Va a ser que no...
¡°Reflexionar profundamente sobre lo que hemos experimentado y mejorar dr¨¢sticamente la educaci¨®n y la sociedad¡± (Andy Hargreaves)
El impacto social de la COVID-19 y sus consecuencias en los sistemas formales de educaci¨®n plantean muchos interrogantes sobre la reapertura de los centros. El sistema sanitario, el de cuidados (residencias de ancianos, entre otros) y el propio sistema educativo se han visto superados en esta pandemia.
Ahora, cuando nos encontramos en una fase de desescalada, de vuelta a la ¡®nueva normalidad¡¯, se abre la oportunidad de hacer de los sistemas p¨²blicos una red de atenci¨®n y promoci¨®n cada vez m¨¢s justa, equitativa y para todos. Con este prop¨®sito, y haciendo referencia al sistema educativo, hemos elaborado estas reflexiones.
Abrir los ojos y los o¨ªdos a los relatos de docentes, familias, estudiantes y de otros profesionales sobre sus vivencias durante el reciente periodo de ense?anza ¡®confinada¡¯ se hace necesario si queremos pensar en cualquier reconstrucci¨®n. Desde esta l¨®gica, continuamos nuestro an¨¢lisis anterior sobre el ¡°diario visual¡± de un profesor. Las vi?etas que incorpora ilustran el significado de una ense?anza a distancia dirigida a estudiantes ¡¯confinados¡¯ y en di¨¢logo con familias y entorno medi¨¢tico.
Acercar este diario de vi?etas y comentarlas nos proporcionar¨¢ claves sobre la complejidad que ha supuesto desplegar una modalidad de ense?anza ¡®virtual¡¯ y la que puede significar la reapertura de un sistema escolar muy ¡®tensionado¡¯.
Una ense?anza ¡®confinada¡¯ y una fr¨¢gil ¡®reapertura¡¯
En esta desescalada tendr¨ªamos que debatir y dise?ar una vuelta escolar a una ¡®nueva normalidad¡¯ mucho m¨¢s prometedora
En este periodo de confinamiento hemos tenido la ocasi¨®n de observar las nuevas habilidades profesionales desplegadas en la construcci¨®n de distintos formatos de respuesta. El docente ¡®confinado¡¯, a pesar de las circunstancias, ha querido mantener una relaci¨®n emocional positiva con sus estudiantes, sin la cual dif¨ªcilmente hay aprendizaje. ¡°En esta crisis, lo esencial ha sido su capacidad de trasladar, adaptar y reinventar en un entorno casi exclusivamente virtual lo que antes era s¨®lo o abrumadoramente presencial, cada cual por s¨ª mismo o en colaboraci¨®n¡± (Fern¨¢ndez Enguita, 2020).
Este esfuerzo por dotar de sentido los nuevos formatos de ense?anza no ha obtenido el reconocimiento necesario por parte de las administraciones, m¨¢s all¨¢ de las consabidas ¡®buenas palabras¡¯; cuando ha exigido asumir un r¨¢pido cambio de funciones, tareas... de fuerte impacto en la vida laboral y personal de los docentes. Sin embargo, s¨ª ha comenzado a apreciarse por las familias.
En esta l¨ªnea de nuevas evidencias, la crisis del coronavirus ha destapado, tambi¨¦n, toda una serie de brechas sist¨¦micas de nuestra sociedad que, ¡®instalada¡¯ en el llamado ¡®estado de bienestar¡¯, ha permitido que la desigualdad y la injusticia transiten con toda impudicia.
En educaci¨®n, la repercusi¨®n de la llamada ¡®brecha digital¡¯ (hardware, software y, sobre todo, habilidades de uso y navegaci¨®n en entornos virtuales) ha sido un hecho, si bien, s¨®lo ha sido uno de los h¨¢ndicaps sufridos, entre otros muchos, a¨²n m¨¢s relevantes.
Han faltado respuestas estructurales a situaciones de pobreza, los impedimentos de muchas familias a realizar el apoyo educativo que se esperaba (la capacidad de respuesta de los entornos familiares ha sido significativamente distinta, seg¨²n recursos culturales, disponibilidad de tiempo y caracter¨ªsticas econ¨®micas), la falta de expectativas laborales, condiciones de habitabilidad, diferencias en el acceso a estudiantes y familias, algo que ha sido extremadamente dif¨ªcil en grupos sociales debilitados. A lo que unir el grave problema org¨¢nico, previo a la pandemia... ¡®la segregaci¨®n escolar socioecon¨®mica es uno de los principales problemas del sistema educativo espa?ol¡¯ (Save the Children, 2018).
