No lea este guion: la pel¨ªcula jam¨¢s filmada que mat¨® a sus cuatro protagonistas
El gui¨®n de 'Atuk' ha circulado por Hollywood durante cincuenta a?os, pero ya nadie quiere rodarlo. La muerte de cuatro actores que iban a protagonizarlo le ha otorgado la categor¨ªa de maldito
?En 1971 el director Norman Jewison, que acaba de estrenar la exitosa Jesucristo superstar, se hizo con los derechos de la novela de Mordecai Richler The incomparable Atuk (El incomparable Atuk). La historia era bastante sencilla: un inuit (nombre que se da a los habitantes de las regiones ¨¢rticas de Am¨¦rica del Norte) viaja a Toronto y deja al descubierto las miserias de la vida y las costumbres de las ¨¦lites canadienses, un argumento similar al de novelas como La tesis de Nancy de Ram¨®n J. Sender o Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza.
Sam Kinison choc¨® frontalmente con una camioneta conducida por un adolescente ebrio. Cuando lo encontraron todav¨ªa estaba vivo y los testigos afirman que en sus ¨²ltimos segundos de vida parec¨ªa mantener un di¨¢logo con un ente invisible
El guionista Tod Carroll cambi¨® Toronto por Nueva York en un intento de globalizar al personaje y con su actor favorito en mente, un John Belushi en plena forma, escribi¨® un guion listo para filmar. Casi cincuenta a?os despu¨¦s, Atuk sigue sin llevarse a cabo. ?Por qu¨¦? Porque todos los que intentaron protagonizarla ha muerto. Y ese es el motivo por el que el gui¨®n se considera maldito en Hollywood.
El primer Atuk: John Belushi (Chicago, 1949-Los ?ngeles, 1982)
Causa de la muerte: un c¨®ctel de speedball (mezcla de coca¨ªna y hero¨ªna).
Tom Carroll hab¨ªa desarrollado el personaje de Atuk con Belushi en mente. El c¨®mico era el favorito para interpretar al inuit por su complexi¨®n f¨ªsica y tambi¨¦n por su inmensa popularidad. Cuando falleci¨® a los 33 a?os, el miembro fundador del m¨ªtico programa c¨®mico estadounidense Saturday Night Live ya sumaba al menos dos personajes que pertenec¨ªan al imaginario colectivo: el Bluto de las fiestas toga de Desmadre a la americana y el Joliet Jake de Granujas a todo ritmo.
Aunque su muerte fue una tragedia a c¨¢mara lenta que sucedi¨® ante los ojos de todos, la familia del actor no dio cr¨¦dito al informe policial y contrat¨® a Bob Woodward, uno de los periodistas de The Washington Post que desvel¨® el caso Watergate, para que buscase alg¨²n punto oscuro. Su exhaustiva investigaci¨®n qued¨® reflejada en Como una moto. La vida galopante de John Belushi (Editorial Papel de Liar), en donde expuso la espiral de autodestrucci¨®n que su familia se hab¨ªa negado a ver.
Si la maldici¨®n de Atuk tuvo algo que ver con el fallecimiento de Belushi, tuvo que ponerse a la cola de la maldici¨®n del Ch?teau Marmont, la coca¨ªna, la hero¨ªna, el Quaalude y una cantidad de alcohol como para llenar la presa de Asu¨¢n. En los ¨²ltimos meses de su vida, su factura mensual para adicciones superaba los 70.000 d¨®lares y por su organismo desfilaban m¨¢s drogas que por la frontera de Sinaloa. Woodward, m¨¢s familiarizado con la pol¨ªtica que con el cine, se qued¨® fascinado con un personaje irrepetible de la cultura popular estadounidense: "Por un lado no deja de ser el cl¨¢sico drama de ca¨ªda de un mito, pero por otro John fue ¨²nico. Cuando muri¨® era el n¨²mero uno en m¨²sica, en cine y en televisi¨®n".
Atuk no fue el ¨²nico proyecto que dej¨® pendiente: su agenda estaba tan repleta como su an¨¢lisis de toxicolog¨ªa, entre los proyectos que le esperaban estaban Esp¨ªas como nosotros y Cazafantasmas. Dan Aykroyd hab¨ªa escrito para ¨¦l el papel que acab¨® interpretando Bill Murray.
