Rigor, empat¨ªa y belleza
El sentido del trabajo escolar est¨¢ en la construcci¨®n de entornos agradables, sustentados en el conocimiento riguroso, la empat¨ªa, la diversidad, la sostenibilidad y la belleza
En el anterior relato ¡°Mi abuelo ya no se acuerda de m¨ª¡± pudimos apreciar el modo de construir la relaci¨®n educativa en el Colegio P¨²blico de Infantil, Primaria y Secundaria Juan Pablo I de Valderrubio (Granada). Las vivencias e interrogantes del alumnado orientan el trabajo del docente, el estudio de los aprendices y la colaboraci¨®n del resto de agentes de la comunidad.
Lo pon¨ªa de manifiesto el relato que nos hicieron de su experiencia educativa con el proyecto ¡°Valderrubio, ciudad neuroactiva¡±. Una iniciativa del ¡®Consejo de la Infancia¡¯ del colegio (ni?as y ni?os de 6 a 14 a?os) adoptada m¨¢s tarde, como referencia curricular com¨²n, para todo el centro.
El proyecto ten¨ªa la meta de conocer el funcionamiento del cerebro, difundir sus hallazgos y colaborar en la prevenci¨®n de las enfermedades mentales en j¨®venes y mayores. Durante los dos cursos (2019/20 y 2020/21) ha tutelado los procesos b¨¢sicos del aprendizaje escolar e impulsado un foco de desarrollo comunitario para la localidad de Valderrubio.
Con ocasi¨®n de la Navidad, un grupo de estudiantes de 4? curso de Primaria hab¨ªan visitado el centro de d¨ªa de Valderrubio. Salieron sorprendidos de la visita. Quedaron sobrecogidos por la p¨¦rdida de memoria de la que abuelas y abuelos daban muestra. Lo hablaron entre ellos y con la profe y se preguntaron qu¨¦ pod¨ªan hacer para ayudarles a recordar todo lo bueno que les hab¨ªa sucedido en su vida.
El sentido y la secuencia pedag¨®gica del proyecto ¡°Valderrubio, ciudad neuroactiva¡± se inserta en esta tradici¨®n del colegio por entender y cuestionar la realidad y por construir un entorno m¨¢s acogedor y amigable.
Instaura un tipo de relaciones escolares y sociales, sustentadas en la cultura de la sostenibilidad, el respeto, la promoci¨®n de la diversidad y la b¨²squeda de lo bello. El medio utilizado, en este caso, fue una iniciativa curricular que, a su vez, suscitaba la mejora de las relaciones intergeneracionales en su localidad. Asumieron el compromiso de estudiar y visibilizar la situaci¨®n de la salud cerebral y el desarrollo neurol¨®gico de las vecinas y los vecinos de Valderrubio. De nuevo, sentaban las bases de otro proyecto pedag¨®gico, en la m¨¢s pura tradici¨®n del ¡®Juan Pablo I¡¯.
Un lugar amigable
Nos hab¨ªamos quedado ¡®enganchados¡¯ en la descripci¨®n que, en la entrada anterior, hac¨ªa ?ngeles Castro (madre de un alumno de 4? de Primaria) de su participaci¨®n en clase. Estaban confeccionando un ¡®Mapa de empat¨ªa¡¯ sobre las necesidades e intereses de las personas de determinados tramos de edad (lo que ¡®Dicen, Piensan, Hacen y Sienten¡¯). Los niveles de bienestar f¨ªsico, mental y emocional sobre todo aquello que disfrutaban o echaban en falta en Valderrubio.
Una de sus conclusiones m¨¢s claras fue que su pueblo deb¨ªa ser un lugar de encuentro intergeneracional y de cuidado del bienestar f¨ªsico y mental de cada ciudadano. Algo que pudiera ¡®saltar a la vista¡¯ al observar la convivencia m¨¢s cotidiana en los espacios comunes. Hab¨ªa que fomentarlos y transformarlos en aut¨¦nticos lugares de relaci¨®n y creaci¨®n. Como nos comenta Enedina Escobar (maestra tutora de 3? de primaria), utilizando expresiones de sus estudiantes... ¡°que Valderrubio fuese un pueblo m¨¢s amigable¡±.
