Por qu¨¦ Espa?a vende a ?frica y Am¨¦rica pesticidas prohibidos en Europa
Una investigaci¨®n de Greenpeace concluye que m¨¢s de 81.600 toneladas de productos qu¨ªmicos para la agricultura se enviaron a pa¨ªses en desarrollo en 2018. Espa?a es uno de los exportadores, con un 6%
Para empezar, ¡°que un producto est¨¦ prohibido en Europa no implica que sea ilegal en ?frica¡±, insiste Diego Ayala, entom¨®logo del Instituto de Investigaci¨®n para el Desarrollo (IRD, por sus siglas en ingl¨¦s), en Marsella (Francia). Su declaraci¨®n nace en respuesta a una nueva investigaci¨®n de Greenpeace, basada en el an¨¢lisis de 400 informes de empresas europeas, que concluye que Europa vendi¨® en 2018 m¨¢s de 81.600 toneladas de algunos pesticidas prohibidos en sus tierras¡ªentre ellos el dicloropropeno, la cianamida, el paraquat, el herbicida trifluralina, el acetoclor y la atrazina¡ª a 85 pa¨ªses, de los cuales tres de cada cuatro son pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Espa?a se sit¨²a en lo alto de la lista con un 6% de esos agroqu¨ªmicos a su cargo, seg¨²n los resultados que se han publicado este jueves.
La Uni¨®n Europea decidi¨® prohibir estos pesticidas por tener efectos perjudiciales para el ecosistema como, por ejemplo, contaminaci¨®n de aguas, la alteraci¨®n de las poblaciones de insectos polinizadores, de aves y peces. Adem¨¢s, tambi¨¦n porque pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades como el P¨¢rkinson o el c¨¢ncer y afectar los sistemas endocrino y reproductivo del ser humano, algo que Naciones Unidas ya advert¨ªa hace tres a?os, denunciando graves abusos por parte de la industria que produce dichos productos.
Al ver el mapa de Greenpeace que ilustra las exportaciones, Europa figura como un centro intocable del cual parten centenares de flechas rojas m¨¢s o menos gruesas por todo el mundo. El 82% de las exportaciones del Reino Unido, principalmente de paraquat y de 1,3-dicloropropeno, se mandan al continente americano, con Estados Unidos liderando la recepci¨®n y Brasil siguiendo de cerca. M¨¦xico, Colombia y Ecuador tambi¨¦n reciben altas dosis de estos pesticidas prohibidos en Europa. En ?frica, Sud¨¢frica es uno de los mayores destinos de la industria europea, sobre todo de alemanes y franceses, junto a Marruecos y 18 otros pa¨ªses del continente. India, Indonesia y otros pa¨ªses asi¨¢ticos tampoco escapan al mercado y reciben qu¨ªmicos por parte de los grandes pa¨ªses europeos, sobre todo de Francia. El objetivo de estas zonas en v¨ªas de desarrollo es luchar contra las plagas, las malas hierbas, los insectos y los microorganismos que ponen en riesgo el monocultivo, pese a que algunas sean claramente nocivas para la salud.
Por lo tanto, ese mapa del trabajo llevado a cabo por los periodistas e investigadores de la instituci¨®n Unearthed y por Public Eye, una organizaci¨®n no gubernamental orientada a la sostenibilidad, da lugar a una pregunta inevitable: ?Por qu¨¦ Europa sigue fabricando y mandando estos productos t¨®xicos fuera de sus fronteras? Doug Parr, director cient¨ªfico de Greeanpeace UK que particip¨® en el proyecto, no tiene una respuesta clara, pero de lo que est¨¢ seguro es que es posible vivir sin ellos. ¡°Son qu¨ªmicos muy, pero que muy nocivos¡±, comienza. ¡°Europa ha demostrado que la agricultura puede seguir su curso sin usarlos. Tenemos que ayudar a esos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y darles alternativas en funci¨®n de sus condiciones¡±.
Para Parr est¨¢ claro que hay una ¡°explotaci¨®n en curso¡±, y ver que su pa¨ªs, Reino Unido, es el mayor exportador europeo, responsable del 40% de las notificaciones (32.000 toneladas), le resulta chocante. Pese a todo ello, reconoce que en su momento estos pesticidas fueron de gran ayuda y trajeron innovaciones en la agricultura. ¡°Pero ahora hay que dirigirse hacia otro panorama¡±, precisa. Adem¨¢s, a escala global, las m¨¢s de 81.600 toneladas de pesticidas vendidas en 2018 son una cantidad a tener muy en cuenta. ¡°Imag¨ªnese que todo esto est¨¢ esparcido por el mundo, provocando todo tipo de efectos en la cadena alimenticia, en la biodiversidad y en la salud del ser humano¡±.
