En este pa¨ªs la discapacidad y el albinismo ya (casi) no son brujer¨ªa

?A qu¨¦ madre podr¨ªa su propia familia privarla de amamantar a su beb¨¦? Simangaliso Abigail Ncube naci¨® en 1981 en Sasedza, en el distrito de Tsholotsho, una zona rural de Zimbabue. All¨ª, 20 a?os despu¨¦s, dio a luz a su ¨²nica hija. Ambas estaban sanas. ¡°Pero, despu¨¦s del parto, algunos parientes dijeron que no me estaba permitido dar el pecho a mi beb¨¦¡±, rememora. Es albina. Afortunadamente, otros familiares la apoyaron y pudo cuidar de su peque?a.

Como explica Ncube con excesivo conocimiento de causa, en su comunidad, tanto el albinismo como distintos tipos de discapacidad f¨ªsica o ps¨ªquica se consideran causados por la brujer¨ªa o acaso un castigo ir¨®nicamente apellidado ¡°divino¡±. Millones de personas se enfrentan a barreras en todo el mundo, pero en Zimbabue las dificultades se agravan por el citado estigma social, agudizado en el caso de mujeres y ni?as por la marginaci¨®n de g¨¦nero. Esto se suma a la escasez de recursos en un pa¨ªs que ocupa el puesto 150 de 189 pa¨ªses en el informe sobre el ?ndice de Desarrollo Humano (con una puntuaci¨®n de 0,5 sobre 1).

¡°De ni?a, caminaba 20 kil¨®metros al d¨ªa para ir y volver del colegio. A pesar de mi baja visi¨®n, no ten¨ªa gafas ni la protecci¨®n solar que necesitaba, ahora tengo c¨¢ncer de piel¡±, relata por tel¨¦fono. Nunca conoci¨® a su padre, y fue abandonada por el de su hija al quedarse embarazada, ¡°porque su familia no acept¨® que estuviera con una albina¡±.

En 2007, a sus 26 a?os y con ayuda de una organizaci¨®n ben¨¦fica, empez¨® a trabajar como limpiadora en el hospital de su distrito y su calidad de vida mejor¨® mucho. Pero el d¨ªa ¡°m¨¢s maravilloso¡± de su vida lo considera reciente, el pasado diciembre, durante el acto del D¨ªa Internacional de las Personas con Discapacidad en Harare, la capital del pa¨ªs. ¡°Participar por m¨ª misma y hablar en frente de tanta gente, de las agencias de la ONU y los miembros del Parlamento, fue incre¨ªble¡±, comenta orgullosa.

Ncube es una de las beneficiarias del programa Avanzando en los Derechos de las Mujeres y Ni?as con Discapacidad en Zimbabue, financiado por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para las Personas con Discapacidad (UNPRPD, por sus siglas en ingl¨¦s) e implantado por tres agencias de la ONU (UNESCO, PNUD y UNFPA), en colaboraci¨®n tambi¨¦n con Unicef, ONU Mujeres, el Gobierno zimbabuense y ONG locales. Entre los objetivos del proyecto, destaca cambiar el discurso y empoderar especialmente a mujeres y ni?as en el pa¨ªs.

Oficialmente, la prevalencia de la discapacidad entre la poblaci¨®n zimbabuense es del 7% (en torno a un mill¨®n de personas), pero, seg¨²n la ONU, algunos estudios indican que puede ser superior. Al respecto, Raviro Chakaamba (Buhera, 1984), directora del Departamento de Discapacidad del Ministerio de Servicios P¨²blicos, Trabajo y Bienestar Social, recuerda que el cicl¨®n de marzo del a?o pasado ¡ªque caus¨® m¨¢s de 700 muertes en Zimbabue, Mozambique y Malawi¡ª increment¨® el n¨²mero de personas con esta condici¨®n, y menciona tambi¨¦n la alta cifra de accidentes de tr¨¢fico, muchos con la misma consecuencia.

Castigo de Dios

Chakaamba confirma la distorsionada visi¨®n de la discapacidad en algunas ¨¢reas: ¡°En muchas comunidades la identifican con diferentes causas, como brujer¨ªa, demonios y castigos de Dios¡±. ¡°Y los retos son m¨¢s complejos para mujeres y ni?as en ¨¢reas marginalizadas. Como en otros pa¨ªses, ellas afrontan la intersecci¨®n de marginaci¨®n, discriminaci¨®n y violencia¡±, a?ade Maria Gomes do Valle Ribeiro, la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Zimbabue.

De ah¨ª la prioridad de cambiar el discurso sobre ese tema, amplificando la voz de sus protagonistas. Como Elisa Ravengai (Mberengwa, 1974), presidenta de la Federaci¨®n Nacional de Organizaciones de Personas con Discapacidad. Desde ni?a, Ravengai cont¨® con adaptaciones educativas para su ceguera y pudo licenciarse en Arte, para despu¨¦s convertirse en profesora de instituto. Posteriormente, continu¨® sus estudios universitarios y se especializ¨® en desarrollo y discapacidad, ¨¢mbito este ¨²ltimo que reclama abordar desde la perspectiva de los derechos humanos, ¡°no desde la pena o la caridad¡±.