Estas circunstancias nos llevan a pensar que la vuelta a las aulas no puede ser para hacer ¡®m¨¢s de lo mismo¡¯, para seguir fortaleciendo rutinas y pr¨¢cticas que impidan afrontar nuevas emergencias y hacer frente a las carencias sist¨¦micas detectadas. Ahora ¡°nuestro reto deber¨ªa ser no continuar exactamente igual que antes, sino reflexionar profundamente sobre lo que hemos experimentado y mejorar dr¨¢sticamente la educaci¨®n y la sociedad¡± (Hargreaves, 2020).
Tendr¨ªamos que estar debatiendo y dise?ando la vuelta a una ¡®nueva normalidad¡¯ escolar, mucho m¨¢s prometedora que la de antes. Sin embargo, no es ¨¦sta nuestra realidad,nos encontramos con burocr¨¢ticas instrucciones administrativas de reapertura para el mes de junio y con acuerdos gen¨¦ricos para septiembre, como el de la Conferencia Sectorial de Educaci¨®n, asumidos por las CCAA de manera desigual, atiborrado de ¡®buenas palabras¡¯ y sin garant¨ªas de implantaci¨®n en los centros.
Las 15 CCAA que han suscrito el acuerdo sectorial lo han hecho desde una circunspecta buena voluntad¡¯: ¡°... realizar¨¢n todos los esfuerzos necesarios para asegurar la modalidad presencial en todas las ense?anzas, niveles y etapas educativas¡±, nada alejada del hecho de poder desplegarse formalmente casi a ¡®coste cero¡¯. La Federaci¨®n de Ense?anza de CCOO manifiesta a este respecto ... ¡®se prima el ahorro sobre el derecho a una educaci¨®n de calidad y la seguridad de los distintos sectores de la comunidad educativa¡¯.
Nos tememos que al final, como ha sido habitual en el periodo de confinamiento, la responsabilidad recaer¨¢ en los centros escolares con el consiguiente aumento de estr¨¦s laboral para equipos directivos y profesionales de la ense?anza.
Estas regulaciones, marcos, enunciados... administrativos poco o nada dialogados y alejados de las exigencias que plantea cualquier desarrollo real en los centros, son la causa de la posici¨®n cr¨ªtica mantenida por muchos profesionales de la ense?anza. Una postura que se ha pretendido debilitar con algunos enunciados p¨²blicos que la han calificado de ¡®resistencia de parte de los profesores para no volver a los centros docentes¡¯, dirigiendo la mirada a una supuesta falta de compromiso profesional, que se contradice con las abundantes muestras de esfuerzo desarrollado por el profesorado durante el confinamiento.
A lo largo de estos primeros d¨ªas de junio hemos comprobado que ni las escuelas, ni los docentes, ni los estudiantes, ni las familias y, ni mucho menos, las administraciones educativas est¨¢n en condiciones de iniciar una reapertura hacia una escuela m¨ªnimamente reconstruida, justa y equitativa. En estas escaramuzas de reapertura se asumen sin ¡®parpadear¡¯ los d¨¦ficits anteriores, no se adoptan medidas reales de mejora y se robustecen las disfunciones detectadas.
Las instrucciones administrativas de vuelta a las aulas no deben contemplar s¨®lo medidas de cuidado, necesarias e imprescindibles, de las condiciones f¨ªsicas y de salud de sus habitantes (por otra parte, extremadamente desafiantes para las escuelas). Tendr¨ªan que dar m¨¢s cabida, y con la misma rotundidad, a otros aspectos m¨¢s emocionales, de seguridad y bienestar, de acogida, de complicidad relacional, organizacionales, curriculares y de desarrollo profesional (¡°el bienestar no es una alternativa al ¨¦xito. Es una condici¨®n previa esencial para el ¨¦xito, especialmente en los grupos de estudiantes m¨¢s vulnerables¡±. Hargreaves, 2020).
