Videojuegos para explorar mundos
Ciudades azotadas por virus letales, escenarios marcados por la historia, grandes espacios naturales y territorios imaginados
![Una captura de los bosques de Wyoming donde se desarrolla la acci¨®n de 'Firewatch'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4PUZX3Y5MBF6NO5PGHLYNOK3NE.jpg?auth=466dc45b2966a97e343784c27c4009be01c1202291af0ab2a8d8367ab0748c65&width=414)
Produce cierta zozobra jugar estos d¨ªas a The Division, el videojuego de acci¨®n de la compa?¨ªa francesa Ubisoft que se desarrolla en una Nueva York devastada por un virus letal. Recorrer las calles desiertas de Manhattan, con una meticulosa recreaci¨®n de lugares como Times Square o Hudson Yards, provoca escalofr¨ªos al comprobar c¨®mo ciertas distop¨ªas pueden llegar a ser premonitorias. La pandemia que ha paralizado el mundo, tambi¨¦n el de los videojuegos, no est¨¢ muy alejada de la que plantea este t¨ªtulo pensado para jugarse en partidas multitudinarias a trav¨¦s de Internet. M¨¢s de uno habr¨¢ aprovechado el confinamiento en casa para volver a batallar contra los culpables de la propagaci¨®n del virus, aunque posiblemente lo haya hecho jugando a su segundo episodio, que traslada la acci¨®n a Washington, conservando la misma atm¨®sfera inquietante pero con un planteamiento m¨¢s ambicioso. Un esfuerzo herc¨²leo de documentaci¨®n plasmado en 17 kil¨®metros cuadrados de la capital estadounidense milim¨¦tricamente reproducidos en pantalla, a la que se asoman grandes centros del poder e instituciones que han ayudado a forjar la historia de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo, incapaz en esta ficci¨®n de sobreponerse al zarpazo de una crisis sanitaria de proporciones mastod¨®nticas.
![Un momento de la campa?a de 'The Division 2', con el Capitolio al fondo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FFDG6Y7UHSVOJHSPPFM7NF37SI.jpg?auth=2f11a86718fdd87109c95aabacc74b3af11b6ff05400033c374a3635b871bf5d&width=414)
En la b¨²squeda de entretenimiento y de respuestas al caos que nos rodea, nos cruzaremos con ¨¢guilas, zorros y otros animales salvajes que campan a sus anchas a orillas del r¨ªo Potomac ante el inesperado repliegue del hombre. Un gui?o m¨¢s a lo que ha acabado ocurriendo en urbes alrededor del mundo por culpa del avance incontrolado del Covid-19. En esas condiciones de extrema urgencia, visitar el Pent¨¢gono, el Capitolio, la Casa Blanca, el Lincoln Memorial o el interior de los Archivos Nacionales, donde se conserva el primer ejemplar de la Constituci¨®n de los Estados Unidos (1787), es una experiencia intensa pero descorazonadora.
Para tomar el pulso al ritmo fren¨¦tico que hasta hace bien poco lat¨ªa en nuestras ciudades har¨¢ falta recurrir a juegos como Grand Theft Auto 5, el culmen creativo de Rockstar que, pese a llevar siete a?os en la brecha (una eternidad en esta industria), sigue exhibiendo m¨²sculo y siendo una de las obras interactivas m¨¢s celebradas y jugadas por la comunidad gamer y los youtubers. Con una intrincada narrativa que nos coloca ante situaciones de dudosa moralidad, este t¨ªtulo de mundo abierto ¡ªes decir, que otorga total libertad a la hora de completar las misiones¡ª hace m¨¢s por promocionar y mostrar Los ?ngeles (Los Santos, en el juego) que muchas campa?as publicitarias o gu¨ªas de viajes. Lo que pasa es que aqu¨ª no solo se ense?a la cara tur¨ªstica y amable, sino tambi¨¦n la m¨¢s s¨®rdida del lumpen. De ah¨ª emergen los tres buscavidas protagonistas a la conquista de la ciudad que mejor encarna las contradicciones del sue?o americano. Visitaremos las ic¨®nicas casetas de Venice Beach (Vespucci Beach), el glamur de Hollywood Boulevard (Vinewood Boulevard), las villas de lujo decadente de Beverly Hills (Rockford Hills) o la ic¨®nica noria del muelle de Santa M¨®nica (Del Perro Pier), entre otras estampas de postal.