?M¨¢s amigable? Y esto ?c¨®mo se hace?... la propia Enedina, nos explica c¨®mo lo abordaban en clase...
¡°Despu¨¦s de haber investigado la situaci¨®n con la elaboraci¨®n del correspondiente ¡®Mapa de empat¨ªa¡¯, averiguamos que para mejorar nuestra salud ten¨ªamos que cuidar nuestro cuerpo, nuestra cabeza y nuestro coraz¨®n. Una de las mejoras formas para conseguirlo era contar con una red fuerte de personas que te respeten, te valoren y cuiden de ti.
Nos dimos cuenta de que no todo el mundo ten¨ªa esa suerte, ni la posibilidad de poder tejer esa red social que les arrope. Comprobamos que las personas mayores, especialmente las mujeres, son las que se encuentran m¨¢s solas y desprotegidas. Y que los adolescentes y las personas mayores son los que menos se relacionan entre ellos.¡±
"Desde hace a?os el lugar de los amigos es la escuela, cosa que es una equivocaci¨®n grave, porque el lugar de los amigos tiene que ser la calle."
(Francesco Tonucci)
Fue entonces cuando surgi¨® la pregunta: ?Es Valderrubio un lugar amigable? Para poderla responder empezaron por trabajar el significado de la expresi¨®n: ¡®lugar amigable¡¯.
Quer¨ªan definir los requisitos que, en primera instancia, a modo de dec¨¢logo, deb¨ªan cumplir los espacios comunes de convivencia. Algunos de los aspectos que se discut¨ªan estaban relacionados con: La amplitud de los espacios, pocas paredes y abundantes zonas verdes, la rentabilizaci¨®n de la luz natural, lugares que propicien la conversaci¨®n, donde sea f¨¢cil moverse libremente, que ni?os, ni?as y adolescentes puedan gozar del juego y de la compa?¨ªa de los otros, un espacio propicio para el encuentro entre personas de todas las edades, donde poder llevar mascotas...
Se estaban acercando y mucho a esa idea de Francesco Tonucci, acu?ada en el proyecto de ¡°La Citt¨¤ Dei Bambini¡± (La ciudad de los ni?os). Una ciudad de todas y de todos, para todas y para todos.
Centraron su estudio de ¡®espacio amigable¡¯ en algunos lugares del pueblo, que eligieron para valorar si, seg¨²n su ¡®dec¨¢logo¡¯, merec¨ªan este nombre. Evaluaron edificios como el Ayuntamiento, el colegio, la iglesia... Tambi¨¦n zonas abiertas, parques y plazas. Seg¨²n sus primeras conclusiones provisionales, pocos eran los espacios que cumpl¨ªan con el dec¨¢logo. Se dieron cuenta de que ten¨ªan mucha tarea por delante.
Dieron formato a los resultados del estudio. Confeccionaron y difundieron un ¡°informe de amigabilidad¡±. A partir de ¨¦l, crearon un prototipo de edificio amigable. Una estructura y un espacio acogedores y habitables que reportara bienestar a cualquier persona de Valderrubio, de cualquier edad. Un magn¨ªfico ejercicio de empat¨ªa.
¡°Lo mejor de esta experiencia ha sido que cada uno de los que hemos participado hemos cambiado nuestra forma de mirar el entorno, nuestro pueblo... queremos mejorarlo y que sea de todos y para todos¡±. Comenta la maestra Enedina Escobar.
Hemos visto un ejemplo de c¨®mo proceder con una metodolog¨ªa investigativa de aprendizaje, ahora necesitamos ver el bosque completo, el camino compartido en el que los profesionales del ¡®Juan Pablo I¡¯ sustentan ese modo colaborativo, m¨¢s horizontal, de construir la relaci¨®n educativa.
Un modo de estudiar y aprender investigando
Para abordar el estudio de un determinado aspecto de la realidad de inter¨¦s para los estudiantes, el colegio pone en marcha un proceso indagatorio que requiere un trabajo riguroso. El procedimiento se organiza en fases de acuerdo con la secuencia del m¨¦todo cient¨ªfico, en este caso, adaptado al ambiente escolar.
Las fases ser¨ªan tres: 1.- Explorar desde la empat¨ªa, 2.- Crear desde el respeto, el apoyo a la diversidad y el compromiso con la sostenibilidad y 3.- Ofrecer y difundir para mejorar las condiciones de vida de su entorno.
