¡°Los coches deben desaparecer y dejar su sitio a las terrazas y los peatones¡±. As¨ª asesora un experto al Ayuntamiento de Madrid
El urbanista Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga forma parte del comit¨¦ de especialistas para pensar una nueva capital 'poscovid'. Estas son sus reflexiones, que present¨® en unas jornadas de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica (ETSAM)
Una ciudad vac¨ªa es como una casa a estrenar. Es la imagen m¨¢s cinematogr¨¢fica y vital del borr¨®n y cuenta nueva: una oportunidad in¨¦dita para reordenar los espacios. Durante los dos meses de cuarentena, la ciudadan¨ªa ha sido m¨¢s consciente que nunca del lugar en el que vive y de sus deficiencias y virtudes tal y como est¨¢ ahora organizado. Tambi¨¦n se ha lanzado a so?ar con una ciudad nueva; se ha mudado mentalmente a unas calles limpias, amplias, peatonales, verdes y con menos coronavirus. Y lo ha hecho desde una perspectiva para muchos desconocida: "En este instante todos somos principalmente peatones", comentaba Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, reci¨¦n incorporado al consejo asesor del Ayuntamiento de Madrid para la reactivaci¨®n de la ciudad, del que forman parte expertos de distintas ¨¢reas como econom¨ªa, salud o urbanismo. "Vemos el autom¨®vil como una agresi¨®n. La ciudad poscovid es una ciudad postautom¨®vil".
El arquitecto, Premio Nacional de Urbanismo en 2005, cerraba con esta reflexi¨®n la jornada Urbanismo de emergencia: adaptaci¨®n temporal de las ciudades frente a pandemias que ha celebrado este mes la?Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (ETSAM). Y sus ideas se recibieron con especial inter¨¦s, no solo por la trayectoria ampliamente reconocida del ponente, sino por el momento, y el lugar que este ocupa ahora, m¨¢s cerca de quienes decidir¨¢n la ciudad en la que viviremos en adelante.
Los madrile?os tienen hoy una disposici¨®n psicol¨®gica al cambio que se debe aprovechar, es el mantra que se repet¨ªa en las jornadas. Al fin y al cabo, no ser¨ªa la primera vez que una ciudad se reinventa a causa de una epidemia: "Los distritos de Par¨ªs son fruto de la peste. Me atrevo incluso a decir que muchos de los conceptos que hoy manejamos en urbanismo, como la cuadr¨ªcula, vienen de ah¨ª", arranc¨® Ezquiaga.
La paradoja de la gran ciudad: lo bueno de vivir muy juntos
En esos sue?os de ciudadanos poscovid muchos se han planteado trasladar su residencia a ciudades m¨¢s peque?as con viviendas m¨¢s grandes y accesibles. N¨²cleos urbanos que estos d¨ªas pasan con m¨¢s agilidad a las fases m¨¢s avanzadas del desconfinamiento. ?Qui¨¦n quiere vivir en una gran ciudad, por ic¨®nica que sea, si la vivienda es cada vez m¨¢s un lujo y, ante una pandemia como la que atravesamos, se convierte en un gran pueblo fantasma y enfermo?
Pero "?es acaso m¨¢s resiliente Los ?ngeles que Manhattan? Es prematuro decir que una menor densidad de poblaci¨®n sea una garant¨ªa contra la pandemia", opina Ezquiaga. "Una mayor densidad garantiza, por ejemplo, un transporte colectivo seguro. Con escasa poblaci¨®n, el transporte p¨²blico se hace inviable econ¨®mica y estrat¨¦gicamente".
Por otro lado, en las ciudades de alta densidad existen infraestructuras redundantes. "Cuando llegan cat¨¢strofes, estas se adaptan mejor". Ezquiaga habla con la imagen de fondo del metro de Marqu¨¦s de Vadillo completamente inundado durante la tormenta de julio de 2017, una de las m¨¢s fuertes que se recuerdan en la capital, que exigi¨® la cancelaci¨®n de vuelos y cortes de trenes en toda la comunidad. "Como existen infraestructuras redundantes, cuando el metro queda inutilizado se puede utilizar el autob¨²s; y adem¨¢s existe una mayor proximidad a los hospitales".
@metro_madrid vuela? O navega? pic.twitter.com/UfqxO60Ksi
— IVAN MADRIZ (@Madriz_Oca) July 6, 2017
Eso desde el punto de vista t¨¦cnico. Desde el humano, puede decirse que una mayor densidad puede llevar al individualismo m¨¢s que a la cooperaci¨®n. Adem¨¢s, las medidas de seguridad que impone la pandemia (guardar la distancia) tienden a la desdensificaci¨®n. La cantidad de vecinos por metro cuadrado es, para Ezquiaga, solo una de las tres patas de la ciudad que deber¨ªa quedar tras la desescalada: "densidad, complejidad y continuidad". La complejidad se refiere a la cantidad de usos de un mismo espacio: barrios, por ejemplo, en los que conviven la actividad comercial, laboral, privada y de ocio. La continuidad, por su parte, a evitar grandes agujeros urban¨ªsticos que interrumpen la ciudad, como es el caso ahora de Madrid Norte.