![Un jugador, durante una partida de 'Red Dead Redemption 2'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/B2UIBYQH7TJJK23U76IOBEG6SM.jpg?auth=66f076fcf1cb185443b37fb3ab4733ff2a532751ac80799b1602c24e8ef268f9&width=414)
Si lo que queremos es disfrutar de la libertad que otorgan los grandes espacios abiertos, en Red Dead Redemption 2, un poderoso relato del w¨¦stern americano jalonado de personajes memorables, hallaremos un canto po¨¦tico a todo lo que la naturaleza nos brinda sin ofrecer nada a cambio. Es dif¨ªcil no emocionarse la primera vez que asistimos a un amanecer brumoso junto al rescoldo humeante de la fogata donde horas antes masc¨¢bamos tabaco bajo las estrellas. La misma abundancia de sensaciones asalta al contemplar una puesta de sol te?ida de sepia mientras atamos el caballo a la entrada de un poblado polvoriento o cuando uno se topa de bruces, en medio de vastas planicies, bosques frondosos y picudas monta?as nevadas, con grandes mam¨ªferos como el ciervo, el oso y el bisonte. Ilustres representantes de un bestiario que re¨²ne a 200 animales de la fauna que puebla Am¨¦rica del Norte: armadillos, tejones, caimanes, urogallos, buitres, c¨®ndores¡Como nos dice Evellyn Miller, un ermita?o trasunto de Henry David Thoreau, en una de las misiones del juego: ¡°La aut¨¦ntica Am¨¦rica no se halla en los deseos, sino en la pureza de su paisaje¡±.
El arte de sublimar la naturaleza tiene otro alumno aventajado en Firewatch, un hipn¨®tico walking simulator (simulador de pasear en su traducci¨®n literal, en el que pesa m¨¢s la narrativa que la acci¨®n) que pone al jugador en la piel de un guarda forestal del parque nacional de Yellowstone (EE UU) que lucha contra los incendios, la soledad y una ruptura amorosa en el transcurso de un verano sofocante. Inmersos en los bosques de Wyoming, se escuchan el canto armonioso de p¨¢jaros silvestres, el sonido del agua al sortear cascadas y riachuelos y el amenazante crepitar del fuego en el horizonte, mientras vamos tejiendo una compleja relaci¨®n con una mujer a trav¨¦s de conversaciones intermitentes por walkie-talkie. Una delicia para los sentidos y una oda a la vida y a la sencillez de las cosas.
![Captura de juego de 'Forza Horizon 4', en una carretera de la campi?a inglesa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UVAWGT5GH3JCTL46UYYRMZ2PO4.jpg?auth=d6b6775879790b0615e595f23169c4659cc813cf690dfc7cd2841b16ebb4111d&width=414)
Un acercamiento m¨¢s adrenal¨ªnico al mundo exterior es lo que ofrece la saga de conducci¨®n Forza Horizon, cuya cuarta entrega nos transporta al verdor y la humedad de Gran Breta?a, donde poner a prueba los motores de 450 coches ic¨®nicos de la historia del automovilismo en un enorme mapa de carreteras secundarias que atraviesan paisajes y pueblos de Gales, Escocia e Inglaterra. En cualquier momento se puede echar el freno de mano y hacer fotos de los lugares que visitamos. El fotorrealismo est¨¢ tan logrado que cuesta diferenciar la imagen aut¨¦ntica de la virtual. El parque nacional del Distrito de los Lagos, en el condado de Cumbria (al noroeste de Inglaterra), es quiz¨¢ la zona m¨¢s espectacular precisamente por lo abrupto y monta?oso. Como el resto de los escenarios que cruzamos a velocidades endiabladas, estos lagos declarados patrimonio mundial de la Unesco que inspiraron a una generaci¨®n entera de poetas rom¨¢nticos del siglo XIX pueden visitarse en cualquiera de las cuatro estaciones y comprobar los cambios caprichosos que sobre el paisaje ejerce la meteorolog¨ªa. Imprescindible contemplar el lago Derwntwater, uno de los m¨¢s grandes y visitados, en pleno estadillo de la primavera, cuando las colinas y bosques que lo rodean se cubren de un manto de campanillas moradas.