Es el mismo planteamiento que lleva muchos a?os defendiendo el Honorable Joshua Malinga (Imsiza, 1944), consejero para la Oficina del Presidente de Zimbabue. A los dos a?os, la polio (o, de nuevo, ¡°brujer¨ªa¡±, seg¨²n su comunidad), le hizo perder la capacidad de caminar. Su ni?ez la pas¨® ¡°gateando [no ten¨ªa silla de ruedas], y ayudando a cuidar de los animales¡±, en una zona rural y en una familia en la que su padre ten¨ªa seis esposas y 41 hijos.

Pero cuando ten¨ªa 12 a?os, se traslad¨® a vivir en un centro de la Asociaci¨®n Jairos Jir. All¨ª, Malinga comenz¨® arreglando zapatos, pero tambi¨¦n pudo estudiar y, con el tiempo, se convirti¨® en defensor de los derechos de las personas con discapacidad.

La estimaci¨®n oficial es que el 7% de la poblaci¨®n de Zimbabue (un mill¨®n de personas) tiene discapacidad, pero los expertos afirman que la cifra real es superior

Entre muchas responsabilidades, Malinga fue presidente de la organizaci¨®n Personas con Discapacidad Internacional, as¨ª como alcalde de Bulawayo (la segunda ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs, con en torno a dos millones de habitantes). ¡°La situaci¨®n est¨¢ mejorando, pero a¨²n necesitamos m¨¢s apoyo para que participemos plenamente en la vida, y se cambie la mentalidad¡±, asegura antes de confirmar que, como ¨¦l mismo sufri¨® en su ni?ez, el estigma es todav¨ªa una realidad presente en muchas comunidades.

Para combatirlo, el proyecto de la ONU est¨¢ desarrollando, entre otras actividades, talleres para entrenar las habilidades de las zimbabuenses como activistas. Entre ellas, est¨¢ Ncube, que participa en la Asociaci¨®n de Albinos de Zimbabue y la organizaci¨®n de Mujeres y Ni?as con Discapacidad en Desarrollo. Y Chakaamba, que el pasado septiembre represent¨® a los zimbabuenses en el Foro Panafricano para la Cultura de Paz, en Angola, y que proclama: ¡°Todav¨ªa hay pocas personas con diversidad funcional en posiciones de liderazgo, tenemos que esforzarnos para mejorar la participaci¨®n pol¨ªtica y asegurar el cumplimiento del compromiso de la Agenda 2030 por el Desarrollo Sostenible promovida por la ONU: ¡®No dejar a nadie atr¨¢s¡¯¡±.

Tambi¨¦n se est¨¢n llevando a cabo campa?as para concienciar en contra de las negativas reglas culturales, as¨ª como talleres en las comunidades en contra de esas da?inas pr¨¢cticas. Adem¨¢s, otra parte del proyecto se centra en la mejora del acceso a los servicios de salud, protecci¨®n social y justicia por parte de mujeres con discapacidad v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero, y la modificaci¨®n de las leyes para adaptarlas a la Convenci¨®n de la ONU de los Derechos de las Personas con Discapacidad. En total, unas 3.000 personas se han beneficiado del programa desde que comenz¨® en mayo de 2018, con una inversi¨®n de 400.000 d¨®lares (unos 365.000 euros) y una duraci¨®n prevista de dos a?os, aunque ya se planea extenderlo.

De hecho, la coordinadora residente de la ONU en Zimbabue resalta c¨®mo la influencia del proyecto ya se ha propagado a otras ¨¢reas, como ocurre con la Iniciativa Spotlight para eliminar la violencia contra las mujeres y ni?as, en la que beneficiarias con esta condici¨®n se han identificado como grupo prioritario. Sin embargo, Gomes do Valle insiste en la necesidad de ¡°cambiar los valores y normas en las mentes de la gente¡±, para garantizar ¡°los derechos, dignidad e inclusi¨®n¡±. Sobre todo, combatir el estigma y la discriminaci¨®n.

¡°En el colegio estaba marginada, suspend¨ªa porque no ten¨ªa los apoyos que necesitaba, y estaba avergonzada¡±, recuerda Ncube. ¡°Pero ahora les digo a mis amigas que tenemos que defendernos por nosotras mismas, empoderarnos, exigir inclusi¨®n y plena participaci¨®n en nuestras comunidades, y ser respetadas¡±, proclama decidida. Y, por supuesto, no se olvida del lema del movimiento de la discapacidad: ¡°Nada sobre nosotros sin nosotros¡±. Contra el estigma? en Zimbabue, una lecci¨®n magistral de derechos humanos en primera persona.

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