Quiz¨¢ ahora m¨¢s que nunca sea necesario atender las necesidades de una ense?anza justa, un aprendizaje en profundidad y un desarrollo curricular de ¨¦xito para todos los estudiantes. Hemos de reconsiderar el valor y el sentido de la escolarizaci¨®n y transformar los mecanismos burocr¨¢ticos de respuesta inmediata y los r¨¢pidos an¨¢lisis pol¨ªticos y de los medios de comunicaci¨®n, por otros modos de trabajo m¨¢s reflexivos y centrados en aspectos sustanciales del aprendizaje.
Las respuestas de emergencia a las necesidades de la ense?anza y la escolarizaci¨®n no deber¨ªan considerarse lo ¨²nico que puede esperarse de las actuaciones administrativas y de la profusi¨®n de declaraciones de opini¨®n (COVID-19: ?Por qu¨¦ todos llevamos un tertuliano dentro?).
Lo que muchos docentes, denominados ¡®resistentes¡¯, reclaman no es otra cosa que utilizar la desescalada para que, en colaboraci¨®n, comunidades educativas y administraciones, dialoguen y responden a la pregunta de... ?Qu¨¦ condiciones son necesarias para que los estudiantes aprendan con sentido y los maestros ense?en en entornos de inclusi¨®n educativa, y qu¨¦ responsabilidad deben asumir las administraciones y los recursos de apoyo en el establecimiento de estas condiciones?
Una pregunta que exige respuestas en torno a... ?Qu¨¦ papel debe asumir la tecnolog¨ªa en la nueva realidad escolar? ?Qu¨¦ formatos de aprendizaje a distancia, combinados... son viables, necesarios y justos? ?Qu¨¦ alumnado requiere, en todo caso, una ense?anza presencial?
?Cu¨¢l debe ser el sentido de la socializaci¨®n que realizan los establecimientos escolares? ?Qu¨¦ aprendizajes y c¨®mo organizarlos de acuerdo con los principios de inclusi¨®n y justica escolar? ?Qu¨¦ formas de evaluaci¨®n ser¨ªan las adecuadas en estas circunstancias? ?C¨®mo reducir la deserci¨®n escolar y empezar a recuperar el aprendizaje perdido?
?C¨®mo organizar comunidades de aprendizaje en los barrios que participan de los apoyos comunitarios? y un largo etc¨¦tera.
De estas cuestiones tratan las vivencias recogidas en las vi?etas del ¡®Diario Visual¡¯ de Ram¨®n Beson¨ªas, profesor de Educaci¨®n Secundaria, del IES ¡®San Jos¨¦¡¯ de Badajoz; algunas de ellas, laspresentamos y comentamos a continuaci¨®n.
Diario ¡®visual¡¯ de una ense?anza ¡®confinada¡¯
El puzzle imposible de un escenario dist¨®pico
Un diario es un relato de incertidumbres, que recompone a trav¨¦s de piezas deslavazadas lo que la memoria le devuelve de forma difusa, evocando las ruinas de lo vivido. Si a esto a?adimos que nos toca vivir tiempos de miedo, recluidos en casa ¡ªtambi¨¦n en nuestro di¨¢logo interior¡ª sin certezas ni planes a largo plazo con los que dar una direcci¨®n a nuestras esperanzas, todo se vuelve m¨¢s confuso, y a trav¨¦s de emociones contrariadas, retazos que unimos a trasmano, uno hila como buenamente puede el puzle imposible de este escenario dist¨®pico.
Quiz¨¢ por eso, este diario es un di¨¢logo abierto, porque no hay certezas que lo sean, sin el arbitrio de voluntades compartidas. Un diario es una manera como otras de no conformarse, de adoptar una postura inc¨®moda que nos impele a buscar respuestas, no ahora, eso seguro, quiz¨¢ cuando nos miremos a la cara y juntos reconstruyamos lo perdido.
En la entrada anterior comenz¨¢bamos este dialogo y lo dejamos en los d¨ªas 1 y 2 de mayo con la ense?anza de que... ¡°En tiempos de incertidumbre, a la saya se le ve el refajo¡±, aludiendo a las pocas expectativas que se abr¨ªan, ya por entonces, de que las administraciones cubrieran las necesidades de un sistema escolar que, en esos momentos, hac¨ªa aguas.
5 y 6 de mayo de 2020
Corremos el riesgo de precarizar el sistema educativo bajo el espejismo de las TIC
Tras m¨¢s de dos meses de ense?anza confinada se iba confirmando lo que ya intuimos en un principio. Docentes, alumnos y familias se fueron adaptando a las circunstancias como buenamente se pudo, pero esto no es lo deseable, pese a que haya quien se entusiasme, imaginando las virtudes de una ense?anza online, o se frote las manos ante lo que intuye un negocio en alza. Ning¨²n docente desea honestamente ense?ar as¨ª.
