Sexo, peleas y ¡¯cannabis¡¯: ?qu¨¦ llev¨® a todos estos famosos a tener su propia ficha policial?
Estas doce celebridades vieron como su detenci¨®n daba la vuelta al mundo y se adscrib¨ªa para siempre a su historia. En ICON te contamos c¨®mo todos salieron de esa comisar¨ªa m¨¢s estrellas de lo que entraron
Una detenci¨®n puede arruinarle la vida a una estrella, pero tambi¨¦n agrandar su leyenda. Su delito pondr¨¢ a prueba el criterio moral de sus fans y los segundos previos al flash pondr¨¢n a prueba su fotogenia. David Bowie sali¨® en la suya m¨¢s sexy que cualquier otro ser humano con todos los filtros posibles. Justin Bieber irrit¨® a todo el planeta cuando pos¨® sonriente y luego asegur¨® con un hashtag de Instagram que, aunque se alegraba de haber sido arrestado con un pelo estupendo, ¡°#LaC¨¢rcelNoEsUnSitioGuay¡±. Y estas doce celebridades vieron como su ficha policial daba la vuelta al mundo y se adscrib¨ªa para siempre a su historia. Todos salieron de esa comisar¨ªa m¨¢s estrellas de lo que entraron.
Jane Fonda (1970)
De qu¨¦ se le acusaba. De traficar con drogas. Cuando regresaba de unas charlas contra la guerra de Vietnam en Canad¨¢, la polic¨ªa encontr¨® varias pastillas en su maleta. A pesar de insistir en que eran vitaminas, la actriz y activista fue arrestada porque el presidente Nixon se hab¨ªa propuesto arruinar su reputaci¨®n. Spoiler: no lo consigui¨®.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Un pu?o en alto, una expresi¨®n desafiante y un corte de pelo que todas las peluquer¨ªas de Am¨¦rica imitar¨ªan hasta popularizarse como ¡°flequillo de chica mala¡±. ¡°En aquel momento las mujeres solo deb¨ªan aparecer en p¨²blico maquilladas, vestidas respetablemente y con faja y de repente aquella foto policial parec¨ªa decir 'puedes ser distinta a lo que la sociedad te ha dicho que debes ser",?analiza la catedr¨¢tica de Estudios de la mujer Kirsten Swinth.
Cu¨¢l fue la condena. Ninguna, porque efectivamente eran vitaminas. Lejos de hundir su imagen, el arresto inmortaliz¨® a Fonda como una mujer luchadora, implacable y rebelde. Al a?o siguiente gan¨® el Oscar por Klute (donde llevaba el mismo peinado, que definir¨ªa la est¨¦tica femenina de los 70 hasta que lleg¨® Farrah Fawcett) y hoy la actriz vende merchandising con la fotograf¨ªa a trav¨¦s de su web oficial: camisetas, sudaderas y tazas cuyos beneficios van para una asociaci¨®n de adolescentes marginales.
Nick Nolte (2002)
De qu¨¦ se le acusaba. De conducir bajo la influencia de sustancias. Un agente de tr¨¢fico lo detuvo por ir por el carril contrario haciendo eses y descubri¨® que el actor iba babeando al volante. Nolte confesar¨ªa despu¨¦s que hab¨ªa tomado GHB, una droga que causa euforia y que hab¨ªa sido ilegalizada solo dos a?os antes. ?l mismo cont¨® que llevaba tom¨¢ndola cuatro a?os para rendir mejor en sus entrenamientos en el gimnasio. Aquel d¨ªa, al darse cuenta de que se hab¨ªa pasado con la dosis opt¨® por asistir a una reuni¨®n de adictos an¨®nimos, pero cuando aparc¨® tampoco se vio en condiciones de interactuar con gente as¨ª que regres¨® hacia su casa. Fue entonces cuando lo detuvieron.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Conducir bajo la influencia es, con diferencia, el delito m¨¢s frecuente entre las estrellas de Hollywood. Y de hecho Nolte ten¨ªa una historia m¨¢s rocambolesca en sus antecedentes: en 1965, con 24 a?os, vendi¨® documentos falsificados y le condenaron a 45 a?os de c¨¢rcel; la pena fue suspendida pero le impidi¨® combatir en Vietnam y ¨¦l ha arrastrado el trauma de no sentirse un hombre completo desde entonces. Pero su arresto en 2002 caus¨® sensaci¨®n en las redes sociales por la estampa del detenido, que ¨¦l mismo describi¨® as¨ª: ¡°Fui nombrado el hombre m¨¢s sexy de 1992 por People pero diez a?os despu¨¦s reaparec¨ª como un psic¨®pata: el pelo salvaje, la expresi¨®n perturbadora y ese aspecto de ser un paciente de un manicomio que ha salido a fumarse un cigarro¡±. La historia del retrato es, en realidad, un acto de generosidad: un polic¨ªa le pidi¨® hacerle una foto y Nolte accedi¨® pero solo si el agente promet¨ªa compartir el dinero que ganase vendi¨¦ndola con el resto de sus compa?eros en la comisar¨ªa.