El urbanismo tambi¨¦n planifica el tiempo: horarios de trabajo y de autob¨²s
Juntas, estas tres caracter¨ªsticas dan lugar a una ciudad de cercan¨ªa, la del cuarto de hora, aquella en la que todo lo necesario se encuentra a 15 minutos caminando o en transporte sostenible. Los urbanistas, agrega Ezquiaga, hemos pasado a ser ordenadores del espacio a ser tambi¨¦n planificadores del tiempo.
Al mirar a este entorno m¨¢s cercano ¨Cen t¨¦rminos temporales, un espacio de 15 minutos en la escala del paso humano¨C, nos damos cuenta de que hay calles en el centro de Madrid en las que no cabe una silla de ruedas, y de que este tipo de ciudad "no puede estar dominada por el coche, aparcado o en circulaci¨®n".
La bicicleta es una alternativa de movilidad sostenible y saludable en cuyo desarrollo Madrid lleva a?os de retraso, con un Plan Director de Movilidad Ciclista aprobado y sin ejecutar desde 2008, motivo por el que varios activistas de la bicicleta, entre ellos arquitectos y urbanistas, plantean propuestas para reordenar el tr¨¢fico aprovechando la coyuntura actual. Y, con todo, no se debe olvidar, advierte el urbanista, que "hay personas mayores y ni?os que no pueden moverse con ellas por la ciudad. Por eso, "hay que hacer un transporte p¨²blico eficiente, que requerir¨¢ aumentar la frecuencia".
M¨¢s medidas de gesti¨®n del tiempo que conseguir¨ªan acercar la ciudad y reducir el n¨²mero de coches en el n¨²cleo urbano: "Desincronizar los horarios de apertura comercial o establecer horarios de trabajo y de teletrabajo". Aqu¨ª, por cierto, har¨¢n falta cambios administrativos: "Hemos convertido nuestras casas en espacios productivos, algo que legalmente no puede ser, y resulta que es lo deseable".
Esto afecta tambi¨¦n a la configuraci¨®n de nuestras casas. "?Qu¨¦ es la vivienda habitable hoy por hoy?", se pregunta Ezquiaga. "El higienismo de los a?os veinte vuelve al debate en un momento en el que no lo cre¨ªamos necesario", reflexiona. De hecho, las deficiencias detectadas en las casas espa?olas durante la larga cuarentena han dado lugar a ideas y postulados como los que recog¨ªamos en este art¨ªculo. En ¨¦l, el arquitecto Carlos Lamela recordaba tambi¨¦n c¨®mo "la Carta de Atenas, a principios del siglo XX, estableci¨® los par¨¢metros de materiales, luz y ventilaci¨®n en los dise?os para favorecer la salud en las ciudades, que hasta entonces incluso apenas contaban con saneamientos de aguas sucias y redes de agua potable".
El coche: acabar con el vecino molesto
De vuelta a las calles, tres actores compiten por el espacio p¨²blico: "El peat¨®n, la hosteler¨ªa, con las terrazas que ocupan las aceras, y el veh¨ªculo, aparcado o en circulaci¨®n". El reto es resolver esta pugna por los metros cuadrados de todos de manera inclusiva. "Es una ecuaci¨®n compleja", admite Ezquiaga: "En temas de ciudad no hay atajos, hay que escuchar". En una fase 1 en la que los ciudadanos pueden comenzar a hacer uso de las terrazas de bares y restaurantes, parece que el veh¨ªculo tiene todas las de perder.
La propuesta del urbanista es clara: "El autom¨®vil tiene que salir de la v¨ªa p¨²blica. Para ello, ser¨ªa necesario convertir los aparcamientos subterr¨¢neos de rotaci¨®n [los p¨²blicos] en garajes para residentes, e incluso llevarse algunos a ¨¢mbitos no tan centrales de la ciudad. Por otro lado, habr¨ªa que reducir las plazas de aparcamiento para no residentes en el n¨²cleo de la ciudad. De este modo, las terrazas podr¨ªan invadir el terreno que ahora se destina a aparcamiento y los peatones ganar¨ªan espacio en las aceras".
Una propuesta no exenta de pol¨¦mica. No por los coches, cuya desaparici¨®n es ya una medida en la que los expertos se muestran unidos. Jos¨¦ Fari?a, doctor arquitecto del departamento de Urban¨ªstica y Ordenaci¨®n del territorio de la ETSAM, dej¨® un apunte con respecto a la expansi¨®n de las terrazas: "Cuidado, puede suponer una privatizaci¨®n del espacio p¨²blico para rest¨¢rselo al peat¨®n".
Est¨¢ por ver si el consistorio de Mart¨ªnez-Almeida aprovechar¨¢ el momento psicol¨®gico que ofrece una casa ¨Cuna ciudad¨C a¨²n sin vivir, y con todo por colocar. De momento, la cesi¨®n de las avenidas a los peatones y bicicletas en detrimento de los coches ha sido t¨ªmida y la manifestaci¨®n convocada por Vox, que congreg¨® a 6.000 veh¨ªculos, devolvi¨® los atascos y los cl¨¢xones a la capital y revent¨® la burbuja verde.
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