? Es imposible que exijan m¨¢s horas de trabajo...
Este escenario educativo es dist¨®pico, forzado y est¨¢ generando en la comunidad educativa unos preocupantes niveles de estr¨¦s y ansiedad, sin tiempo para asimilar, sin espacios compartidos en los que serenar lo vivido y reconstruir lo que vendr¨¢.
La narrativa pirot¨¦cnica de los vendedores irredentos de la innovaci¨®n tecnol¨®gica debe plegarse a la realidad. No ha funcionado, y no lo ha hecho porque tan solo hemos usado la tecnolog¨ªa a modo de kit temporal de supervivencia, sin formaci¨®n s¨®lida y continuada, sin planificaci¨®n previa, sin el necesario soporte de la ense?anza presencial.
Esto no significa que no haya sido una ense?anza digna. Familias y docentes hemos puesto todo nuestro ingenio, voluntad y empat¨ªa al servicio de nuestros hijos y alumnos, pero no es ¨¦sta la educaci¨®n que necesitamos, menos a¨²n bajo el escenario que nos espera tras el verano, en el que deberemos afrontar grandes retos, recomponiendo emociones, apoyando a los alumnos m¨¢s vulnerables, dialogando con las familias, trabajando los docentes como comunidad, no como kamikazes, cada cual en su aula.
? ?A la rica p¨ªldora educativa!
7 y 8 de mayo de 2020
La dermoest¨¦tica
Una instituci¨®n es un armatoste pesado y lento, pero en situaci¨®n de emergencia debiera poseer flexibilidad y responsabilidad para responder no solo a demandas inmediatas, tambi¨¦n adelantarse a lo que vendr¨¢. Es lo m¨ªnimo que le exigimos a quien debe liderar un sistema educativo.
Sin embargo, ni el Ministerio de Educaci¨®n ni las consejer¨ªas han sabido prever y actuar a tiempo; ni siquiera, cuando ten¨ªan la urgencia ante sus ojos y la comunidad educativa se lo estaba reclamando, han tenido la audacia de asumir ese reto.
Han pecado de cortoplacismo, a expensas de las ¨®rdenes de intendencia, sin establecer planes contundentes de prevenci¨®n y apoyo a la comunidad educativa. Y cuando ya era tarde, se limitaron a una mera dermoest¨¦tica, recurriendo a la deshonesta estrategia de Pilatos, delegando responsabilidades en los equipos directivos, sin garant¨ªas jur¨ªdicas ni sanitarias. Y en ¨¦sas estamos, hasta que junio marque el fin de un curso que hace tiempo debi¨® acabar para pensar juntos en los centros lo que realmente importa. La desescalada educativa ha sido m¨¢s bien un descalabro.
? ?Paso, no quiero hacer m¨¢s tareas!
9 y 10 de mayo de 2020
Los docentes solo supimos de palacio que deb¨ªamos buscarnos la vida
Viendo que junio estaba a vuelta de la esquina, el dilema se centr¨® en decidir a toda prisa si se abr¨ªan los centros y en qu¨¦ condiciones.
Todo ello bajo un escenario sin medios previstos con tiempo y sin planificar con antelaci¨®n el proceso. La improvisaci¨®n ha marcado la agenda ministerial y de las consejer¨ªas.
Desde el 13 de marzo, los docentes solo supimos de palacio que deb¨ªamos buscarnos la vida y esperar nueva orden, orden que lleg¨® tarde y forzada, cuando ya alumnos, familias y docentes est¨¢bamos cansados de la letan¨ªa impenitente de tareas ¡ªen su mayor¨ªa absurdas y repetitivas¡ª y era evidente desde un inicio que el trimestre no se pod¨ªa recuperar y que nuestros esfuerzos deb¨ªan centrarse en ayudar, acompa?ar y ser sensibles a la situaci¨®n que estaban viviendo nuestros estudiantes y sus familias.
? ?Corremos el riesgo de llegar a septiembre improvisando de nuevo!
11 de mayo de 2020
Cacarear que tienen orejas, pero no escuchar
Ni siquiera ahora que ya el curso est¨¢ finiquitado los gestores educativos se ponen manos a la obra para establecer protocolos de cara a septiembre.