Acogi¨¦ndonos a las siglas de las fases, queda acu?ado el nombre de la denominada metodolog¨ªa ECO. Como secuencia de estudio, an¨¢lisis y transformaci¨®n de la realidad se inspira en el concepto de Design Thinking (Pensamiento de Dise?o) que pretende fomentar la creaci¨®n y la innovaci¨®n, mediante la identificaci¨®n rigurosa de problemas y el dise?o de soluciones centradas en las personas.
En el proyecto de ¡°Valderrubio, ciudad neuroactiva¡± se comienza por estudiar en la localidad, la relevancia de problema objeto de estudio. Espec¨ªficamente la invisibilidad de la salud cerebral y emocional en todas las edades. En un segundo momento, plantean acercarse al conocimiento disponible sobre el significado del problema. Buscan, para ello, la colaboraci¨®n de profesionales e instituciones expertas (Centro de Neurorrehabilitaci¨®n Sinergia de la Red de la Sociedad Cooperativa AISSE, Departamento de Neurolog¨ªa del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Centro de D¨ªa Clara Campoamor, Centro de Investigaci¨®n Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada, entre otros).
Tambi¨¦n el profesorado act¨²a en consecuencia y se forma en el contenido del problema. Las dos profesoras coordinadoras del proyecto (Esther Di¨¢nez y Enedina Escobar) realizaron un curso en Neuropsicolog¨ªa Cognitiva, organizado por el Grupo ineuro a lo largo de ocho meses. Adem¨¢s, hubo sesiones de formaci¨®n dirigidas a toda la comunidad escolar, a cargo de la Red AISSE.
¡°Si nuestros chicos y chicas est¨¢n formados con rigor, y conocen los h¨¢bitos que benefician a su cerebro, podr¨¢n ser activos en su cuidado y promocionar estos h¨¢bitos en su entorno.¡± (Blog del proyecto ¡°Valderrubio, ciudad neuroactiva¡±, Conocer para actuar y cuidar)
Una vez definido el problema, se comienza a enunciar y dise?ar soluciones, y a testearlas con la ayuda de los profesionales expertos. Finalmente ofrecen y difunden los logros alcanzados y el procedimiento utilizado en el estudio e implantaci¨®n de las medidas desarrolladas. Pretenden que el trabajo pueda servir de referencia a otras comunidades escolares, que de alguna manera sea replicable. Ofrecen a la sociedad un ¡®prototipo¡¯ de resoluci¨®n de un problema. Un ejemplo es la descripci¨®n detallada que hacemos en este espacio del Blog de ¡°Escuelas en red¡±.
Atendiendo a la metodolog¨ªa descrita y la naturaleza de las actuaciones facilitamos algunas notas explicativas de cada una de las referidas fases del proyecto. Una secuencia que se despliega, con ajustes diversos, en todos los niveles educativos del colegio. Recordemos que estamos describiendo uno de los proyectos pedag¨®gicos, considerados de referencia para todo el centro educativo.
Fase 1. Explorar desde la empat¨ªa
Como cualquier proyecto que se inicia, se recurre a una situaci¨®n pr¨®xima, con la que sea f¨¢cil identificarse y que act¨²a de desencadenante. En el post anterior ya describimos una de estas situaciones: Rub¨¦n, alumno de tercer curso sufri¨® un traumatismo importante al caerse de su litera, lo que despert¨® en ¨¦l y en sus compa?eros de tercero y cuarto una serie de interrogantes y mucho deseo por aprender sobre la salud neurol¨®gica, cerebral y el deterioro cognitivo.
Con esta motivaci¨®n, logrado el acuerdo en el ¡®Consejo de Infancia¡¯ del Colegio (ni?as y ni?os de 6 a 14 a?os, que dialogan sobre las inquietudes recogidas en sus respectivas clases) y tras su presentaci¨®n al equipo directivo, el centro en su globalidad asume el compromiso de estudiar y visibilizar la situaci¨®n de la salud cerebral y el desarrollo neurol¨®gico de las vecinas y vecinos de Valderrubio. Se establecen las bases de otro nuevo proyecto pedag¨®gico, en la m¨¢s pura tradici¨®n del ¡®Juan Pablo I¡¯.