Quiz¨¢s estos productos ser¨ªan legales en Europa si los necesit¨¢ramos
Diego Ayala, Instituto de Investigaci¨®n para el Desarrollo
Pero la cuesti¨®n no es simple y el tema supone un debate en el seno de la comunidad cient¨ªfica. Los pa¨ªses africanos tienen otras condiciones clim¨¢ticas, se enfrentan a otro tipo de plagas que los europeos y muchos dependen de la agricultura para sobrevivir. Los pesticidas les permiten controlar las especies que amenazan su cosecha y asegurar as¨ª su econom¨ªa, seg¨²n Ayala: ¡°Cr¨¦ame que si tuvi¨¦semos las mismas situaciones que tienen all¨ª, no tardar¨ªamos en validar de nuevo esos productos¡±.
En definitiva, ??frica utiliza estos pesticidas, sencillamente, porque los necesita y porque, todav¨ªa, no tienen al alcance otras soluciones? Fabrice Chandre, del departamento de Salud del IRD y asesor para la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, explica que los pa¨ªses africanos sufren plagas que no se parecen en absoluto a las de Europa. ¡°Quiz¨¢s un producto que funcione para nuestros insectos no es eficiente para los suyos. Quiz¨¢s nosotros tenemos un solo par¨¢sito que perjudique nuestra cosecha, y ellos se enfrentan a varios y con mayor densidad. Hay que mirar el balance entre el coste y el beneficio¡±, a?ade. ¡°Quiz¨¢s estos productos ser¨ªan legales en Europa si los necesit¨¢ramos. Si tuvi¨¦semos por aqu¨ª lo mismo que ellos, nacer¨ªan intereses econ¨®micos a favor de estos qu¨ªmicos¡±, remata Ayala en armon¨ªa con el discurso de Chandre.
Parad¨®jico es, sin embargo, que Europa venda a pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo productos que acaban en la cadena alimentaria y, debido a la globalizaci¨®n, vuelvan al est¨®mago de sus ciudadanos. ?Por qu¨¦ no prohibir completamente su uso para evitarlo? ¡°Bueno, eso, como siempre, es cuesti¨®n de capitalismo y de los intereses del mercado. Es cierto que muchos aprovechan ese uso fuera por ser menos costoso, pero tambi¨¦n eficiente. Es la ley del mercado¡±, contesta Chandre. Sin embargo, este especialista asegura que la industria de pesticidas de la Uni¨®n Europea sigue un reglamento muy estricto y que nada sale sin verificaci¨®n ni aprobaciones. ¡°Si eliminamos ese mercado ahora, esos pa¨ªses recurrir¨ªan a pesticidas de contrabando que ni siquiera est¨¢n controlados ni probados cl¨ªnicamente y sabr¨ªamos a¨²n menos acerca del uso que se les da y de las cantidades que se liberan¡±, advierte.
¡°Son qu¨ªmicos muy, pero que muy nocivos. Europa ha demostrado que la agricultura puede seguir su curso sin ellos. Tenemos que ayudar a esos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y darles alternativas Doug Parr, director cient¨ªfico de Greeanpeace UK
Otro aspecto importante a considerar es que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo no siempre cuentan con una log¨ªstica, una reglamentaci¨®n y un sistema de control suficiente y adecuado para el uso de estos pesticidas, pues carecen, de momento, de los recursos necesarios para adquirirlos. ¡°Adem¨¢s tienen una legislaci¨®n distinta a la nuestra y no podemos compararnos. Sus decisiones no implican que el uso que hagan vaya a ser nocivo¡±, opina Chandre. ¡°Nosotros pensamos con una mentalidad europea y no es una soluci¨®n. No podemos decidir por ellos y hay muchas cosas que no conocemos¡±, subraya Ayala. Los expertos son conscientes de que puede haber poco control en ?frica del uso que se hace de los pesticidas y por eso tratan de realizar un seguimiento m¨¢s exhaustivo para ayudar y prevenir posibles impactos.
No todo es blanco o negro, sin embargo. La Uni¨®n Europea est¨¢ invirtiendo en el desarrollo de soluciones alternativas rentables bas¨¢ndose en las ciencias biol¨®gicas, incluida la ciencia del microbioma del suelo, y la adopci¨®n por parte de los agricultores de soluciones tradicionales e innovadoras basadas en la naturaleza.