Cu¨¢l fue la condena. Someterse a un tratamiento de rehabilitaci¨®n, lo cual Nolte acept¨® encantado porque, aunque hab¨ªa sufrido adicciones antes (al alcohol, la coca¨ªna y los alucin¨®genos), comprendi¨® que no deb¨ªa tomarse el GHB a la ligera. Esa droga puede tener un efecto paralizador que la convierte en un narc¨®tico habitual en las agresiones sexuales, as¨ª que Nolte sinti¨® la necesidad de aclarar que ¡°yo la tom¨¦ durante cuatro a?os y a m¨ª nunca me violaron¡±. Hace un par de a?os el actor apareci¨® con la misma camisa de flores que llevaba el d¨ªa de su arresto. ?Cu¨¢ntas personas pueden decir que tienen una prenda de ropa que es historia de la cultura pop?
Michael Jackson (2003)
De qu¨¦ se le acusaba. De abusos sexuales hacia un menor. Al ser la segunda demanda por este delito (en 1993 hab¨ªa llegado a un acuerdo extrajudicial), esta vez Jackson no pudo evitar ir a juicio.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. En su ¨²ltimo disco publicado en vida, Unbreakable (2001), el aspecto de Jackson aparec¨ªa retocado en las fotos y disimulado con trucos de luz, sombreros y maquillaje en los videoclips. En sus apariciones p¨²blicas se ocultaba detr¨¢s de mascarillas, pelucas y gafas de sol. Pero en su ficha policial no hab¨ªa lugar donde esconderse: su rostro dio la vuelta al mundo con una expresi¨®n vulnerable de terror que solo a?adi¨® sordidez a un caso ya de por s¨ª espeluznante.
Cu¨¢l fue la condena. Un jurado popular lo declar¨® no culpable. Varios testigos que hab¨ªan dormido con Jackson (Macaulay Culkin, Wade Robson) aseguraron no haber sufrido ning¨²n tipo de tocamientos. La madre de Gavin Arvizo, el ni?o de 13 a?os por cuyo supuesto abuso se estaba juzgando al cantante, se mostr¨® irritable en su testimonio chasque¨¢ndole los dedos al jurado, no fue capaz de explicar por qu¨¦ los Arvizo se hab¨ªan quedado en Neverland y fue procesada por fraude. La balanza se decant¨® por la inocencia de Michael Jackson, pero el a?o pasado el documental Leaving Neverland reflot¨® las acusaciones. El propio Wade Robson asegur¨® que s¨ª hab¨ªa sido v¨ªctima de abusos sexuales por parte del cantante.
Frank Sinatra (1938)
De qu¨¦ se le acusaba. De seducci¨®n. En aquella ¨¦poca se consideraba un delito contra la moral y Sinatra, que ten¨ªa 22 a?os, fue arrestado porque ¡°el d¨ªa 2 y el d¨ªa 9 de noviembre mantuvo coitos sexuales, bajo promesa de matrimonio, con la denunciante, que hasta entonces era una mujer soltera y de buena reputaci¨®n¡±.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Porque Sinatra no solo sedujo a aquella ¡°mujer soltera y de buena reputaci¨®n¡±, tambi¨¦n sedujo a la c¨¢mara. Una d¨¦cada antes de cautivar a toda Am¨¦rica con su voz y su encanto ya exhib¨ªa una fotogenia sobrenatural: pos¨® como un gal¨¢n glamouroso cuyos ojos casi parec¨ªan a¨²n m¨¢s azules en blanco y negro que en color. Y el delito no podr¨ªa pegar m¨¢s con su imagen de dandy canalla. Todo lo que convertir¨ªa a Sinatra en un mito, excepto su voz, ya estaba en esa ficha policial.