En esta fase inicial se comienzan a debatir y apuntar posibles soluciones, fundamentadas siempre en el conocimiento disponible (gracias a una red de alianzas creada con instituciones y profesionales expertos en el contenido del problema) y viables. Iniciativas pegadas a la realidad precedidas de salidas al entorno, visitas a centros especializados, audici¨®n de conferencias, encuentros intergeneracionales, etc.
¡°Esta semana hemos empezado a trabajar con todos los sectores de la poblaci¨®n de la localidad de Valderrubio para familiarizarnos con los h¨¢bitos de vida de cada grupo de edad. De este modo podremos identificar los h¨¢bitos que no ayudan a la salud de nuestro cerebro. Una vez conocidos nos hemos metido de lleno en la b¨²squeda de soluciones adaptadas a toda la poblaci¨®n.
Para llevar a cabo esta exploraci¨®n de necesidades hemos puesto en marcha el ¡°Pensamiento de Dise?o¡± implicando en nuestros grupos a ni?os, adolescentes y adultos. Nos hemos especializado en diferentes grupos de edad y nos hemos puesto en su piel, a partir de la realizaci¨®n de un mapa de empat¨ªa: ?C¨®mo piensa? ?Qu¨¦ dice? ?Qu¨¦ hace? ?Qu¨¦ siente? han sido las preguntas clave para identificar diferentes estilos de vida en nuestra localidad.¡± (¡®Design thinking¡¯ intergeneracional en busca de soluciones. Blog del proyecto ¡°Valderrubio, ciudad neuroactiva¡±)
Fase 2. Crear desde el respeto, el apoyo a la diversidad y el compromiso con la sostenibilidad
Las soluciones halladas se van singularizando en cada ciclo did¨¢ctico. En cada clase, se realiza la correspondiente planificaci¨®n. Se marca la meta concreta, se prev¨¦n tiempos para el di¨¢logo sobre conocimientos previos en torno a las acciones que se piensan acometer: ?Qu¨¦ sabemos? ?Cu¨¢les son los intereses e inquietudes del grupo? ?Qu¨¦ queremos saber?, ?Qu¨¦ recursos necesitamos? A continuaci¨®n, se enuncia la secuencia de tareas curriculares que ayuden a conseguir la meta definida. Es decir ?C¨®mo lo hacemos?
Esta secuencia, es la hoja de ruta de estudio y trabajo docente, de aprendizaje escolar y de desarrollo personal. La consideran una herramienta imprescindible en todo proyecto. Una ruta, sometida a continua revisi¨®n. Lo habitual en todo proyecto pedag¨®gico es que crece y se transforma conforme avanza, pero sin perder su prop¨®sito. Por esta raz¨®n el mapa de planificaci¨®n se sit¨²a siempre en un lugar visible del aula y estar¨¢ presente durante todo el proyecto.
En los distintos ciclos did¨¢cticos, las tareas que se formulan se organizan alrededor de estos tres ejes:
1.- Actuaciones encaminadas a informar a la poblaci¨®n del papel tan importante que la neurociencia juega en las vidas de todos y todas, que se materializar¨¢n a trav¨¦s de la elaboraci¨®n de p¨ªldoras informativas de concienciaci¨®n y recreaci¨®n.
Las p¨ªldoras informativas y, como se las conocen en Valderrubio, las ¡°neurop¨ªldoras¡± no son simples carteles. Son textos con consejos y actividades que favorecen el neurodesarrollo de las personas, que pueden leer y comentar mientras esperan en el centro de salud o realizan otras tareas...
2.- Acciones enfocadas a convertir Valderrubio en una ¡°Ciudad Maker¡¯ (espacio colaborativo de resoluci¨®n creativa de problemas), dirigidas a transformar los espacios de la localidad (parques, jardines, etc.) en lugares de relaci¨®n y creaci¨®n. Toda la poblaci¨®n participa del conocimiento de la neurociencia y act¨²a en consecuencia. Los lugares dejan de ser espacios contemplativos y pasan a transformarse en entornos de creaci¨®n.
Espacios abiertos en la localidad y talleres para favorecer la creatividad, con paredes sobre las que se puede crear arte ef¨ªmero, rincones con materiales para inventar, producir bienes innovadores¡ (Re)dise?o de espacios que permitan el movimiento y favorezcan las funciones cognitivas: circuitos de equilibrio, espacios para la exploraci¨®n y la manipulaci¨®n, etc.
