24 horas en Baena, mucho que hacer en este pueblo blanco de C¨®rdoba perfumado de aceite

El olor del aceite de oliva m¨¢s puro envuelve al viajero a medida que se va acercando al hermoso pueblo cordob¨¦s de Baena. El olor y tambi¨¦n un mar casi infinito de olivos, se llegue por cualquiera de las rutas de acceso a la localidad desde los cuatro puntos cardinales. Y es que ya desde ¨¦pocas prerromanas ¡ªpor no hablar del impulso en la agricultura de la zona bajo la dominaci¨®n ¨¢rabe¡ª los habitantes de la Subb¨¦tica cordobesa supieron escoger el tipo de olivo que mejor se adaptaba al suelo y al clima local, la variedad de Picudo.

Desde entonces ha llovido mucho, o poco para el gusto de los agricultores, y hoy el exquisito aceite de oliva virgen extra de Baena ostenta su denominaci¨®n de origen. Museos, almazaras y delicias gastron¨®micas atestiguan la preeminencia del llamado oro verde en este pueblo blanco situado a 60 kil¨®metros al sureste de la ciudad de C¨®rdoba. Pero no solo del bendito olivo vive Baena y se ofrece al visitante. Restos arqueol¨®gicos en los alrededores y edificios modernistas e iglesias barrocas salpican un cuidado y bell¨ªsimo centro hist¨®rico.

9.00 Desayuno con denominaci¨®n de origen

El restaurante El primero de la ma?ana (1) (traves¨ªa de Cervantes, 6), como su nombre indica, es el lugar ideal para empezar el d¨ªa con un buen desayuno a base de zumo, caf¨¦ y pan de chapata con tomate, jam¨®n y aceite sublime en su terraza o en el comedor del establecimiento si el d¨ªa ha amanecido fr¨ªo.

10.00 Monjas de clausura en la antigua medina

Las empinadas callejuelas de la antigua medina ¨¢rabe trepan desde el centro de Baena hasta la plaza del ?ngel, donde la parroquia de Santa Mar¨ªa la Mayor (2), erigida en el siglo XIII, parece amparar el pueblo desde las alturas. El templo, reformado en varias ocasiones, tiene dos portalones: la puerta del ?ngel y la del Perd¨®n, de estilo plateresco del XVI. Tambi¨¦n es del mismo per¨ªodo y estilo la reja junto a la nave principal. La Custodia de plata repujada y la imagen g¨®tica en piedra de la Virgen de la Antigua son dos joyas que guarda en su interior.

Adyacente a Santa Mar¨ªa, es muy interesante la solemne capilla del convento de clausura Madre de Dios (3), donde a trav¨¦s de unas rejas se vislumbra a las monjas orando. En la gran explanada que se abre ante el convento, el castillo (4), desafortunadamente restaurado, fue arrebatado a los ¨¢rabes por los soldados de Fernando III de Castilla en 1241.

12.00 ?beros y romanos

Si coincide nuestra estancia en Baena en s¨¢bado o domingo, el recinto arqueol¨®gico de Torreparedones (5), a unos 18 kil¨®metros al norte del pueblo, abre sus puertas hasta la una de la tarde. Restos de la ancestral cultura tart¨¦sica, el santuario ¨ªbero y el foro y las termas de la Ebora Cerealis romana mencionada por Plinio el Viejo gu¨ªan al visitante en un maravilloso recorrido por la historia m¨¢s antigua de la Subb¨¦tica cordobesa.

13.00 Visitas en el centro

De vuelta a la villa, la atractiva y amplia plaza de la Constituci¨®n es el centro vital del pueblo y a su alrededor se concentran algunos de los edificios m¨¢s notables. Quiz¨¢ el principal sea la Casa del Monte (6), de fachada de mamposter¨ªa de estilo barroco del XVIII en la que destaca un precioso humilladero de azulejos con la imagen del Sagrado Coraz¨®n. Hoy alberga oficinas de la Administraci¨®n y antes fue Casa del Cabildo, mes¨®n y hasta una carnicer¨ªa. En un ¨¢ngulo de la plaza se yergue el Ayuntamiento (7) en un bonito edificio moderno de buena factura que le vali¨® el Premio Obra de Nueva Planta del Colegio Andaluz de Arquitectos. Y entre ambos monumentos se alzan el Teatro Liceo (8) y el Casino (9), de principios del siglo XX y donde merece la pena tomar algo en su cuidado patio andaluz.