Cu¨¢l fue la condena. Una multa de 1.500 d¨®lares (al cambio, unos 2.4000 euros actuales). Pero en un giro de gui¨®n digno de un noir de la ¨¦poca, semanas despu¨¦s se revel¨® que la denunciante estaba casada, con tan mala suerte que eso tambi¨¦n era delito as¨ª que Sinatra fue acusado de adulterio y su multa reducida un tercio. Los cargos fueron finalmente desestimados, pero la seducci¨®n de Sinatra solo acababa de empezar.
Jeremy Meeks (2014)
De qu¨¦ se le acusaba. Se trata de un caso inverso al del resto: un tipo an¨®nimo que se hizo famoso gracias a su foto policial. Meeks fue detenido, junto a su banda criminal, por posesi¨®n de armas y hurto mayor.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Cuando la p¨¢gina de Facebook de la polic¨ªa de Stockton (California) la public¨®, recibi¨® 100.000 me gustas e internet cay¨® rendida a esas facciones ex¨®ticas, esos tatuajes de chico malo y esa vida al margen de la ley. Meeks se populariz¨® con el apodo de ¡°delincuente macizo¡±. Internet ha creado nuevos formatos para la fama, denominados post-celebridad, y la historia de Meeks (con su loter¨ªa gen¨¦tica sumada a su relato de superaci¨®n y a las ganas de guasa que siempre hay en las redes sociales) es el mejor ejemplo de ello. Durante su estancia en la c¨¢rcel en 2015 recib¨ªa 300 cartas de fans al d¨ªa, algunas con dinero.
Cu¨¢l fue la condena. Tal fue el furor que despert¨® Meeks que el juez redujo su condena de 63 meses a 27 para que pudiera aprovechar su popularidad y reintegrarse en la sociedad. Y vaya si lo hizo. Al salir Meeks se reintegr¨® en la semana de la moda de Nueva York, en Vogue y en campa?as de Tommy Hilfiger, Phillipp Plein o Carolina Lemke. Meeks ha contado su problem¨¢tica infancia, con una madre adicta al crack (¨¦l es uno de los ¡°beb¨¦s del crack¡± que nacieron adictos por culpa de la epidemia de consumo que asol¨® los barrios m¨¢s pobres de Estados Unidos en los 80) y un padre que asesin¨® brutalmente a la mejor amiga de su mujer por no decirle d¨®nde se escond¨ªa con el peque?o Jeremy. A los 15 a?os entr¨® en un correccional recibi¨® cinco disparos y una paliza con un bate al salir. Hoy vive con Chloe Green, la heredera del imperio Top Shop, con quien tiene un hijo de dos a?os. En 2019 Meeks firm¨® un acuerdo de colaboraci¨®n con la empresa alemana Fashion Concepto GmbH que le report¨® 13,6 millones de euros. Ya le gustar¨ªa a Cenicienta.
Robert Downey Jr (1999)
De qu¨¦ se le acusaba. De saltarse su libertad condicional al no presentarse a su test de narc¨®ticos peri¨®dico. Tres a?os antes Downey Jr, llamado a ser uno de los mejores actores de su generaci¨®n, hab¨ªa sido arrestado conduciendo colocado de la que ¨¦l mismo describir¨ªa despu¨¦s como ¡°la mejor coca¨ªna que hab¨ªa probado desde la que me met¨ªa con mi padre y Jack Nicholson¡±. En el coche llevaba adem¨¢s hero¨ªna y un rev¨®lver. Un mes despu¨¦s protagoniz¨® una versi¨®n de Ricitos de oro cuando se equivoc¨® de casa, se meti¨® en la de unos vecinos y se ech¨® a dormir en la cama del hijo. La prensa public¨® la llamada de la due?a de la casa, en la que se escuchaban los ronquidos de Downey Jr de fondo. Este delito le conden¨® a una libertad condicional vigilada que se salt¨® en 1999.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Por la sonrisa. Algunos medios de comunicaci¨®n y parte del p¨²blico se tomaban su espiral de autodestrucci¨®n como un entretenimiento esperp¨¦ntico y esa ficha policial dej¨® claro que el propio Downey Jr tambi¨¦n lo ve¨ªa as¨ª.