3.- Medidas destinadas a favorecer que la poblaci¨®n consiga modificar y establecer rutinas alternativas que redunden en el beneficio de su salud.
Creaci¨®n de m¨¢s de recorrido, con informaci¨®n de la duraci¨®n en tiempo (¡®metro-minutos¡¯) y de la app ¡®Rutas de Vida¡¯, que favorecen la orientaci¨®n y la movilidad de la ciudadan¨ªa de la mano de historias vitales que nos han regalado nuestros ciudadanos m¨¢s ilustres: los ancianos y ancianas.
Si lo diverso es un valor ?C¨®mo se respeta y apoya esa diversidad dentro de cada aula? Los formatos de trabajo en colaboraci¨®n son diversos, siempre en agrupaciones heterog¨¦neas (estudiantes de varios niveles, distinto rendimiento, familiares, expertos...) y con pluralidad de tareas y prop¨®sitos.
El trabajo individual, los equipos mixtos ¡°arco¨ªris¡± (familiares, estudiantes, profesionales...), equipos de expertos, grupos de aula, Inter-ciclos, inter-etapas... son modalidades de trabajo habituales en los proyectos del Juan Pablo I. La utilizaci¨®n de variados formatos de trabajo escolar se considera fundamental. Permite establecer lazos emocionales entre iguales que de otra forma ser¨ªan dif¨ªciles. Construir aprendizajes en colaboraci¨®n claramente favorece el acercamiento desde una mirada horizontal y cercana. Cualificar la docencia mediante el trabajo conjunto, compartiendo avances permite fijar prop¨®sitos comunes. De esta manera, el di¨¢logo y la creatividad compartida se ponen al servicio del alumnado y del propio andamiaje profesional.
Fase 3. Ofrecer y difundir para mejorar las condiciones de vida de su entorno
Es momento de comprobar la efectividad del proyecto, su desarrollo y logros. Las actuaciones se eval¨²an. Los distintos agentes implicados informan y apuntan mejoras. Esta informaci¨®n ser¨¢ la base con la que elaborar un depurado ¡®Dec¨¢logo neuroactivo¡¯.
La formulaci¨®n final es el recurso que reunir¨¢ los aspectos b¨¢sicos y recomendaciones que permitan el uso por otros agentes sociales del trabajo llevado a cabo. Cumpliendo as¨ª con el objetivo de la metodolog¨ªa ECO de ofrecer resultados y conclusiones a otras localidades que quieran mejorar la salud mental de sus vecinos y vecinas convirti¨¦ndose en ciudades neuroactivas.
Es el momento de ¡°hacernos eco¡± del trabajo realizado. Los proyectos del ¡®Juan Pablo I¡¯ pretenden hacer de la difusi¨®n un servicio y un compromiso.
Cualquier proyecto que se aborda en el colegio Juan Pablo I se enmarca en uno de los tres pilares que lo define como ¡°Escuela Changemaker¡±: crear un mundo m¨¢s sostenible (en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible); crear un mundo m¨¢s cultural y diverso (en consonancia con los textos de la UNESCO); y crear un mundo m¨¢s bello (de la mano de la creatividad colectiva).
Empat¨ªa y belleza
Este ¨²ltimo pilar arropa una de las experiencias que se lleva ¡®con el coraz¨®n¡¯, gracias al proyecto de ¡®Ciudad Neuroactiva¡¯. Se denomina ¡®Lienzos¡¯ y nos adentramos en ella de la mano de Alberto L¨®pez, maestro de Educaci¨®n Pl¨¢stica y Visual y director del colegio.
¡®LIENZOS¡¯
Alberto L¨®pez (director del Colegio Juan Pablo I)
¡°Quiz¨¢, una de las actividades m¨¢s sencillas y al mismo tiempo m¨¢s emocionantes que hemos desarrollado dentro de este proyecto, fue la de unir a varias generaciones a trav¨¦s de las artes como veh¨ªculo de conexi¨®n compartida, y que confluy¨® en la reflexi¨®n conjunta sobre memorias, recuerdos y vivencias.