El segundo Atuk: Sam Kinison (Washington, 1953-California, 1992)
Causa de la muerte: accidente de coche.
En 1985, cinco a?os despu¨¦s de la muerte de Belushi y ya sin Jewison al frente, el proyecto de Atuk volvi¨® a salir del caj¨®n. El elegido fue nuevamente un tipo rechoncho, de car¨¢cter extremo y con tendencia a los excesos: Sam Kinison. Kinison, criado en una familia de cristianos pentecostales, hab¨ªa desarrollado una carrera como predicador que le condujo indirectamente a su verdadera pasi¨®n: la actuaci¨®n. Le gustaba arengar a las masas, pero tambi¨¦n los exabruptos y las salidas de tono. Para eso, mejor los clubs de comedia de finales de los setenta que los p¨²lpitos sagrados.
De los clubes de comedia pas¨® a los programas de late night donde su estilo furibundo y grit¨®n con constantes ataques a la religi¨®n ¨Cen especial a los pastores evang¨¦licos tan en boga en los ochenta¨C llamaron la atenci¨®n de Hollywood. En 1986, el especial de HBO Breaking the rules [rompiendo las reglas] le convirti¨® en el c¨®mico de moda y tras un peque?o papel en Regreso a la escuela, con el que consigui¨® robarle planos a la estrella Rodney Dangerfield, muchos vieron en ¨¦l al sucesor natural de Belushi.
Desgraciadamente, su primer proyecto como protagonista absoluto dur¨® exactamente un d¨ªa. Escud¨¢ndose en que su agente le hab¨ªa prometido el control creativo, exigi¨® reescribir el gui¨®n de Atuk, y ante la negativa del estudio amenaz¨® con actuar deliberadamente mal y negarse a hacer promoci¨®n. La productora United Artist demand¨® a Kinison por incumplimiento de contrato y lo puso de patitas en la calle. El proyecto, que contaba tambi¨¦n con Christopher Walken y un biso?o Ben Affleck, se desmantel¨® tras una inversi¨®n de 4,5 millones y una ¨²nica escena grabada, como se recoge en el libro Uncle John's Bathroom Reader Plunges Into Hollywood. Ese exabrupto y su ya conocida afici¨®n a las drogas le costaron tambi¨¦n el papel de Bitelch¨²s, para el que era favorito.
Cinco a?os despu¨¦s, y cuando ya se hab¨ªa alejado de su agente y de las drogas, choc¨® frontalmente con una camioneta conducida por un adolescente ebrio. Cuando lo encontraron todav¨ªa estaba vivo y los testigos afirman que en sus ¨²ltimos segundos de vida parec¨ªa mantener un di¨¢logo con un ente invisible. La maldici¨®n de Atuk no necesit¨® m¨¢s para empezar a cimentarse.
El tercer Atuk: John Candy (Canad¨¢, 1950-M¨¦xico, 1994)
Causa de la muerte: fallo cardiaco.
Cuesta entender que John Candy tardase tanto en llegar a un papel que parec¨ªa escrito para ¨¦l. El ¨²nico canadiense de la lista se hizo popular aprovechando sus escasos segundos en pantalla en comedias como 1941 o Granujas a todo ritmo y acab¨® convirti¨¦ndose en un secundario imprescindible gracias a su qu¨ªmica con Tom Hanks en Un, dos, tres... splash y la infravalorada Voluntarios.
De ah¨ª a acabar siendo el perejil de todas las salsas solo hab¨ªa un paso y el cine de finales de los ochenta es un festival Candy con cimas de la comedia f¨ªsica y tontorrona como Armados y peligrosos, Mejor solo que mal acompa?ado, ?Qui¨¦n es Harry Crumb?, La loca historia de las galaxias (solo el Casco Oscuro de Rick Moranis pudo hacer sombra a su V¨®mito) y Operaci¨®n Canad¨¢, una de las escasas incursiones de Michael Moore en la ficci¨®n, en la que tambi¨¦n se tratan las diferencias entre Canad¨¢ y Estados Unidos o m¨¢s bien la idea que tiene Estados Unidos de que los canadienses son idiotas.
