El resurgir definitivo de Ren¨¦e Zellweger

Si este domingo Ren¨¦e Zellweger sube las escalinatas del Dolby Theatre de Los ?ngeles para recoger el Oscar a mejor actriz por su papel en el biopic de Judy Garland, la int¨¦rprete pondr¨¢ el broche de oro a un a?o considerado como su regreso triunfal a Hollywood. Pero si no se llegara a hacer con el que ser¨ªa el segundo gran galard¨®n de su carrera, la texana, de 50 a?os, ya habr¨ªa escenificado con creces su reconciliaci¨®n con la industria despu¨¦s de un retiro autoimpuesto de seis a?os. Gracias a Judy, Zellweger parece dejar a un lado su eterno papel de Bridget Jones para vivir su reinvenci¨®n definitiva, que la ha llevado a lograr el Bafta, el Globo de Oro y el SAG, el galard¨®n del Sindicato de Actores.

Este resurgir o renacimiento ¡ªa la que los medios en ingl¨¦s han bautizado como Ren¨¦ecimiento¡ª llega en un remanso de paz para Zellweger, quien hace no mucho ha reconocido que necesit¨® alejarse de todo lo que rodea a Hollywood. ¡°Estaba agotada y no me estaba tomando el tiempo que necesitaba para recuperarme entre proyectos. Me cans¨¦ del sonido de mi propia voz: era hora de irme y crecer un poco¡±, asegur¨® la actriz a Deadline.

Una revelaci¨®n que sorprendi¨® no por su ausencia en s¨ª, sino porque esta hab¨ªa pasado totalmente desapercibida. En parte por el olvido del propio Hollywood y tambi¨¦n por la constante campa?a de los tabloides contra ella. En los ¨²ltimos a?os, muchos medios de comunicaci¨®n pasaron de recoger informaci¨®n del trabajo de Zellweger a convertir en noticia sus elecciones respecto a sus cambios f¨ªsicos. Algo que la propia actriz denunci¨® en una carta abierta en el?HuffPost, titulada Lo podemos hacer mejor, donde lamentaba que la sociedad hablara tanto acerca del cuerpo de las mujeres. ¡°No es que le importe a nadie, pero decid¨ª cambiar mi cara y operarme los ojos. Este hecho no es relevante para nadie, pero que la mera posibilidad fuera discutida por los periodistas serios y se convirtiera en tema de conversaci¨®n generalizada es una desconcertante ilustraci¨®n de la confusi¨®n entre noticias/entretenimiento y la fijaci¨®n social por lo f¨ªsico¡±, escribi¨® en 2016, precisamente el a?o que retom¨® la interpretaci¨®n.

Durante sus a?os de retiro, la actriz, que reh¨²ye de las redes sociales, empez¨® a hacer terapia, viaj¨®, pas¨® tiempo con su familia, se introdujo en el mundo del running, asisti¨® a clases en la Universidad de California en Los ?ngeles e incluso escribi¨® un proyecto piloto para una serie. Tambi¨¦n trabaj¨® para organizaciones ben¨¦ficas e impuls¨® su activismo feminista. ¡°Hace mucho tiempo que quer¨ªa dedicarme a asociaciones que luchan por la defensa y protecci¨®n de las mujeres en todo el mundo. Por eso pas¨¦ un tiempo en Liberia desarrollando un programa escolar para mujeres j¨®venes¡±, cont¨® en algunas entrevistas.

Pero lo que verdaderamente hizo fue reencontrarse consigo misma. Zellweger supo poner distancia y perspectiva en su propia vida, algo clave para interpretar a Judy Garland. ¡°El papel me permiti¨® valorar la poca experiencia que pueda tener de c¨®mo sortear un personaje p¨²blico que era un lastre para mi vida¡±, asegur¨® la actriz en diciembre a El Pa¨ªs Semanal. Y de eso sabe mucho. Ese torbellino que fue interpretar a Bridget Jones en tres pel¨ªculas hizo que su carrera se disparara: logr¨® una nominaci¨®n al Oscar por esta comedia en 2002, otra en 2003 por el musical Chicago y otra en 2004, por la que se llev¨® el galard¨®n gracias al drama Cold Mountain. Algo que dej¨® ver su versatilidad, pero que la oblig¨® a tener una sobreexposici¨®n medi¨¢tica.

Unos excesos que, adem¨¢s de hacer mella en la actriz, sirvieron de impulso para perfeccionar su transformaci¨®n en Judy Garldand. En Judy, Ren¨¦e da vida a la famosa estrella de El mago de Oz en uno de los momentos m¨¢s complicados de su vida, cuando tuvo que viajar a Londres para ofrecer una serie de conciertos, arruinada, lejos de sus hijos y con un profundo problema de alcoholismo y adicci¨®n a las drogas.

"Judy es la vida misma", aseguraba la propia Zellweger durante la presentaci¨®n de la cinta. Las dos pasaron de int¨¦rpretes a leyendas en su juventud y gracias a pel¨ªculas que, aunque las consagraron, tambi¨¦n las encasillaron. Trabajos que hicieron que todo lo que les pasara despu¨¦s, en lo personal y lo profesional, fuera observado con lupa. Si la relaci¨®n entre Garland y su hija Liza Minelli estuvo bajo el foco durante toda su vida, Zellweger ha tenido que decir en m¨¢s de una ocasi¨®n que no necesita una pareja o hijos para ser feliz.

Ren¨¦e Zellweger lleva m¨¢s de la mitad de su vida dedic¨¢ndose a la interpretaci¨®n, un oficio al que lleg¨® por casualidad cuando un curso de teatro se cruz¨® en su camino de convertirse en escritora. Y aunque no tiene muy claro que esa industria de la que tuvo que tomar distancia para reconciliarse haya cambiado, regresa con fuerza y m¨¢s concienciada que nunca de que su trabajo y su vida, ahora s¨ª, van por caminos separados. ¡°Mi c¨ªrculo no es de Hollywood. Viajo, paseo a mis perros, estoy sola a menudo, y mi idea de salir es jugar a las cartas con amigos, escribir juntos, compartir ideas o tocar m¨²sica¡±, aseguraba recientemente a EL PA?S.