![Imagen promocional de 'Assasins Creed: Odyssey'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RJJ2S3UULH2KLRY7KMWBUFBOLQ.jpg?auth=320235159c20584442a3f0477bb588d8acbbe6b7b20cc9b88f77096ed14950d1&width=414)
Pero hay paisajes hist¨®ricos que nunca volver¨¢n y que solo se pueden visitar en el cine, la literatura y tambi¨¦n en los videojuegos. La saga Assasins Creed lleva casi tres lustros recreando con enorme rigor hist¨®rico momentos clave de la historia. Su ¨²ltimo cap¨ªtulo se sumerge en los mitos y leyendas de la Antigua Grecia, en el contexto de la guerra del Peloponeso (431 a. C. - 404 a. C.) que enfrent¨® a las ciudades-estado de Atenas y Esparta y marc¨® el declive definitivo de la cultura griega. En el papel de mercenario, tendremos que elegir entre enrolarnos en la Liga de Delos (Atenas) o en la del Peloponeso (Esparta). Iniciaremos la epopeya en la isla j¨®nica de Cefalonia y de ah¨ª saltaremos a la pen¨ªnsula de ?tica, el principal territorio de la Grecia moderna, donde exploraremos la polis de Atenas, cuna de la civilizaci¨®n moderna, con sus templos sagrados donde floreci¨® la filosof¨ªa y el debate sosegado de ideas contrapuestas. Personajes como S¨®crates, Herodoto (considerado el primer historiador) o Hip¨®crates, padre de la medicina moderna, nos iluminar¨¢n con sus juicios ponderados, mientras antes nuestros incr¨¦dulos ojos se despliega toda la belleza y poder que una vez atesor¨® este rinc¨®n privilegiado del Mediterr¨¢neo, con localizaciones como el templo de Apolo en la isla de Delfos, Creta o el monte Olimpo.
![Una captura del videojuego 'Uncharted 4: El desenlace del ladr¨®n'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7KP3FTKTY7RD4WXJWOV42ABAKI.jpg?auth=64f3078f1d6e5af2abdfa9d6834b6c66965baed59367a69da1dc13c97ac326b6&width=414)
Para emular las aventuras de m¨ªticos exploradores victorianos como Henry Morton Stanley o Richard Francis Burton, nada mejor que desenrollar sobre la mesa un viejo mapamundi amarillento de pergamino y trazar en tinta una ruta a lo Indiana Jones para lanzarse a la caza de grandes tesoros. Uncharted, con cuatro entregas principales en exclusiva para la familia de consolas Playstation, permite vivir intensas tramas en lugares ex¨®ticos e ignotos del planeta. Nuestra ansia de conocimiento y aventuras nos llevar¨¢ a Katmand¨², la abigarrada capital de Nepal envuelta por el Himalaya; a la costa caribe?a de la colorida Cartagena, en Colombia; al vergel exuberante de la isla de Madagascar; a las m¨¢gicas monta?as de Sahyadri, conocidas tambi¨¦n como las Ghats occidentales, en la India, o al desierto saud¨ª de Rub al-Jhali, el m¨¢s extenso y con temperaturas m¨¢s extremas. Los creadores de este exitoso videojuego se inspiraron, entre otras haza?as, en las expediciones a Oriente del mercader veneciano Marco Polo y en la convulsa biograf¨ªa del arque¨®logo brit¨¢nico Thomas Edward Lawrence, m¨¢s conocido como Lawrence de Arabia.
Y si el mundo se nos queda peque?o, habr¨¢ que enfundarse el traje de astronauta para embarcarse en la mayor epopeya gal¨¢ctica hecha videojuego. No Man Sky, que como mejor se disfruta es a trav¨¦s de la realidad virtual, nos lanza a la conquista del espacio exterior, un universo imaginado en el que no se encuentran los planetas que los astr¨®nomos han ido descubriendo desde la antig¨¹edad sino un rosario de cuerpos celestes y galaxias salidos de la imaginaci¨®n del estudio Hello Games. Un sinf¨ªn de estrellas y extra?as criaturas para construir nuestro particular universo sin los cors¨¦s de la ciencia moderna. Ya lo dijo el entusiasta de Buzz Lightyear en Toy Story: ¡°Hasta el infinito y m¨¢s all¨¢¡±.
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![Iv¨¢n de Moneo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1f42b3dc-d3ef-48be-9a0a-4ba2166ae9c6.jpg?auth=d1cb1b50c05529bd1902775b28fe24cab3b1f305b30b5d17c67c237b066b5dff&width=100&height=100&smart=true)