directora Ejecutiva de ONU- H¨¢bitat?
Yo nac¨ª en un contexto de pobreza, y eso hace que, sabiendo lo que es no tener agua o luz, ahora, desde la posici¨®n que ocupo, tenga siempre presente el objetivo de reducir las desigualdades y la pobreza en las comunidades. Que adem¨¢s es uno de los ¨¢mbitos para el cambio del Plan Estrat¨¦gico 2020-2023. Y mi deseo es dejar un legado de impacto positivo en las personas a las que sirvo y por las que trabajo, y poder mejorar su calidad de vida. Y esto s¨¦ que solo es posible si trabajamos de manera conjunta los gobiernos, las organizaciones ciudadanas, las empresas, etc. Es necesaria la colaboraci¨®n mutua.
- P. ?Como es ser mujer en lugares de toma de decisiones en los que, por lo general, hay pocas?
La econom¨ªa verde podr¨ªa ser uno de los principales caminos hacia la prosperidad urbana y el crecimiento econ¨®mico
Yo soy feliz con los retos, me gustan. Me siento tambi¨¦n afortunada de tener un equipo que me apoya, y otras instituciones con quien poder trabajar de manera cercana. No ha sido un asunto que me haya preocupado, pero es verdad que las mujeres debemos tener claro lo que queremos y hacia d¨®nde queremos caminar. Al principio, hab¨ªa personas que me miraban y dudaban: "?Vas a poder con esto?". Pero he demostrado que puedo trabajar 24 horas, 7 d¨ªas a la semana. De esta manera, quiero devolver a las comunidades todo lo que he aprendido de ellas. En definitiva, creo que me han tra¨ªdo hasta aqu¨ª mi pensamiento positivo y la determinaci¨®n. Y si ahora tuviera que dar una recomendaci¨®n dir¨ªa que es importante que creamos en nosotras mismas, que seamos sinceras (sin agendas ocultas), profesionales y humildes en nuestro trabajo.
- P. A escala global, ?c¨®mo afecta el cambio clim¨¢tico a las mujeres urbanas?
- R. Las mujeres y la infancia son los grupos m¨¢s vulnerables en cuanto al clima. Y esto es as¨ª especialmente en las grandes zonas urbanas. En los asentamientos informales y slums, donde a¨²n viven 800 millones de personas, las condiciones de habitabilidad son muy pobres, no ofrecen una adecuada protecci¨®n a las familias, y hay pocos servicios educativos o sanitarios.
Incorporar la perspectiva de g¨¦nero en los presupuestos es una necesidad porque las mujeres tienen menos participaci¨®n y est¨¢n menos representadas en los gobiernos, tanto a escala local como estatal, y esto genera un desequilibrio de perspectivas y por tanto, en las decisiones que se toman. Las mujeres no pueden contribuir plenamente en la planificaci¨®n relacionada con el clima, en la creaci¨®n de pol¨ªticas o en su implementaci¨®n. Por supuesto, esto es aplicable no solo a la sociedad civil sino tambi¨¦n al sector privado. Y si queremos un desarrollo sostenible, necesitamos una gesti¨®n de recursos sostenible e inclusiva.
En cuanto a la planificaci¨®n urbana, incorporar la perspectiva de las mujeres tanto de los retos y riesgos del cambio clim¨¢tico como de las prioridades de acci¨®n, permite desarrollar soluciones m¨¢s profundas que beneficien a toda la comunidad. Aqu¨ª es donde un urbanismo verdaderamente sostenible puede marcar la diferencia. Debemos incluir a las mujeres y a las comunidades m¨¢s vulnerables en la planificaci¨®n y el desarrollo de los proyectos urbanos si queremos que nuestras ciudades sean m¨¢s inclusivas y seguras.
- P. ?Como se explica que las grandes empresas y gobiernos inviten a "cuidar del planeta y luchar contra el cambio clim¨¢tico" pero a la vez (como se ha recordado en la apertura de la COP25) no se haga lo necesario para responder a esta crisis?
Planificar para la resiliencia ayudar¨¢ a proteger y mejorar la vida de las personas.
- R. Por un lado, el sector privado sabe que merece la pena invertir en la econom¨ªa verde. Si las grandes empresas no se hacen verdes ahora, no tendr¨¢n inversores ni consumidores despu¨¦s. Hemos visto el poder de los j¨®venes, y las generaciones que vienen no van a comprar productos de empresas que nos son responsables y que tienen impactos negativos en el entorno. Y las empresas tambi¨¦n saben que necesitan hacen inversiones resilientes. La econom¨ªa verde podr¨ªa ser uno de los principales caminos hacia la prosperidad urbana y el crecimiento econ¨®mico. La Comisi¨®n Global de Adaptaci¨®n ha demostrado que invirtiendo 1,8 trillones de d¨®lares en adaptaci¨®n clim¨¢tica entre 2020 y 2030, se generar¨ªan 7,1 trillones de d¨®lares de beneficios netos. Y esto es un dato que la comunidad empresarial no puede ignorar. El sector privado sabe de los beneficios econ¨®micos de la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico. Es necesario poner un impuesto al carbono para empezar a descarbonizar ya.
Por otro lado, es necesaria una buena planificaci¨®n urbana, un liderazgo positivo capaz de crear alianzas, buenos gobiernos, y por supuesto, voluntad pol¨ªtica. Seg¨²n hablamos, va quedando cada vez m¨¢s claro que incorporar los impactos y riesgos del clima en las decisiones y prioridades urbanas es fundamental. Pero, sobre todo, es fundamental comprometerse con la poblaci¨®n local. Porque a menudo, se carece tanto de conocimientos como de las herramientas necesarias, pero las soluciones est¨¢n ah¨ª. Es imprescindible trabajar de manera conjunta con la ciudadan¨ªa.
