El gran negocio de la reproducci¨®n asistida: luces y sombras de la industria de hacer realidad un sue?o
Casi 3.000 euros por embarazo, una tasa de ¨¦xito con un inmenso margen de mejora y sus ingresos no dejan de crecer: se prev¨¦ que en 2026 facture lo mismo que Mercadona hoy
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No hace tanto, cuando a¨²n se cog¨ªan trenes y aviones con alegr¨ªa, las cl¨ªnicas de fertilidad de este pa¨ªs recib¨ªan, con no poca frecuencia, un correo electr¨®nico desde cualquier lugar del mundo que arrancaba con: "Voy a viajar a Espa?a este verano y¡". Lo que segu¨ªa a continuaci¨®n era un documentado inter¨¦s por parte de la remitente en los tratamientos de este centro que pod¨ªan ayudarle a quedarse embarazada. Y, de paso ¡ªpor qu¨¦ no¡ª, una ya se volv¨ªa a casa con el bronceado puesto¡ Vacaciones en Espa?a con embarazo incluido, titul¨® este peri¨®dico, en 2016, sobre el peculiar fen¨®meno. Qu¨¦ sepamos, ninguna cl¨ªnica adopt¨® la frase como eslogan publicitario, pero s¨ª es una an¨¦cdota que refleja a la perfecci¨®n el poder¨ªo del sector en Espa?a. Seg¨²n la Sociedad Europea de Reproducci¨®n Humana y Embriolog¨ªa, cerca del 10% de quienes se someten a un tratamiento de fertilidad en este pa¨ªs provienen del extranjero.
Pero, sobre todo, las cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida se nutren del p¨²blico nacional. Las f¨¦minas espa?olas tienen hoy su primer hijo, de media, a los 32 a?os. En 1979, lo ten¨ªan a los 24. Las cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªstica demuestran que las madres primerizas son cada vez m¨¢s mayores y, de hecho, un tercio de ellas superan los 35 a?os. A su vez, el n¨²mero de ni?os y ni?as es cada vez menor. Hace 40 a?os nac¨ªan 78 beb¨¦s por cada 1.000 mujeres. Ahora, menos de la mitad: 35. El retraso de la maternidad ha sido una de las principales claves para que el negocio de la reproducci¨®n asistida se dispare. En 2019, su volumen de ingresos alcanz¨® los 632 millones de euros, el 86% facturado por cl¨ªnicas y centros privados, seg¨²n datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa, que plasma una evoluci¨®n ascendente. Seguir¨¢ as¨ª. "El potencial de crecimiento a medio y largo plazo a¨²n es grande", subraya Victoria Yag¨¹e, responsable de estudios de la organizaci¨®n. Uno de cada diez ni?os que nace en Espa?a es fruto de estas t¨¦cnicas, seg¨²n el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
El negocio es global. En 2018, abraz¨® unos 12.610 millones de euros a nivel mundial, una cifra que, seg¨²n Allied Market Research, ir¨¢ creciendo durante los pr¨®ximos a?os hasta duplicarse en 2026, cuando se espera que la facturaci¨®n alcance algo m¨¢s de 25.000 millones de euros, las ventas de Mercadona en 2019. Espa?a es uno de los pa¨ªses l¨ªderes tanto en negocio como en ciclos, es decir, intentos de embarazo asistido: 175.905 en 2017 ¡ª¨²ltimo a?o con cifras disponibles¡ª, de los que 140.941 fueron de fecundaci¨®n in vitro (se extraen los ¨®vulos y se fecundan fuera del cuerpo de la madre; posteriormente se transfieren al ¨²tero) y 34.964 de inseminaci¨®n artificial (los espermatozoides se depositan en el cuerpo de la mujer con instrumental adecuado).
Los datos estatales reflejan que Espa?a cuenta con 468 servicios de reproducci¨®n humana asistida. De ellos, 280 son centros privados especializados (la mayor¨ªa est¨¢n en Catalu?a, Andaluc¨ªa, Comunidad Valenciana y Madrid), cifra que convierte al pa¨ªs en uno de los referentes mundiales. El n¨²mero se ha estancado respecto al a?o anterior ¡ªcuando eran 281¡ª, pero eso no quiere decir que el negocio se tambalee. "?ltimamente se han cerrado algunas cl¨ªnicas, las menos rentables. Pero la cifra sigue creciendo y concentr¨¢ndose cada vez m¨¢s", subraya Yag¨¹e. Las cinco primeras empresas representan a casi el 60% de la industria. Y se espera que la crisis del coronavirus les afecte poco: la demanda sigue ah¨ª.