Cu¨¢l fue la condena. El actor no sonri¨® tanto cuando el juez le conden¨® a tres a?os. Downey Jr le suplic¨® que no le mandase a la c¨¢rcel, pero all¨ª pas¨® casi un a?o rebautizado como ¡°reo P50522¡±. La estrella de Hollywood se dedicaba a raspar bandejas de pizza por 8 c¨¦ntimos la hora y, aunque ha asegurado que jam¨¢s contar¨¢ las peores cosas que le ocurrieron all¨ª dentro, se sabe que su cara necesit¨® cirug¨ªa est¨¦tica tras una paliza. Al salir fich¨® por Ally McBeal, cuya audiencia aument¨® un 11%, pero de nuevo le arrestaron tras haber consumido coca¨ªna acurrucado en un callej¨®n. El actor le suplic¨® a los agentes que no le detuvieran porque le iban a arruinar la vida, pero al salir se rehabilit¨®, reconstruy¨® su carrera y gracias a Marvel acab¨® siendo el actor mejor pagado del mundo. Estas cosas solo pasan en las pel¨ªculas de Hollywood y, a veces, tambi¨¦n en los callejones de Hollywood.
Mick Jagger (1967)
De qu¨¦ se le acusaba. Tras una llamada an¨®nima la polic¨ªa hizo una redada en la casa del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards. All¨ª encontraron a ocho hombres y una mujer consumiendo cannabis y, al registrar a Jagger, le detuvieron por posesi¨®n de unas metanfetaminas que hab¨ªa comprado en Italia.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Porque nadie ha posado con m¨¢s estilo ante una c¨¢mara, policial o no. Los diversos encontronazos de Jagger con la ley por posesi¨®n y consumo de drogas impulsaron su imagen de icono de la contracultura, la libertad y la rebeld¨ªa contra el sistema de los a?os 60 y 70.
Cu¨¢l fue la condena. Tres meses de prisi¨®n. La pena despert¨® controversias en la prensa, que acus¨® al juez de ensa?arse con Jagger por ser una figura p¨²blica para intimidar a los j¨®venes hippies. Incluso el conservador William Rees-Mogg escribi¨® un editorial en The Times en el que criticaba la dureza de la condena. Tras una apelaci¨®n todos los cargos fueron retirados, as¨ª que Jagger solo tuvo que pasar una noche en la c¨¢rcel. Seguro que sali¨® a la ma?ana siguiente sali¨® con un aspecto estupendo.
Paris Hilton (2010)
De qu¨¦ se le acusaba. Posesi¨®n de drogas. Un polic¨ªa de Las Vegas detuvo el coche en el que Hilton y su entonces novio, Cy Waits, conduc¨ªan porque las ventanillas desprend¨ªan olor a marihuana. Cuando el gente les acompa?¨® a su hotel, Hilton agarr¨® su bolso para coger un brillo de labios y al abrirlo cay¨® una bolsita con 0,8 gramos de coca¨ªna. Su reacci¨®n fue asegurar que el bolso no era suyo, porque era de una marca comercial que no estaba a la altura de sus est¨¢ndares, pero finalmente admiti¨® que la droga era para consumo propio y, tras tomarle declaraci¨®n en comisar¨ªa, tuite¨® a las tres de la ma?ana que estaba a salvo en su casa viendo Padre de familia.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Porque Hilton acert¨® a posar con el ¨¢ngulo perfecto, dando su lado bueno a la c¨¢mara (el derecho) y bajando la barbilla para que la iluminaci¨®n favoreciese sus facciones como si se tratase de un selfie. La media sonrisa p¨ªcara hac¨ªa que Hilton pareciese estar en una alfombra roja en vez de en una comisar¨ªa, porque para ella el mundo entero es una alfombra roja. La foto cre¨® escuela y, cuando la tambi¨¦n socialit¨¦ Khlo¨¦ Kardashian fue arrestada por conducir ebria en 2007, pos¨® con una expresi¨®n parecida y con el mismo ¨¢ngulo de selfie. A pesar de ser condenada a 30 d¨ªas en prisi¨®n, Kardashian sali¨® por la puerta el mismo d¨ªa en el que entr¨® porque hab¨ªa overbooking en la c¨¢rcel. La aventura fue la trama central de un cap¨ªtulo del reality show de su familia, Keeping Up with the Kardashians.