El Monumento al Jud¨ªo (10), frente a la Casa Consistorial, no es un homenaje a los hebreos que vivieron aqu¨ª en tiempos pasados, sino a esas cofrad¨ªas de colinegros y coliblancos ¡ªseg¨²n la crin de caballo que adorna sus cascos¡ª, protagonistas con sus tambores de la ceremoniosa Semana Santa de Baena.

14.30 Flamenqu¨ªn de rabo de toro

A la hora del almuerzo se puede optar por unas tapas o raciones en la estupenda Pe?a Flamenca Baenense (11) (Laureano Fern¨¢ndez Martos, 3), animada y con interesantes fotos de artistas en sus paredes. Otra opci¨®n es una comida m¨¢s contundente en el Mes¨®n Casa del Monte (12), bajo los soportales en la plaza de la Constituci¨®n, donde se pueden probar excelentes berenjenas con salmorejo, bacalao gratinado, flamenqu¨ªn de rabo de toro o chopitos fritos. Tambi¨¦n ensaladas, ¡°aderezadas, por supuesto, con aceite de Baena, que si no en la denominaci¨®n de origen nos tiran de las orejas¡±, asegura Jos¨¦ Luis Rojano, propietario del restaurante.

16.30 Leones ¨ªberos y cruces visigodas

La Casa de la Tercia, otro inmueble dieciochesco, antiguo almac¨¦n de grano y aceite a dos pasos de la plaza, alberga el Museo Hist¨®rico y Arqueol¨®gico (13) (Santo Domingo Henares, 5), visita imprescindible antes de recorrer los hitos de la riqu¨ªsima historia antigua de la regi¨®n. En sus salas se muestran herramientas prehist¨®ricas, impresionantes esculturas ¨ªberas antropom¨®rficas y de animales ¡ªentre ellas una reproducci¨®n de la Leona de Baena, actualmente en el Museo Arqueol¨®gico Nacional (MAN) de Madrid¡ª y restos del per¨ªodo romano ¡ªcomo una soberbia cabeza en m¨¢rmol de Octavio Augusto¡ª, todo ello proveniente del cercano yacimiento de Torreparedones.

Adem¨¢s, no hay que perderse las jarras funerarias visigodas, los restos de capiteles y cer¨¢micas de la Bayana musulmana o la reproducci¨®n del Crism¨®n de Baena (14), una valiosa cruz visigoda de metal fundido robada en este museo en 1993 y que tambi¨¦n se encuentra reproducida en la plaza Marinalba.

17.30 El mundo del aceite

Una antigua almazara con su molino conservado casi intacto y que los visitantes pueden contemplar en funcionamiento acoge hoy al Museo del Olivar y del Aceite (15), en pleno centro de Baena. Una experiencia que acerca al universo del fruto de los olivos a trav¨¦s de los cinco sentidos. Adem¨¢s, es interesante profundizar sobre el oro verde en la almazara N¨²?ez de Prado (Cardenal Herr¨¢nz Casado, 9) y admirar la bodega de tinajas del siglo XVIII.

Baena es, pues, una delicia para el paladar y una buena direcci¨®n para adquirir manjares locales ¡ªpesti?os, roscos de vino, suelas, panetillos, ib¨¦ricos¡ª y el producto estrella, el aceite de Baena de diferentes calidades, es la Charcuter¨ªa Gourmet Salas (16) (Amador de los R¨ªos, 19). Se llega a ella en un paseo por las calles del centro entre casas de impoluta fachada.

21.00 Una excursi¨®n cercana

A la hora de la cena una buena idea es aprovechar para conocer un pueblito precioso, y a solo 11 kil¨®metros al sur de Baena: Zuheros (17), un pu?ado de calles de un blanco inmaculado declaradas Conjunto Hist¨®rico Art¨ªstico en 2003 y miembro de la Asociaci¨®n de los Pueblos M¨¢s Bonitos de Espa?a. El asador Los Palancos sirve cocina andaluza y raciones. Y para terminar una jornada de tanta belleza, nada como un gin-tonic en su terraza ante el impresionante basti¨®n del castillo ¨¢rabe erigido sobre la roca.

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