?Puede Copenhague convertirse en la primera capital neutra en carbono?
La capital danesa se ha fijado un objetivo medioambiental sin precedentes y quiere ser pionera en alcanzar cotas sostenibles nunca vistas para 2025
Europa tiene aproximadamente unos 513 millones de habitantes de los cuales m¨¢s de un 70% viven en ciudades. El papel fundamental que tienen las urbes en la reducci¨®n de la contaminaci¨®n por carbono y la adopci¨®n de una verdadera sostenibilidad se enhebra en la evaluaci¨®n que realizar¨¢ la Agencia Europea del Medio Ambiente este 2020.
Cada una de las ciudades europeas adopta posiciones distintas e independientes para frenar la contaminaci¨®n; cada una gestiona sus residuos y recursos a trav¨¦s de una planificaci¨®n (m¨¢s o menos) integrada y un uso (m¨¢s o menos) eficiente del suelo.
El caso de la ciudad de Copenhague es excepcional porqu¨¦ est¨¢ adoptando objetivos nacionales que van m¨¢s all¨¢ de la reducci¨®n de carbono, la adopci¨®n de energ¨ªas renovables y la reducci¨®n significativa del transporte de motor. Es decir, la capital danesa se ha planteado el reto de convertirse en pionera en el mundo en alcanzar la neutralidad de carbono para el a?o 2025.
Este objetivo no es reciente, sino que hace m¨¢s de una d¨¦cada que el programa clim¨¢tico de la ciudad se plante¨® este reto fundamentado principalmente en tres pilares: la arquitectura, la energ¨ªa y el transporte p¨²blico.
Este es el "Park 'n Play" de JAJA Architects (en serio), en Copenhague. Lo que m¨¢s mola es que es un parque montado en la cubierta de un edificio de aparcamiento.
— Pedro Torrijos (@Pedro_Torrijos) December 5, 2019
El juego coloniza incluso las partes m¨¢s perversas de la ciudad. pic.twitter.com/s0q9JqZOYg
La arquitectura danesa tiene un papel central, tanto en los sistemas constructivos adoptados como en la funcionalidad y uso de las edificaciones. De esta manera, se plante¨® la idea de construir gradualmente ecobarrios implementando edificios de fachadas vegetales con el fin de regular la temperatura y a la vez, recolectar agua de lluvia.
Adem¨¢s, otro de los objetivos fue buscar la multifuncionalidad tanto en edificios existentes como de nueva construcci¨®n. De este modo, no sorprende encontrar edificios como el Park¡¯n¡¯Play, un bloque de aparcamiento de coches que tiene una zona de juegos en su azotea, as¨ª como un supermercado y un ¨¢rea de reciclaje en su planta baja. Otro ejemplo de multifuncionalidad en pleno centro es el Gasoline grill, una hamburgueser¨ªa que a la vez, reutiliza las instalaciones de una antigua gasolinera ¡ªahora adaptada para cargar coches el¨¦ctricos¡ª. Y, uno de los ejemplos m¨¢s sorprendentes es el Copenhill, una planta que convierte residuos en energ¨ªa, y que adem¨¢s, contiene una pista de esqu¨ª en su tejado.
El segundo pilar fundamental se basa en el uso de las energ¨ªas renovables. Ya en el a?o 2000, Copenhague dispon¨ªa del parque e¨®lico m¨¢s grande del mundo, el Horns Rev 2. Hoy por hoy, el 40% de la electricidad danesa proviene del viento y, este parque e¨®lico en alta mar proporciona electricidad a m¨¢s de 425.000 hogares. Sin embargo, el gobierno de la ciudad plantea la necesidad de construir dos parques adicionales mar¨ªtimos entre la ciudad y Suecia para mejorar el rendimiento de las instalaciones actuales y favorecer a un n¨²mero mayor de viviendas.
Y el tercero es, sin duda, el transporte p¨²blico. La l¨ªnea M3-Cityringen tom¨® m¨¢s de quince a?os en construirse debido a las dificultades tanto pol¨ªticas como de financiamiento para ejecutarse; pero finalmente, se inaugur¨® en setiembre de 2019. Las estaciones de metro son amplias, accesibles y limpias, con una afluencia de trenes continua (el tiempo de espera es de m¨¢ximo, 5 minutos), durante 24 horas, todos los d¨ªas del a?o. Aun as¨ª, la previsi¨®n para expandir la red de metro sigue vigente, y se plantea que durante este 2020 se abran tres kil¨®metros m¨¢s de tramo y quede totalmente finalizada en 2024, para seguir descongestionando las calles y reducir las emisiones de di¨®xido de carbono.
Siendo Copenhague una ciudad en la que el 75% de los habitantes se desplaza a pie, en bicicleta o en transporte p¨²blico, durante este 2020 se aspira a aumentar considerablemente estas cifras. En la actualidad, la capital danesa es una de las ciudades m¨¢s transitables del mundo y adem¨¢s tiene 375 kil¨®metros de carriles para bicicletas, con un dise?o pensado y dirigido para la gente. Los carriles para la bicicleta son amplios ¡ªde un ancho m¨ªnimo de tres metros¡ª, con lo cual invita a que infantes, adultos y mayores los utilicen. La ciudad ha invertido en puentes e infraestructuras exclusivamente para peatones y ciclistas (sin aislar el veh¨ªculo de motor), siempre priorizando el paso a pie o sobre dos ruedas. Pero lo que hace que la sociedad danesa funcione, es principalmente el comportamiento c¨ªvico; se penaliza a quienes incumplen las normas viales ya sean peatones, ciclistas o conductores de veh¨ªculos de motor.
Cabe recordar que el diluvio de 2011 caus¨® muchos da?os y p¨¦rdidas monetarias en la ciudad; y quiz¨¢ este hecho fue un catalizador para implantar este cambio social y urbano.
Tal como se ha mencionado, cada ciudad gestiona y controla sus recursos. Mientras en muchas ciudades espa?olas se implantan t¨ªmidas medidas para reducir las emisiones, se sigue potenciando el uso del coche e incrementando las tarifas de transporte p¨²blico sin facilitar ninguna mejora, la capital danesa se plantea retos envidiables. Seg¨²n las estad¨ªsticas, un 90% de los daneses encuentra f¨¢cil moverse por la ciudad y el mismo porcentaje est¨¢ satisfecho de la infraestructura para las bicicletas. Un 75% se mueve en transporte p¨²blico, a pie o en bicicleta. Las emisiones se han reducido en un 38% desde 2005 y el riesgo de inundaciones extremas en un 30%. Hoy por hoy, la capital danesa es una ciudad viva; es, en definitiva, una ciudad para la gente ¡ªtal como destaca el arquitecto dan¨¦s Jan Gehl¡ª.
As¨ª, el secreto de Copenhague es apostar por una reconfiguraci¨®n activa del transporte p¨²blico local (m¨¢s l¨ªneas de metro sin conductor, mejores instalaciones de autob¨²s, carriles bicicleta y potenciar el uso compartido del coche), por mejoras en los recursos energ¨¦ticos (como la calefacci¨®n en la vivienda) as¨ª como una implantaci¨®n real de barrios entendidos como laboratorios de vida urbana.
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