Salvar las apariencias ha sido el mayor esfuerzo de ministerios y consejer¨ªas. Hoy ¡ª ?A buenas horas, mangas verdes! ¡ª en Extremadura la Consejer¨ªa de Educaci¨®n ha escrito a los docentes para pedirles opini¨®n, con la flagrante intenci¨®n de dejar constancia escrita de que la opini¨®n fue solicitada, de que ellos escuchan a sus docentes. As¨ª funciona el teatro pol¨ªtico. ¡®Cacarear que tienen orejas, pero no escuchar¡¯.
Todos y cada uno de los sindicatos aconsejaron no abrir los centros. Ninguno se sinti¨® escuchado por la Consejer¨ªa. No hay docente que no empatice con esa sensaci¨®n de ninguneo.
? ?No a la improvisaci¨®n y al cortoplacismo!
14 de mayo de 2020
Ofrecer un cierre de curso digno, indeseable pero digno.
La comunidad educativa sabe que est¨¢ sola en este proceso. No puede esperar a que desde arriba se decida qu¨¦ hacer.
¡ª Ram¨®n Beson¨ªas: ¡°La prioridad es asegurar la salud de todos y ofrecer como hasta ahora un cierre de curso digno, indeseable pero digno. No aconsejar de ning¨²n modo que nuestros alumnos vuelvan a los centros y ponerse manos a la obra en planificar septiembre, que ser¨¢ sin duda el gran reto a asumir.¡±
Cerrar los centros en marzo fue una decisi¨®n sabia; no volverlos a abrir hasta septiembre es m¨¢s lo sensato. Dar por terminado un curso en el que sin duda la mayor ense?anza es saber vivir en una incertidumbre sobrevenida, apoy¨¢ndonos mutuamente.
? ?Gobierno dimisi¨®n...! ?Libertad!...? ? /////// ? ? ?Pan, trabajo...!
15 de mayo de 2020
No podemos pensar como docentes en ir a fichar al centro y ya est¨¢
Tenemos retos importantes que emprender. No confundir importancia con urgencia. Poner en marcha septiembre con garant¨ªas sanitarias y de dotaci¨®n ser¨¢ nuestro problema m¨¢s nimio.
Nos espera un escenario de familias precarizadas, cuando no en situaci¨®n de pobreza. La escuela no puede cerrar los ojos a esa situaci¨®n, pretendiendo que su intervenci¨®n se reduzca a la mera instrucci¨®n: p¨®rtate bien, estudia y aprueba.
Todas estas distop¨ªas sociales y econ¨®micas afectan a la escuela, y es nuestra responsabilidad no solo profesional, tambi¨¦n ¨¦tica, responder a ellas. No podemos como docentes ir a fichar al centro y ya est¨¢. Los centros deben ser no solo espacios de conocimiento, tambi¨¦n de empoderamiento comunitario y acci¨®n compartida que transformen el entorno de nuestros alumnos. El aprendizaje-servicio debiera ser el objetivo primordial de la escuela p¨²blica en tiempos de posCOVID.
? ?P¨®rtate bien, estudia y aprueba!
19 y 20 de mayo de 2020
La tentaci¨®n de adoptar modelos presupuestarios d¨¦biles, maquillados de reformismo
Varias amenazas requerir¨¢n de nuestro arbitrio y voluntad. No son nuevas, ya antes del confinamiento estaban ah¨ª, esperando una soluci¨®n a¨²n irresuelta. La crisis sanitaria y econ¨®mica no ha hecho sino ponerlas a¨²n m¨¢s de relieve.
Por un lado, aumentar la inversi¨®n en educaci¨®n, y no solo en infraestructura tecnol¨®gica, sino tambi¨¦n en docentes, repensando el actual estado de las ratios, infladas sin pudor, impidiendo una ense?anza de calidad. Sin duda, en septiembre existir¨¢ la tentaci¨®n de adoptar modelos presupuestarios d¨¦biles, maquillados de supuesto reformismo, pero que intentar¨¢n mantener o subir ratios, eliminar l¨ªneas y adelgazar plantillas. Madrid y Catalu?a son ejemplos de esta inquietante tendencia.
? El marr¨®n para los centros
21, 22 y 25, 26 de mayo de 2020
Una profunda transformaci¨®n del sistema educativo. No basta con remiendos
Otro reto ser¨¢ la inclusi¨®n educativa, que ya antes de esta distop¨ªa estaba amenazada, basculando hacia el modelo de centro a la carta, sin valent¨ªa por parte del Ministerio de Educaci¨®n de revisar los criterios de elecci¨®n de centro, ajust¨¢ndose a principios de inclusi¨®n, no solo de libertad.