Cu¨¢l fue la condena. Un a?o de libertad condicional, 200 horas de servicios a la comunidad y una multa de 1.700 euros, gracias a que se declar¨® culpable para evitar ir a la c¨¢rcel por seguna vez. En 2007 Hilton ya hab¨ªa pasado 23 d¨ªas en prisi¨®n (de los 45 a los que fue condenada) por conducir con el carn¨¦ suspendido. (Un juez le hab¨ªa prohibido conducir tras ser arrestada yendo a una hamburgueser¨ªa en estado de embriaguez, a pesar de que ella se justific¨® explicando que se hab¨ªa tomado un margarita con el est¨®mago vac¨ªo y precisamente iba a cenar para recuperarse). Las im¨¢genes de Paris Hilton, que hab¨ªa intentado declarar por videoconferecia, siendo obligada a acudir al juzgado entre l¨¢grimas dieron la vuelta al mundo. Lo mismo ocurri¨® con su reacci¨®n cuando la condenaron a 45 d¨ªas de prisi¨®n: grit¨® ¡°?no es justo! ?mam¨¢!¡±. Desde aquel nuevo traspi¨¦s en 2010, Hilton no ha tenido ning¨²n problema con la justicia.
Shia LaBeouf (2014)
De qu¨¦ se le acusaba. A la estrella de Transformers le cuesta irse de los sitios. En 2007 entr¨® borracho en un Wallgreens (una de esas franquicias farmac¨¦uticas en las que los americanos comprar medicamentos por kilos) y se neg¨® a abandonarlo cuando lleg¨® la polic¨ªa. En 2017 se li¨® a gritos en un bar de Savannah, Georgia, porque nadie le daba un cigarro y tambi¨¦n se resisti¨® a irse cuando se lo pidieron. En el caso de esta foto policial, el arresto se debi¨® a que fue a ver Cabaret en Nueva York, protagonizado por Michelle Williams, y se encendi¨® un cigarro durante el primer acto. A continuaci¨®n se pase¨® entre el patio de butacas, le meti¨® a una espectadora una fresa en la boca y le dio una propina al acomodador. Cuando le llamaron la atenci¨®n se puso a increpar a los actores a gritos. Mientras le sacaban del teatro esposado, LaBeouf escupi¨® a los agentes y les grit¨® ¡°que os jodan, esto es una puta mierda, ?es que sab¨¦is algo de mi vida? ?Sab¨¦is qui¨¦n co?o soy?¡±. Dos mujeres del p¨²blico declararon a CNN que pensaron que el numerito era parte del show. ¡°Estuvo brillante, pensamos que estaba trabajando en alg¨²n papel¡±, explicaron.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Porque todav¨ªa lleva la camiseta rota con la que irrumpi¨® en la funci¨®n de Cabaret y su expresi¨®n apareci¨® en todos los medios de comunicaci¨®n: con 28 a?os, el chaval de Transformers ya ten¨ªa el aspecto de un hombre que estaba tocando fondo.
Cu¨¢l fue la condena. Comprometerse a una cura de desintoxicaci¨®n. Meses antes del incidente, LaBeouf hab¨ªa protagonizado una acci¨®n art¨ªstica titulada #IAMSORRY (lo siento) en la que se disculpaba por sus arranques de ira en p¨²blico y los asistentes pod¨ªan sentarse con ¨¦l durante unos segundos y decirle lo que quisieran. Pero por mucho que lo sintiera, ha seguido li¨¢ndola con cierta regularidad.