No es de extra?ar, por tanto, que a estos centros les salgan inversores de debajo de las piedras. Al mercado han llegado hasta los fondos. Hace menos de un a?o, Investindustrial ¡ªde la familia Bonomi, propietaria de Port Aventura¡ª adquir¨ªa Ginefiv por 30 millones de euros. Por su parte, IVI, cl¨ªnica de origen valenciano, se fusion¨® en 2017 con Reproductive Medicine Associates of New Jersey y actualmente poseen 65 cl¨ªnicas en 9 pa¨ªses (31 en Espa?a).
Precio asequible, buena reputaci¨®n¡ ?promesas a la ligera?
Quienes recurren a estas cl¨ªnicas de fertilidad suelen pagar entre 600 y 5.000 euros por cada intento de embarazo: las tarifas m¨¢s bajas corresponden a la inseminaci¨®n artificial, mientras que en la in vitro la inversi¨®n es mayor (es un tratamiento m¨¢s largo que requiere m¨¢s procesos y medicalizaci¨®n). ?ltimamente, tambi¨¦n se ha afianzado lo que muchas cl¨ªnicas venden como "preservaci¨®n de la fertilidad": extracci¨®n de los ¨®vulos de la mujer en su etapa m¨¢s f¨¦rtil para utilizarlos a posteriori (se congelan a 196 grados bajo cero y se conservan durante 5 a?os: cuesta entre 2.000 y 3.000 euros). Y cada vez hay m¨¢s novedades, como el diagn¨®stico gen¨¦tico preimplantacional, que se realiza para prevenir algunas enfermedades gen¨¦ticas o alteraciones que puedan comprometer la viabilidad del embri¨®n; la maduraci¨®n del ¨®vulo en laboratorio para mejorar el confort de la madre; o la ICSI o microinyecci¨®n intracitoplasm¨¢tica, una modalidad pensada para la infertilidad masculina.
La mayor¨ªa destaca por su car¨¢cter asequible (para una pr¨®spera clase media), que acent¨²a su atractivo, junto a la ausencia de grandes tiempos de espera y, sobre todo, una legislaci¨®n flexible en cuestiones como la edad. La reputaci¨®n del sector espa?ol es muy alta en todo el mundo. "Son centros muy vigilados, con inspecciones sanitarias cada dos a?os y muchos controles", remata Luis Mart¨ªnez Navarro, presidente de la Sociedad Espa?ola de Fertilidad (SEF). ?Qu¨¦ pod¨ªa fallar¡? Su complejidad. "Que no te quedes embarazada no significa que lo hayan hecho mal: es que no es nada f¨¢cil", dice el doctor. En esta misma l¨ªnea, los especialistas destacan que las tasas de ¨¦xito de la reproducci¨®n asistida no son demasiado halag¨¹e?as, aunque reconocen que cada vez son mejores.
La mayor parte de cl¨ªnicas ofrece sus porcentajes como forma de atraer a las madres, pero Ernesto Gonz¨¢lez Mesa, ginec¨®logo y prenat¨®logo en el Hospital Materno Infantil de M¨¢laga, subraya que una tasa por encima del 50% "es rar¨ªsima". Por otro lado, las cifras generalizadas no cuentan mucho, ya que todo depende en gran medida de la t¨¦cnica utilizada y, sobre todo, de las circunstancias de la pareja y la edad de la madre. As¨ª, por ejemplo, la fecundaci¨®n in vitro roza apenas el 4% de ¨¦xito para quienes superan los 40 a?os. Dejar clara la dificultad de la tarea es uno de los desaf¨ªos de estas cl¨ªnicas. O, al menos, no realizar promesas imposibles de cumplir.
Algunos expertos, como es el caso de Gonz¨¢lez Mesa, cuestionan los centros privados por ofrecer una visi¨®n extremadamente optimista o saltarse el relato de lo duro que pueden ser determinados tratamientos, cuya eficacia no est¨¢ del todo demostrada y se llevan a cabo solo por si acaso. Esto ocurre con el rascado endometrial (invasivo y molesto en la paciente, pese a que los estudios que analizan su capacidad para elevar la tasa de embarazo son contradictorios) o las infusiones intralip¨ªdicas (una t¨¦cnica de alimentaci¨®n intravenosa que se aplica con el pretexto de potenciar las posibilidades de ¨¦xito de una in vitro, a pesar de que solo funciona en personas con enfermedades inmunes muy concretas).
Algunos tratamientos complementarios se indican "por si acaso", aunque los estudios los cuestionen. "O para elevar la facturas", piensan m¨¦dicos cr¨ªticos.
