La mujer que escap¨® de su cita con la muerte
Catherine Meurisse se salv¨® por poco del atentado contra Charlie Hebdo. Ahora es la primera autora de c¨®mics que ingresa en la Academia
Para Catherine Meurisse, enero de 2015 no fue exactamente igual que enero de 2020, y eso que las dos fechas le cambiaron la vida, aunque no por igual, no con la misma intensidad, desde luego no con el mismo dramatismo ni el mismo impacto, s¨¢lvense las (abismales) distancias.
El 15 de enero de 2020 fue el d¨ªa en que Meurisse rompi¨® una vieja historia de tab¨²es y prejuicios al ingresar en el muy prestigioso Institut de France como primera autora de c¨®mic elegida acad¨¦mica de Bellas Artes, dentro de la secci¨®n Pintura. No faltaron quienes creyeron que el templo franc¨¦s de las artes y las letras se rebajaba al dejar colarse a un g¨¦nero menor como la bande d¨¦ssin¨¦e (el tebeo) bajo sus nobles molduras. ¡°Cuando me lo comunicaron, me ech¨¦ a re¨ªr. Este ha sido uno de mis mejores gags, la verdad¡±, explic¨® recientemente en el diario Le Monde. Tambi¨¦n lanz¨® una reivindicaci¨®n tan breve como contundente: ¡°El c¨®mic no se dirige solo a los ni?os¡±.
El 7 de enero de 2015 fue el d¨ªa en que esta ilustradora francesa (Niort, 1980), a la que aquella ma?ana se le hab¨ªan pegado las s¨¢banas tratando de aplacar con la almohada un conato de depresi¨®n tras una ruptura sentimental, lleg¨® tarde a la sede del semanario sat¨ªrico Charlie Hebdo, donde colaboraba. Hab¨ªa comit¨¦ de redacci¨®n. Cuando se dispon¨ªa a entrar en el portal del edificio de la Rue Nicolas Appert, alguien le grit¨®: ¡°?No subas!¡±. Pronto retumbaron las r¨¢fagas de Kal¨¢shnikov. Ella y varias personas m¨¢s se refugiaron en un teatro cercano. Los hermanos Kouachi, dos yihadistas de la rama yemen¨ª de Al Qaeda, acababan de asesinar a 11 miembros de Charlie y de herir de gravedad a otros 10 al grito de ¡°Al¨¢ es grande¡±. Dos d¨ªas despu¨¦s fueron abatidos por la polic¨ªa francesa en una localidad al norte de Par¨ªs.
Catherine Meurisse sufri¨® un shock postraum¨¢tico agudo al perder a varios de sus mejores amigos y tuvo que vivir con escolta permanente. No le gust¨®: ¡°Si vivo con escolta, me muero. Si vivo sin escolta, me matan¡±. Pero reuni¨® las fuerzas para participar en el n¨²mero especial de la revista que sirvi¨® de homenaje a sus muertos y del que fueron vendidos siete millones de ejemplares. Luego desapareci¨® de la faz de la tierra. Pas¨® cinco meses sin poder dibujar ni escribir. Y al final se refugi¨® en la Villa M¨¦dici, sede de la Academia de Francia en Roma, donde tambi¨¦n acab¨® su amigo el periodista y escritor Philippe Lan?on, uno de los supervivientes de la masacre ¡ªaunque con terribles heridas¡ª y autor del estremecedor libro Le lambeau (El colgajo).
Meurisse aprovech¨® para poner en pie La l¨¦g¨¨ret¨¦ (La levedad, editada en Espa?a por Impedimenta), la historieta en la que reconstruy¨® su odisea personal. Antes ya se hab¨ªa hecho un sitio entre los autores clave del c¨®mic franc¨¦s gracias a su ¨¢lbum Mes hommes de lettres (La comedia literaria), una descacharrante l¨ªnea de tiempo sobre los escritores franceses desde la Edad Media hasta Sartre.
Heredera del estilo y la sorna de Claire Bret¨¦cher ¡ªuna de las popes de la historieta europea, fallecida en febrero¡ª y amante sin condici¨®n de la pintura de Delacroix y de la literatura de Proust, Catherine Meurisse ha renacido de entre las cenizas. No solo se convirti¨® en inmortal (pese a sus risas) entrando en la Academia. Tambi¨¦n fue nombrada madrina de la campa?a Bande Dessin¨¦e 2020 del Ministerio de Cultura franc¨¦s. Y ahora el Centro Pompidou de Par¨ªs expone m¨¢s de 200 originales de esta chica lista, culta e ¡°hipersensible¡± (las comillas son suyas) que se salv¨® porque se qued¨® en la cama. Y que, tras morir un poco, ha acabado renaciendo del todo.
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