Christine Fuell, investigadora de la Secretar¨ªa del Convenio de Rotterdam en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) explica que, si el pa¨ªs de destino no proh¨ªbe la importaci¨®n y venta de un plaguicida en particular en su territorio, es legal que otros pa¨ªses exporten este producto a ese pa¨ªs, siempre que se adhieran a las disposiciones de los acuerdos internacionales en los que podr¨ªan ser parte. ¡°Por eso es tan importante que un pa¨ªs sea parte de estos instrumentos jur¨ªdicamente vinculantes, como el Convenio de Rotterdam, por ejemplo. Este garantiza que sus Partes est¨¦n informadas previamente, reciban toda la informaci¨®n disponible y puedan tomar decisiones informadas sobre futuras importaciones de ciertos productos qu¨ªmicos peligrosos¡±, cuenta. El Convenio de Rotterdam, que entr¨® en vigor en 2004, tambi¨¦n brinda asistencia t¨¦cnica a las Partes para identificar alternativas menos nocivas.
"La exportaci¨®n de plaguicidas prohibidos en un pa¨ªs a otros pa¨ªses ha sido un tema pol¨¦mico en todo el mundo¡±, comienza Gu Baogen, del departamento de Manejo de Plagas y Pesticidas de la Divisi¨®n de Producci¨®n y Protecci¨®n Vegetal de la FAO. Cuenta que la autorizaci¨®n de un plaguicida es una decisi¨®n nacional: ¡°Se basa principalmente en las necesidades locales de manejo de plagas, en el resultado de la evaluaci¨®n de riesgos y otros criterios nacionales¡±. El C¨®digo Internacional de Conducta para el Manejo de Plaguicidas es el que establece la prohibici¨®n de la importaci¨®n, distribuci¨®n, venta y compra de estos qu¨ªmicos altamente peligrosos (Highly hazardous pesticides, HPPs, en ingl¨¦s). La FAO apoya la creaci¨®n de capacidad para la gesti¨®n racional del ciclo de vida de los plaguicidas en los pa¨ªses en desarrollo para minimizar sus riesgos, centr¨¢ndose en eliminar gradualmente los altamente peligrosos y seleccionar alternativas de bajo riesgo, principalmente bioplaguicidas. Mientras tanto, se promueve desde la instituci¨®n el manejo integrado de plagas basado en el ecosistema para reducir su uso. ¡°Mejorar la legislaci¨®n regional y nacional de gesti¨®n de plaguicidas y promover la colaboraci¨®n mundial y regional sobre su comercio ilegal podr¨ªa ayudar a abordar las preocupaciones. Francia ha decidido dejar de exportar los prohibidos en la UE por motivos de salud humana y medio ambiente, por ejemplo, a partir de 2022 o 2025¡±, concluye Baogen.
El DDT, un caso aparte
Todos los expertos consultados admiten que el uso del DDT, prohibido en Europa, es un caso particular y famoso. Este producto tarda a?os en desvanecerse de la naturaleza y por eso se prohibi¨®. Sin embargo, el paludismo presente en Europa mataba anta?o anualmente a millones de personas y el DDT se us¨® en campa?as masivas para erradicarlo y eliminar los mosquitos que lo provocan. Hoy, la malaria y otras enfermedades infecciosas acechan ?frica. ¡°?Qu¨¦ pasa? ?Nosotros los hemos usado, pero ahora ellos no deben hacerlo?¡±, se cuestiona Carlos Chaccour, investigador y m¨¦dico especialista en malaria en el Instituto de Salud Global de Barcelona y en el Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra.
Este experto insiste en que el riesgo beneficio de cada pa¨ªs es muy distinto y cada uno se adapta a sus necesidades. ¡°Los pa¨ªses europeos dicen, por ejemplo, que si encuentran medio gramo de pesticida en sus granjas ya no les compran nada, pero imponen criterios estrictos de control medioambiental que esos lugares no se pueden permitir¡±, alerta Chaccour. Lo compara a la exigencia de usar energ¨ªas renovables y se pone en el papel de esos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo: ¡°?T¨² has quemado carb¨®n para desarrollarte y ahora yo no puedo?¡±. ¡°Ellos necesitan producir energ¨ªa y tener buena salud para producirse y desarrollarse¡±, reitera.
Una de las soluciones, bajo su punto de vista, no es prohibir exportaciones, sino a?adir medidas de control para saber bien c¨®mo se usan los productos. ¡°Tenemos que saber qu¨¦ se est¨¢ haciendo. Todo el mundo asocia pesticida a muerte, pero antes de decidir nada, yo mirar¨ªa atentamente lo que hace y aporta a esas poblaciones necesitadas¡±, concluye.
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