?Por qu¨¦ incomodan los culos de JLo y Shakira?
El sensual show de JLo y Shakira plantea preguntas complejas sobre la mujer. ?Incomodan sus culos s¨®lidos, redondos, rebotantes, gloriosos, que se mueven sin remordimientos?
¡°La Madre quer¨ªa bailar a lo Iris Chac¨®n y asentar fama continental de nalgatorio an¨¢rquico. La Madre quer¨ªa transformarse en otra Iris Chac¨®n y perderse y encontrarse en las curvas s¨ªsmicas que tienen su kil¨®metro cero en la cintura.?La Madre quer¨ªa SER Iris Chac¨®n y desmelenarse p¨²blicamente como una tigresa enfebrecida destas que los locutores llaman temperamentales: bizcas por el mirar penetrante, ofrecido y nunca dado el escote precipitado, la boca en un abrir medio¡±.
Luis Rafael S¨¢nchez,
La guaracha del Macho Camacho
ANTES DE LAS Kardashians, de Beyonc¨¦, de Cardi B o de la propia Jennifer Lopez, en el Caribe tuvimos a Iris Chac¨®n. Conocida como la Vedette de Am¨¦rica, esta artista de Puerto Rico viv¨ªa para ver c¨®mo ca¨ªan a su paso las quijadas al suelo de hombres, mujeres, gatos, perros, da igual, con sus espect¨¢culos en los que siempre hubo escasez de tela y abundancia de carnes. La Chac¨®n se convirti¨® en el ep¨ªtome de la figura femenina caribe?a: voluptuosa, sensual y sexual, con un caderamen capaz de tumbar edificios. De ni?a yo la ve¨ªa en la televisi¨®n y la imitaba batiendo el nalgaje infantil a toda velocidad, del mismo modo en que a?os despu¨¦s lo har¨ªa cuando en mi boda bail¨¦ bomba con mis amigas boricuas, de Colombia y de Brasil.
Todos recuerdan en la isla un comercial de una marca de coolant (el refrigerante de autom¨®viles) que hizo Iris Chac¨®n en los ochenta, en el que blandiendo sus nalgas a la c¨¢mara nos recordaba a todos que ella ten¨ªa ¡°tremendo coolant¡± y que ¡°de coolant yo s¨ª s¨¦¡±. En unas fiestas recientes en San Juan, la capital de Puerto Rico, Iris, hoy una mujer de 69 a?os, se present¨® en la tarima principal con sus medias de malla y ajuar de lentejuelas y demostr¨® que sigue siendo una diva.
Figuras como ella son tan admirables como problem¨¢ticas. Su proyecci¨®n ha abonado al estereotipo de la mujer caribe?a y ¡ªvisto desde el crisol estadounidense¡ª latina como un ser hipersexual y cuya ¨²nica lectura posible pertenece al universo de la animalidad. Es decir, se integran a la cultura ¨²nicamente como cuerpos, jam¨¢s como individuos complejos, reducidas a los confines de la carne. A su vez, mientras algunos les asignan la lectura de la mujer que se explota a s¨ª misma a trav¨¦s del cuerpo, hay quienes las celebran como todo lo contrario. La mujer se apropia de su cuerpo y hace con ¨¦l lo que le da la gana. En tiempos en que est¨¢ tan de moda eso de andarnos ¡°empoderando¡±, mujeres como la Chac¨®n y la larga lista de figuras del espect¨¢culo que han trabajado una est¨¦tica similar ¡ªdesde Tongolele hasta Sof¨ªa Vergara¡ª plantean una serie de preguntas inc¨®modas tanto para quienes las critican como para quienes las celebran.
?Puede llamarse empoderamiento al uso de una est¨¦tica que ha servido para la explotaci¨®n de las mujeres? ?Bailar, cantar y exponer la sensualidad libremente y por decisi¨®n no puede ser entonces un acto empoderado y rompedor? ?A cuenta de qu¨¦ existen jueces para definir lo que le otorga poder a una mujer o no?
El otro d¨ªa, una amiga se sorprendi¨® cuando le dije que con gusto la acompa?aba a la consulta para agrandarse los senos. Crey¨® que la juzgar¨ªa. Le expliqu¨¦ que a m¨ª lo que me interesa es que su cuerpo sea suyo y que haga con ¨¦l lo que quiera, as¨ª sea algo que yo no har¨ªa con el m¨ªo. Si el ejercicio de apropiaci¨®n de su cuerpo de una mujer llega por la v¨ªa del recato y la modestia al vestir, maravilloso. Si, por el contrario, se manifiesta envuelta en telas brillantes bailando la danza del vientre o trepada en un tubo girando sus curvas, doblemente maravilloso.
Un nutrido grupo de los espectadores del espect¨¢culo de medio tiempo de la nuyorican Jennifer Lopez y la colombiana Shakira parece no entender estas din¨¢micas y andan como polic¨ªas de los cuerpos caribe?os adjudicando multas. La hipocres¨ªa es absoluta. Incontables artistas estadounidenses han ocupado esa misma codiciada plaza de espect¨¢culo, con menos ropa y sin desatar ning¨²n juicio ni furor.
El problema radica en que no entienden una m¨¢xima del Caribe: aqu¨ª el cuerpo hace cultura. El cuerpo piensa, articula y gesticula ideas, manifiesta la historia de manera contundente. No es un mero consumidor o un producto, es concepto y es idea. El quiebre en el entendimiento de este filtro para entender el mundo genera todo tipo de malestar.
Un problema es que no se entiende que en el Caribe el cuerpo hace cultura; el cuerpo piensa, articula, gesticula ideas
Incomodan sus culos: sus redondos, rebotantes, vibrantes, s¨®lidos, gloriosos culos que mueven sin remordimientos dos mujeres mayores de 40 a?os, madres e iconos de la m¨²sica latina y global por sus propios m¨¦ritos. No incomodan ¨²nicamente por ser reyes en el imperio contempor¨¢neo de la nalga, donde hay quienes pagan miles de d¨®lares por implantes para alcanzar un fondillo deluxe; incomodan porque con su presencia hablan de todo aquello que es m¨¢s c¨®modo ignorar. Esos nalgatorios hablan de la m¨²sica afrocaribe?a ¡ªShakira bail¨® champeta y JLo perre¨® con J. Balvin¡ª; incomodan porque sosteniendo las caderas l¨ªquidas nos recuerdan la mezcla que somos, la herencia ¨¢rabe y la historia imperial, esclavista y dolorosa que les subyace. Molestan esos culos biling¨¹es, propios de una sensualidad atada a una cultura que le resulta tan ajena e intimidante al esp¨ªritu puritano inscrito en la fundaci¨®n de Estados Unidos. Incomodan esos culos desafiantes porque, a¨²n bati¨¦ndose de lado a lado, no dejan de recordarnos que el sue?o americano ha sido un fracaso para tanta gente y que Puerto Rico ¡ªsu colonia m¨¢s vieja y olvidada¡ª va a seguirle gritando desde su entra?a y en un espa?ol tan regional como el de Bad Bunny. O quiz¨¢s, adem¨¢s de todo esto, lo que m¨¢s incomoda es que contra todo esfuerzo de resistencia, ah¨ª, en el epicentro de la met¨¢fora m¨¢s elocuente de la mentalidad imperial ¡ªel f¨²tbol americano, donde se avanza conquistando terreno llev¨¢ndose lo que sea por el medio¡ª, dos cuerpos de mujeres latinas tienen el poder de hablar en un lenguaje que no conocen, el lenguaje del Caribe, la insoportable plenitud de la nalga.?
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