Dispar¨¢ndose a los pies
Maduro nunca estuvo internacionalmente tan aislado, una gran mayor¨ªa de pa¨ªses ha rechazado en¨¦rgicamente lo que se hizo el domingo y no se suma a la ret¨®rica guerrerista
El golpe parlamentario contra la Asamblea Nacional en Caracas el domingo 5 fue pensado, seguramente, como una ¡°jugada maestra¡±: parlamentarios exopositores dejando sin piso a Guaid¨® y eligiendo a un exmiembro del opositor ¡°Primero Justicia¡±, Luis Parra. Todo indica, sin embargo, que hasta ahora la movida puede ser contraproducente para un r¨¦gimen cuya legitimidad interna e internacional est¨¢ contra las cuerdas.
Parecer¨ªa que se abre un cap¨ªtulo nuevo, complejo, contradictorio. Al interior, un Guaid¨® acosado, que ha perdido fuelle y enfriamiento de la movilizaci¨®n, Por fuera, cambios interesantes en el alineamiento de pa¨ªses en la regi¨®n que apunta a posibles redefiniciones que pueden llegar a impactar en una OEA cuyo papel ha sido hasta ahora inocuo y ret¨®rico en el impulso a una transici¨®n a la democracia en Venezuela. Tres asuntos destacan.
Primero, fortalecimiento internacional de posiciones que buscan contribuir desde fuera a una transici¨®n a la democracia basada en el di¨¢logo pol¨ªtico y la participaci¨®n activa de la sociedad venezolana. Contexto: de un lado, se congela el extremo de ¡°halcones¡±, liderado por los EE UU, abierto hasta a una operaci¨®n militar y al uso del obsoleto TIAR de la guerra fr¨ªa. Por el otro, debilitamiento del polo ¡°pro-Maduro¡± con el cambio pol¨ªtico en Bolivia. A ¨¦l no se ha sumado plenamente el nuevo gobierno argentino de Fern¨¢ndez; si bien cancel¨® a la representante de Guaid¨® como interlocutor ¡°presidencial¡±, censur¨® sin ambig¨¹edad el atropello del domingo.
El movimiento internacional de fichas fortalece el espacio para el Grupo de Lima y podr¨ªa facilitar una urgente articulaci¨®n con el crucial Grupo de Contacto formado por varios pa¨ªses europeos, Uruguay, Costa Rica y otros. La gran mayor¨ªa de integrantes de ambos grupos ha rechazado en¨¦rgicamente lo que se hizo el domingo y no se suma a una ret¨®rica guerrerista. Maduro nunca estuvo internacionalmente tan aislado. En este contexto ambos grupos tienen el reto de articular estrategias y agendas concretas que vayan m¨¢s all¨¢ del discurso. Desembaraz¨¢ndose tanto de extremismos radicales como del simplista camino de concentrarse en el ¡°apoyo a Guaid¨®¡±.
Segundo, una vertebraci¨®n entre ambos grupos que, con una diplomacia de peso y sofisticada, realice gestiones para promover activamente la transici¨®n democr¨¢tica entre actores venezolanos. Esto deber¨ªa significar una diplomacia activa no solo regional y con el Grupo de Contacto, sino con otros pa¨ªses de fuera de la regi¨®n con intereses en Venezuela que mueven sus propias fichas en sentido contrario a esa transici¨®n. Intereses estrat¨¦gicos de pa¨ªses como Rusia, Turqu¨ªa y China se ver¨ªan afectados medularmente por un colapso en Venezuela. Les convendr¨ªa, pues, una transici¨®n ordenada que garantice, por cierto, que sus intereses como acreedores o inversionistas fuesen asegurados.
Tercero, una nueva correlaci¨®n de fuerzas latinoamericana en camino. Esta podr¨ªa ¡ªdeber¨ªa¡ª tener impacto en revivir, ¡°reinstitucionalizar¡±, una OEA que se ha autoarrinconado en un discurso ret¨®rico. La elecci¨®n en marzo de su pr¨®ximo secretario general abre un camino para que se vertebre una mayor¨ªa regional para su urgente reinstitucionalizaci¨®n y protagonismo. Entre otras cosas para contribuir con diplomacia activa a un escenario mejor para la pendiente transici¨®n venezolana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.