El "por si acaso" es la versi¨®n bienpensada. "El ¨²nico objetivo que tiene gran parte de estos m¨¦todos es sacar dinero. Se aprovechan de la tormenta perfecta de que miles de parejas est¨¢n desesperadas y tienen una ansiedad incre¨ªble por encontrar tratamientos milagrosos", dijo a BUENAVIDA el ginec¨®logo Rafael Bernabeu, director m¨¦dico del Instituto Bernabeu y director de la c¨¢tedra de Medicina Reproductiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche. Reclamos como "cuatro intentos por el precio de uno" o la devoluci¨®n del dinero si no se consigue el embarazo (ojo con la letra peque?a, pues suele especificar un mont¨®n de condiciones dif¨ªciles de cumplir relacionadas con la edad, el peso corporal o n¨²mero de espermatozoides en el hombre) son tambi¨¦n cebos que los profesionales m¨¢s serios rechazan.
Se han denunciado casos de publicidad enga?osa, as¨ª como que algunos centros ofrezcan la posibilidad de elegir los rasgos del beb¨¦ seg¨²n un cat¨¢logo de hombres donantes, aunque la ley no lo permita. Y existe un debate ¨¦tico en torno a la donaci¨®n de ¨®vulos: en Espa?a se compensa econ¨®micamente a la mujer que los cede con entre 500 y 1.000 euros, mientras que en pa¨ªses como Alemania est¨¢ prohibida "por riesgo de explotaci¨®n de car¨¢cter reproductivo". Pese a todo, el margen de calidad es bastante bueno, zanja Mart¨ªnez Navarro, quien no descarta que puedan existir problemas puntuales en cl¨ªnicas concretas.
El problema de fondo: a los 40, no te queda otra
El principal detonante de este boom de la reproducci¨®n asistida ha sido el retraso de la edad en la maternidad, que convierte en una odisea la b¨²squeda del primer hijo para muchas parejas. "La fertilidad de la mujer comienza a descender a los 35 a?os, y cae en picado a partir de los 38, incluso mes a mes", explica Mart¨ªnez Navarro. Aparece as¨ª una divisi¨®n entre la conocida como edad reproductiva biol¨®gica ¡ªque se considera entre los 20 y 30 a?os¡ª y la llamada edad reproductiva social ¡ªque se retrasa una d¨¦cada, de los 30 a los 40¡ª. La sanidad p¨²blica ofrece tratamientos, pero de manera limitada y con listas de espera que superan el a?o de media y pueden llegar hasta los cuatro a?os, aunque ello depende mucho de la Comunidad Aut¨®noma. Las mujeres pueden apuntarse hasta cumplir los 40, pero su tratamiento tambi¨¦n est¨¢ en manos de cuestiones muy variadas, como que tengan menopausia precoz, posibilidades de ¨¦xito, calidad del esperma de su pareja, factores inmunol¨®gicos, ausencia de endometriosis ov¨¢ricas, el no consumo de t¨®xicos y otros muchos aspectos que, adem¨¢s, tambi¨¦n var¨ªan por Comunidades.
"Las limitaciones hacen que todo el que est¨¦ fuera de esa cartera de servicios o no quiera esperar, termine en la privada", apunta Navarro, que tambi¨¦n cree que hay "cierta urgencia" entre las f¨¦minas que deciden ser madres ya entradas en la treintena: "Si llegas con 39 a?os y te dicen que debes esperar un a?o, sabiendo que tus posibilidades son cada vez menores debido a la calidad y cantidad de ¨®vulos, es probable que acabes en una cl¨ªnica". Seg¨²n datos de la SEF, el 20% de los tratamientos de reproducci¨®n asistida los realiza la sanidad p¨²blica. Y en ciudades como Granada, en cuyo hospital p¨²blico Virgen de las Nieves trabaja el doctor Mart¨ªnez Navarro, el sistema sanitario andaluz supera a todo el sector privado local.
No deja de ser una curiosa excepci¨®n, pues la opci¨®n dominante de las madres tard¨ªas sigue siendo la cl¨ªnica de pago, donde la flexibilidad es la t¨®nica, para alivio de la paciente y quebradero de cabeza de algunos profesionales que temen por problemas posteriores desde el punto de vista de la obstetricia. "La reproducci¨®n asistida es un elemento de gran valor y progreso. Pero hay que tener cuidado con forzar la m¨¢quina, ya que el embarazo es una sobrecarga importante para la madre y puede generar muchas complicaciones", previene Gonz¨¢lez Mesa. Entre ellas, el riesgo de que nazcan beb¨¦s prematuros, ya que, dependiendo de la semana de nacimiento, puede dejar secuelas en el reci¨¦n nacido, aunque las unidades de neonatolog¨ªa est¨¢n cada vez mejor preparadas para reducirlas al m¨¢ximo.