La crisis econ¨®mica que dejar¨¢ este escenario no alienta mejoras al respecto. Si la educaci¨®n p¨²blica no se convierte en prioridad para el ejecutivo, no haremos sino agravar la brecha social, impidiendo una efectiva igualdad de oportunidades para los alumnos m¨¢s vulnerables a esta crisis. Comunidades aut¨®nomas especialmente sensibles como Extremadura, ya tienen tasas de abandono y de paro suficientemente graves como para que la falta de visi¨®n de futuro aumente las dificultades de los que menos tienen.
? En cuanto me salga algo, lo dejo
Necesitamos una profunda transformaci¨®n del sistema educativo. No basta con remiendos, tapones temporales con los que achicar agua en el oc¨¦ano y que retrasen un naufragio ya anunciado. Hay que poner la educaci¨®n en el centro del debate pol¨ªtico, recuperando la confianza en que sea un espacio real de transformaci¨®n social y futuro laboral.
La sospecha es que las administraciones, esos armatostes pesados y lentos, sigan funcionando de forma cortoplacista y a expensas de la agenda electoral, impidiendo un cambio sustancial. Necesariamente hay que parar, serenarse, tener voluntad de consenso y reconstruir lo perdido. Sin dietas de verano. Sin dejar a nadie fuera.
? ?Es hora de arremangarse juntos!
Ep¨ªlogo
Este diario de vida docente queda iniciado, pero falta a¨²n mucho que aprender y compartir del modo c¨®mo docentes y estudiantes se han ¡®adaptado¡¯, por supervivencia, de manera poco deseable, a un escenario de carencias institucionales. Os animaos a seguir profundizando y, al tiempo, disfrutar de su contenido en el... Diario de Campa?a de Ram¨®n Beson¨ªas.
(*) Versi¨®n para profesionales en ResearchGate (Descargar en pdf).
(**) Ram¨®n Beson¨ªas Rom¨¢n es docente de Filosof¨ªa en el IES San Jos¨¦ de Badajoz y coordinador TIC del centro. Un profesional proactivo en rrss y colaborador en numerosos proyectos de trabajo colectivo y de innovaci¨®n educativa, principalmente relacionados con el uso del pensamiento visual, la radio y los audiovisuales, como Radio San Jos¨¦ (proyecto de radio), Filosof¨ªa por un tubo (proyecto de Visual Thinking en el aula de Filosof¨ªa), ocaSTEM (proyecto colaborativo de ciencia inclusiva y rob¨®tica), Dib¨²jamelas (proyecto colaborativo sobre Visual Thinking), Diario de campa?a (diario visual durante el confinamiento), Dibucedario 2020 (reto: crear una ilustraci¨®n cada d¨ªa de enero), History of art... all art (dise?o gr¨¢fico sobre mujeres pintoras), Frenteal coronavirus, act¨²a (infograf¨ªas), Dibucedario 2019 (reto: crear un marcap¨¢ginas cada d¨ªa de enero), Historia de Pepa y Pepe (dise?o gr¨¢fico de la escalera de la violencia de g¨¦nero), ?Cu¨ªdate, mujer!(dise?o gr¨¢fico en lectura f¨¢cil de gu¨ªa contra la violencia de g¨¦nero), Zona libre de acoso (proyecto educativo con estudiantes de ESO), Historia de mi m¨®vil (reto educativo con estudiantes de ESO), En mi verso soy libre (ilustraciones del concurso de relatos Aulas Hospitalarias), Buzones rojos (proyecto radiof¨®nico de educaci¨®n afectivo-sexual), Ficcionario (proyecto colaborativo internacional de palabras inventadas), eduKacine (ciclo de cine y educaci¨®n, proyecci¨®n y elaboraci¨®n de materiales). Colabora en talleres formativos para docentes y ha colaborado en ¡®Escuelas en red¡¯, con el post: Yo no me meto! ?No sea que...! ?Yo no he visto nada!...
(***) Agradecemos a estudiantes, docentes y familias de la comunidad educativa del IES ¡®San Jos¨¦¡¯ de Badajoz el apoyo a esta concepci¨®n, modo de analizar y ejercer la ense?anza.
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