Matthew McConaughey (1999)
De qu¨¦ se le acusaba. Unos vecinos llamaron a la polic¨ªa porque el actor estaba tocando los bongos en su casa en plena madrugada. Cuando los agentes llegaron se encontraron a McConaughey fumando marihuana y bailando con un pa?uelo de la universidad de Texas como ¨²nico atuendo. Mientras lo arrestaban y ¨¦l se negaba a ponerse pantalones, un tipo que hab¨ªa estado disfrutando de la percusi¨®n desde la calle le aplaud¨ªa y le animaba a que siguiera d¨¢ndole a los bongos.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Por la sonrisa con la que posa, quiz¨¢ fruto de lo rid¨ªculo de su arresto o quiz¨¢ fruto de la marihuana, y porque la nunca favorecedora iluminaci¨®n de la comisar¨ªa (ni siquiera las mayores estrellas de cine saben encontrar su foco como Paris Hilton) inmortaliz¨® para la posteridad las entradas de McConaughey. Con el paso de los a?os esas entradas han desaparecido, pero su sonrisa no.
Cu¨¢l fue la condena. Una multa de 45 euros. En 2016 el actor habl¨® sobre el incidente en Playboy: ¡°Vi los ojos del polic¨ªa cuando me identific¨®, se pusieron en plan 'anda, mira a qui¨¦n tenemos aqu¨ª'. Mi primera llamada fue a mi madre. Me sent¨ªa culpable porque no me educaron para acabar en la c¨¢rcel. ?Pero qu¨¦ hay de malo en tocar los bongos como Dios te trajo al mundo? No me arrepiento de los motivos por los que acab¨¦ ah¨ª. ?Y qu¨¦ lecci¨®n aprend¨ª? Que hay que cerrar la ventana, por mucho que entre un hermoso aroma a jazm¨ªn a trav¨¦s de ella, porque quiz¨¢ a las dos de la madrugada despiertes a tu vecino¡±.
Marilyn Manson (2001)
De qu¨¦ se le acusaba. Asalto, agresi¨®n y conducta sexual criminal contra uno de sus guardaespaldas. Durante un concierto en Detroit, Manson camin¨® hacia Joshua Keasler, uno de los guardas de seguridad colocados entre el p¨²blico y el escenario. El cantante utiliz¨® la cabeza de Keasler como una barra de striptease, le escupi¨® en la calva y le rode¨® el cuello con la pierna. A continuaci¨®n restreg¨® su entrepierna (Manson llevaba un tanga) contra la nuca del guardaespaldas. Los fans jalearon entusiasmados el n¨²mero creyendo que era parte del show, pero Keasler denunci¨® al cantante en cuanto se lo quit¨® de encima. La acusaci¨®n de asalto y conducta sexual criminal podr¨ªa haber llevado a Manson dos a?os a la c¨¢rcel. ¡°Su conducta fue sin duda ofensiva¡±, explic¨® el fiscal David Gorcyca. ¡°Una cosa es impactar al p¨²blico y otra incluir a un participante involuntario que estaba ah¨ª para protegerlo. Es una exhibici¨®n repugnante que no debe pasar desapercibida porque excedi¨® toda libertad de expresi¨®n o licencia art¨ªstica¡±.
Por qu¨¦ la foto es ic¨®nica. Como Marilyn Manson se hab¨ªa hecho famoso con maquillajes, pelucas y pr¨®tesis, el gran p¨²blico no conoc¨ªa el verdadero aspecto de Brian Wagner. Y aquella foto policial revel¨® lo que m¨¢s podr¨ªa haber ultrajado a una estrella del rock: que el mundo descubra que, al margen de su ausencia de cejas, era una persona normal y corriente. Internet coincidi¨® en que lo m¨¢s extravagante de aquella estampa era lo mal que se conservaba Manson para tener 32 a?os.
Cu¨¢l fue la condena. El juez redujo el delito de asalto sexual a desorden p¨²blico al considerar que Manson no hab¨ªa disfrutado sexualmente de la situaci¨®n. A saber. El cantante tuvo que pagar una multa de 3.600 euros y llegar a un acuerdo econ¨®mico con Keasler, cuyas condiciones no se hicieron p¨²blicas, para evitar ir a juicio. En 2016 Manson regres¨® a Detroit y detuvo el concierto para recordar el incidente. ¡°Casi, casi, casi acab¨¦ en la c¨¢rcel en esta bonita ciudad de Detroit por tener relaciones sexuales con la cabeza de un hombre. Vale que llevo maquillaje, ?pero tengo pinta de ser de los que follar¨ªa con una cabeza?¡±, pregunt¨®. Cuando el p¨²blico le grit¨® al un¨ªsono que s¨ª, Manson se dirigi¨® a uno de los guardaespaldas que estaban en el foso: ¡°?T¨² crees que quiero tener sexo con tu cabeza?¡±. Esta vez el guarda de seguridad sonri¨® y neg¨® con la cabeza. Habr¨ªa que ver si sonre¨ªa tanto si Manson le acercase la entrepierna a la nuca.