La reproducci¨®n asistida tambi¨¦n aumenta el porcentaje de embarazo m¨²ltiple. "Y si la madre presenta patolog¨ªas por las que ten¨ªa problemas para tener hijos, su sobrecarga es peor", insiste el especialista. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, el 15% de los embarazos tras una t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida fueron de gemelos. A cambio, el tambi¨¦n l¨ªder del grupo de I+D+i de Obstetricia y Ginecolog¨ªa de la Universidad de M¨¢laga destaca que las mujeres que han sido sometidas a estas t¨¦cnicas presentan menos trastornos de salud mental durante la gestaci¨®n. "Quiz¨¢ porque lo han pasado tan mal para llegar hasta ah¨ª que lo disfrutan m¨¢s", explica.
?La tecnolog¨ªa? No est¨¢, pero se la espera
Muchas futuras madres echan mano de la tecnolog¨ªa antes de lanzarse a estos punteros tratamientos. Son aplicaciones de tel¨¦fonos m¨®viles o pulseras inteligentes que, presuntamente, ayudan a calcular los d¨ªas de periodo, ovulaci¨®n y d¨ªas f¨¦rtiles, aumentando as¨ª las probabilidades de que llegue el embarazo. Suelen incluir diversas categor¨ªas a tener en cuenta ¡ªestado de ¨¢nimo, dolor, flujo cervical y peso, entre otras¡ª o despliegan una gran cantidad de informaci¨®n en texto y v¨ªdeo. Sin embargo, un estudio publicado por The Open University, en Reino Unido, subraya la d¨¦bil regulaci¨®n de las aplicaciones de fertilidad y menstruaci¨®n, mientras plantea "escasez de investigaci¨®n" y la falta de profesionales de la salud especializados en fertilidad en las pocas investigaciones realizadas.
Otro trabajo, desarrollado en la Universidad de Melbourne (Australia), tambi¨¦n indica que la escasa regulaci¨®n dificulta saber qu¨¦ fiabilidad real tienen las apps. "La evidencia indica la necesidad de una mayor participaci¨®n de los profesionales de la salud y las instituciones en el desarrollo de estos programas", alertan los investigadores, quienes concluyen que el potencial de usuarias es muy alto y, bien utilizadas, podr¨ªan ayudar a dar informaci¨®n "precisa y basada en la evidencia" a las mujeres que se den de alta.
Quienes s¨ª han llegado son las 'influencers'
Actrices, cantantes, modelos, comunicadoras¡ En los ¨²ltimos tiempos, muchas f¨¦minas relevantes han contado su experiencia con las t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida en entrevistas con medios de comunicaci¨®n o redes sociales. Kim y Khlo¨¦ Kardashian, Nicole Kidman, Beyonc¨¦, Sarah Jessica Parker o Gwyneth Paltrow son algunas de las que han hablado de ello en p¨²blico. En Espa?a, se han conocido las historias de la actriz y bailarina M¨®nica Cruz o la presentadora Raquel S¨¢nchez Silva, que precisamente escribi¨® un libro (Tengo los ¨®vulos contados, Planeta) tras ser madre de mellizos, en 2015, a los 42 a?os. Como describe en su sinopsis, a la doctora Miranda Ortega, cuyo d¨ªa a d¨ªa relata en la obra, "le duele el da?o que pueden hacerle a sus pacientes los falsos mitos y las promesas enga?osas que la sociedad y las cl¨ªnicas de fertilidad alimentan. Por eso siente que debe contarles las posibilidades reales con las que cuentan sin alimentar falsas esperanzas".
No siempre ha sido as¨ª. Para muchas mujeres, hablar de estos tratamientos constituye un tab¨² descomunal, como cont¨® la primera beb¨¦ probeta del mundo, Louise Brown, en su visita a Espa?a a principios del pasado marzo. "Hay mucha gente que no quiere decirlo a su entorno, que no lo normaliza. Es una etapa compleja y dura, en la que se necesita ayuda. Y si no lo dicen ni a su familia, es dif¨ªcil ayudarles. Es algo triste", contaba la brit¨¢nica, que naci¨® en julio de 1978 gracias, en buena parte, al trabajo del fisi¨®logo Robert Edwards, el ginec¨®logo Patrick Steptoe y la embri¨®loga Jean Purdy, quienes obtuvieron en 2010 el premio Nobel de Medicina y Fisiolog¨ªa. La OMS declar¨® la infertilidad como enfermedad ese mismo a?o.
No hay duda de que las cl¨ªnicas privadas juegan un papel fundamental para miles de mujeres que quieren traer un cr¨ªo al mundo, y quienes conocen el sector alaban que han dado una nueva oportunidad a las que de forma natural no lo consegu¨ªan. Solo una advertencia que comparten todos los profesionales: cautela y rebaja de las expectativas, porque el proceso es dificultoso y la tasa de ¨¦xito, baja. Hay algo que no ha cambiado: la mejor f¨®rmula para el embarazo sigue siendo la natural.
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