Uruguay, un pl¨¢cido verano austral en la costa de los pintores, los m¨²sicos y los escritores
Los meses de diciembre a marzo son la mejor ¨¦poca para visitar el pa¨ªs sudamericano, con ciudades playeras como Punta del Este y encantadores pueblos como Garz¨®n o La Barra llenos de chiringuitos, caf¨¦s y galer¨ªas de arte

A Uruguay lo llaman ¡°el paisito¡±, no tanto por su superficie, que es dos veces la de Austria, sino por su baja densidad de poblaci¨®n. Sin embargo, el pa¨ªs rioplatense le ha dado al mundo numerosos artistas y escritores que han encontrado inspiraci¨®n en la diversidad de su paisaje, compuesto por llanuras, colinas y un extenso litoral. Sus ciudades costeras, cuyo buque insignia es Punta del Este, reciben a visitantes del mundo entero, especialmente durante el verano austral, entre diciembre y marzo, la mejor ¨¦poca para acercarse a este pa¨ªs sudamericano. Cerca de este renombrado para¨ªso vacacional hay un ramillete de pueblos m¨¢s peque?os, pero dotados de una escena art¨ªstica y gastron¨®mica sorprendente. Merece la pena pararse en cada uno de ellos para descubrir sus muchos atractivos.
Empecemos por un lugar que tiene nombre de se?or: Jos¨¦ Ignacio. El ic¨®nico faro de esta localidad atrae a los barcos cercanos y sus restaurantes de playa, como el Chiringuito Francis Mallmann, a cargo del chef argentino de igual nombre, es el destino de numerosos viajeros. Otro local insoslayable es el Parador La Huella, cuyo aspecto distendido de merendero a la orilla del mar contrasta con la sofisticaci¨®n de su carta, donde, adem¨¢s de pescado fresco, no faltan jugosos cortes de carne uruguaya seleccionados por el chef Alejandro Morales. All¨ª uno se puede topar f¨¢cilmente con celebridades internacionales apurando su asado en chanclas de goma.
Despu¨¦s de un par de horas de reglamentaria digesti¨®n, el cuerpo pide movimiento, y eso lo saben los muchos surfistas que se dan cita en la zona, especialmente en playa Bikini y, para la modalidad de kitesurf, en la laguna de Jos¨¦ Ignacio. Es tal el amor local por este deporte que la cercana Punta del Este cuenta con un Museo del Surf Uruguayo, inaugurado en 2007.

No nos olvidemos del arte, pues la oferta en esta zona es tan amplia que atenderla requiere cierta organizaci¨®n. Si solo hubiese tiempo para un centro art¨ªstico, habr¨ªa que escoger, sin duda, el MACA (Museo de Arte Contempor¨¢neo Atchugarry), por su tama?o e importancia. Fundado en 2022 por el escultor uruguayo Pablo Atchugarry, est¨¢ a la altura de los principales centros de arte del mundo gracias a su colecci¨®n y a sus exposiciones temporales, pero tambi¨¦n debido a su espectacular proyecto arquitect¨®nico, a cargo del uruguayo Carlos Ott, y a su jard¨ªn de esculturas situado junto a una laguna, algo muy del gusto de los paseantes que se dejan caer por all¨ª con su mate y su termo, fieles a la extendida costumbre uruguaya. A lo largo del paseo, que incluye 70 esculturas, nos saldr¨¢n a la vista obras tanto del propio Atchugarry como de otros artistas internacionales.