Candy era un seguro de taquilla y por ello era el candidato ideal para reactivar un proyecto que languidec¨ªa en los cajones de la productora United Artists, pero mientras rodaba en M¨¦xico Caravana al este sufri¨® un fallo card¨ªaco. Algo que m¨¢s que a una maldici¨®n se pod¨ªa deber a los 150 kilos que lleg¨® a pesar y a una alimentaci¨®n en la que los az¨²cares ocupaban el primer puesto de la pir¨¢mide y las neveras repletas de dulces eran su primera exigencia en el contrato. Su muerte a los 43 a?os dej¨® a Atuk nuevamente hu¨¦rfano, al igual que otros proyectos para los que era candidato como el biopic sobre el c¨®mico de infausto recuerdo Fatty Arbuckle y la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de La conjura de los necios.
El cuarto Atuk: Chris Farley (Wisconsin, 1964¨CChicago, 1997)
Causa de la muerte: sobredosis de coca¨ªna y morfina.
Su vida fue casi una fotocopia de la de su ¨ªdolo John Belushi. Farley falleci¨® tambi¨¦n a los 33 a?os y en circunstancias similares: drogas y sobrepeso. Igualmente, su carrera despeg¨® tras ser descubierto por Lorne Michaels, el demiurgo del Saturday Night Live.
Un personaje fijo del SNL, Matt Foley, un cutre coach motivacional (escrito por Bob Odenkirk, el Saul Goodman de Better call Saul) grit¨®n y desastrado le catapult¨® a la fama y Hollywood le reclam¨® primero para peque?os papeles en Los caraconos o Wayne's World, ?Qu¨¦ desparrame! que lo convirtieron en una estrella capaz de levantar proyectos solo con su nombre, como La salchicha peleona.
A medida que su fama crec¨ªa, tambi¨¦n lo hac¨ªa su dependencia de las drogas. Lo ¨²nico que menguaba en su vida era su vitalidad. En las ¨²ltimas apariciones televisivas estaba tan exhausto que necesitaba tanques de ox¨ªgeno tras el escenario.
Una semana antes de la Navidad de 1997 su hermano lo encontr¨® muerto en su apartamento de Chicago. La autopsia revel¨® que hab¨ªa fallecido debido a un ataque card¨ªaco producido por una sobredosis de coca¨ªna y morfina agravada por los 150 kilos que pesaba y una arteriosclerosis coronaria.
Su muerte dej¨® vacante el trono de la comedia m¨¢s gamberra y desolada a una generaci¨®n de c¨®micos que le rindieron tributo en el documental I Am Chris Farley. Quien no lo llor¨® mucho fue el cr¨ªtico de Film Threat Pete Vonder Haar, que en su cr¨ªtica de La salchicha peleona escribi¨®: ¡°Tal vez la muerte le hizo un favor a Chris Farley al evitar que hiciera m¨¢s cosas como esta¡±.
La muerte de Farley en circunstancias tan id¨¦nticas a las de Belushi ¨Cel elegido inicial para interpretar al personaje de Mordecai Richler¨C ha sumado a la maldici¨®n de Atuk la del propio Belushi. ?Han sido castigados estos tres actores por usurpar un papel escrito para ¨¦l? ?La maldici¨®n de Atuk ha quedado sellada con la muerte de Farley? ?Es una mera consecuencia de haber contratado a actores con sobrepeso y, al menos en tres de los casos, una extrema voracidad por las drogas?
El primer guionista de Atuk, Tod Carroll, le quit¨® hierro al asunto en los noventa en una entrevista concedida a Los Angeles Times: "No me importa lo que piensen, creo que es una coincidencia y tiene una explicaci¨®n pr¨¢ctica, no soy una persona supersticiosa¡±. Tanto ¨¦l como el escritor Norman Jewison y el escritor Mordecai Richler tuvieron vidas pl¨¢cidas y longevas y otros actores interesados en el proyecto como Will Ferrell o Jack Black siguen vivos y en activo, pero en una industria que ha laminado toda su aura de magia (negra) y esc¨¢ndalo en pos de un primer fin de taquilla arrasador y una pl¨¢cida carrera en China, son necesarias estas leyendas que los scouts se contar¨¢n mientras comen malvaviscos frente a la hoguera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.