Por ejemplo, en mi ciudad hubo un problema de inundaciones. Yo era alcaldesa, y me acerqu¨¦ a los habitantes de ese barrio a preguntar por qu¨¦ estaba la zona desbordada. Me contestaron que la raz¨®n era que el dise?o de gesti¨®n del agua no estaba bien hecho. Logr¨¦ involucrar a la comunidad para que aportara soluciones, porque ellos conocen mejor que nadie su zona. Y la situaci¨®n mejor¨® sustancialmente. Ahora se requieren respuestas desde la innovaci¨®n y la creatividad. Y pol¨ªticas urbanas adecuadas. En todo esto, ONU- H¨¢bitat tambi¨¦n tiene un importante papel en la generaci¨®n de conocimiento, formando a profesionales para que entiendan lo que supone el cambio clim¨¢tico e ir desarrollando capacidades.
- P. ?Cu¨¢les son los principales desaf¨ªos urbanos en el contexto actual?
- R. Tan solo imagine las emisiones de carbono que suponen las ciudades teniendo en cuenta que en ellas vive m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n mundial o que semanalmente 1.3 millones de personas se muda a zonas urbanas (?una poblaci¨®n equivalente a la de la ciudad de Copenhague o Kampala!). Las ciudades tienen grandes retos, s¨ª. Pero tambi¨¦n ofrecen soluciones.
En primer lugar, un gran desaf¨ªo es la expansi¨®n urbana, que est¨¢ siendo mal planificada y poco cuidada, y genera un gran n¨²mero de asentamientos informales. La extensi¨®n urbana crecer¨¢ 1,2 millones de kil¨®metros cuadrados en 2030, lo que significa que la superficie ocupada por ciudades se triplicar¨ªa entre los a?os 2000 y 2030. Esto supone una considerable p¨¦rdida de biodiversidad y la destrucci¨®n de infraestructura verde que es clave en la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico.
En segundo lugar, el consumo de recursos y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a esta expansi¨®n urbana es enorme. Adem¨¢s, para 2030 se prev¨¦ que habr¨¢ 43 megaciudades de m¨¢s de 10 millones de habitantes, sobre todo en regiones en desarrollo. Y el aumento de precios de petr¨®leo y carb¨®n hacen que este modelo de crecimiento urbano sea insostenible en t¨¦rminos de infraestructuras, consumo energ¨¦tico y movilidad. La movilidad urbana, por ejemplo, es hoy un reto importante. Hay pocas viviendas disponibles, y ciudades dispersas en que hay que trasladarse al lugar de trabajo cada d¨ªa.
Adem¨¢s, es imprescindible que las soluciones tengan una perspectiva hol¨ªstica. Por ejemplo, en Ad?s Abeba (Etiop¨ªa) se realiz¨® una gran campa?a de gesti¨®n de residuos gracias a la financiaci¨®n japonesa. Pero all¨ª se producen 3 toneladas de residuos diarios de manera que, aunque la gesti¨®n de los dep¨®sitos de residuos mejore, a largo plazo no servir¨¢ si no se reduce la producci¨®n, si no se act¨²a en el origen.
En tercer lugar, la buena noticia es que la planificaci¨®n urbana es parte de la soluci¨®n, ya que ayuda a identificar las amenazas que necesitan ser mitigadas. Y la escala ciudad es muy importante para generar un cambio. Mediante una planificaci¨®n mejor, podemos lograr frenar las emisiones (con planes de movilidad, infraestructuras verdes y azules ¡ª parques, bosques, techos verdes, infraestructuras acu¨¢ticas integradas en el entorno¡ª que puedan ayudar a enfriar las ciudades y reducir su efecto de isla de calor). Para regenerar los ecosistemas urbanos y a mejorar la calidad de vida es necesario desarrollar planes urbanos concretos de reducci¨®n de carbono y formar a los j¨®venes planificadores urbanos. Tambi¨¦n es necesario que ayudemos a crear planes de adaptaci¨®n y resiliencia ante los riesgos asociados al cambio clim¨¢tico. Planificar para la resiliencia ayudar¨¢ a proteger y mejorar la vida de las personas.
Por otro lado, sabemos que el 60% de la infraestructura urbana que se prev¨¦ que ser¨¢ necesaria en 2030 a¨²n no est¨¢ construida. As¨ª que este es tambi¨¦n un momento para la creatividad y la innovaci¨®n encaminadas a la resiliencia urbana.
- P. Y a escala local, ?las ciudades est¨¢n respondiendo?
- R. Yo creo que s¨ª. He sido planificadora urbana y alcaldesa, y desde entonces creo que ha aumentado mucho la conciencia de la necesidad de colaboraci¨®n entre los niveles estatal, regional y local. Creo que a escala local se est¨¢ trabajando muy bien.
La COP25 la veo como una oportunidad m¨¢s para compartir, conocernos unos y otros, e intercambiar estrategias para enfrentar el cambio clim¨¢tico. Por ejemplo, existen las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) pero no a nivel local, y las ciudades ah¨ª podr¨ªan tener un papel importante. En la Cumbre me ha quedado claro que los gobiernos locales est¨¢n generando redes, dispuestos a responder a la crisis clim¨¢tica, y comprometidos en la b¨²squeda de soluciones sostenibles.
Esta crisis ha empujado a miles de ciudades alrededor del mundo a declarar la emergencia clim¨¢tica, y los gobiernos locales est¨¢n respondiendo. De hecho, 10.239 ciudades, que suponen 864 millones de personas, forman parte del Pacto Global de Alcald¨ªas por el Clima y la Energ¨ªa (GCoM), una gran alianza para la acci¨®n. Y ONU- H¨¢bitat est¨¢ para dar apoyo a las iniciativas que se desarrollen.
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