Reese Witherspoon (2013)
De qu¨¦ se le acusaba. De resistencia a la autoridad. Tras ganar el Oscar en 2006 por En la cuerda floja, Witherspoon qued¨® atrapada en una ristra de pel¨ªculas llenas de t¨®picos que fracasaron en taquilla e hicieron que poco a poco el p¨²blico se fuese olvidando de la estrella de Una rubia muy legal. Pero todos los conocimientos de derecho que pudiese haber adquirido en aquel rodaje se le olvidaron la noche que un polic¨ªa par¨® a su marido por conducir ebrio. La actriz sali¨® del coche gritando frases tan clich¨¦ que parec¨ªan sacadas de cualquiera de sus pel¨ªculas de segunda: ¡°?Es que t¨² no sabes qui¨¦n soy yo? Pues vas a descubrir qui¨¦n soy. Vas a salir en las noticias. No me creo que seas un polic¨ªa de verdad. ?Sabes c¨®mo me llamo? No me voy a quedar en el coche, soy una ciudadana americana y tengo derecho a estar en suelo americano¡±.
Por qu¨¦ su foto es ic¨®nica. Su expresi¨®n avergonzada, el color de pelo natural con el que el p¨²blico no la asociaba y los ojos cerrados hac¨ªan que Witherspoon pareciese una ni?a arrepentida. Pero tambi¨¦n se filtr¨® el v¨ªdeo del arresto, un documento a medio camino entre el melodrama y la comedia de enredo en el que la actriz demostraba por qu¨¦ es una estrella de verdad: tiene un sentido cinematogr¨¢fico de la realidad y, hasta mientras un polic¨ªa la deten¨ªa, resultaba tremendamente carism¨¢tica. A su marido, bastante m¨¢s mundano, se le escucha decir: ¡°Lo siento agente, yo no tengo nada que ver con esto¡±.
Cu¨¢l fue la condena. Una multa de 200 euros. Witherspoon emiti¨® un comunicado de disculpa en el que confesaba ¡°haber bebido m¨¢s de la cuenta¡± y sentirse ¡°profundamente avergonzada¡± por haber reaccionado as¨ª ante el p¨¢nico que sinti¨® al ver a su marido metido en problemas. ¡°Le falt¨¦ el respeto a un agente que solo estaba haciendo su trabajo¡±, lamentaba para a continuaci¨®n re¨ªrse de s¨ª misma y de las ¡°locuras¡± que grit¨® durante el arresto: ¡°Le dije que estaba embarazada. ?No estoy embarazada! Me r¨ªo porque no sab¨ªa ni qu¨¦ decir y lo lamento mucho. Hay muchos polic¨ªas en mi familia¡±. A?os despu¨¦s ella misma reconoci¨® que en aquel momento el p¨²blico se dio cuenta de que Reese Witherspoon no era como se la hab¨ªan imaginado: ¡°Supongo que todos definimos a las personas por c¨®mo la prensa las presenta y en aquel momento yo mostr¨¦ una complejidad que mucha gente desconoc¨ªa. Es parte de la naturaleza humana. Comet¨ª un error, como todos lo hacemos. Lo mejor que puedes hacer es disculparte, aprender de ello y seguir adelante¡±. El a?o siguiente Witherspoon fund¨® su productora para promover proyectos con mejores papeles femeninos, empezando por Perdida y Alma salvaje, que tambi¨¦n protagoniz¨® y le dio una nominaci¨®n al Oscar. Desde entonces no ha dejado de triunfar produciendo y protagonizando las series Big Little Lies y The Morning Show y el programa de entrevistas Shine On with Reese (Brilla con Reese). Porque si alguien sabe c¨®mo brillar es ella, incluso en los momentos m¨¢s oscuros.
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