Cara a cara, un abuelo y una nieta se enfrentaban a sus recuerdos y a sus emociones m¨¢s ¨ªntimas a trav¨¦s de la m¨²sica y la pintura. Ambos hab¨ªan elegido una canci¨®n que fuera importante para s¨ª mismos. Por turnos, al son de los acordes propios y los del otro, deb¨ªan pintar libres, dejando a la creatividad la tarea de trazar sobre blanco los acordes escuchados.
Primero fue la canci¨®n elegida por un abuelo de setenta a?os, despu¨¦s, el hit preferido de una preadolescente¡ y la magia surgi¨®: trazos familiares en lienzos enfrentados, a ciegas, simult¨¢neos, ante un p¨²blico silencioso y at¨®nito que asiste a un espect¨¢culo intergeneracional.
Al comp¨¢s de aquellas notas, Juan trazaba siluetas, formas y colores, que nac¨ªan de la parte m¨¢s profunda de su cerebro, aquella que solo la percepci¨®n de est¨ªmulos art¨ªsticos es capaz de activar. A la vez que las notas entraban, se encend¨ªan conexiones neuronales que evocaban tiempos pasados gobernados por la emoci¨®n y que se traduc¨ªan en expresiones coloristas en la punta de un pincel.
Al final todos y todas escuchamos c¨®mo las personas rebelaban y comentaban partes de sus vidas desconocidas para los dem¨¢s. Mucho tiempo compartido, pero no siempre lleno de conocimiento o entrega. Esa fue una de las conclusiones a las que llegaron los protagonistas de esta experiencia. La calidad del tiempo que pasamos con otras personas no siempre es la que se merece y si profundizamos un poco, encontraremos boleros llenos de memoria y hits que nos acercan a las nuevas generaciones que crecen en nuestras casas.
Dentro de nuestro proyecto, poder explicar c¨®mo funcionan los est¨ªmulos a nivel de percepci¨®n (observaci¨®n, selecci¨®n, reflexi¨®n y an¨¢lisis) y de expresi¨®n (exploraci¨®n, experimentaci¨®n, reflexi¨®n y creaci¨®n), supone conocer y ser conscientes de un conglomerado de procesos cognitivos que tienen como fin ¨²ltimo la comprensi¨®n de la realidad que nos rodea y c¨®mo podemos intervenir en ella mediante el uso de distintos lenguajes a los que el ser humano tiene acceso.¡±
A¨²n quedan retos preciosos por emprender dentro de esta aventura: crear el documento que ofrezca a m¨¢s localidades referencias para replicar el proyecto, realizar talleres de arquitectura para que la infancia y la juventud puedan redise?ar los espacios dirigidos a ellos y ellas¡ Ciertamente a¨²n queda mucho por contar, mucho por vivir, pero, de la mano de esta escuela, est¨¢ claro que la mejor manera de hacerlo es meter en la mochila rigor, empat¨ªa y belleza.
El colegio Juan Pablo I ha sido incorporado, en octubre de 2020, por la fundaci¨®n Ashoka, a la red mundial de "Escuelas Changemaker", que lo considera... ¡°Una escuela donde los ni?os deciden qu¨¦ aprender y c¨®mo mejorar su pueblo. Fomentan el pensamiento cr¨ªtico, trabajan en profundidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible.¡±
Asimismo, la Comisi¨®n Europea ha concedido al proyecto ¡®Valderrubio, ciudad neuroactiva¡¯ el tercer Premio de la Salud de la UE 2020 en la categor¨ªa ¡®escuelas y jardines infantiles¡¯. El galard¨®n, dotado con 20.000 euros, premia iniciativas que contribuyen a promover un estilo de vida saludable en ni?os y ni?as, de entre 6 y 8, de la Uni¨®n Europea.
Versi¨®n para profesionales en ResearchGate (Descargar en pdf).
Accede al repositorio de experiencias de ¡°Escuelas en red".
Nuestro agradecimiento a la comunidad educativa del Colegio Juan Pablo I de Valderrubio por su apoyo a este tipo de experiencias innovadoras y, de manera especial, a los estudiantes por su colaboraci¨®n y dedicaci¨®n al prop¨®sito de mejorar las condiciones de vida, los h¨¢bitos de salud y el bienestar de las vecinas y vecinos de Valderrubio.
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