Manolitos vs. palmeritas: el delicioso 'combate' de la reposter¨ªa de moda

Los diminutivos est¨¢n causando furor en las boller¨ªas. Uno ya no pide un cruas¨¢n o una palmera, ahora se lleva tomar un manolito o una palmerita. Mejor dicho, unos manolitos o unas palmeritas, que el hecho de que su reducido tama?o los convierta en caprichos permisibles ¡ªen una sociedad sensibilizada con el estilo de vida saludable¡ª no significa que haya que pasar hambre. Admitamos que las mejores esencias vienen en tarros peque?os (y con bien orquestadas campa?as de marketing) pero no dejemos de hacernos la pregunta m¨¢s importante: ?cu¨¢l hay que pedir si tenemos que elegir?

Los manolitos nacieron a finales de los noventa un modesto obrador familiar (Pasteler¨ªa Manolo) de la localidad madrile?a de Colmenar Viejo. All¨ª dieron con esta irresistible versi¨®n XS del cruas¨¢n de toda la vida al ponerle un extra de mantequilla. La receta ha desatado un furor progresivo que ha derivado en la progresiva apertura de otros tres establecimientos en el mismo municipio, tres m¨¢s en Tres Cantos, uno en Majadahonda y otro en Madrid capital. En su versi¨®n hipster, Manolo Bakes ha abierto en fechas recientes 11 tiendas en la Comunidad de Madrid, y otras m¨¢s en C¨¢ceres, A Coru?a y Zaragoza.

Por su parte, las palmeritas de toda la vida han sufrido una reinvenci¨®n especialmente por parte de la firma Palmeritas Original, con sede en la Gran V¨ªa madrile?a. En su actual configuraci¨®n, quedan a medio camino entre la cl¨¢sica palmera y las coloridas cupcakes. En su perfil de Facebook, el fabricante asegura que est¨¢n "elaboradas a partir de ingredientes naturales" y describe las 12 variedades como "rellenas con cremosos interiores, ba?adas en chocolate de alta calidad, y acabadas con deliciosos toppings crujientes que les dan ese toque tan especial". A diferencia de los manolitos, existen palmeritas de muchos tipos y procedencias.

Con la repentina popularidad de ambos formatos es inevitable establecer una comparativa. Partiendo de la base de que no son excluyentes, nos interesa conocer en qu¨¦ aspectos gana una a la otra, si es que no empatan.

?Cu¨¢l sabe mejor? Punto para los manolitos

El arte de la pasteler¨ªa desborda recursos con los que es dif¨ªcil no verse transportado a un Olimpo en el que el sabor es el rey. En este par¨¢metro, el del sabor, la balanza no est¨¢ en equilibrio. Jordi Bordas, campe¨®n del mundo de pasteler¨ªa en 2011 y formador del centro que lleva su nombre en Viladecans (Barcelona), aplaude el esfuerzo para mantener ambas recetas cl¨¢sicas pero, puestos a confrontar sus caracter¨ªsticas organol¨¦pticas, se decanta por el manolito: "Si le pones crema pastelera y, adem¨¢s, lo caramelizas, es m¨¢gico", dice.

An¨¢lisis gastron¨®mico: premio desierto

La complejidad de la elaboraci¨®n es similar, seg¨²n Bordas; alta en ambos casos cuando se confeccionan artesanalmente."La masa de hojaldre, si est¨¢ bien hecha a partir de mantequilla de calidad -que no es lo mismo que margarina-, es bastante delicada y t¨¦cnica. No son masas sencillas de elaborar. Tiene su trabajo y requiere oficio", explica. Pero reconoce que "hay empresas que por tecnolog¨ªa, maquinaria y conocimiento han conseguido hacer estas masas de una forma muy f¨¢cil y con una producci¨®n muy industrial". Dej¨¦moslo en empate.

?Cu¨¢l alimenta m¨¢s (si es que lo hace alguno)?

Seg¨²n la Base de Datos Espa?ola de Composici¨®n de Alimentos, el cruas¨¢n tradicional tiene 408 kcal, 7,5 gramos de prote¨ªna y 55 carbohidratos en cada 100 gramos. Dado que pesan alrededor de una cuarta parte de ese peso, un minicruas¨¢n tendr¨ªa unas 100 kcal. Los manolitos, por su a?adido de mantequilla, "son una fuente nutricional de grasa, puesto que la mantequilla est¨¢ formada en un 80% por grasa y el resto principalmente es agua", apunta Eva P¨¦rez Gentico, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de La Rioja y miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas. La experta a?ade que "es un alimento rico en vitamina A y D". La vitamina A es buena para la vista, y la vitamina D interviene positivamente en la absorci¨®n del calcio. La cantidad de mantequilla que se a?ade a la masa de los manolitos es secreta como la f¨®rmula de la Coca-Cola, pero este derivado l¨¢cteo posee 2.054 kcal por cada 100 gramos, lo que incrementar¨ªa su aporte energ¨¦tico.

Las palmeras son m¨¢s cal¨®ricas: 526 kcal por cada 100 gramos. Un fabricante de palmeritas revela que aportan 5,1 gramos de prote¨ªnas (menos que los manolitos) y 56 gramos de carbohidratos (cantidad muy similar, aunque ligeramente superior). "Son una fuente de hidratos de carbono por su principal ingrediente, que es la harina", se?ala la dietista-nutricionista. "Tienen ¨¢cidos grasos saturados provenientes de las grasas vegetales de palma y coco", a?ade. No son especialmente ricas en minerales, excepto en sodio: 431 mg por cada 100 gramos, "algo que las personas con hipertensi¨®n o restricci¨®n de sal deben tener en cuenta", advierte P¨¦rez Gentico.

La elaboraci¨®n artesanal o ausencia de la misma no es algo que sea realmente determinante desde un enfoque nutricional. "Los ingredientes son los mismos, lo que no lleva a que artesanal sea mejor", opina. Otra cosa es si pruebas a hacerlos t¨² en casa: "Podr¨ªamos reducir la cantidad de az¨²car o, en las palmeritas, usar una grasa de buena calidad y reducir el contenido en sodio".

Pese a sus discretas diferencias, no considera un producto m¨¢s saludable que el otro. "Su consumo diario no est¨¢ recomendado por sus altos valores en grasas y az¨²cares", dice. Ni siquiera perdona sus escuetas dimensiones: "Aunque el producto sea de tama?o reducido ¡ªafirma¡ª, son alimentos altamente cal¨®ricos, ricos en grasas no saludables y con altos valores en az¨²cares". De ah¨ª que solo los recomiende "como algo especial, de un d¨ªa".

El dinero tambi¨¦n cuenta

Los manolitos aut¨¦nticos se comercializan a 0,65 euros la unidad (en Pasteler¨ªas Mallorca, los petit croissants cuestan un euro); las palmeritas est¨¢n a 1,70 euros. "Dado que llevan el mismo trabajo, es m¨¢s rentable la palmerita", estima Jordi Borras. "La durabilidad del manolito es m¨¢s corta, tienes que venderlo en el d¨ªa; la palmera te aguanta dos o tres sin ning¨²n problema". Bien se le puede dar este punto a las palmeritas y dejar el partido en empate. En vista de la calurosa acogida de ambas modalidades y las pocas diferencias, quiz¨¢ solo sea cuesti¨®n de tiempo que aparezcan las napolitanitas, los suicitos y los tortelitos.