El MACA se encuentra en Manantiales, una localidad peque?ita pero rebosante de centros de arte, como la Galer¨ªa del Paseo ¡ªque tambi¨¦n tiene sede en Lima (Per¨²)¡ª, y tiendas exquisitas como Casa Ribera o Monoccino, donde encontrar los objetos de dise?o perfectos para decorar esa so?ada casa que tanto nos gustar¨ªa tener a lo largo de la Ruta 10, la carretera del litoral uruguaya que comunica unos pueblos con otros. Recorrerla permite apreciar los cambios en el gusto arquitect¨®nico que se han ido produciendo en las ¨²ltimas d¨¦cadas: los quinchos (casas tradicionales uruguayas con cubierta de paja a dos aguas) dieron la bienvenida a las villas de estilo italiano y a los chalets de estilo suizo, hoy superados por una arquitectura m¨¢s minimalista en forma de casas c¨²bicas de hormig¨®n con enormes cristaleras.
Pegado a Jos¨¦ Ignacio est¨¢ La Juanita, un peque?o barrio que no hay que perderse, pues all¨ª se encuentra una de las librer¨ªas con m¨¢s encanto del planeta. Se llama Rizoma, y su oferta de libros es tan amplia que contentar¨¢ tanto a los que buscan una buena novela para entretenerse en la playa como a los que no abandonan el pensamiento sofisticado y quieren profundizar en Gilles Deleuze hasta en verano: recordemos que estamos en el R¨ªo de la Plata, donde la intelectualidad es moneda corriente. Rizoma no es solo una librer¨ªa en la que tienen lugar actos literarios: tambi¨¦n es un hotel coqueto de cuatro habitaciones y un restaurante donde comer exquisiteces como berenjena ahumada con burrata y avellanas o corvina negra con puerro asado. Sus amables due?os, Eduardo Ballester y la ceramista Marcela Jacob, que tiene all¨ª mismo su taller, han logrado convertir este rinc¨®n en una sucursal del para¨ªso.

La Barra, otra de las aldeas cercanas, ofrece un ritmo distendido que invita a considerarnos bohemios por un rato. El Caf¨¦ A la Antigua contribuye a ello por su est¨¦tica encantadoramente desali?ada y su venta de antig¨¹edades y objetos de chamarilero. Aqu¨ª los comensales pueden pedir una pasta a la bolo?esa, un plato de marisco o un t¨¦ con scones y degustarlos sentados en sillones estilo Imperio.
Y como en Uruguay hay casi m¨¢s vacas y ovejas que personas, las prendas de lana son uno de sus souvenirs m¨¢s apreciados, especialmente las que fabrican las marcas Manos del Uruguay y Lanas del Este, con sucursales en La Barra.

Alej¨¢ndonos unos kil¨®metros de la costa, a una hora en coche, se encuentra el secreto mejor guardado de Uruguay: se llama Pueblo Garz¨®n y en temporada baja no llega a los 200 habitantes. No obstante, lo que convierte a este diminuto pueblo en un lugar tan atractivo es su vibrante comunidad art¨ªstica y, no nos enga?emos, tambi¨¦n el restaurante Garz¨®n, segundo proyecto en la zona del chef Francis Mallmann, que, desde la plaza central del pueblo, atrae a comensales de todo el mundo gracias al brillo de su reputada cocina. Adem¨¢s, gran parte de las botellas de vino que se descorchan en el restaurante proceden de la cercana Bodega Garz¨®n, que ofrece visitas guiadas y experiencias de maridaje a los visitantes.
Si acudimos a Pueblo Garz¨®n este mes de diciembre, a tiempo para la reapertura del restaurante y hotel de Mallmann, seremos testigos de la efervescencia del festival Art Fest, organizado por la residencia art¨ªstica CAMPO, que acoge a creadores de distintas disciplinas a lo largo del a?o. No obstante, el pueblo sigue de lo m¨¢s animado entre diciembre y marzo, gracias a galer¨ªas de arte como Walden Naturae, Black Gallery o La Galerilla, esta ¨²ltima situada en el interior de un vag¨®n de tren.
Por ¨²ltimo, y para sumergirse en la verdadera esencia de Garz¨®n, se podr¨ªa decir que es obligatorio dejarse caer por Provisi¨®n Jonhatan (as¨ª lo escriben), una tienda de comestibles con su bar contiguo que regenta una familia local ¡ªel propio Johnatan anda por all¨ª a diario¡ª, y en cuya pintoresca terracita sirven caf¨¦s, empanadas, milanesas y otros platos caseros.
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