Forense de las palabras
Sheila Queralt es la fundadora de un exitoso laboratorio que se dedica a analizar la lengua para procesos judiciales, policiales y privados.
Hablas con los muertos?¡±. La pregunta, dice Sheila Queralt, se la hacen cada vez que se presenta como ling¨¹ista forense. Por eso, suele simplificarlo: ¡°Cuento que me dedico a analizar la lengua, escritos o grabaciones, y que lo aporto a procesos judiciales, policiales o para privados¡±. ¡°Mi abuela a¨²n no lo ha pillado. Cree que trabajo de int¨¦rprete para la polic¨ªa o algo de traductora¡±, se r¨ªe. Sheila Queralt, de 32 a?os, con doble licenciatura en Traducci¨®n e Interpretaci¨®n en Ingl¨¦s y en Ling¨¹¨ªstica, es una pionera en su sector. ¡°En la lengua, es de las pocas cosas m¨¢s rentables que hay. Escribir diccionarios no da dinero¡±. Pero se guarda cu¨¢nto factura al a?o en su laboratorio privado, fundado en 2017 y el ¨²nico en Espa?a dedicado a la ling¨¹¨ªstica forense. Solo la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil tienen algo similar, con unidades centradas sobre todo en el an¨¢lisis de la voz.
Queralt es la guardiana de mil secretos. ¡°No puedo decirlo¡±, repite. A duras penas cuenta que hizo de perito para sacar de una prisi¨®n italiana a ?scar S¨¢nchez, conocido como el lavacoches de Montgat, que se pas¨® m¨¢s de dos a?os encerrado. Analizaron la escucha telef¨®nica del narco que dec¨ªan que era ?scar, que result¨® ser uruguayo y usaba una variante distinta del espa?ol. Tambi¨¦n examin¨® las cartas que recibi¨® Helena Jubany, asesinada hace 21 a?os en Sabadell, un caso que se acaba de reabrir judicialmente. Descartaron que las escribiese la principal acusada, Montse Careta, que se suicid¨® en prisi¨®n.
Pero los cr¨ªmenes no son su principal tarea. ¡°Nos contrata gente que se dedica a grabar a los dem¨¢s¡±. En eso, el expolic¨ªa Jos¨¦ Manuel Villarejo, art¨ªfice de mil tramas de espionaje y encarcelado preventivamente, era el rey. ?Recibi¨® alg¨²n encargo de ¨¦l? Queralt mira de lado, se r¨ªe y no contesta. S¨ª cuenta que trabaj¨® para alg¨²n ¡°contrario¡± de Francisco Nicol¨¢s Iglesias, conocido como el Peque?o Nicol¨¢s. O que elabor¨® informes para la dermat¨®loga Elisa Pinto, presuntamente acosada por el empresario Javier L¨®pez Madrid.
¡°Tengo cl¨¢usulas de confidencialidad¡±, se excusa, para no ahondar tampoco en los casos de plagio, otro de sus campos como ling¨¹ista forense, en los que haya podido intervenir. ?El m¨¢ster de Pablo Casado? ?El de Cristina Cifuentes? ?La tesis doctoral de Pedro S¨¢nchez? De nuevo, una sonrisa. ?Y en las tramas que salpican el proceso independentista catal¨¢n? ¡°Eh¡ No¡±, zanja, ahogando ya la risa que se escapa entre los dientes. ¡°Es que soy transparente¡±, resopla sentada en la mesa del coworking del barrio de Poblenou de Barcelona al que ha vuelto tras la pandemia.
En su especialidad, el an¨¢lisis de texto, muchos de ellos amenazas an¨®nimas o acoso a celebridades, trabaja sobre todo con formatos digitales. ¡°Conversaciones de Whats?App, cuentas de Twitter, mensajes de Instagram¡¡±. Extrae el sexo de quien escribe ¡ª¡°los hombres son m¨¢s violentos, sus amenazas son m¨¢s f¨ªsicas¡±¡ª, el nivel educativo o incluso la profesi¨®n. ¡°Cuantas m¨¢s faltas hagas, m¨¢s errores y peor escribas, m¨¢s te voy a querer; cuanto m¨¢s est¨¢ndar, m¨¢s dif¨ªcil me lo pones¡±, explica.
Ella y su equipo, cinco personas, se apoyan en soft?ware de an¨¢lisis ac¨²stico, programas que etiquetan los textos por categor¨ªas gramaticales, estad¨ªsticas¡ Pero todo requiere de un ¡°an¨¢lisis cualitativo¡±. En el apartado an¨¦cdotas, recuerda cuando quisieron encargarle el an¨¢lisis de una psicofon¨ªa, o un hombre preocupado que grab¨® a su mujer para saber si fing¨ªa los orgasmos.
En enero prev¨¦ publicar Atrapados por la lengua (Larousse), para dar a conocer lo que hace, y ya se ha enfrascado en un nuevo proyecto: el an¨¢lisis del lenguaje de los infanticidas, para el que ha estudiado las declaraciones de Jos¨¦ Bret¨®n, que mat¨® sus hijos en C¨®rdoba, y de Ana Julia Quezada, que asesin¨® al de su pareja en Almer¨ªa.
Cuando se le pregunta si sue?a con ser James R. Fitzgerald, el polic¨ªa, perfilador criminal y ling¨¹ista forense que contribuy¨® a cazar al matem¨¢tico Theodore Kaczynski, conocido como Unabomber, suelta r¨¢pido un ¡°nooo¡±: ¡°Ese caso se cobr¨® su vida sentimental¡±.
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